Naruto: Gekitô Ninja Taisen 3, Impresiones

Ya han pasado tres años desde que empezó el fenómeno Naruto, y a pesar de lo que muchos de sus detractores auguraban su llama continúa incombustible. Y es que parece que Naruto, Sasuke, Sakura y compañía ya se han metido en el bolsillo a todo Japón. Y para qué negarlo, también a gran parte del resto del mundo…

El manga lleva tiempo publicándose en nuestro país de la mano de Glénat. Al principio pasó un poco desapercibido, pero la creación de la serie de anime le dio un gran impulso y meses (y millones de páginas en foros) más tarde, Naruto se ha convertido en toda una serie de culto.

En Japón, el anime lleva ya bastante tiempo emitiéndose en 'golden time' -el horario de máxima audiencia nipón- y son millones los japoneses que cada miércoles sintonizan con TV Tokyo para seguir las andanzas del personaje creado por Masashi Kishimoto.

Sin embargo, y por razones inexplicables, a día de hoy todavía no ha sido licenciado por ninguna distribuidora española, aunque parece ser que no son pocas las interesadas en hacerse con él, así que no debería pasar demasiado tiempo hasta que lo veamos por estos lares.

La semilla del éxito

La historia se centra en torno a Naruto, un niño huérfano de doce años que aspira a convertirse en Hokage, título que recibe el ninja número uno de la aldea en la que vive, Konoha (la Aldea de la Hoja). Pese a ser tan joven la vida no se lo ha puesto nada fácil.

Cuando era un bebé, un zorro demoníaco de nueve colas atacó la aldea. Tras una larga batalla en la que hubo numerosas bajas, consiguieron reducirlo y lo sellaron en el interior de Naruto.

Desde entonces el pueblo lo mira con desprecio; al mirarlo lo único que ven es el monstruo que mantiene encerrado en su interior. Es por eso por lo que lucha por convertirse en Hokage, para que los demás reconozcan su valía y lo acepten como uno más.

Fenómeno multimedia

La mayoría de las series de animación de éxito acaban por motivar la creación de videojuegos basados en ellas, y ésta no iba a ser una excepción. Son ya varios los títulos basados en el universo Naruto que se encuentran disponibles en Japón, tanto para PlayStation como para Wonderswan, PS2, Gameboy Advance y Gamecube.

Entre últimos lanzamientos cabría destacar especialmente el que puede ser el más directo rival de este 'Gekitou Ninja Taisen! 3'. Se trata del último Naruto de Bandai para PlayStation 2: 'Naruto: Narutimet Hero 2'.

Los dos son juegos de lucha; además han salido con apenas tres meses de diferencia, con lo cual ambos reviven situaciones similares del anime y poseen prácticamente el mismo plantel de luchadores. Si deseáis más información del juego de PS2 podéis encontrar un avance aquí.

¿Desarrolladora desconocida?

Al meter el disco en la Gamecube lo primero que se nos muestra son los ya habituales logotipos de las compañías involucradas en el desarrollo del juego. Aunque esta vez entre ellos, hay uno que quizá llame especialmente la atención: '8ing'.

El nombre en principio no dice demasiado, sin embargo tienen bastante experiencia a sus espaldas. Esta compañía tiene en su historial todos los juegos para 128 bits de la saga de lucha Bloody Roar de Hudson, lo cual es sin duda un buen precedente teniendo en cuenta el juego que nos ocupa.

También tienen experiencia en trabajar con licencias de anime. Aparte de las dos anteriores entregas de Naruto para GC, recientemente han trabajado para Bandai en un juego de lucha de PS2 basado en el universo de Fullmetal Alchemist.

Fiel al anime

Los desarrolladores han intentado mantenerse fieles a la estética de la serie de animación, y lo han conseguido gracias a un soberbio uso del cell shading. Los personajes de la serie lucen mejor aspecto que nunca, ya que aparecen muy definidos y están modelados con todo lujo de detalles.

En cuanto a las animaciones de los luchadores, hay que decir que también han conseguido gran afinidad con la serie y han reproducido con gran fidelidad muchas de las técnicas por las que son conocidos.

Al ejecutar estos movimientos la pantalla se oscurecerá y veremos réplicas bastante logradas de sus homónimos en la serie de televisión, lo que aparte de añadir espectacularidad al juego lo acerca todavía más al anime en que se basa.

Por otro lado están los escenarios, que desgraciadamente no son demasiado numerosos. Con ellos se ha intentado recrear con mayor o menor suerte sitios aparecidos en el anime. Aunque en general están bien realizados, uno no puede evitar tener la sensación de que algunos están un poco vacíos y resultan algo sosos. Frente a esos contrastan otros que sorprenden muy gratamente, lo que lleva a pensar que los programadores deberían haber invertido más tiempo en este aspecto.

Los que estén esperando un gran número de escenas sacadas del anime quizá acaben decepcionados ya que tampoco se han incluido muchos vídeos, sólo hay un par que sirven como introducción y final del juego. Es una pena, habría sido un detalle que se hubieran metido más en forma de extras ocultos.

