Ases del Pacífico

El enfrentamiento que hubo entre Japón y Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial con el Pacífico y sus islas como escenario, es uno de los más atractivos de dicha contienda. En ella, las fuerzas aéreas de cada bando surcaban interminables extensiones de agua para dar caza y hundir las flotas enemigas mientras combatían entre sí, en un intento de desequilibrar la balanza a su favor, convirtiendo los portaviones en auténticas fortalezas acuáticas a atacar o defender a cualquier precio. Ahora, Pacific Fighters nos da la oportunidad de revivir esos momentos… ¿te atreves?

Desde hace tres años, Oleg Maddox y su equipo se han convertido en una de las principales referencias y esperanzas para los aficionados a los simuladores de vuelo, gracias a sus juegos basados en la Segunda Guerra Mundial. La irrupción en el 2001 de IL-2 Sturmovik, supuso una pequeña revolución y un enorme soplo de aire fresco en un género cada vez menos concurrido y más necesitado de sangre nueva y de calidad, algo de lo que rebosaba el juego dedicado al frente oriental. La expansión que acabó convirtiéndose en una secuela, Forgotten Battles, significó la consolidación del grupo de programación ruso, siendo una excelente vuelta de tuerca a lo presentado en la anterior entrega, y redondeado con la, ahora sí, ampliación Aces Expansion Pack.

Ahora nos llega la última versión del simulador, Pacific Fighters, que plantea un cambio de escenario radical (de las estepas rusas al océano Pacífico con sus incontables islas) y de bandos (se van Rusia y Alemania y entran Japón y USA, con el Reino Unido metido de rebote), pero manteniendo las principales premisas que contribuyeron al éxito de sus predecesores (gran factura técnica, buen modelo de vuelo, física y daños, excelente multijugador…), añadiendo además varios cambios y novedades para terminar de ensalzar un conjunto ya de por sí sobresaliente, aunque también comparte algunos de los vicios y defectos de sus hermanos mayores.

Por otro lado, Pacific Fighters se presenta ideal tanto para aquellos que quieran iniciarse en el (difícil) mundillo de la simulación de combate de la WW2 como para aquellos seguidores de la saga de Maddox Games, no sólo por su atractivo precio (20 Euros) y opciones de configuración, si no también al poder utilizarse tanto solo, como uniéndolo con Forgotten Battles (FB) y Aces Expansion Pack (AEP), obteniendo así una combinación que aprovecha lo mejor de los tres productos, aparte de mezclar las posibilidades y opciones que ofrecen, llegando a convertirse en un simulador con una oferta enorme en cuanto a situaciones, escenarios y aviones disponibles. Aún así, sigue siendo muy atractivo para el que vaya a usarlo solo, pero las ventajas que otorga la combinación con sus predecesores es obvia, aparte de resultar imprescindible para aprovechar el modo multijugador en todo su esplendor.

Gráficos y sonido

Técnicamente, pocos defectos se le pueden encontrar a Pacific Fighters. El motor gráfico de IL-2 Sturmovik, debidamente  pulido y mejorado con las últimas tecnologías disponibles, ha demostrado que sigue estando en primera línea de combate, y tanto sirve para representar los extensos territorios de Rusia o Alemania como un terreno tan dispar como son las tropicales islas del Pacífico y la interminable extensión de agua que las rodea, todo ello con un nivel de calidad envidiable. Especialmente destacable el mar, visiblemente mejorado respecto a las superficies acuáticas que aparecían en los anteriores, y en el caso de que se disponga una tarjeta aceleradora último modelo, se puede llegar a disfrutar de un detalle y efectos en el agua que prácticamente te darán ganas de pegarte un buen chapuzón en ella.

El modelado de los diversos aparatos que aparecen por el juego sigue al nivel de siempre, siendo simplemente soberbio, tanto cuando están intactos como cuando han sufrido daños, desde los pequeños A6M japoneses hasta los mastodontes voladores que son los B-29, todos ellos recreados fielmente respecto a los modelos reales. Caso aparte merecen una de las principales novedades de Pacific Fighters… las flotas navales y su principal estrella, el portaaviones, que tendrán un papel protagonista en el desarrollo del juego, y para ello los chicos de Maddox han cuidado con mimo su creación, obteniendo unos resultados de nuevo excelentes.

