Asphalt: Urban GT
Asphalt: Urban GT
Las carreteras están hechas para correr a toda velocidad. Siente la pasión de la conducción urbana con Asphalt: Urban GT, un apasionante arcade de conducción para la portátil de Nokia.
Por fin un arcade de conducción como mandan los cánones está disponible en el catálogo de N-Gage. Coge tu coche y lánzate a correr por escenarios urbanos de todo el planeta luchando por la corona del más rápido.
Se ha resistido, duramente además. Pero por fin tenemos entre manos la versión final de Asphalt: Urban GT, el arcade de conducción que Gameloft (unas de las compañías que más han apoyado el catálogo de N-Gage) ha estado desarrollando en principio para la máquina de Nokia (aunque en recientes fechas se anunció que también formaría parte del catálogo inicial de Nintendo DS). Basándose en las premisas de grandes títulos de la conducción como Burnout, Midnight Club o Need for Speed, Asphalt es un espectacular arcade que goza de los mejores gráficos del catálogo de N-Gage y que presenta unas interesantes características jugables que lo convierten en un título más que deseado por todos los poseedores de N-Gage. Pero antes de nada, abróchate el cinturón que vienen curvas...
Por último tenemos un clásico Time Attack en el que luchamos contra el cronómetro para superar nuestras mejores marcas y un espectacular Persecución en el que ejercemos de coche patrulla deteniendo a estos incautos jóvenes que se dedican a realizar carreras por las calles. La forma de detenerlos es un tanto curiosa, ya que debemos bloquear una especie de mirilla sobre ellos durante unos 5 segundos y a las velocidades a las que van y las curvas de las carreteras no nos pondrán las cosas fáciles, pero aún así, es una de las modalidades más entretenidas de todo el juego.
No ganar puede significar también no tener un nuevo coche con el que disputar otra de las pruebas del Campeonato, por lo que tendremos que intentar de nuevo alzarnos con el primer puesto. A medida que logremos abrir nuevos circuitos y pruebas podemos ir consiguiendo nuevos coches con los que correr en los circuitos que en un primer momento estaban bloqueados. El número de dichas pruebas es bastante elevado, estando subdivididos por tipos de vehículos: coches deportivos, coches performance de carreras, desafío Shelby, Grandes clásicos, deportivos urbanos... Cada tipo de coches tiene sus particularidades, tanto en aceleración como en velocidad, maniobrabilidad, frenada... con lo que los amantes de la conducción tienen asegurada la suficiente variedad como para tenerlos pegado a sus máquinas un buen número de horas.
Empezamos por la calidad con la que se han diseñado los circuitos, basados todos en entornos reales y tan diversos como el Aeropuerto de Bogotá, la Quinta Avenida de Nueva York, la tristemente conocida ciudad ucraniana de Chernobyl, las calles repletas de neones de Hong Kong, una zona marítima de La Habana, los Campos Elíseos parisienses, las iluminadas carreteras de Las Vegas, la soleada Miami y una enorme autopista del centro de Estados Unidos. Su recreación es fantástica, con edificios reconocibles (Torre Eiffel, Estatua de la Libertada...), cunetas repletas de objetos destructibles, un tráfico fluido, un cielo brillante y una línea de horizonte bastante lejana.
En cuanto al diseño de los vehículos, alcanza un nivel similar de calidad y aunque son un tanto cuadradotes, podemos reconocer casi a la perfección los modelos recreados de las 14 marcas incluidas en el juego: Audi, Volkswagen, Lamborghini, Nissan, Aston Martin, Jaguar, Lotus, Morgan, TVR, Chevrolet, Ford, Hummer, Saleen y Shelby. Cada modelo de estas marcas (en total, más de 20 vehículos distintos) está fielmente representado e incluye una ficha técnica que incluye todas las particularidades sobre motores, velocidad, tipo de transmisión y de frenada. Además, en el taller podemos tunarlos a nuestro antojo, tanto su carrocería como otros aspectos más importantes para su rendimiento: tubo de escape y filtro de aire, kit para los turbos, mejoras del motor, transmisiones deportivas, frenos, suspensiones, neumáticos y distribución del peso.
