Tu arsenal a tope!

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R&C3 es uno de aquellos títulos que uno disfruta analizando, lo cual sucede en muy contadas ocasiones. La última vez que me lo pasé tan bien destripando un juego hasta el final fue con Prince of Persia: Las Arenas del Tiempo, otro gran producto que recibió la recomendación por parte de esta revista. Y el título de Insomniac, cuyo único punto flaco es su poca originalidad en su tercera entrega, lo tiene todo para triunfar.

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De todos modos, para aquellos que poseemos todas las consolas, es impresionante ver la cantidad de buenos títulos que han salido este año. Es muy probable que las aventuras del Lombax Ratchet y del robot Clank pasen un tanto desapercibidas entre tanto bombo Haloso y San Andreasiano. Pero sin duda alguna es el juego que yo le compraría a mis hijos estas navidades para que lo jugaran ellos… y para disfrutarlo yo del mismo modo.

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Las cosas no salen como se lo esperaban y se encuentran en mitad de un conflicto y descubren que juntos forman un equipo mucho más competente de lo que lo serían por separado y con esa especie de llave inglesa a lo bestia de Ratchet y los gadgets de Clank, sumados a una considerable cantidad de armas y munición que se pueden comprar en la omnipresente y fructífera empresa multigalaxial 'Gadgetron', se embarcan en innumerables aventuras que desembocan en una amistad a prueba de bomba.

En realidad, aunque la mayoría de la gente cataloga la saga como un 'plataformas' lo cierto es que de plataformas hay cada vez menos en la saga, si bien hay fases que son los clásicos de juegos de este género. Yo hablaría más bien de un juego de acción en tercera persona (o primera, hablaré de esto más tarde) con severos toques de plataformas, pero para no confundir a nadie y para no complicarme la vida, he etiquetado el juego como 'plataformas' y listos.

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Lo cierto es que esta tercera entrega se beneficia de los escenarios más extensos, los mejores gráficos, el mejor sonido (y doblado al castellano), más armas que nunca, más minijuegos, más guitones, más fases opcionales, mejores efectos especiales, más Ratchet y más Clank que nunca… y además un modo multiplayer estupendo. ¿Qué más se puede pedir? No estoy seguro. No estoy seguro de cómo mejorar esto, la verdad.

Pero bueno, con Quark fuera de combate, el profesar Nefarius y su inefable ayudante han ideado un sistema para destruir a todos los seres orgánicos. Para ello ha urdido un plan tremendo y horrible, y tanto Racthet como el agente Clank serán el pilar fundamental para intentar desbaratar los deseos del enemigo número 1 de la galaxia. Habrá que ver si, junto con la increíble Fuerza Q, lo consiguen.

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Y sólo nos abandonan en momentos de máxima carga gráfica y con explosiones con muchos enemigos en pantalla. Por empezar hablando por algo, lo haremos de los enemigos; Insomniac se ha superado a si misma. Casi la totalidad de los monstruos (curiosa acepción que reciben los antagonistas de los videojuegos, sean o no sean monstruos) con los que lucharemos a través de las aventuras de R&C3 son de un modo no orgánico.

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Hay robots de todo tipo: pequeñitos y con cuchillas que hacen pupa, más grandecitos con mazas en lugar de manos, unos que disparan rayos azules, otros que disparan bolas rojas… los hay con un látigo bastante dañino, con rifle de francotirador, unos que lanzan bombas, pseudo-ninja-robots que pegan leches, naves voladoras con muy mala uva, torretas-robot, robots detectores de movimiento… y también pequeños aliens con forma de albóndiga, cuya presencia es más testimonial que otra cosa.

Por supuesto que los jefes finales (y los no tan finales) tienen un tamaño bastante más considerable; desde los gemelos de Nación Aniquilación hasta el Escorpión o un bicho final sorpresa que no desvelaré, todo está perfectamente escalado y a pesar de su aspecto extravagante no dejan de parecer extrañamente reales y encajan maravillosamente con el universo de Ratchet & Clank. Igual de bien están los acompañantes que ocasionalmente tendremos en algunas fases, robóticos de todos modos.

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Lo mejor del apartado gráfico, sin embargo, es la impresionante fluidez con la que el juego se mueve. Aunque eso es algo reseñable dentro del apartado de la jugabilidad ya que afecta principalmente en ese aspecto, ver  la suavidad de los saltos y vuelos, el buen hacer de los programadores a la hora de pulir la física de Ratchet, el impecable trabajo de la cámara… y todo ello a 60 frames por segundo… lo único que consigue es suspirar para que todos los juegos sean así algún día.

Las animaciones son también otro cantar. Todo ha sido perfeccionado tras la segunda parte y, aunque algunas de ellas están re-aprovechadas, lo cierto es que las nuevas existentes son sencillamente impecables. Lo mismo ocurre con el diseño de las armas y el comportamiento que tienen en pantalla. Saltos, explosiones, lluvias de partículas y demás exhibiciones de carga gráfica se muestran sin ninguna brusquedad.