Todo ello adornado por un conjunto de efectos climáticos y especiales al mismo nivel que el resto, desde las simples trazadoras a las complejas nubes que llenarán los cielos, pasando por los géiseres de agua producidos por los impactos o los fogonazos de las armas, aunque las explosiones siguen resultando un tanto irreales y exageradas, especialmente las producidas en aviones en vuelo.

Aún así, este nivel gráfico tiene un precio, y este precio pasa por necesitar un ordenador bastante potente para poder moverlo todo de forma fluida en los niveles altos de calidad. Aunque tenemos la opción de rebajar a nuestro gusto el nivel gráfico, aún en las configuraciones medias-bajas, el rendimiento que se saca en equipos que no sean de gama alta no es que sea para tirar cohetes, pese a ser perfectamente jugable sin excesivos problemas.

Respecto al tema sonoro, Pacific Fighters sigue dando la talla, contando con unos buenos efectos sonoros tanto para motores como disparos, impactos, explosiones y cualquier otra cosa que necesite un ruido propio, resultando un conjunto más que satisfactorio para cualquiera. Por otro lado, la música que adorna los distintos menús del juego tiene un estilo que recordará invariablemente a alguna melodía militar, bien adecuada para la ocasión, pero en general resultará un tanto anecdótica, dada la escasa importancia que tiene en un título como éste.

Guión

E stamos en plena Segunda Guerra Mundial, y tras conquistar buena parte de Europa y ser rechazada por Inglaterra, la Alemania nazi se encuentra de pleno intentando derribar al gigante ruso, mientras Estados Unidos observa expectante los acontecimientos, sin saber si intervenir o no en la guerra que asola Europa… hasta que llegó el 7 de Diciembre de 1941. Ese día, un Japón ahogado por los embargos comerciales decidió atacar la base de la marina estadounidense de Pearl Harbor, diezmando la flota y aviones ahí destacados y provocando la entrada en la guerra del Tío Sam.

A partir de ese momento, es cuando empieza Pacific Fighters, dándonos la oportunidad de encarnar un piloto tanto japonés como estadounidense como británico, pudiendo elegir en cada caso si pertenecer a la marina o al ejército terrestre, y además si queremos hacer carrera de piloto de caza o de bombarderos. En cada caso, nos espera una campaña dinámica completa, en las cuales podremos seleccionar el momento en qué queremos alistarnos, sea desde el inicio de la contienda entre USA y Japón, con el ataque a Pearl Harbor, o a partir de otros momentos importantes posteriores, como pueden ser las batallas de Midway o el Guadalcanal, con las correspondientes variaciones de situación de tropas, aparatos disponibles, etc., con lo que la variedad está asegurada.

Aparte, están las esenciales modalidades de Misiones sueltas, con cierta variedad para elegir en algunos bandos, aunque en otros está un tanto escasa, además de los creador de Misiones Rápidas, para cuando queramos jugar de modo más desenfadado y echar unos dogfights como dios manda o entrenar para cazar los terribles B-29, y el de Misiones Complejas, en el que podremos elaborar, con un poco de maña, misiones que poco tendrán que envidiar a las que incluye el juego, pudiendo modificar a nuestro gusto todo parámetro que aparezca en ella, además de un modo de Entrenamiento esencial, especialmente para aprender a ejecutar correctamente los despegues y aterrizajes en los portaaviones.

Y, como no, un multijugador en el que podrán participar hasta 128 pilotos (en un servidor dedicado de calidad, claro está), uno de los mayores atractivos que tiene el juego, dadas las diversas campañas y escenarios que los jugadores de alrededor del mundo van organizando continuamente.

