Salvemos el mundo...Otra vez

Al igual que hiciera hace años en GBA, donde la similitud con Metal Slug era evidente, este Counter Terrorist Special Forces (CTSF), que en nuestro país lleva la coletilla "Fire for Effect", intenta coger lo mejor de auténticos referentes en cuanto a estilo de juego como Splinter Cell o Metal Gear Solid, para ofrecer un título en el que tengamos la oportunidad de combinar sigilo y acción directa a partes iguales.

Para ello tomaremos el control no de uno, sino de dos miembros de la CTSF, un cuerpo especial dedicado como indica su nombre, a la persecución a nivel mundial de cualquier actividad terrorista. El resultado es un juego que ante todo resulta desfasado en casi todos sus aspectos para los tiempos que corren y que parece haber sido víctima, una vez más, de una pobre conversión de consola a PC.

Gráficos

Los gráficos compiten duramente con la IA por el triste privilegio de ser el aspecto más mediocre del juego. Si bien el  modelado de los personajes es correcto, el resto no acompaña, las texturas son muy pobres y sosas, carentes de detalle y además se repiten hasta la saciedad quedando en evidencia sus defectos. Los decorados, el mobiliario y demás objetos que pueblan los niveles para dotarlos de cierta ambientación, son rudimentarios, anticuados, escasos y parcos en detalles, todo se antoja como demasiado aséptico, vacío y sin vida.

Para colmo, la paleta de colores usada para los niveles resulta reducida en cuanto a variedad cromática y repetida por doquier a lo largo de las diferentes fases. Tienes la sensación de que un nivel no se diferencia en nada del anterior, aunque en uno estuvieras en una ciudad inundada y en el otro en un edificio de alta seguridad, los colores y la luminosidad del escenario se parecen más de lo que seria deseable.

Sonido

Las diferentes piezas musicales que suenan incansablemente mientras avanzamos por los niveles, acompañan correctamente el desarrollo de la acción. En general son cortas y de buena calidad, rock duro en ocasiones y piezas orquestales en otras que cambian el ritmo para indicar que la cosa se vuelve complicada.

El juego se encuentra totalmente doblado al castellano, tanto textos como voces, se aprecia un trabajo de calidad en la localización, los actores han hecho un esfuerzo muy profesional haciendo que ciertas frases repetidas hasta la saciedad en el mundo de los videojuegos, no queden ridículas en bocas de personajes estereotipo como Owl o Raptor, un aplauso en este aspecto.

En cuanto a los efectos de sonido, son, siguiendo la tónica general, regulares en general, no contribuyen en exceso a ambientar cada nivel pero tampoco desmerecen hasta el punto de tener que meterlos en el mismo saco que los gráficos, además, es de justicia el destacar sobre los demás, los efectos de las armas y los impactos de las balas en las distintas superficies, algo que si resulta convincente y que brilla muy por encima del resto de los sonidos del juego.

Guión

Owl y Raptor, son dos de los mejores agentes con los que cuentan las Counter Terrorist Special Forces, un cuerpo de elite que dotado de las más avanzadas tecnologías, se encarga de mantener a raya a las más peligrosas organizaciones terroristas del planeta.

El secreto mejor guardado de este cuerpo especial es Thesis, una avanzada inteligencia artificial que sugiere en cada momento la acción correcta a seguir para cada situación. Pero esta vez, el enemigo juega con las mismas armas, la red Nemesis cuenta con una inteligencia artificial igual o superior a Thesis y quieren valerse de ella para imponer sus pretensiones y acabar con las CTFS.

Jugabilidad

La posibilidad de manejar dos personajes distintos, es la apuesta de Asobo Studio por ofrecer en un mismo título tanto una jugabilidad basada en combates desde posiciones resguardadas estilo Metal Gear Solid o Kill.Switch, como también una aproximación a la acción más orientada al sigilo, la ocultación y el paso desapercibido por el escenario.

Mientras Owl va equipado con armas silenciosas, traje de camuflaje óptico (al más puro estilo depredador o últimamente Sam Fisher) y modos de visión nocturno, térmico y acústico, Raptor es la otra cara de la moneda y hace del uso de armamento pesado y el combate cuerpo a cuerpo todo un arte.

Durante la acción, alternaremos el manejo de uno y otro según la misión que nos encomienden y algunas fases tendremos que jugarlas con uno primero y con el otro después, aunque en ningún momento tendremos opción de elegir personaje alguno, sino que este vendrá impuesto por el juego en cada nivel.

