La espada más certera...

Si hubo alguno de los lectores que inicia la consulta de este texto ha leído las impresiones que publicamos sobre este juego hace varios meses, denotará que algunos de los argumentos que pongo a favor del mismo le resultarán extrañamente familiares. No obstante y antes de ello creo importante empezar por lo principal: la clasificación de Champions of Norrath dentro del grupo de los videojuegos. Y eso es algo que, dentro de lo que es el círculo de colaboradores de MeriStation, nos ha traído más de un dolor de cabeza.

Everquest: Champions of Norrath no es un juego de rol. Por mucho que las desarrolladoras compliquen la vida a los puristas del género como nuestro compañero Santiago Lamelo adaptando y orientando sus franquicias más populares hacia el género de la acción. En realidad no es más que un gancho para dar una excusa en cuanto a ambientación y argumento a un producto que conserva tan solo de rol sus orígenes, con ligeras pinceladas aquí y allí.

Y llegó básicamente por unas pocas razones; el nivel gráfico que atesora este DVD9 está incluso ligeramente por encima de lo que ya estaba DA II, con lo que es una garantía. Snowblind ha recurrido a la utilización de muchas ideas del más popular hack-and-slash de los últimos tiempos: Diablo II. Y por último, y por ello muy importante, ha añadido el tema de la jugabilidad online a través de la línea de banda ancha.

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El argumento, sin embargo, recurre un poco a lo de siempre: los buenos contra los malos. Los buenos, en los reinos de Everquest, son los humanos y los elfos. Los malos son, como casi siempre, los orcos y los goblins, y como viene siendo habitual lo van a tener muy crudo. En cualquier caso, el mundo necesita un nuevo héroe para vencer las fuerzas del mal y, por supuesto, vamos a tener que interpretar ese papel.

Pero ya que empezamos por lo malo, vale la pena señalarlo. La visión por defecto del mapeado es la clásica "vista de águila"; podemos rotar la cámara a derecha e izquierda sin ningún problema, e incluso acercar y alejar el zoom a nuestro antojo. Sin embargo, hacerlo todo al mismo tiempo puede crearnos algún problema; cuando intentamos huir corriendo de algunos enemigos mientras rotamos la cámara observaremos como la caída de frames puede llegar a ser notable, aunque es algo que ocurre muy esporádicamente.

También con la visión de zoom he encontrado problemas con la geometría del mapeado. No es que el pop-in sea exagerado pero existe, y no deja de ser un defecto a pesar de no afectar para nada la jugabilidad. Por otro lado, es cierto que aunque gráficamente el motor no es anciano, la verdad es que empieza a mostrar su tiempo. Aquella agua del primer Dark Alliance ya no me parece con ese nivel de realismo y se me antoja más como gelatina que como otra cosa.

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De todos modos, bajo mi punto de vista, no dejan de ser problemas menores que sólo unos pocos tendrán en cuenta. Si se realizan pruebas de estrés gráfico se contemplan estos pequeños defectos, pero son únicamente pruebas de rendimiento con poca incidencia real sobre el juego normal de cada uno. De todos modos, comparado con las excelencias del aspecto visual en general, no deberían ser tenidas en cuenta.

Y es que lo bueno es mucho; las 5 distintas clases de personaje están modeladas con gran número de polígonos, buenas y diversas texturas y mejores animaciones. Y lo mismo ocurre con todos los enemigos que salen en el juego, que pueden ir desde los más pequeños animales de carroña hasta las más grandes bestias que ocupan buena parte de la pantalla. Además, todos responden a un comportamiento como "se supone" que deberían tener en la realidad.

Impresionante despliegue en los decorados que, aunque inalterables en su mayor parte, conservan toda la atmósfera y ambientación que el sello Everquest debería llevar. Excelente paleta de colores la escogida para llevar a cabo tal hazaña, enésima muestra de lo acertado del trabajo de los grafistas a la hora de diseñar el juego y llevarlo a la pantalla.

Cómodos y sencillos también resultan los menús desplegados durante la pantalla de presentación y el juego, así como la navegación a través de las distintas pantallas de inventario y de personaje. Cada ítem tiene su perfecta representación en pantalla, incluidos objetos y armas únicas especiales con las que nos cruzaremos a lo largo de las más de 20 horas que tardaremos en terminar Champions of Norrath... la primera vez que lo juguemos.

Los efectos sonoros tienen un nivel muy alto y nos meten en situación perfectamente. El sonido del rompecabezas golpear contra el escudo, el sable penetrando en la carne putrefacta de un buitre carroñero, una maza golpear nuestro casco, el asedio del enemigo en los bosques lanzando hondonadas de proyectiles, el silbar de las flechas y el sonido inconfundible al clavarse en la madera, el crepitar del fuego ardiendo sobre un esqueleto... Eso es lo que da verdadera atmósfera al juego.

No obstante, lo primero es lo primero. Existen 5 clases posibles de personaje a escoger: el bárbaro, especializado en el combate cuerpo a cuerpo. El mago, especializado como es obvio en magia. El arquero (aunque "ranger" se ha traducido muchas veces como guardabosques yo sigo prefiriendo arquero), para ataques a distancia. El clérigo y el caballero de las sombras, un poco una mezcla de todo, son las clases menos especializadas (aunque también muy atractivas).

Y es que las similitudes no son pocas. Para empezar, la inmensa cantidad de ítems incorporados al juego. Los desarrolladores hablan de 10000 posibles combinaciones de prefijos y sufijos añadidos al juego. Dichos ítems, además, pueden personalizarse engarzando una joya al objeto (como ya sucedía en BG:DAII) creando objetos únicos excepcionales.

Y eso es muy importante? Mucho. Hasta el punto que puede ser que la única razón que te impulse a seguir jugando sea el poder coleccionar determinado objeto o bien intentar obtener el mejor equipamiento posible, independientemente de haber terminado o no el juego. Si un juego consigue enganchar de esa forma es que algo tiene y no se puede ignorar. Y CoN lo tiene.

Por otro lado existe el árbol de habilidades, que tampoco guarda poca similitud con el de Diablo II aunque está bastante simplificado. Desde mi punto de vista me parece un avance bastante importante respecto al sistema de hechizos y técnicas de Dark Alliance, y favorece la elección de más de un hechizo como especialización para evitar problemas de avance durante el juego.

Dado que no tenemos un teclado de 102 teclas para acceso rápido a todos los elementos, los botones son los encargados de seleccionar nuestros hechizos más habituales. No es posible sin embargo hacer hotkey a un portal de la ciudad para retorno rápido, pero en cualquier caso existe esa posibilidad de escape si necesitáramos abastecimiento o nuevo equipamiento.

CoN no deja de ser un juego de rol por turnos... acelerado hasta el límite y multiplicado por mil. Es decir, el impacto de un arma se decide tras calcular los puntos de ataque, defensa, bonificaciones y posibilidad de acierto, junto con las características de cada uno. Lo único que sucede es que se realiza de forma muy rápida. Pero además existe la posibilidad de bloquear de forma no automática, lo cual es de agradecer. No me gusta que automáticamente pueda bloquear en todas direcciones, pero eso es un problema menor.

l  o     m  e  j  o  r

l  o     p  e  o  r