The Bard's Tale, Impresiones
The Bard's Tale vuelve de su polvorienta tumba para dar nombre a un nuevo juego. Su creador original, Brian Fargo, ha decidido desenterrar su vieja creación para que sea el primer juego de su nuevo estudio y de paso rendir un homenaje/parodia hacía el género del rol.
The Bard's Tale vuelve de su polvorienta tumba para dar nombre a un nuevo juego. Su creador original, Brian Fargo, ha decidido desenterrar su vieja creación para que sea el primer juego de su nuevo estudio y de paso rendir un homenaje/parodia hacía el género del rol.
Hablar de The Bard's Tale supone invocar viejos recuerdos de horas y horas delante de un ordenador, devanándose los sesos y dándose martillazos en la cabeza fruto de la desesperación, enfrentándose a una aventura incómoda y casi imposible de completar. Los viejos juegos de rol para ordenador (y también algunos de consola que dieron sus primeros pasos imitando lo que habían aprendido de ellos) eran así y The Bard's Tale es quizás uno de los más representativos, aunque puede que no el más popular.
Por eso es curioso que Brian Fargo haya recuperado esta licencia precisamente ahora, al menos no se le puede acusar de sacar del armario una vieja licencia para explotar su popularidad. Son pocos los jugadores de hoy en día, al menos en las proporciones actuales, que han oído hablar de la saga y muchos menos los que la han jugado con propiedad. Sin embargo, eso no ha impedido que algunos veteranos del mundo del rol hayan lamentado el haber desempolvado el polvo a uno de los clásicos para convertirlo en lo que a primera vista parecía más bien un Action RPG al estilo de los Baldur's Gate para consolas. Viendo lo que el paso a las consolas había hecho a juegos como Fallout, no es de extrañar que existiera cierto miedo a arrastrar un viejo favorito por el fango.
La respuesta definitiva a esto tendrá que esperar hasta el correspondiente análisis, pero sería bueno ir despejando algunas dudas. Una de ellas es que esto no es un Action RPG al estilo de los muchos que se han popularizado durante esta generación al estilo de "Champions of Norrath" "Baldur's Gate: Dark Alliance" y demás títulos. Es cierto que tiene un aire, pero no se trata sólo de acabar con hordas de enemigos y completar una historia insulsa. Este nuevo Bard's Tale tiene mucha más personalidad que eso y es incluso todo un homenaje/parodia al mundo del rol clásico para ordenador.
Brian Fargo, en su nueva aventura a cargo de su recién creado estudio: inXile Enterntainmet, ha apostado por algo complicado. Crear un elaborado juego de rol y hacerlo tan simple que cualquiera pueda disfrutar de él, aunque sea un profano del género. En la "simplificación" quizás se han sacrificado demasiados elementos como para seguir siendo un juego de rol en sí, pero es un esfuerzo considerablemente mayor que el que han hecho la mayoría de los estudios en trasladar la verdadera esencia de lo que es un juego de rol para una consola.
La historia es el primer homenaje al género y a la vez una gran parodia del mismo. Tu personaje es todo lo distante que se puede ser de un héroe: egoísta, mujeriego, bebedor y malhablado, un bardo que recorre taberna tras taberna buscando un techo donde dormir, a ser posible en buena compañía. Tras descubrir una misteriosa canción que actúa como conjuro y le permite invocar a una criatura, el bardo se embarca en una misión para recoger más canciones mágicas, lo que eventualmente lo conduce a enfrentarse a su destino y descubrir que es "el elegido" y que debe rescatar a una princesa en apuros. Un absoluto topicazo que sólo se puede entender desde la postura cómica del juego y la actitud con la que el "héroe" la afronta.
Sólo hay que observar el diálogo telepático que mantienen el Bardo y la Princesa cautiva para convencer al protagonista del por qué tiene que ir a salvarla del malvado hechicero que la tiene atrapada: "Si me salvas, tendrás una gran fortuna como recompensa y además un extra. Puedo leer tu mente, así que imagina hacer conmigo eso que estás pensando ahora mismo tres veces al día para el resto de tu vida". Golpes de humor como estos son muy frecuentes a lo largo de la aventura y chocan frontalmente con lo que esperas que pase. Confrontar los tópicos del genero a un humor absurdo e irónico es seguramente uno de los puntos más brillantes del juego.
El protagonista absoluto del juego es el Bardo y su particular modo de ver la vida. El dinero y las mujeres, junto otros placeres de la vida como el cantar y el beber vino, son sus únicas motivaciones y no esperes que se "ilumine" y encuentre el buen camino a lo largo de la aventura a causa del amor, la responsabilidad o cualquiera de las excusas que se utilizan en el tratamiento de los antihéroes muy a menudo. Como jugador, tienes la habilidad de condicionar el comportamiento del bardo con tus decisiones, pero tus posibilidades son limitadas. Por ejemplo, puedes elegir entre varias respuestas en los diálogos con otros personajes, pero las respuestas suelen ir desde bordes hasta absolutamente despreciables y siempre tienen unos efectos inesperados.
