Groove Baby
Wario es un vago. Lo demuestra en cada nueva entrega que, pese a llevar su nombre, protagonizan otros muchos de sus amigos que se divierten tanto o más que él con curiosos minijuegos. Y en Japón, gracias a Spinning Wario Ware Inc., lo saben de sobra.
Wario es un vago. Lo demuestra en cada nueva entrega que, pese a llevar su nombre, protagonizan otros muchos de sus amigos que se divierten tanto o más que él con curiosos minijuegos. Y en Japón, gracias a Spinning Wario Ware Inc., lo saben de sobra.
Pero, ¿y si decimos que Nintendo, además, sabe lo que significa innovar? Año tras año lo demuestra, lo recalca, y además se empeña y llevar por bandera el que cada consola nueva que lanza al mercado sea algo novedosa y nunca hecha hasta el momento. Pues bien, ahora, y en el momento menos esperado, han preparado una nueva forma de concebir los minijuegos...
Es, efectivamente, algo que nunca se había hecho, y para ir más lejos, algo que realmente puede llevarse a cabo de forma divertida dentro de un videojuego. Vamos, que entretiene, no molesta, y es una nueva forma de concebir lo que hoy en día denominamos 'feeling' a la hora de jugar. Todo depende de nuestros movimientos con la pequeña portátil, izquierda o derecha, arriba o abajo. Tan simple como eso.
Todo comienza cuando el divertido enemigo de Mario se enfada al ver la dificultad de sus avances en el típico mata-mata. Su nave se mueve demasiado lento, y siempre acaba siendo aniquilado por los astros a los que ha de evitar. Tan fácil solución encuentra un extraño profesor, hasta el momento nunca antes visto en la saga, que diseña un nuevo modelo de consola gracias al cual podrá jugar moviéndola directamente.
Un triunfo absoluto, que se acaba convirtiendo en la forma más o menos sutil de doce personajes carismáticos de anteriores juegos de nuestro protagonista, junto a alguna que otra nueva aportación, de conseguir su principal propósito en distintas historias cortas que se nos irán relatando de forma fulgurante a lo largo del cartucho.
Los minijuegos parecen sacados de los dibujos animados más estúpidos y simples posibles para niños pequeños. Tres rayas, un dibujo casi a bolígrafo, todos ellos puestos en marcha son suficientes para dar un motivo para jugar. Todos transcurren de forma velocísima, apenas nos dejarán tres o cuatro segundos para pensar hacia que lado tenemos que desplazarnos.
Afeitar una barba, evitar piedras para alcanzar a nuestro amor, dar toques con un balón, escoger el baño correcto para ir a defecar, evitar estrellas nuestro avisón, cazar mariposas... y así un largo, largísimo etc. de misiones, por así llamarlas, que realizar para alcanzar nuestro objetivo. Si no conseguimos pasar cualquiera de estas misiones, por lo general diez inclusive un enemigo de final de fase, podremos volver a repetirlas cuantas veces queramos sin tener que esperar más de un minuto. Eso sí, di llegamos al malo malísimo en la misión diez y nos quedamos sin 'vidas', tendremos que repetirlas todas de nuevo.
Un buen ejemplo digno de comentar es la que hemos denominado 'misión WC', en la que, mientras nuestro personaje se mueve de forma lateral sin parar, tendremos que pulsar el botón A a tiempo para que este entre en el lavabo. Si no lo conseguimos, correrá hacia cualquier otro, paredes inclusive, y se chocará contra una de ellas.
Todo esto visto en un intervalo menor a los cinco segundos, cuando en cuanto fallos o acertamos tenemos ante nuestros ojos un nuevo minijuego, hace que la participación dentro del título sea extrema, además de dejarnos inmersos en lo absurdo de cada escena.
El sonido, aunque parezca mentira, consigue acompañar este frenetismo del que os hablamos, muy variado, típico en la mayoría de las ocasiones, pero muy movido y entretenido para el tiempo que vayamos a jugar antes de apagar la consola. Simple, de nuevo, más simple imposible, pero realmente efectivo.
Quizás para aprovechar la velocidad, o quizás para dejar más patente aún que este Wario Ware no pretende otra cosa que divertir por su jugabilidad y no por cualquier otro de sus apartados. Y lo consigue. Pero aunque todo esto sea extraño, el estilo gráfico que vemos cuando se cuenta la historia, que queda bastante claro en las imágenes que os ofrecemos, es más que admirable.
Pero si Boktai, un juego que también ofrecía una característica que se destacaba ante el resto de los juegos gracias a su sensor solar, es más que probable que este divertidísimo juego haga lo propio. Y de no hacerlo, sería una auténtica lástima, porque no todos los días se ven cartuchos que diviertan tanto, que sean tan completos, y que, para colmo, ofrezcan alguna novedad técnica a la consola.
- Acción
Nuevo juego de Wario, el archienemigo de Mario, en el que tendremos que mover nuestra GBA para poder completar los más de 50 minijuegos que encontraremos a lo largo y ancho de la aventura.