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El diseño de los escenarios también merece nuestra total aprobación; cantidad y variedad. Hay lugares de todo tipo: naves espaciales, arenas de batalla, cloacas, zonas bajo el agua, por el aire, por el interior de la tierra… y no se pierde detalle cuando nos ponemos en primera persona o usamos la mira del arma de francotirador, con lo cual tenemos una idea del potencial de la gente de Insomniac y de la capacidad del motor que mueve Up Your Arsenal.

Otra idea la da las escenas cinemáticas que bastante frecuentemente enlazan la historia en esta tercera versión. Algunas de ellas no están representadas con el motor del juego, pero también gozan de un gran nivel. No son Xenosaga, es evidente, pero valen la pena. Las que sí están realizadas con el mismo motor nos dan una idea del mimo con el que los grafistas han trabajado el juego.

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Y aparte del soporte de pantalla panorámica (que empieza a ser cada vez más frecuente en nuestro mundo y los desarrolladores no lo saben) y del scan progresivo, es una delicia ver como se ha mantenido el doblaje y localización a los principales idiomas europeos, entre ellos obviamente el castellano. Los mismos actores encargados de las primeras entregas son los que proporcionan su voz a las líneas de diálogo y efectos que existen en esta tercera.

El juego no solamente está en un buen castellano, sino que además todos los efectos de sonido (nuevos y viejos) son de primera línea. Vuelos de naves, explosiones, guitones volando por doquier, los disparos de 30 armas distintas (algunas con diferente sonido dependiendo de su actualización), voces enemigas… todo. Basta coger el látigo de plasma para deleitarnos con su vaivén o bien escuchar el repliegue de los robots enemigos.

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Y tampoco es moco de pavo la música que nos acompaña durante las aventuras por toda la galaxia, diferente según el ambiente en el que nos encontremos y muy acertada bajo mi punto de vista. No es memorable ni creo que vayamos a hacernos un CD con la banda sonora, pero baste decir que está a la altura de lo ofrecido en el apartado gráfico… y eso ya es mucho decir.

Obviamente el juego sufre más en el modo multijugador a pantalla partida, a todos los niveles. Se pierde riqueza gráfica y espectacularidad sonora (y pasamos de 60 a 30 fps) pero en general uno se queda tan absorto en la acción que no tiene tiempo de apreciar esos detalles y se preocupa más de no recibir el impacto de ese misil que llega en dirección contraria. En definitiva, un sobresaliente en este apartado para Ratchet & Clank 3.

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Me gustaría incidir por un momento en lo que antes he mencionado acerca del género de Up Your Arsenal. Estamos delante de un juego que es menos plataformero de lo que puede ser Jack & Daxter, y está bastante más enfocado al combate que éste. Aquí hay 30 armas disponibles y gran parte de nuestro éxito consistirá precisamente en saber cual utilizar en cada caso.

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Sin embargo eso no importa demasiado; la realidad es que las horas pasan volando cuando uno está al mando y es fácil descubrir que hace rato que deberías estar en la cama para ir a trabajar en condiciones al día siguiente. Algunos juegos te enganchan de tal forma que miras constantemente el reloj y piensas 'Sólo un poco más y me marcho'. Con R&C3 directamente ya ni te acuerdas de mirar el reloj. Recuerdo que me dieron las 2 y media de la mañana (de un lunes) mientras luchaba en la arena para conseguir esos guitones que me darían el lanzamisiles. Valió la pena.

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Para cumplir con nuestros objetivos, Ratchet llevará a su espalda a su amigo inseparable Clank que ya viene equipado de serie con el Helipack y el Aviopack, con lo que no deberemos volvernos a esforzar por conseguir estas actualizaciones. Sin embargo volvemos a estar sin otra arma que no sea la omnillave, a menos que tengamos partidas guardadas del juego original (con las que conseguiremos descuentos en la compra de nuevas) o de la segunda parte, que según como nos proporcionarán armas gratis.

Como novedad en esta versión, aparte del clásico modo de visión en tercera persona se ha añadido la vista en primera persona. Muchos pueden llegar a detestar jugar el juego como si fuera un fps en toda regla (ya que se convierte en un fps en toda regla) pero lo cierto es que añade una miríada de posibilidades, especialmente en el apartado multijugador del que hablaré más tarde. Un modo híbrido en tercera y primera persona también está disponible y es fantástico para las batallas en la arena.

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Para sobrevivir alrededor del mundo hostil de Up Your Arsenal se ha dispuesto todo un arsenal a nuestra disposición, abonando como es lógico su correspondiente dinero a Gadgetron. Las mejores armas y los mejores blindajes cuestan mucha pasta y la pasta son guitones. Los guitones se consiguen de dos formas: o bien matando enemigos o bien como recompensa por realizar determinadas misiones. Por eso es altamente recomendable pasar determinada cantidad de tiempo en las arenas de batalla. Yo lo hice.

Hay puntos de venta Gadgetron en todos los planetas e incluso en nuestra nave nodriza, la Fénix. Ahora podemos entrar en unas fases de entrenamiento virtual que nos permiten probar el comportamiento de cada arma antes de adquirirla para que podamos corroborar sus devastadores efectos sobre el enemigo, cosa que es de agradecer puesto que un pequeño tutorial avanzado nunca viene mal cuanto se trata de armamento pesado.

