Silent Hill 4: The Room (PC)

"Silent Hill" tiene el honor de ser un juego al que, entrega tras entrega, se le perdona que esta sea tan sumamente parecida a la anterior. Hemos visto ya hasta tres partes en el mercado, distribuidas por consolas en PSOne, Playstation 2, Xbox, pero también en PC dos de ellas, las últimas hasta la fecha.

Curiosamente, mientras la primera parte apareció cuando PSOne aún no había alcanzado su madurez, en esta siguiente generación de hardware doméstico, el que ocupan PS2 y Xbox, Konami parece haber lanzado la maquinaria y ya son tres los capítulos de una saga que, a pesar de su innegable calidad, no ha alcanzado nunca una cifra espectacular en las listas de ventas.

Con estas reticencias iniciales, y con la versión de PS2 ya en las calles niponas, la versión de PC por fin asoma la cabeza con supuestas mejoras técnicas sobre sus hermanas precedentes. Dentro de los llamados "survival horror", en esta generación hemos tenido unos cuantos para consola, aparte de los sempiternos Resident Evil. Grandes como Project Zero, Forbidden Siren, Clock Tower, The Ring, Alone in the Dark, Illbleed o Eternal Darkness nos han acompañado durante la llamada generación "128 bits". Sin embargo, en PC la cosa ha estado más discretita, y prácticamente no ha salido nada remarcable fuera de lo publicado por Konami.

¿Desinterés? ¿Falta de mercado? Los PC, queramos o no, siguen siendo el referente en la mayoría de los géneros, pero está claro que ahora mismo triunfan los FPS y la estrategia y el rol, mezclados o separados. Para colmo de males, Konami se limita muchas veces a trasladar sus juegos desde PS2 hasta el PC sin ningún cambio. Incluso el Pro Evolution Soccer 3 de la temporada pasada llevaba un joypad como el de esta consola en la pantalla de configuración.

¿Falta de imaginación? Para mí está claro que los jugadores de PC no cumplen exactamente los mismos estereotipos que los de consola. En donde se hace remarcable mi afirmación es en el control, por ejemplo, o los puntos de grabar una partida. Por ello, "Silent Hill", a pesar de su incuestionable calidad y su referente como "survival horror", no se ha convertido en el juego que marque un camino para el resto de desarrolladores, y por tanto tampoco ha supuesto un éxito de ventas en un terreno prácticamente virgen.

Después de verano llegará la cuarta parte, y habiendo visto otras versiones, muy mal tendría que hacerlo Konami Tokyo (KCET) para no tener entre sus producciones de este año una estrella más.

Akira Yamaoka, compositor en anteriores entregas de piezas musicales increíbles, ha asumido además la dirección de "Silent Hill 4: The Room", y la de supervisar la película que sobre la serie se está realizando en estos momentos. Akira ya conoce la saga, ha participado en el diseño de la historia de anteriores entregas, y por tanto no se apartará de lo que el horror en SH significa realmente: el horror de lo que hacen los propios humanos; si alguna vez has jugado a uno de los SH y has llegado al final, sabrás que siempre la confusión del guión se va despejando, y que la pesadilla que vive el jugador está relacionada con un suceso oscuro del pasado.

El aspecto gráfico vuelve a sorprender, algunos efectos como los enemigos que "atraviesan" paredes están muy bien conseguidos. Pero Silent Hill 3 dejó el listón muy alto, y por tanto no será tan revolucionario como pudiera pensarse. Además, la tendencia de Konami es realizar juegos teniendo en mente las posibilidades de las consolas, no de los PC, y quizá hasta la siguiente generación doméstica no veamos nada "sorprendente". Al menos esta vez la variedad de personajes secundarios es mayor, como lo es la de enemigos, y la elegancia en los escenarios, con esas texturas que reflejan perfectamente el horror, han sido incluso mejoradas.

Por contra, hay grandes matices al sistema de juego que todos ya conocemos. Los escenarios no serán los conocidos del pasado como la escuela, el hospital, el centro comercial o la zona residencial. En esta ocasión visitaremos un bosque, una cárcel y un bloque de pisos, algunos de los cuales serán parte importante de la historia. En ellos veremos nuevos enemigos creados para esta entrega, que vienen a suplir a las bizarras enfermeras; y para combatirlos se han añadido armas rompibles tales como bates de béisbol o palos de golf, cuya duración será limitada. En la pantalla también va a aparecer (por fin) un medidor de energía, que indica nuestra vitalidad, y un medidor de fuerza, que indicará la intensidad de un golpe con arma blanca.

