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En busca del tiempo perdido

La edad media del usuario de videojuegos va en aumento, y con ella disminuye el tiempo disponible.

Lo confieso. Hace años me pasaba días enteros enganchado delante del televisor viendo lo que salía del Z80 que tenía mi ZX Spectrum 48K. Su teclado sufrió los castigos de los golpes de mis dedos para intentar superar las marcas en el Daley Thompson's Decathlon y los golpes, más violentos aún, de frustración cuando mataban al muñequito blanco de Manic Miner. Me lo pasé genial con los juegos en perspectiva isométrica de Ocean, como Batman, The Great Escape o Head over Heels, con los plataformas de Dinamic, como Abu Simbel Profanation, con los matamarcianos, como R-Type, y con los de acción, como Green Beret o la saga Moves de Dinamic. Entonces no me importaba tener que repetir una sección, volver a pasar una zona de dificultad demencial y que requería una coordinación de movimientos que ni Bruce Lee conseguiría. Entonces tenía tiempo de sobra y las preocupaciones ajenas al juego quedaban en un segundo plano. ¡Qué tiempos aquellos!

Pero el tiempo pasa y todos crecemos. Uno descubre que tiene que estudiar y trabajar para ganarse la vida. Que los padres ya han hecho bastante aguantándote durante años y pagándote una carrera. El tiempo que puede dedicar uno a los videojuegos decrece de forma preocupante y, por tanto, uno se empieza a dar cuenta de que hay que ir al grano. Tu experiencia "videojueguil" se ha curtido durante años, la originalidad es una especie en peligro de extinción y uno ya no tiene tiempo para perderlo luchando cien veces contra los mismos tipos o intentando saltar de una viga a siguiente viga cuarenta veces. Si encima cuando lo consigues y te matan un poco después, el juego te obliga a volver a empezar, en tu interior la figura de la madre del desarrollador adquiere unos tintes poco agradables, dicho de forma bondadosa.

Otra confesión: del Spectrum salté al PC, y nunca he tenido otra máquina. Ninguna consola. Quizás por eso estoy acostumbrado a usar con profusión la tecla de guardado rápido, que afortunadamente mantienen una mayoría de títulos para PC. No sé si los títulos para consola poseen en general una bendición como esta tecla, pero los que la hayan descubierto probablemente compartirán mi punto de vista: ¡Estoy harto de perder el tiempo repitiendo las mismas acciones y matando a los mismos enemigos! La repetición y la monotonía aburren. Sí, de acuerdo, algunas películas, libros y videojuegos deben verse, leerse y jugarse más de una vez. Descubriremos nuevos matices y detalles que nos habían pasado desapercibidos. Pero tener que repetir los mismos saltos cuarenta veces NO es divertido.

Tercera confesión: pensaba empezar escribiendo en esta sección sobre otro tema, pero las coincidencias me hicieron cambiar de idea. Tras terminar Half-Life 2 (que incluye tecla de guardado rápido), me puse a jugar a Men of Valor. Y al completarlo, le llegó el turno al Príncipe de Persia: El Alma del Guerrero. Ninguno de estos dos títulos, aunque tampoco son los únicos, tiene una tecla para guardar la partida cuando quiera el usuario, o la posibilidad de guardar la partida con la pulsación de algunas teclas más, es decir, a través de un menú de guardado. El jugador debe amoldarse al diseño de los desarrolladores. El resultado está lejos de lo ideal y su criterio es discutible. Por ejemplo, te dejan grabar antes de un vídeo, que se puede pasar acelerado, y minutos después de andar, luchar y saltar se llega al punto delicado, al momento crucial y decisivo. Si te matan, estás condenado a repetir la peripecia, por gracia del diseñador.

Debo reconocer que la decisión de los diseñadores no es gratuita ni está injustificada. Ellos alegan que el guardado rápido destroza la jugabilidad y su concepción del desarrollo de la acción. Que con la opción de guardado rápido la dificultad cae en picado y se rompen los momentos cruciales del juego. Incluso que reduce el tiempo que el usuario tarda en terminarse el juego. Algo de razón sí que tienen, pero el consumidor debe poder elegir SIEMPRE. Si alguien quiere jugar con las reglas del diseñador, siempre lo puede hacer. Sólo tiene que ignorar la opción de guardado rápido. Así de fácil. En cambio, si vamos justos de tiempo, tenemos otras obligaciones y aun así queremos disfrutar de los videojuegos, pero a nuestro ritmo, la tecla de guardado rápido es nuestra salvación, nuestro mesías. Y nadie puede quitarnos nuestro derecho a hacerlo. Eso sí, asumiendo todas las consecuencias que ello conlleva desde la (creo que mínima) reducción del tiempo de juego total hasta pérdida del factor sorpresa.

Algunas veces se expone como excusa la dificultad técnica que entraña poder grabar en cualquier lugar. No cuela. Si un juego de la complejidad de Morrowind se podía grabar cuando queríamos, ¿por qué no se puede hacer en cualquier otro? Quizás algunos sacarán la bandera del coste que implica implementar esta opción. Tampoco cuela. ¿Qué porcentaje representa en un producto que se vende en la calle a 50 euros la unidad? No entiendo por qué los desarrolladores se dan cuenta de una vez que la ausencia del guardado rápido es algo que sólo puede ir en contra de sus productos y que no aporta nada positivo de cara al usuario.