El nuevo Bard's Tale hace uso y abuso de los tópicos del género, aunque en el camino pierde bastante de los elementos que componían su forma clásica. La primera persona es modificada por una visión panorámica del escenario, el grupo de personajes con diferentes clases es sustituido por un único personaje y en general todo está mucho más simplificado. Los combates son en tiempo real a base de espadazo limpio y hay detalles que indican la preocupación del estudio inXile en que el juego sea muy accesible, quizás demasiado algunas veces.
Por ejemplo, al comprar o acceder a armas más poderosas, cualquier arma de la misma categoría anterior es sustituida por oro. Por un lado te quita el tener que ir a una tienda y ponerte a vender todo el arsenal que no necesites, pero también te quita el tener la posibilidad de usar el arma que más te guste y el ir a las tiendas a vender tu chatarra, es parte del encanto de sentirse en una aventura rolera y es posible que no a todo el mundo le guste que le den tan masticadas las cosas.
Eso no significa que sea un juego fácil o simple. Brian Fargo y su estudio han procurado por un lado crear un mundo con los suficientes matices para hacerlo lo suficientemente rico a los ojos del jugador y además crear una aventura no exenta de dificultades, especialmente a la hora de enfrentarte a los grupos de criaturas que asolan el territorio y las diferentes mazmorras. Ahí es dónde intervienen los hechizos/canciones del bardo, que invocan hasta 16 criaturas distintas. Cada criatura tiene una función específica, así que actúan como hechizos al uso, pero con más estilo. Al querer arrojar luz sobre una zona oscura para poder ver, en vez de crear una aburrida bola de luz, lo que haces es convocar a una criatura que ilumina el camino.
Las invocaciones varían en su aspecto o utilidad, pero son imprescindibles para completar la aventura ya que el bardo no puede él solo con los grupos de criaturas a los que se debe enfrentar. Algunas son simplemente útiles en determinadas circunstancias y otras dan lugar a diferentes tipos de efecto ofensivos o defensivos. Aunque cada criatura tiene su propia autonomía, puedes introducir comandos básicos con el mando digital para darles pequeñas ordenes y organizar un poco tu estrategia. A medida que vayas avanzando niveles, tus habilidades mejorarán y también lo harán tus invocaciones, por lo que irán ganando en fuerza.
No sólo dependes de tus criaturas y deberás blandir armas de corta o larga distancia para defender tu pellejo en lo que vale. Desgraciadamente, invocar un hechizo requiere pasar unos segundos totalmente desprotejidos mientras ejecutas la melodía, lo que a veces da a los enemigos una ventaja tremenda al no tener a nadie que te cubra las espaldas en esos momentos. Al comienzo del juego debes seleccionar entre diferentes características y habilidades del personajes, que luego irán en aumento según donde decidas asignar los puntos que vayas obteniendo con la experiencia.
Desde luego es un sistema de hechizos poco convencional, pero se echa en falta un sentido un poco más relajado y estratégico de afronta los combates ya que a veces se vuelven excesivamente caóticos y la acción desenfrenada ocupa el lugar de lo que debería ser una aventura rolera, pero forma parte de las concesiones hechas para acercar a los jugadores menos acostumbrados.
Sin duda son los componentes de diálogos, voces y ambientación en general lo que se lleva la palma, Los gráficos son agradables y bien hechos, sin ser nada del otro mundo pero cumpliendo de forma notable las expectativas. Pero el trabajo principal se ha realizado con las voces, que son magníficas y excelentemente caracterizadas, empezando por el propio héroe. Nada de inglés neutro y formal, las voces son en un inglés muy coloquial y con mucha personalidad, algunas veces resulta tronchante oír los diálogos sólo oyendo los tonos y acentos que exhiben los personajes. La música también hace mucho por poner al jugador en escena, formando un apartado de audio más que competente.
The Bard's Tale es un juego diferente en muchos sentidos a lo acostumbrado. No es un Action RPG al uso en el sentido de que la caracterización de los personajes y la historia están mucho más desarrolladas. Pero tampoco es un juego de rol propiamente dicho al faltarle algunas características esenciales. Al margen de su género, resulta una aventura llena de golpes de humor y en la que se nota que se ha puesto un gran cariño y trabajo. Sólo queda esperar al lanzamiento en España para ver hasta donde es capaz de llegar.
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