Se ha permitido incluso prescindir del menú de inventario, y en su lugar todas las combinaciones y cambios de equipación se realizarán con un par de teclas en tiempo real. Para los nostálgicos habrá también algún que otro guiño, a pesar de que en teoría este capítulo no tiene nada que ver con los anteriores (salvo el pueblo, claro), ni aparece ningún personaje de sus anteriores entregas. ¿Quién no recuerda el trayecto del lago en SH2? ¿O el final ovni? Al parecer, vuelve a haber más de un desenlace, hasta cuatro diferentes según sus desarrolladores. La forma de conseguirlos vuelve a ser, como siempre, en función de lo que hagamos durante la aventura.

El uso de la radio, cuyas interferencias delataban la presencia de enemigos, ha sido limitado a la zona de pisos, y la linterna, cuya presencia era casi obligatoria en las calles oscuras de "Silent Hill", ha pasado a mejor vida. Los acontecimientos en el interior del apartamento se viven ahora en primera persona en lugar de la habitual vista en tercera, y el control del personaje se ha retocado para ajustar la respuesta al pad (algo dura en los anteriores) y el manejo tan característico como poco intuitivo que sufren todos los "survival" de consola.

Siguiendo en el plano de las eliminaciones, esta vez no hay enemigos "gordos", tan solo el del final del juego. En su lugar, se han poblado mucho más las zonas de otros más comunes, primando así la acción de SH3 sobre la resolución de puzzles del segundo. Puzzles que en esta ocasión son en su mayoría mucho más sencillos, y digo en su mayoría porque al menos uno de ellos sigue siendo realmente complicado. La linterna como fuente de luz además nos priva de parte de las virtudes gráficas que habíamos admirado en las silenciosas noches de "Silent Hill". La proyección de las sombras, su aplicación sobre las texturas de paredes y suelos, ha sido siempre uno de los signos de identidad de SH. Ahora, en cambio, cobra importancia el realismo de los escenarios, los planos de cámara y las animaciones faciales, que ya eran buenos todos ellos y que han recibido un trato aún mejor en la que promete ser la penúltima entrega.

Akira Yamaoka, además de haber tomado las riendas del proyecto, sigue brillando en el apartado sonoro. Su experiencia en ya cuatro entregas, influencias guitarreras y compartir su trabajo con la realización de los Bemani (esos juegos musicales tan de moda en Japón y que cuentan desde Konami y sus Dance Dance Revolution como máximo referente en la actualidad), han bordado una banda sonora de lujo. Este hombre es en realidad un músico de cierto prestigio en su país natal. Además de publicar todas sus creaciones para videojuegos en formato digital, da conciertos y cuenta con multitud de seguidores. Algo poco habitual en este lado del mundo, una prueba más de que en oriente el ocio electrónico se siente y se vive desde otra perspectiva.

La conversión a PC es un hecho. En esta ocasión, Konami está apretando el acelerador para tener las versiones de XBox y compatibles listas poco después de la de PS2, que sigue siendo la base tecnológica y la prioridad de la saga.

Tras el experimento de adelantar la salida europea a la japonesa, que seguramente no dio los resultados esperados, "Silent Hill" ha vuelto por sus fueros, si bien sigue teniendo muchos adeptos por estos lares. Esto y la recuperación en ventas de la consola de Microsoft han hecho a Konami replantearse su política de "exclusividades". Veremos si no hay cierto agotamiento en los compradores ante este "The Room".

Por lo que se ha podido ver hasta la fecha, la gran calidad sigue estando presente en esta producción, como lo estuvo en las anteriores. Para los jugadores poco adentrados en el mundo de "Silent Hill", es posible que el título no les atraiga en exceso, pero para sus incondicionales, no parece que "The Room" vaya a defraudar.

Al margen de los pequeños cambios que Akira Yamaoka ha querido introducir como sello personal, os aseguro que tendremos delante el mismo terror psicológico y las mismas reflexiones "escondidas" de antaño. La esencia que diferencia a "Silent Hill" de otros "survival", y que probablemente le haga menos comercial y superventas, es la que hemos apreciado desde la primera entrega, y de ella no se ha perdido un ápice.

La razón por la que no hay más representantes de su género en PC la desconozco, pero todos los "Silent Hill" son pequeñas obras de arte, de corta duración, con una puesta en escena de lujo y un cúmulo de detalles de buen gusto que separan a los buenos juegos de las obras maestras. En cuanto salga en nuestro país daremos buena cuenta de la versión final, de la que sólo parece se van a traducir los textos en pantalla.