En cualquier caso, en global es justo reconocer el trabajo gráfico realizado por 8ing con el juego, ya que ha conseguido transmitir la sensación de que realmente estamos viendo la serie desde el momento en que se enciende la consola con el disco dentro.

El apartado sonoro también está bastante cuidado. Como viene siendo habitual en los juegos basados en un anime, se ha dotado a todos los personajes de las mismas voces que tienen en televisión. A los que hayan visto el anime también les serán familiares los efectos de sonido utilizados a lo largo del juego.

En cuanto a la música, es importante comentar que en el juego no se ha utilizado ninguna canción (ya sea instrumental o vocal) perteneciente a la banda sonora de la serie. Sin embargo, los temas incluidos sí son de corte similar a los del anime (aunque de calidad inferior) ya que en su composición se utilizaron básicamente los mismos instrumentos.

Habría sido de agradecer que se hubiese metido algún tema vocal sacado del anime en la introducción del juego, como por ejemplo la pegadiza 'Haruka Kanata' de Asian Kung-Fu Generation.

Bueno, bonito y jugable

Sin embargo, todo el trabajo dedicado al apartado técnico del juego no serviría de nada si al ponernos a jugar el juego no fuera jugable, ya que al fin y al cabo es de eso de lo que se trata. Afortunadamente, -y esto no es algo que se pueda decir con frecuencia en los juegos basados en licencias- esta vez sí estamos ante un buen juego.

Es importante destacar que aparte de la barra de energía el personaje posee una barra de chakra. El chakra es la energía que fluye por el cuerpo de nuestro personaje, que resulta de una combinación de su poder mental y físico. Por ponerlo de otra forma, si esto fuera un RPG, el chakra de nuestro personaje sería su PM. Por tanto, esta barra nos indicará el chakra del que disponemos para realizar supers u otras técnicas especiales. No todos los ataques consumen chakra. La barra se recarga al atacar o recibir ataques y al estar llena por completo podremos realizar un super.

Si en los apartados anteriores 8ing había realizado un gran trabajo, en este no es para menos. No sólo han plasmado visualmente las técnicas que salen en el anime, sino que también las han adaptado al juego. Por ejemplo, en el original, Kakashi posee un 'sharingan' en su ojo izquierdo. Esta es una habilidad especial de su pupila que le permite copiar técnicas de sus adversarios. En el juego, al seleccionar a Kakashi podemos activar el sharingan, y copiar técnicas de nuestro oponente y emplearlas.

Otro ejemplo de esto sería una técnica de Tsunade que, en el anime, le permite confundir la mente del oponente y hacer que al intentar mover éste una parte de su cuerpo mueva otra. Al realizar ese movimiento en el juego se modificarán los controles del mando de nuestro oponente, de forma que no podrá manejar al personaje con normalidad. Una forma original de adaptar las técnicas del anime al juego, sin duda alguna.

En modos de juego tampoco se han quedado cortos, aunque no todos ellos están disponibles desde el principio. Entre ellos hay modos para un solo jugador (arcade, team battle, survival, time attack…), varias modalidades multiplayer y un mission mode.

Este mission mode es una especie de modo historia que sigue parte del argumento del anime, aunque introduciendo algunas modificaciones. De forma similar a lo que ocurría en Soul Calibur, el objetivo será cumplir algunas condiciones especiales para superar algunas pruebas (como por ejemplo acabar con algún oponente usando cierto ataque). Desgraciadamente, es posible que este modo se haga demasiado corto ya que apenas consta de 32 misiones en total.

Al final, y como en la mayoría de los juegos de este tipo, gran parte de la vida del juego recae sobre el modo multijugador, que prolongará la longevidad del título de forma considerable. Para ello, Naruto: GNT!3 presenta varias modalidades de juego para hasta 4 jugadores simultáneos, al más puro estilo Power Stone.

Por desgracia, al jugar muchos a la vez puede hacerse algo confuso. La cámara se va moviendo de forma que los jugadores siempre puedan ver a los cuatro personajes en pantalla. El problema es que cuando se alejan demasiado unos de otros, la cámara asciende y los personajes pueden llegar a hacerse tan pequeños que el jugador apenas podrá distinguir lo que está viendo. No obstante, en general es una inclusión que se agradece y, salvando estos pequeños inconvenientes, es una opción de juego interesante para cuando nos reunimos con varios amigos.

Desgraciadamente, no parece demasiado probable que este título vaya a llegar a nuestras fronteras. Aunque Naruto está pegando bastante fuerte en España. Ese hecho, unido al la escasez del género en GC y lo fácil que es importar un juego hoy en día pueden animar a más de uno a hacerse con él.

En este caso el idioma no supone una gran barrera para poder jugar. Aparte de los menús, lo único que se podría hacer complicado es el mission mode, ya que se necesita conocer qué hay que hacer para superar las misiones y las explicaciones están en perfecto japonés. Por suerte, en internet es fácil encontrar traducciones que ayudan a entender ambas cosas, por lo que ese problema no debería suponer un obstáculo para aquellos que deseen hacerse con él.