Shade: Wrath of Angels, Impresiones (PC)

Una carta de tu hermano pidiéndote ayuda será el detonante de una aventura que te llevara a través del tiempo y las dimensiones en un viaje que te enfrentara a todo tipo de no muertos y seres de ultratumba que intentaran impedir que logres tu objetivo.

Pero no estas solo, cuentas con la inestimable ayuda de tu fiel espada y una recién adquirida habilidad para mutar en un ente demoníaco de fuerza sobrenatural y capaz de formular hechizos mágicos que abatirán de un plumazo a cualquier presencia, viva o muerta, que ose interponerse en tu camino… Debes apresurarte, no sabes de cuanto tiempo dispones.

Black Element Software, es una compañía checa con sede en Praga que fue adquirida nada más y nada menos que por la también checa Bohemia Interactive, los creadores del laureado Operation Flashpoint que vendió mas de un millón de copias allá por el 2001 / 2002.

Tras haber probado las dos demos que existen para el juego (que ya se ha comercializado en algunos países) y haber recorrido los dos niveles disponibles en ellas, parece claro que uno de los aspectos donde más esfuerzos se han invertido es precisamente en dotar al juego de un ambiente muy cuidado y particular, muy oscuro, asfixiante incluso, calles, callejones, pasadizos, recovecos tenuemente iluminados contribuyen a una experiencia de juego en la que te invade esa agradable sensación de intranquilidad por lo que te aguardará a la vuelta de la esquina…

El engine que Black Element ha desarrollado para SWA mueve el escenario con soltura, suavidad y una gran sensación de robustez. Los efectos de luces rayan a un gran nivel, la física aplicada a los cuerpos cuando caen abatidos es sobresaliente, muy realista, y contribuye al buen aspecto y las buenas sensaciones en general del conjunto total. Sin embargo, ante tal despliegue uno espera quizás demasiado, y se puede antojar algo escaso, el nivel de interacción que se permite con el entorno, nada de coger y arrojar objetos, nada de tropezar y ver como una caja rebota por el suelo. En fin, esa serie de cosas que aunque de escasa utilidad real en cuanto a jugabilidad se refiere, si que ayudan a que la experiencia de juego sea mejor y más profunda.

El sonido es otro de los puntos que ofreciendo una calidad más que notable, te deja con ganas de algo más, y es que la banda sonora que te acompaña mientras juegas es realmente buena, agradable y de tal calidad que lejos de molestar al rato de estar jugando como suele ser habitual,  ambienta muy bien cada situación.

Sin embargo, y una vez más quizás por esperar demasiado, se echan de menos más efectos de sonido ambiente. Las localizaciones elegidas para el juego dan para mucho y es cierto que los efectos en los dos niveles son buenos, pero quizás una mayor variedad de los mismos hubiera sido un colofón magnifico a un apartado sonoro de gran nivel.

Para empezar, no existe posibilidad manual de fijar el enemigo contra el cual queremos combatir, este es fijado automáticamente en el momento en que golpeamos a un adversario. Lo cual si bien puede funcionar bien en combates de uno contra uno, se torna algo confuso cuando luchemos contra más de un contrincante, donde puede ocurrir que en ocasiones no sepamos contra quien vamos a descargar el próximo golpe.

Otro aspecto de combate que se ha simplificado es el bloqueo, mientras estemos en posición de bloqueo no podremos movernos, lo cual hace que la lucha se vuelva algo más estática, ya que una vez que estemos bloqueando, no podremos recular o presionar al enemigo sin desguarecernos por completo. Esta característica me lleva directamente a otro de los puntos que requieren de cierta adaptación, el sistema de combos o ataques especiales que iremos aprendiendo durante el transcurso del juego.

Estos ataques, sólo pueden ser ejecutados si previamente hemos partido de una posición de bloqueo, es decir primero bloqueamos, luego mantenemos pulsado el botón de ataque hasta que nuestra espada se ilumine y entonces estamos preparados para ejecutar la combinación de teclas necesaria para descargar el golpe, algo que puede resultar de todo menos cómodo.

Otro de los puntos fuertes de SWA y que aporta una manera alternativa de afrontar el combate, consiste en la posibilidad de transformarnos temporalmente y durante cortos periodos de tiempo, en un poderoso demonio con unos enormes brazos acabados en sendas y afiladas garras con las que abatir enemigos más fácilmente.

Además y por si esto fuera poco, durante el juego podremos adquirir diferentes hechizos para nuestro alter ego demoníaco que nos serán de gran utilidad en combates contra numerosos enemigos.

Como impresiones finales, es obvio que la simplificación extrema del combate es algo que no agradará a los puristas del género, el sistema de guardado es por checkpoints, sistema que los usuarios de PC no toleramos demasiado bien, (aunque parece que existirán puntos de guardado en abundancia por lo visto en la demo). Y por último queda esa sensación de que se ha dejado pasar la oportunidad de rematar una excelente puesta en escena, como en el caso de sonidos e interacción con el escenario.

Con todo y con eso, y siempre a la espera de probar la versión completa, SWA tiene buenas maneras, ofrece un gran acabado gráfico, un más que notable sonido y una jugabilidad, que una vez acostumbrados, parece que se sostiene y que puede ser capaz de ofrecer varias horas de diversión, sin más complicación que la de ir avanzando por sus diferentes episodios, librando combates a cada paso con el fin de alcanzar alguno de los cuatro finales que el titulo de Black Element nos propone.