Gaming Club
Regístrate
españaESPAÑAméxicoMÉXICOusaUSA

The Bard's Tale Worldwide

El primer Bard's Tale nació en el 85 y se convirtió en un buen ejemplo de lo que llegó a ser el género rol para ordenador en su día. Hoy los tiempos han cambiado y el Bardo vuelve a los comptibles realmente cambiado también.

El primer Bard's Tale nació en el 85 y se convirtió en un buen ejemplo de lo que llegó a ser el género rol para ordenador en su día. Hoy los tiempos han cambiado y el Bardo vuelve a los comptibles realmente cambiado también.

Ampliar

Bard's Tale es un viejo conocido de los que llevan ya unos cuantos años en esto de los videojuegos, particularmente los juegos de rol clásicos. Era, sin duda, otra época que muchos seguramente tendrán hoy muy presente, la época de los Wizardry, los Might & Magic (los buenos), Dungeon Master... y Bard's Tale, ya que para muchos también este juego tienen un lugar en el selecto grupo de estos títulos.

Como los juegos de rol de esa época, Bard's Tale era un título para especialistas, un juego de los que te pedían que te hicieras café, cogieras apuntes y que te quedaras horas y horas pegado a él, desarrollando a tu grupo de personajes, desenvolviéndote por mazmorras repletas de trampas, monstruos y puzzles. Hoy en día el género del rol ha tomado otros derroteros (¿mejores o peores? dejémoslo en diferentes), en el pasado los juegos de rol se hacían como un reto entre el diseñador y los jugadores y esta clase de títulos "competían" por ver quién ponía las pruebas más complejas, las mazmorras más intrincadas o los puzzles más rebuscados. Hoy generalmente se suele trata al jugador con más "delicadeza".

Ampliar
Ampliar

El nuevo Bard's Tale tiene muy poco o casi nada de sus antecesores, pero a la vez supone un repaso en tono irónico a la trayectoria que ha experimentado el género desde la época en la que apareció el original (que apareció en el 85, estamos hablando de casi 20 años, una auténtica eternidad para el sector de los videojuegos). Brian Fargo, el creador original de Bard's Tale, tiene la suficiente autoridad moral como para reírse del género, ya que ha participado de un modo más o menos activo en la creación de algunos de los mejores RPGs de la historia: Wasteland, Dragon Wars... por no hablar de que como fundador de Interplay, propició y supervisó la creación de títulos como Planetscape: Torment, Baldur's Gate o Fallout.

Así que nada de matar dioses oscuros, ni de viajar a otras dimensiones, ni de la ciudad de Skara Brae. Nada más dar tus primeros pasos en este título, si conoces el original te darás cuenta de que no ha podido cambiar más. Ya no hay una visión en primera persona, ni tienes posibilidad de construir un grupo de personajes, incluso la "naturaleza" del personaje principal ha cambiado radicalmente. En los primeros juegos encarnabas a un variado grupo de héroes que se lanzaban valientemente hacía una misión casi suicida. En la versión actual el único protagonista es "El Bardo", un personaje que de heroico no tiene absolutamente nada.

Ampliar

Es incluso arriesgado llamar al bardo un antihéroe, que se distinguen por sus problemas de actitud pero que generalmente tienen cierta bondad interior. El bardo es un personaje ególatra, cobarde, egoísta, misógino y un completo caradura. Su felicidad radica en la bebida, encontrar un techo caliente cada noche donde dormir y encontrar alguna dama que quiera acompañarle. Por lo demás le trae sin cuidado lo que le pase al mundo y es algo que le quedará claro al jugador desde el primer momento.

Partiendo del protagonista, el punto fuerte del juego radica en su sentido del humor y en su ironía. Por ejemplo, en cierto momento de la aventura descubres que eres "el elegido", la única persona que puede enfrentarse a una gran amenaza para el mundo. Tal topicazo queda luego hecho añicos cuando te encuentras los restos de otro "elegido", en cuyo momento una serie de trolls aparecerán para cantarte una pegadiza canción sobre lo que le ha pasado a los todos los anteriores "elegidos" antes que tu, a los que también les fue revelado que eran "los únicos" que podrían vencer a dicho mal.