La velocidad a la que el motor gráfico de esta máquina, de bolsillo por fuera pero grande por dentro, mueve todos los polígonos que aparecen en pantalla es constante y no sufre parones ni bajadas en la tasa de frames en ningún momento. Pero si destaca por algo es por la gran gestión de las luces y la iluminación, algo que aún no habíamos visto en N-Gage pero que ahora sabemos que se puede lograr. Muchos han comparado el potencial de esta máquina con el de PSOne gracias a este juego. Yo no me atrevería a decir si están al mismo nivel o parecido, si una es más potente que la otra... Lo único que sé es que si todos los títulos de N-Gage hubiesen tenido este nivel gráfico tal vez las críticas no habrían sido tan abundantes.
Podríamos destacar también las repeticiones que nos deleitan tras cada carrera, mostrándonos íntegramente nuestros pasos por el circuito. Los juegos de cámara le dan un toque muy cinematográfico y es bastante entretenido seguirlas. También es necesario señalar la buena sensación de velocidad conseguida, sobre todo en la vista interior. Las dos vistas exteriores (más una cámara que podemos usar a modo de retrovisor) no logran llegar a la fluidez necesaria para hacernos creer que estamos recorriendo el Malecón de La Habana a 300 Km/h, aunque a su favor está el que podamos apreciar los petardeos y llamas que salen del tubo de escape o las chispas que saltan al rozar la carrocería contra algún obstáculo.
No todo es perfecto en Asphalt, ya que el ingente trabajo del chip gráfico tiene que dejar algún aspecto descubierto, aunque las pegas que podemos encontrar son más bien escasas y en este caso no es otra que la generación brusca de polígonos en el fondo del escenario. Aunque no es catastrófico y hemos visto juegos de PS2 con un popping mayor, si es un defecto que debemos señalar, aunque esté bien disimulado y no afecte en ningún momento a la jugabilidad.
Destacar que, como en Burnout, los riesgos en la conducción son premiados con un mayor número de impulsos extras o "nitros". En la parte inferior izquierda de la pantalla tenemos una barra que se va rellenando según vamos conduciendo; las maniobras de riesgo o espectaculares como derrapes, saltos, destrucción de objetos del entorno y pasar rozando a los vehículos que van en sentido contrario nos darán "nitros" extra que serán imprescindibles para tomar la primera posición de las carreras.
Dar una vuelta a cada uno de ellos supone una media de tiempo de minuto y medio (no demasiado elevada) por lo que es fácil memorizar el trazado de cada una de las ciudades. Si le sumamos la escasa dificultad presente en el modo Evolution y la baja IA de los rivales, que no se preocupan ni por cerrarnos ni golpearnos ni por guardar sus "nitros" para usarlos en el momento oportuno, tenemos pocos alicientes para disputar carrera tras carrera, debido a que el juego se hace tremendamente sencillo, además de bastante repetitivo.
La jugabilidad también presenta otras lagunas, tales como unas vistas exteriores que no ofrecen una buena sensación de velocidad; también que tras los choques, los vehículos enseguida vuelven a estar corriendo a su máxima velocidad (por lo que chocar no supone ningún retraso en las posiciones de carreras). Respecto a los choques, es también habitual que si golpeamos un camión u otro vehículo, nos quedemos atrancados tras él sin llegar a chocar, sino simplemente detenidos sin poder progresar porque esos polígonos nos lo impiden.
Lo propio sería que hubiésemos salido disparados tras el golpetazo, pero las limitaciones físicas el motor gráfico lo interpretan como si topásemos contra uno de los arcenes. Tampoco podemos chocar contra los bordes de los escenarios, tan solo vemos ralentizada nuestra velocidad. En resumen, por mucho que impactemos nuestro auto contra otros vehículos, es difícil perder el puesto que estemos llevando en carrera, amén del efecto un tanto extraño que produce chocarse contra un minibús cubano a 300 km./h. y ver como nos quedamos parados detrás de él sin salir volando por los aires.
l o m e jo r
l o p e o r
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.