La desarrolladora y editora moscovita Akella ha presentado Hard to be a God. Se trata de un juego de rol para PC basado en la novela homónima de los hermanos Strugatsky. A partir de una historia no lineal, con diferentes ramas argumentales y cuatro finales diferentes que dependerán de las decisiones y el comportamiento del protagonista, Akella usarán un motor gráfico 3D para representar con todo lujo de detalles los personajes y los escenarios de este universo. Un universo, por cierto, muy peculiar, ya que combinará dos épocas diferentes: la medieval y un futuro alternativo.
Los usuarios podrán usar desde espadas, armaduras y arcos hasta ametralladoras y campos de fuerza, sin olvidar utensilios tan prácticos como binoculares o visores nocturnos. Durante los combates, podrán ejecutar diferentes combos y ataques especiales, que en ocasiones conseguirán atontar o desarmar al adversario, y siempre como resultado de habilidades o armas especiales. Los efectos de los ataques serán muy visibles y las heridas pueden disminuir los atributos de un personaje o incluso hacerle perder algún miembro.
El jugador controlará directamente un solo personaje, mientras que el resto del grupo obedecerá sus órdenes. Eso sí, en cada caso los personajes que se hayan unido voluntariamente al grupo decidirán si las obedecen o no en función de cómo las han recibido. Para viajar por el reino de Arkanar, Akella se ha inspirado en sistema de Arcanum. El jugador también podrá usar monturas y descubrir nuevos escenarios hablando con ciertos personajes. Finalmente, para comerciar se podrán usar diferentes monedas o recurrir al intercambio directo entre personajes.
Para terminar, Akella destacan el aspecto de rol real que ofrecerá el título. Así, en función de la situación, el jugador podrá decidir comportarse y presentarse como un noble, como un simple ciudadano o como el miembro de un gremio, con el objeto de ganarse la confianza de personajes muy variopintos. Lo que no evitaremos es que alguna vez puedan descubrir esta fachada y ponernos en apuros. Otra posibilidad será recurrir al soborno, algo muy sencillo debido a la corrupción que domina a los burócratas del reino.