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Armas disponibles hay muchas y muy variadas: blaster de repetición, escopeta, rifle de francotirador, lanzarayos, lanzalava, guates torreta, guantes de protección, lanza escudos defensivos, granadas, cohetes, infectador, transforma-en-oveja, látigo de plasma, refleja-rayos, creador de agujeros negros, lanza-mini-clanks… todo con 5 niveles de aumento posible que no solamente mejoran su apariencia sino también su efectividad en combate. Y se nota.

Obviamente también hay artilugios clásicos que deberemos usar, como el gancho y el modo-hacker, esta vez integrados en un único dispositivo. También hay un traje de camuflaje, todo tipo de botas y varios blindajes que podremos adquirir en la Fénix. También allí habrán las actualizaciones de la nave, mucho menos importantes que en la segunda parte pero que pueden ayudarnos a hacer nuestra vida más fácil.

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Lo bueno es que la muerte no existe en R&C3. Cada vez que seamos eliminados volveremos al punto de control más cercano, que no está demasiado lejano, conservando todos los aumentos que nuestro arsenal haya sufrido hasta ese momento, descontando solo la cantidad de munición de las armas que hayamos utilizado. Munición que puede restablecerse de forma completa y simultánea para todas las armas con un solo pago en Gadgetron.

Llegar hasta el final del juego no es tarea imposible para nadie, queda claro. Completar el juego al 100% es otra historia. Algunos de los retos de las arenas de batalla (o algunas submisiones especiales) requieren buenas dosis de habilidad por nuestra parte, así como actualizaciones de nuestras armas. Por ejemplo, no es fácil luchar en la arena cuando nuestras armas van rotando aleatoriamente y nos vemos obligados a enfrentarnos a un desafío con herramientas no adecuadas a la situación.

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Por otro lado está encontrar los susodichos guitones de platino y cumplir con todos los 'puntos de experiencia' (anteriormente puntos de habilidad) que hay desperdigados por el juego y que sólo encontraríamos con la ayuda de un radar. Algunos también requieren buenas dosis de paciencia, como el que consiste en encontrar todos los cristales de cloaca a cambio de dinero. Conviene hacerlo, no obstante, pues ese dinero se puede invertir en la compra de armas que facilitarán mucho la historia.

Y es que con la obtención de nuevas armas y dispositivos uno siempre piensa en volver atrás mundos para conseguir llegar a aquel punto al que antes no llegó. En eso juega un gran papel la excelente variedad de fases y misiones que el juego plantea, desde capítulos de batalla aérea con una nave hasta fases submarinas (el casco proporciona oxígeno). Y además podremos pilotar vehículos de forma cooperativa (y os sorpenderíais de la capacidad de nuestro 'compañero' para manejar la ametralladora).

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Y evidentemente no nos hemos separado de nuestra infalible omnillave, la cual nos sorprenderá vernos utilizándola cuando otra arma sería mucho más efectiva. Supongo que para los que hemos jugador todas las entregas pecamos de 'deformación profesional' y nos liamos a golpes con todo lo que encontramos. Hay buena parte del escenario que es destruible, así que no dejéis de dar golpes a todo lo que encontréis. Es gratis.

A pesar de todo, el juego conserva elementos de un plataformas clásico. Hay baldosas que se desploman, deberemos activar interruptores y conseguir atravesar la puerta en un tiempo determinado, habrá que evitar caer al vacío y que nos coma esa piraña gigante tan fea, hay zonas con fuego variable, bloques de la pared que sobresalen, hay que saltar de pared a pared… pero de nuevo, estas zonas ni son tan difíciles ni tan abundantes.

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En estos capítulos deberemos sortear mediante saltos y piruetas una serie de peligros y llegar al final de la fase, como con casi cualquier juego del estilo de mediados de los 80. Completarlos todos (con todos los bonus posibles) tiene un premio especial, así que no dejéis de intentarlo cada vez que podáis. Es cierto que Quark no lo merece, pero no olvidéis que ahora sois parte de la nueva Fuerza Q… todo sea por la galaxia.

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Y es que además lo han hecho muy bien. Con 10 mapas jugables que se me antojan más que suficientes, podremos reunir hasta 7 amigos más para disfrutar de los modos clásicos de Capturar la bandera y deathmatch, así como del modo 'Asedio', una adapatación del sistema de puntos de control visto recientemente en Star Wars: Battlefront. Mediante el accionamiento con nuestra llave de determinados tornillos conseguiremos mantener las zonas bajo nuestro poder y así ir mermando las defensas de los enemigos.

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Lo cierto es que en cualquier caso el tema está muy bien resuelto. Lástima que en el momento de realizar este análisis, en los días previos a que el juego salga a la venta de forma oficial, no encontramos contrincantes de nuestra talla (ni tan siquiera de otras publicaciones) con los que enfrentarnos. Cuando esté todo el mundo más rodado ya publicaremos nuestras experiencias aquí mismo.