Lamentablemente, todo queda en buenas intenciones y la realidad es que todo se viene abajo quedando en mucho menos, la principal responsable de esto es la IA enemiga, la cual es terriblemente precaria, los soldados enemigos son demasiado inofensivos y sólo algún francotirador avispado será capaz de hacernos sudar algo para poder acabar con él. El resto casi siempre está mirando para otro lado, tiende a concentrarse ingenuamente en torno a barriles explosivos y pueden ser abatidos antes de que se enteren de que estamos ahí. La cosa sólo se nos puede complicar algo, en algunos momentos del juego, cuando los enemigos afloran en oleadas desde habitaciones o pasillos cerrados (?) y es más una complicación por cantidad que por calidad.

En la práctica, avanzar por los niveles es una experiencia repetitiva y descafeinada, podemos dedicarnos a ir aniquilando enemigos conforme van saliendo con relativa facilidad, es igual con que personaje nos toque jugar, al final las situaciones se pueden resolver de igual manera, acabando con toda resistencia. La única diferencia es que con Owl haremos mayor uso de la visión térmica (las otras dos son prácticamente inservibles), lo cual, aún facilitará más nuestra labor. El sigilo es factible de ser totalmente condenado al ostracismo más absoluto, ya que aparte de no ser necesario para acabar los niveles (a no ser que nos lo tomemos como una meta personal) también es poco práctico, al no acabar de quedar claro en que situaciones somos detectados y en cuales no.

Sólo las fases en las que conduciremos algún vehículo, o las de Owl en caída libre son capaces de sacarnos del letargo en el que nos sumen las fases por interiores.

La conducción de vehículos no está ni mucho menos a la altura de las de otros títulos como Far Cry o Half-Life 2, pero una vez hechos al rudimentario control de los mismos se pueden disfrutar hasta cierto punto siempre que nos olvidemos de las carencias técnicas y de las situaciones absurdas que se pueden dar, como el hecho de que un jeep no sea capaz de embestir fuera de su camino una caja metálica.

Por otro lado, está el tema de los saltos en caída libre, uno de los reclamos principales del juego, en estas fases, Owl se lanza al vacío desde un pequeño caza invisible y su objetivo siempre es llegar al suelo sano y salvo. Al principio cuesta un poco hacerse con los controles y habituarse a las lecturas del radar, pero una vez dominado esto, lo cierto es que su corta duración e intensidad les otorgan algunos de los momentos más divertidos del juego. Aunque podrían haberse explotado algo más, dotándolas de más variedad de objetivos y no haciéndolas tan repetitivas. Sin duda una innovación y la aportación que CTSF hace a la originalidad.

Añadamos a todo esto un sistema de guardado por checkpoints, que para más INRI, ignora los puntos intermedios de un nivel si salimos del juego, obligándonos a jugar otra vez todo el nivel en la siguiente partida, y tendremos una jugabilidad acorde con el resto del juego, desfasada en general, monótona, de escasa dificultad y que apenas ofrece retos. Algo que si bien alejará a muchos que buscan planteamientos más exigentes, puede ser como una manta en invierno para amantes de los tiros, explosiones, enemigos peleles y la acción fácil y sin complicaciones como la de antaño.

Estrategia y Trucos

A no ser que quieras tomarte la molestia y realizar un esfuerzo intentando jugar con cada personaje de manera distinta, lo cierto es que en general, el juego te permite ir avanzando y eliminando sistemáticamente a todo aquel que se te ponga por delante. Tanto si manejas a Raptor como si manejas a Owl, parapetate tras los diferentes objetos que encontraras, haz uso indiscriminado de las granadas y elimina a todo aquel que ose ofrecer resistencia, el 90% de las veces no tendrás problemas para avanzar.

Comparándolo con…

CTSF: Fire for Effect, intenta asemejarse a Splinter Cell cuando manejamos a Owl y a Metal Gear Solid 2 o Kill.Switch cuando sea Raptor a quien encarnemos. Ni con uno ni con otro, la experiencia sigilosa en CTFS no se puede comparar a la ofrecida por Sam Fisher, de hecho, es posible actuar con Owl de la misma manera que con Raptor y mandar el sigilo a paseo, algo impensable en la saga de Ubi.

Por otro lado, el guión, la ambientación y el diseño de la acción del título de Konami, son netamente superiores y ofrecen una experiencia de juego más satisfactoria que este CTSF.

Manual

Escaso, carente de contenido y completamente vacío. Doce paginas en blanco y negro donde la mitad son el manual en español y la otra mitad en portugués, y donde se nos da una breve descripción de Owl y Raptor así como de los controles por defecto para el juego.