La WWII como nunca la has visto antes...

Cuando presentamos hace algunas semanas nuestras impresiones sobre este juego, su futuro era más bien incierto. Ahora, cuando la situación de la distribuidora Acclaim ha quedado por fin descubierta, os presentamos el análisis del juego de Battlebone Entertainment, un producto que desde luego nadie presentaría como broche final en una campaña.

Y es que honestamente, tras haber dedicado serias horas a este juego (cuando las podría haber dedicado a Star Ocean 3 o a Fable, por poner dos ejemplos) y después de haber jugado también y analizado al resto de juegos de este tipo en los últimos meses, no me entra en la cabeza cómo alguien puede decidirse por la compra de este título como primera opción o, por lo menos, bajo recomendación mía.

Combat Elite Paratroopers es otro de los juegos de última generación 'tipo Diablo' que aprovecha el motor licenciado de Snowblind para crear un producto de acción en tercera persona con ligerísimos toques de rol, cuya característica principal es la falta total y absoluta de inspiración por parte del estudio de desarrollo para crear una atmósfera remotamente inmersiva que le haga sentir a uno verdaderamente un miembro del cuerpo de elite de los paracaidistas.

En efecto, el juego nos sitúa en la piel de un integrante de este grupo especializado de las fuerzas armadas en plena segunda guerra mundial. Nuestro bautizo no podría ser más espectacular: el desembarco en Normandía. A partir de ese momento, 45 misiones a modo de niveles y cientos de enemigos por delante nos esperan para que llevemos a buen puerto a nuestro soldadito procurando que no sufra ningún daño.

Antes de empezar de pleno en el texto, todo aquel que haya disfrutado recientemente de Fallout: Brotherhood of Steel, Baldur's Gate Dark Alliance 2, Champions of Norrath, Dungeons & Dragons: Heroes, Hunter: The Reckoning o incluso el primero de los BGDA seguramente quedará bastante decepcionado con Combat Elite Paratroopers, que no luce excesivamente mal en los screenshots pero que se juega bastante peor.

La perspectiva isométrica funciona bastante bien en cuanto a que se tiene una visión global del combate, y el hecho de que la cámara pueda girarse ayuda bastante. Sin embargo, en Dark Alliance existe la posibilidad de acercarla para profundizar en la acción cuerpo a cuerpo y disfrutar del diseño y espectacularidad de los combates; en cambio, en CEP eso no ocurre, tal vez debido a que el combate siempre se produce a distancia.

Es cierto que el diseño y uso de las armas no deja logar tampoco a grandes alardes visuales. No hay bolas de fuego ni flechas mágicas, ni tampoco grandes criaturas invocadas; básicamente el juego consiste en una mezcla entre un mata mata convencional y un juego tipo Fallout: Brotherhood of Steel. El uso de las granadas genera efectos de luces decentes, pero la decencia es lo más a lo que llega el juego, la verdad.

Ni el diseño de los personajes ni en general el de los niveles abiertos parece tampoco demasiado inspirado; el trato a los personajes, al estar tan distantes, tampoco se aprecia en exceso y el juego tampoco va a gozar de excesiva cantidad de enemigos en pantalla. Efectos de luces normalitos, entornos no destructibles del montón y animaciones mediocres para un juego que necesita ir a la recuperación de septiembre para aprobar.

El trabajo sonoro también deja que desear; mientras que los efectos de sonido no están mal del todo (explosiones, disparos, gritos y ruido de fondo) y el doblaje, en inglés, también es bastante decente, no ha sido traducido completamente al castellano. Así, se intercalan los mensajes en español con los de inglés, donde el concepto de juego bilingüe alcanza una nueva dimensión.

Aunque en mis primeras impresiones advertí que era un juego con una dificultad ajustada al alza, debo retractarme completamente. Simplemente el truco consiste en comprender la mecánica de juego para darse cuenta de que en realidad es mucho más sencillo en cuanto un par de conceptos básicos quedan bastante claros, que son básicamente dos: el uso de la cobertura y el del apuntado automático.

El juego te permite apuntar automáticamente al enemigo e ir circulando entre los blancos posibles; esto es tremendamente útil ya que la mayoría de las veces nos estarán disparando y no sabremos desde dónde, ya que a alguien se le ocurrió la brillante idea de que los enemigos tienen más de una pantalla de alcance de visión, con lo que por regla general somos vistos antes de poder ver.

La mejor estrategia sigue siendo circular por la pantalla de cobertura en cobertura (al estilo de Full Spectrum Warrior) para evitar un balazo enemigo. La selección que hayamos hecho sobre los personajes no tendrá demasiada incidencia sobre el juego real, ya que en esencia todos tienen las mismas opciones; sinceramente no consigo entender cómo se ha incorporado un especialista en el cuerpo a cuerpo en este juego: la gente con bazookas y ametralladoras y envían a un cinturón amarillo-naranja en kárate.

El soldado de armas pesadas y el de semi-automáticas serán casi a buen seguro las elecciones de la mayor parte de la gente en cuanto se juegue la campaña en modo cooperativo. En la mayoría de los juegos, el concepto 'cooperativo' significa algo más que ver quién de los dos mata a más enemigos; generalmente cooperación se asocia a compenetración de habilidades y ayuda mutua. Lo mejor de jugar en cooperativo a CEP es que existe el 50% de posibilidades de que disparen al compañero.

Y la realidad es que algo le falta a un juego cuando me descubro jugando con mi compañero y los bostezos afloran que da gusto; sí, ocasionalmente hay etapas en las que puede ser más entretenido pero realmente hay algo que falla y se nota. En apenas pocas horas de juego se puede terminar en el nivel de dificultad medio, en parte gracias a la presencia exhaustiva de botiquines repartidos aleatoriamente por el mapeado.

El subir de niveles equivale a promocionar por los rangos del ejército, y con la experiencia obtenida seremos capaces de comprar habilidades para mejorar nuestra precisión en el disparo o la fuerza para lanzar las granadas. Y estos son los 'ligeros toques de rol' de los que hablaba al principio, dando así un nuevo significado a la palabra 'ligero'. La obtención de armas es OSP, es decir, que nos tendremos que buscar la vida en el mismo campo de batalla, y son todas intercambiables mediante la cruceta de dirección.

El juego tampoco puede jugarse online mediante los dispositivos habituales. Como expliqué antes el cooperativo se disputa a pantalla completa desde la misma consola, y con un amigo deberemos intentar flanquear a la inteligencia artificial del juego que está bastante conseguida. No presenta un reto demasiado grande, sobretodo con dos jugadores, pero no está mal: se repliegan, se cubren, usan granadas para sacarte de la cobertura…