Baten Kaitos: Eternal Wings and the Lost Ocean, Impresiones USA
Acompaña a Kallas y compañía a surcar los cielos del nuevo mundo creado por Monolith y Namco. Ilusión, magia, fantasía... Baten Kaitos lo tiene todo para convertirse en el nuevo bombazo de este año.
Explicar de nuevo la ya famosa historia de cómo fue creado Baten Kaitos y de la importancia del juego para Nintendo y su Game Cube sería remover aguas que ya hemos nadado casi todos, más propias de un futuro análisis que de un impresiones con el juego original americano, por lo que en esta ocasión hemos decidido centrar la atención en los apartados que no se pudieron comentar propiamente en el primer avance.
Está claro que con el tiempo se han disipado las dudas: estamos ante un auténtico juegazo de los que hacen escuela, que al igual que el Tales of Symphonia o el propio Xenosaga (no en vano, éste fue creado también por Monolith) reúne los mejores detalles de ciertos juegos y los hace suyos en interminables horas de juego. Y la verdad es que este juego impresiona desde que lo metemos en la consola hasta que la apagamos.
Habilidades, decimos, que también comparte con Kallas, aunque de forma algo distinta. El Imperio se dedica a conseguir todas las Magnus posibles hasta alcanzar las cinco reliquias que poseen algún tipo de magia especial que dota al usuario de poderes ilimitados. Una historia que como veréis no es nada nueva y que comparte bastante con otras narraciones, venganza, rabia, ira, un imperio todopoderoso.... aunque contrasta de forma radical con el sistema de juego que poco o nada tiene que ver.
Nuestro papel es el de guiar a Kallas por el mundo como si de un personaje más se tratase, dándole consejos sobre cómo actuar en determinadas ocasiones, y por supuesto ordenando la forma de actuar en las batallas. Si éstas fallan o salen mal, Kallas nos dará su particular reprimenda, así como con otras muchas decisiones que tomemos a lo largo y ancho de toda la aventura. Una forma bastante curiosa de organizar un tripartito entre tres personajes que nada tiene que ver entre sí, pero que comparten un destino común.
Como suele ocurrir en este tipo de juegos que están basados en este sistema por cartas, éstas se usan de forma bastante sencilla, pulsando el botón correspondiente para realizar la acción que estas señalan, como por ejemplo usar la espada, lanzar magia, o curarnos. Cada persona está más especializado en un tipo distinto de Magnus, lógicamente Kallas es una mezcla homogénea de ambos casos, mientras que sus acompañantes varían en función de sus propios gustos, es decir, algunos tiran más hacia la magia y otros hacia el cuerpo a cuerpo.
Las repercusiones de esto son las de siempre; más nivel de vida pero menos inteligencia para los guerreros o viceversa para los magos, y así sucesivamente. No os equivoquéis, porque esto va dado por el propio juego y poco o nada tiene que ver con los Juegos de Rol de PC, dígase Neverwinter Nights, en los que hemos de preparar en todos los apartados el carácter que nos va a representar.
Son, efectivamente, los golpes especiales de este juego de Namco que por lo general son extremadamente útiles. Un combate nos puede llevar bastantes cartas, por lo que, ¿qué hacemos si se nos acaban? Muy simple, y al igual que sucede en Kingdom Hearts de GBA; tendremos que esperar hasta que estas se repongan. El resultado no es el mismo que si las reponemos nosotros por nuestra propia mano -las cartas no se acaban o se rompen, simplemente no se pueden volver a usar hasta que reponemos el 'deck'-, puesto que nuestra forma y las posibilidades de combos bajarán de forma bastante contundente.
Además de que las magnus no sólo son útiles a la hora de combatir, sino también necesarias para acceder a diferentes lugares gracias a la 'materia' por la que están creadas. La dinamita, por ejemplo, unas manzanas, el agua... en casi todos los casos tendremos que hacer uso de algunas de estas magnus (distintas a las de los combates, lógicamente) para poder avanzar. Y, aunque parezca mentira, puede llegar a ser algo molesto ir por cada nivel o fase pulsando el botón B a ver qué opina Kallas sobre casi todo lo que vemos. Es, al menos, curioso.
La idea no es que no nos guste, pero a primera vista es algo molesta para poder avanzar correctamente a lo largo de las fases. Más aún cuando en el menú principal no se indica cuanto nos hace falta para realizar ese deseado aumento, y podremos acabar visitando la maldita iglesia en vano. Al menos, también dentro de ésta, hay un extraño señor que nos pide que encontremos las estrellas del firmamento que se han perdido tras la rotura de la tierra y los mares. Encontrarlas es toda una aventura.
De esta forma podemos comprobar como fluyen los ríos por lugares casi imposibles, como las ciudades y pueblos son auténticos lugares descomunales, y un largo etc de cosas que hasta el momento nos siguen sorprendiendo. Los personajes, por desgracia, al igual que nuestros enemigos no cuentan con la misma calidad en el diseño que los fondos sobre los que caminaremos o lucharemos. Los vídeos, por el contrario, son otro buen ejemplo de cómo se ha trabado el juego.
Al resto probablemente no llegue a parecer tan espectacular. Aunque hasta el momento ha conseguido hacerlo... Y su salida en España ya queda más cerca que nunca. Id preparando las carteras para un juego que de verdad lo merece.
Baten Kaitos: Eternal Wings and the Lost Ocean
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