Ensalada de tiros

Aún recuerdo la época en la que el original Contra vio la luz. Su mecánica arcade, cien por cien heredera de otros títulos míticos de Konami como Green Beret o Jail Break, se veía claramente marcada por las últimas tendencias en el mundo del celuloide, como bien podrían ser Aliens o Depredador. El entorno selvático y las guerras de guerrillas de esta última mezclados con el toque alienígena marca Giger se otorgaron el soplo de aire fresco que supuso la ambientación del juego.

Claro está que la mecánica de Contra (o Gryzor, como muchos lo conocíamos por aquellos entonces) era puramente arcade, luciendo unos niveles de salvaje acción difíciles de igualar. Pero bien es cierto que un 99 por ciento de los juegos de salón no tenían otra forma de ser que la de ofrecer acción pura y dura… Aún así, la metodología de juego 'Contra' ha quedado plenamente reforzada con el paso del tiempo, siendo, con unos cimientos difíciles de quebrar, todo un referente en lo que a juegos de disparos se refiere.

Curiosamente, y por crear una analogía que ya se comenzase a trazar con el lanzamiento casi simultáneo de Contra 3 y Super Castlevania IV en Super Nintendo, hay que decir que mientras la serie vampírica por excelencia alcanzaba la gloria entrega tras entrega, Contra iba perdiendo enteros con cada paso que daba. Así lo atestiguan piltrafas de la talla de Contra Forces para NES o los dos engendros de la serie que provocaron las iras de los muchos usuarios de Playstation adictos a la saga, tres títulos que nunca vieron la luz en Japón.

Por fortuna, el productor de las dos entregas de Contra más apreciadas por los fans (léase Contra III/Super Probotector de SNES y Contra Hardcorps de Megadrive), tomó de nuevo las riendas con el ya legendario Contra Shattered Soldiers, juego el cual hizo felices a toda una comunidad de jugones de la vieja escuela. La jugabilidad clásica se aunaba perfectamente al potencial de la ya veterana Playstation 2. Del mismo modo, el señor Nobuya Nazakato (también creador de esa magnífica serie que es VANDAL HEARTS) es el que ahora presenta el nuevo Neo Contra que, con todo el espíritu arcade del clásico, apuesta por renovar levemente la fórmula.

A primera vista parece haber un cambio radical de perspectiva con respecto a Shattered Soldier, pero nada más lejos de la realidad. De cara a la galería, NEO CONTRA posee más juegos de cámara, y parece asemejarse más a juegos como MERCS, con su perspectiva cenital e isométrica, que al GRYZOR de toda la vida. Aún así, este título posee más influencias de clásicos como Robotron 2084 o Smash TV, por su peculiar método de control, del que ya hablaremos más adelante.

De todos modos, los fans de la serie no se sentirán en absoluto decepcionados con lo que se van a encontrar. Todo hay que decirlo, NEO CONTRA no es mejor juego que Contra: Shattered Soldier, pero cumple sobradamente en cuestiones de jugabilidad, aporta curiosos elementos gráficos y, por qué no decirlo, sirve para aliviar tensiones y desfogarnos a golpe de ametralladora. Y mejor a dobles, como en los viejos tiempos…

Estos son encarcelados en la prisión Tierra, un planeta arruinado y depravado por la destrucción total de su medio ambiente. Allí, el caos y la violencia gobiernan con supremacia. Nadie, ni la persona con la salud más formidable ni los más cuerdos del lugar lograrían sobrevivir más de tres días seguidos. Pero una nueva orden surgió y se levantó del maremágnum de oscuridad: Neo Contra. Sin embargo, a pesar de demandar el nombre de "contra" (una fuerza de élite que salvó a la humanidad en el pasado), Neo Contra no es nada más que un grupo militar sediento de sangre, causando la destrucción y la muerte por dondequiera que aparezcan.

Alarmados por la insufrible situación, la Federación decide resucitar de la criogenización al mayor soldado que ha dado la historia terrestre: Bill Rizer, cabeza visible de los legendarios Contra, al cual se le unirá un temerario samurai conocido como Jaguar... ¡Ahora es cuando el enfrentamiento entre Contra y Neo Contra dictará las normas!

Por lo demás, en lo que concierne al aspecto técnico, NEO CONTRA bien podría haber visto la luz en alguna de las consolas de 32 bits sin haber mostrado problemas de rendimiento. Prueba de ello es que otros arcades de Playstation como One o Apocalypsis (el juego 'de' Bruce Willis) lucían en ocasiones más espectaculares. De todos modos, esto no es óbice como para restar mérito a los gráficos, que muestran multitud de pequeños y detallados elementos con suma fluidez. Fluidez que se merma inexplicablemente en demasía al jugar dos personas simultáneamente.