El humor de Bard's Tale es irónico y bastante absurdo, pero desternillante, especialmente para los que conozcan el género de los RPG y se den cuenta de la cantidad de sátiras que hace el juego de ciertos aspectos comunes en este género, como el romper barriles, coger las cosas de casa de otra persona o el trato con los NPCs. El jugador es el que tiene la última palabra en las conversaciones sobre como quiere que se comporte su personaje, pudiendo forzarlo a que adopte su postura más "amable" o bien optando por la opción más desagradable. Ninguna de estas opciones es "buena" o "mala", precisamente uno de los puntos fuertes del juego es que no está sometido a ningún tipo de moralidad. Cada respuesta tiene un efecto y unas consecuencias, que luego se pueden sentir horas más tarde y ser "amable" no garantiza nada ya que no eres la única persona en el mundo que sólo piensa en sí mismo.

Ampliar

Aunque es cierto que The Bard's Tale es un homenaje/sátira a los juegos de rol, hay que decir también que esta nueva versión ha perdido muchas características que lo puedan definir a sí mismo como juego de rol. El objetivo del estudio creador, inXile, era el de hacer un juego muy accesible ya que el público principal del título era el de consolas. Aspectos como la gestión del inventario, la evolución del bardo a través de los puntos de experiencia o el sistema combate están llevados a lo más básico. No es que sea un juego fácil, es muy rico en matices y muy inteligente gracias a su historia, pero se echan en falta algunos aspectos que acerquen la experiencia a lo que era el juego original.

También es justo decir que estos juicios de valor pertenecen a la versión de consolas que ya está en las tiendas y que ya se pueden encontrar analizadas en Meristation. La versión para PC incluirá algunas novedades con respecto a las versiones consoleras, aunque es poco probable que cambien sustancialmente el contenido. Por lo que se ha podido ver hasta ahora, esta mejoras pasan por una mejora gráfica (con unas mejores texturas y más detalles para los personajes) y por cambios importantes en el modo de manejo del personaje, que en consola era manejado directamente con el pad y con combate en tiempo real. En PC adoptará un sistema más parecido a Diablo para evitar al jugador tener que comprar un pad si no lo tiene, de modo que el bardo será fácilmente manejado por el ratón y con la ayuda de un sistema automático de selección de objetivos en los combates en tiempo real.

Ampliar
Ampliar

El bardo podrá usar armas de cuerpo a cuerpo a cuerpo o de distancia, además de poder llevar varios tipos de armaduras. Pero su mayor arma reside en su música ya que a partir de ciertas composiciones mágicas tocadas por su instrumento musical, podrá utilizar toda una serie de conjuros para que le ayuden en el combate. En vez de usar "magia" tal cual, lo que las notas musicales consiguen es invocar criaturas mágicas que usarán sus diferentes habilidades para ayudarte. Por ejemplo, el guardaespaldas recibirá los ataques destinados hacía ti actuando de barrera protectora, el guerrero combatirá a los enemigos y así hasta 16 criaturas que podrás coleccionar a lo largo de la aventura y mostrarán los más diversos efectos.

The Bard's Tale es un juego con una tremenda personalidad y que trae consigo una importante ráfaga de aire fresco frente a otros RPGs que tienden a tomarse a sí mismos demasiado en serios. A pesar de que sus cualidades como juegos de rol han quedado muy mermadas frente al original, para desgracia de los amantes de la versión más clásica del género, será un juego altamente recomendable por todos los aficionados al rol, que no sólo reirán por las múltiples barbaridades y golpes que trae el juego consigo, sino que también disfrutarán de la sátira sobre muchos aspectos del género sobre los que seguro que alguna vez uno ha cuestionado su validez o su sentido.

Ampliar

The Bard's Tale

  • PC
  • RPG
  • Acción
El nuevo estudio del fundador de Interplay recupera una de las sagas de rol más memorables, aunque con una completa modernización.
Carátula de The Bard's Tale
8