Cortando las alas...

Wings of War, desarrollado por la gente de Silver Wish, recoge, sin embargo, la vertiente más arcade de los combates aéreos.  Más de un jugador de consola se sentiría saturado por la enorme cantidad de controles que un simulador militar presenta, pero un arcade permite que los acostumbrados a Star Wars Starfighter o Crimson Skies puedan hacer sus pinitos como pilotos de vehículos menos... fantásticos.

g  r  á  f  i  c  o  s
Discretos, como todo el apartado técnico de Wings of War. Encabezado por una secuencia de introducción generada por el mismo motor gráfico del juego en sí, tras adentrarnos en él, se acaba releyendo como toda una declaración de intenciones del corte visual de este título.

!Libertad!
Otro de los aspectos positivos es la gran cantidad de cámaras que pueden activarse para conseguir el mejor punto de vista. Para ello, tan sólo tendréis que pulsar el pad digital. No tardaréis en descubrir que con la palanca derecha podréis emular el movimiento de la cabeza del piloto, mirando en casi cualquier dirección; incluso en determinados momentos podréis pasar a una perspectiva de la parte trasera de la nave, mientras controláis la ametralladora de cola.

s  o  n  i  d  o
Todas las voces presentes en Wings of War están en inglés. Los subtítulos, por su parte, también están en anglosajón, y ésto supone un problema, porque en las misiones se os irán indicando las tareas a realizar, y en el caso de que no cojáis las indicaciones al vuelo, superar un nivel corre el peligro de quedar reducido a una mecánica de prueba y error.

j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d
Wings of War presenta dos modos de juego principales: el modo campaña y la partida rápida. Como podéis imaginar, el modo campaña hace las veces de modo Historia. En él, y encarnando a un joven piloto, tendréis que aprender todos los trucos de perro viejo en un tiempo récord para convertiros en el héroe que el bando aliado necesita para resolver lo antes posible

For the sake of it
En cambio, si lo que preferís es echar una partida rápida a Wings of War, sin más consecuencias, vuestro modo de juego es el de partida rápida. Tan sólo hay dos posibilidades de juego en este modo, Deathmatch, es decir, todos contra todos, o Team Deathmach, que consiste en dos equipos enfrentados frente a frente. Los participantes, exceptuando a vosotros mismos, serán bots controlados por la CPU, y el número de ellos será configurable, respetando el máximo, 10. El nivel de configuración de estas partidas rápidas permite el seleccionar el avión que controlaremos, el campo de batalla en el que se llevará a cabo el combate e incluso las condiciones metereológicas que habrá durante los combates.

Coser y cantar
El control de Wings of War es fácil, puro arcade. Nada que ver con los complicados simuladores que circulan por ahí para el mercado de los compatibles. Aquí con apenas tres botones podréis haceros con los mandos de cualquiera de las naves que aparecen en el juego. Uno para acelerar, otro para disparar y... Pues mira, con dos botones ya nos apañamos. Habrá misiones, eso sí, en las que habrá que bombardear o ejecutar otro tipo de acciones. En esos momentos sí que tendréis que ejecutar otras acciones, como activar la cámara de la compuerta de las bombas para poder completar un bombardeo, etc.

Egoista, egoista...
Toca comentar el punto que acaba por condenar a este Wings of War a la absoluta mediocridad: no tiene ninguna opción multijugador. Ya no es que no sea compatible con Xbox Live, que hubiera sido lo suyo, pero es que ni siquiera presenta posibilidad de jugar en local utilizando esos 4 mandos que te compraste para poder echar unas partidas con tus colegas. Atendiendo a la concepción de juego de Wings of War, un arcade de los mata-mata de toda la vida, la aparición de un modo multijugador se hacía casi obligada, pudiendo llegar a salvar, en el caso de que se hubiera potenciado, el resultado final. Al final, ha acabado haciendo lo contraro: su carencia acaba por condenar el producto.

c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n
Wings of War, que por temática podría considerarse como una alternativa a Crimson Skies, en la práctica resulta un juego incapaz de hacerle la competencia a la creación in house de Microsoft. Sin modo de juego Xbox Live, ni tan siquiera descarga de contenido, y con un apartado técnico sin ningún tipo de virtuosismo, la creación de Silver Wish pasará con más pena que gloria por las estanterías de los comercios que hayan decidido ponerlo a la venta. Un juego a evitar por su dificultad mal ajustada, falta de profundidad y escasas posibilidades.

l  o    m  e  j  o  r