El diseño de los enemigos, sobre todo de los 'gordos', es digno de mención. Como no podría ser de otra forma, Konami ha realizado unos impresionantes monstruos cuyos patrones de ataque hacen notar que los programadores son especialistas en este tipo de juegos, tal y como viésemos hace poco con el genial Gradius V. En cambio, el protagonista termina mostrándose demasiado enano en pantalla, siendo difícil en ocasiones incluso el ver dónde estamos apuntando.

Por lo demás, gráficamente cumple y poco más. No se le pueden pedir muchas virguerías visuales a un programa como este, ya que la desmadrada acción apenas permite tiempo para fijarnos en detalles secundarios. De todos modos, NEO CONTRA es muy visual, con atractivas explosiones y efectos de luz que le dan mucha vidilla al juego.

En los FX es donde se nota el empeño supremo del equipo de sonido de Konami. Disparos, explosiones, crujidos mecánicos y rugidos varios son la salsa que se llevarán el protagonismo de nuestros altavoces. Vaya, es el típico juego que, de poner el volumen alto, nos lloverán las quejas de los vecinos... Finalmente, se quedan muy atrás las desazonadas voces en inglés, pobres protagonistas de las escasas cinemáticas mostradas.

Para facilitar las cosas, al igual que en Shattered Soldier, se nos permite escoger entre cuatro misiones, las cuales una vez completadas desbloqueará un nuevo reto que nos lleva de cabeza al final del juego. Esta vez, las fases son más cortas que antaño, pero la intensidad que transmiten harán incluso que agradezcamos el que no sean más largas. Y no es que sea más difícil como juego que su predecesor en la saga, pero aún continuará constando sudor, sangre y lágrimas el progresar.

Del mismo modo, como ya hiciese el último CONTRA, la nueva entrega abandona la idea clásica de la recolección de ítems para potenciar nuestros disparos. Antes de comenzar cada fase, se nos permite elegir nuestro armamento, con el que nos tendremos que apañar a lo largo de dicha stage. Por cierto, para regocijo de los más viejos del lugar, se ha vuelto a incluir después de tantos años la anhelada Spread Gun. También disponemos de algunas habilidades útiles y innovadoras en la serie Contra, tales como el movimiento de evasión y dash que tenemos pulsando X o la posibilidad de usar misiles al más puro estilo RAYSTORM o RAYFORCE.

El juego en sí se maneja de forma similar al clásico SMASH TV, o sea, con un mando controlamos las direcciones mientras que con el otro apuntamos y disparamos. Algo así como el sistema de control de, por ejemplo, 'Cuestión De Honor', el juego protagonizado por Jet Li. Puede que a los puristas no termine de convencerles esta forma de jugar, pero hay que admitir que transfiere una agilidad y un dinamismo encomiable. Por decirlo de alguna manera, es muy, muy parecido en general a las fases en modo 7 de Contra III/Super Probotector de SNES.

Resta decir que, como todo buen shoot'em up que se precie, resulta adictivo al cien por cien desde los primeros tanteos con el pad. Más aún compartiendo la partida con otro jugador, pero siempre divertido como buen Contra que es. Cabe citar que se ha reducido la brutal dificultad de Shattered Soldier, capaz de frustrar al más curtido del género. Esto lleva a pensar que así será más accesible para todos los públicos, pero aún así cabe recordar una cosa: NEO CONTRA es duro :)

Por suerte o por desgracia, según se mire, y como se ha mencionado antes, las fases son ciertamente breves, centrándose algunas, más que en avanzar, en cargarnos uno o varios enemigos gigantescos. Estos, por cierto, hacen gala de unos patrones de ataque realmente infernales, dignos de las mentes más calenturientas de Konami. Exigen una precisión y una sangre fría que se quedan lejísimos de los insulsos y facilones arcades de hoy día. Dignos de mención son los 'Elite Four', que nos harán sudar la gota gorda.

Como no, un Contra sin un modo para dos jugadores no sería tal. Así, Konami añade al samurai Jaguar, que apariencias aparte, es exactamente igual que nuestro viejo amigo Bill. La experiencia lúdica, lejos de perder el atractivo multiplayer, apenas varía de las partidas en solitario, salvo por los excesivos slowdowns de los que seremos partícipes y, en contra de lo que pueda parecer, agradeceremos en ocasiones debido a las habituales lluvias de balas.

Para rematar la faena, NEO CONTRA puede llegar a ser una experiencia lúdica muy breve. Para muchos, puede llegar a ser un producto más de alquiler que de otra cosa, debido a la escasez de extras y tal una vez finalizado el juego. Pero como CONTRA que es, los fans de la saga no pueden dejar escapar un título realizado con mimo por y para los fans de los arcades de antaño, fijado para aquellos que se quejan de los anodinos shooters de hoy. 'For Deep Action Gamers', como dicen los de Konami…

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