Yu-Gi-Oh!: 7 Trials to Glory. World Championship Tournament 2005
- PlataformaGBA6
- GéneroEstrategia
- DesarrolladorKCET (Konami Tokyo)
- Lanzamiento02/03/2005
Aventura eterna
Konami nos presenta la octava entrega de Yu-Gi-Oh para Game Boy Advance. Más cartas, más personajes y más largo, esta nueva entrega demuestra que no todas las adaptaciones de series de animación son malas.
Yu-Gi-Oh regresa por enésima vez a la portátil de Nintendo. Los títulos basados en esta saga se suceden una y otra vez y, por raro que parezca, se mantiene un nivel de calidad aceptable en todos ellos. Y da la impresión de que, mientras las cartas sigan vendiéndose y la serie de animación siga siendo un éxito, más juegos de cartas basados en la franquicia verán la luz en Game Boy Advance.
Nos encontramos en esta ocasión con la octava aparición de Yu-Gi-Oh en la portátil, Yu-Gi-Oh! 7 Trials to Glory: World Championship Tournament 2005. Un título quilométrico para un juego aproximadamente igual de largo y uno de los mejores de la franquicia. Sin embargo, repite los errores del pasado, al estar excesivamente orientado a los fans acérrimos que se conocen las cartas al dedillo.
Regreso al mundo de Yugi
En esta ocasión, el jugador no se pondrá en el papel del personaje protagonista de todo este fenómeno, ni en ninguno de sus amigos. Tampoco deberá salvar al mundo de una futura catástrofe que amenaza a la humanidad. En esta ocasión, se trata de una aventura al más puro estilo Pokémon, en la cual el jugador vagará por el mundo en busca de combates de cartas en su camino a lo más alto.
Por lo tanto, el mundo estará plagado de aficionados a las cartas con los que se podrá combatir. Entre ellos estarán muchos conocidos de la serie de animación, aunque también se podrá enfrentar a personajes anónimos no por ello menos hábiles. La mecánica del juego se reduce así a un simple sistema de avanzar por los limitados escenarios retando a otros personajes a combates de cartas.
Lo mejor y lo peor
Técnicamente, el juego muestra dos caras bien distintas. Mientras los escenarios y personajes lucen colores brillantes y son bastante llamativos, los combates de cartas son bastante más desoladores, con un fondo negro sobre el cual se juega y un mínimo detalle.
Por suerte, las ilustraciones de las cartas están tan bien trabajadas como siempre en los juegos de Yu-Gi-Oh, y son muy agradables a la vista. En los enfrentamientos entre cartas, estas ilustraciones se enfrentan entre sí, mostrando algunos efectos interesantes, aunque del mismo modo, algo limitados.
El apartado sonoro no ofrece nada más que algunas melodías de fondo que acompañan a la acción, pero sin demasiados alardes ni ningún tema especialmente llamativo. Sigue la estela de las anteriores entregas, tratándose de una banda sonora bastante similar, y los efectos sonoros prácticamente idénticos.
La mejor baza del título es, precisamente, la mejora de la base de datos de cartas, que presenta una cantidad de las mismas impresionante: junto a las 800 cartas que repiten de anteriores entregas, se podrán encontrar 200 cartas nuevas en la tienda del juego. Porque, para poder acceder a todas ellas, habrá que recurrir a la tienda, punto clave de este título si se quiere llegar a ser el mejor.
Y casi sin quererlo, a pesar de sus altibajos, el juego consigue entretener y presenta numerosos retos al jugador, que tendrá que dedicarle muchas horas para poder llegar a dominarlo y superar todos los enfrentamientos que ofrece el título. Pero, desgraciadamente, esto sólo tiene lugar cuando se han superado los duros inicios.
Como ya dije anteriormente, el título está muy orientado hacia los aficionados, por lo que aquellos que desconozcan el sistema que siguen los combates de cartas se encontrarán ante un juego que no les ofrece ningún tipo de explicación o tutorial, ni del sistema ni de las propias cartas. El conocimiento previo se hace casi imprescindible, aunque tampoco es imposible aprender a jugar a tientas.
Correcto
No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.