Jugabilidad

En dichas misiones, así como en las campañas, la plantilla de aviones disponibles es de un tamaño importante, habiendo un total de 94 aparatos distintos (entre modelos y variantes), pudiendo pilotar hasta 63 de ellos. La lista es enorme, se pueden encontrar entre los controlables, desde los clásicos F4F, F4U, F6F, P38, P40, P51, Spitfire o A6M, hasta otros aviones menos comunes como pueden ser el P63, Beautyfighter, A-20 o D3A, entre otros. Por la parte de los aparatos que únicamente podremos derribar o proteger, encontramos principalmente bombarderos, como los míticos B17, B24 y B29 americanos, los B5N y D3A japoneses, así como el transporte C47 o el caza N1K1. Una lista con bastante variedad, pero en verdad se echa de menos una mayor oferta en lo que a cazas y bombarderos japoneses y británicos respecta, tanto pilotables como no.

Aún así, la oferta de aparatos disponibles es lo suficientemente variada como para no aburrir a nadie (y más si combinamos el juego con el FB y el AEP), contando además con un Modelo de Vuelo muy bueno (y polémico como él solo), aunque dista mucho de ser perfecto, sea por ciertos bugs y errores que se han detectado en la versión comercial (solucionados con los parches aparecidos), que por ejemplo afectaban, entre otros, al F4F, sea por los interminables ríos de tinta virtual que, desde el IL-2 Sturmovik original, la gente ha vertido en los foros de todo Internet discutiendo sobre su veracidad, o si tal avión es más rápido de lo que tendría que ser o tal otro gira más de lo que debería, creando una de las comunidades virtuales más activas (y exigentes) que se pueden encontrar actualmente.

E xigentes como el juego, como todo buen simulador realista de su casta, que obliga al jugador a dedicarle muchas horas de vuelo y estudio si quiere llegar a dominarlo medianamente, por lo que es necesario disponer de ciertas dosis de buena paciencia. Pero es que señores, nadie ha dicho que pilotar y combatir con un 'ventilador' de los que aparecen, o despegar y/o aterrizar en un portaaviones, sea tarea sencilla. Aún así, siempre se está a tiempo de modificar los ajustes de realismo y activar o desactivar ciertas ayudas para hacer más sencillo el no estrellarnos tras una pifia, llegando a poder ajustar el juego desde un simulador realista y exigente como pocos, hasta ponerlo con un punto arcade que haría sombra a Crimson Skies, aunque reteniendo ciertos detalles de realismo innatos.

La lástima es que Ubisoft se siga negando a siquiera traducir el juego a nuestro idioma, teniendo así todos los textos en inglés (y voces en japonés o inglés, según el bando), lo cual puede ocasionar ciertos problemas iniciales a quién no esté muy versado en la lengua de Shakespeare. Por suerte, hay una enorme representación española en la comunidad antes mencionada, habiendo numerosas webs, foros y escuadrones virtuales de habla hispana dedicados a la saga de Oleg, donde ayudarán gustosamente a cualquiera que tenga alguna duda respecto al juego o quiera aprender de humanos en vez de hacerlo mediante los tutoriales incluidos (de obligado cumplimiento en mi opinión, al menos los que atañen a los portaaviones).

Resumiendo… paciencia y práctica, mucha práctica… esas son las claves para llegar a dominar este gran simulador. Y aunque en un inicio lo único que logréis sea ver vuestro avión caer en llamas hacia el agua una y otra vez, cuando empecéis a derribar aparatos enemigos y regresar sanos y salvos, os resultará muy gratificante. Sólo superado por el hecho de combatir con y contra otras personas, siendo realmente una experiencia única y muy, muy, muy recomendable.

Comparándolo con...

Actualmente, no hay simulador 'en caja' de la Segunda Guerra Mundial que pueda hacer sombra al último hijo de los chicos de Maddox Games, siendo las únicas alternativas decentes los simuladores masivos on-line (Warbirds, Aces High…), al menos en lo que jugabilidad respecta, ya que tecnológicamente Pacific Fighters da sopas con hondas a todos ellos…