Shin Megami Tensei III: Nocturne (PlayStation 2)

Con la esperanza de que Atlus, algún día, se decida a traer la primera y segunda parte de Shin Megami Tensei (actualmente, estos dos juegos cuentan con remakes en GBA que no tienen muchos visos de aparecer en Occidente), no se va a desvelar grandes detalles sobre la historia de estos, además de que es innecesario, ya que Shin Megami Tensei Nocturne es la tercera parte, pero no está muy conectada con los dos anteriores títulos de la serie, motivo por el que no han colocado un 3 en el título del juego. El argumento de Nocturne es consecuencia de los hechos en SMT 2, y algunos personajes de las dos primeras entregas repiten, pero no tienes necesariamente que saber lo que pasó para desenvolverte por la trama de este título.

Shin Megami Tensei gira entorno al conflicto entre cielo e infierno, un conflicto eterno en el que los humanos son muchas veces los conejillos de indias, o los 'daños colaterales'. Más allá del mundo real, hay un mundo espiritual, habitado por todo tipo de espíritus, cada uno con su poder, aspiraciones, personalidad y ambiciones. Los hay pequeños, cuya mentalidad simple se contenta con cualquier capricho, mientras que los hay gigantescos, cuyo rango de influencia es incalculable, como el propio Dios de la tradición judeo-cristiana o Lucifer, dos polos opuestos enfrentados por dos filosofías radicalmente distintas.

En Shin Megami Tensei, Dios pretende someter al mundo terrenal y espiritual a su concepto de 'Bien', que consiste en obediencia ciega a sus designios, llevar al universo a una rectitud absoluta de obra y pensamiento, aunque eso implique que él sea el único ser de la existencia.

En el proceso pierdes tu humanidad, convirtiéndote en un demonio de la mano de un extraño niño. De este modo comenzarás un viaje que te llevará a ser la pieza clave en el futuro de una nueva realidad, pero para ello deberás desenvolverte por una compleja trama a través de una ciudad devastada, plagada de espíritus irascibles.

Fiel a la filosofía de esta saga, Nocturne es un juego 'oscuro' en el sentido de que aquí te puedes ir olvidando de esos valores tradicionales del que abusan algunas veces juegos como Final Fantasy. Cosas como el amor, la amistad y demás no tienen mucha cabida aquí. El argumento gira entorno a las fuerzas ocultas, filosofía, lucha, vida y muerte, sus creadores no dudan en mezclar religiones, creencias y mitologías varias para dar a Shin Megami Tensei de un toque muy especial, dándole un toque de familiaridad que contrasta con los extraordinarios acontecimientos de los que eres testigo.

A lo largo de la aventura podrás codearte con 'ángeles' (recuerda que aquí todos son espíritus, independientemente de su nombre o filosofía), seres mitológicos como Thor o Loki, demonios de diferentes religiones, Budas, dioses hindúes... pasando por una extensa gama de criaturas que harían morirse de envidia a cualquier diseñador.

SMT 3 lo hace, gracias a la libertad que te ofrece para formar equipo con casi cualquier criatura que te encuentres. Los espíritus tienen sus propios intereses, y puedes optar por la vía 'diplomática' para evitarte combates innecesarios, o incluso unirlos a tu causa. Durante el combate puedes decidir entablar conversaciones con cualquier enemigo, y si las respuestas que das resultan convincentes y estás dispuesto a pagar un pequeño peaje, puede que el espíritu decida unirse a tu causa y formar parte de tu grupo, pudiendo controlarlo como un personaje más. Hasta tres espíritus pueden estar acompañándote durante un combate, pero tienes un límite más amplio para 'almacenarlos' pudiendo convocarlos y desconvocarlos a placer según tus intereses.

Esta variedad permite una gestión de grupo muy rica, que se ve aumentada por tu capacidad de fusionar criaturas o la capacidad de estas para acumular experiencia e incluso 'evolucionar', consiguiendo transformarlas en otros seres de mayor poder, lo que combinado con la gran variedad de habilidades, movimientos especiales, comandos y ataques, consiguen que la gestión de grupo sea un aspecto realmente denso y divertido.

También la evolución del personaje es interesante, ya que no sólo se basa  en acumular puntos de experiencia, sino que depende de los Magatamas, porciones espirituales que el protagonista puede tomar para sí y extraer su poder a medida que acumule experiencia. Por ejemplo, la Magatama 'Shiranui' está basada en el fuego, y al asociarse con el personaje, esta deja fragmentos de su poder en él a medida que este acumule experiencia, por lo que al llegar a determinado nivel, el personaje puede aprender una nueva habilidad.

Otra de las causas que empujan al jugador a avanzar por esta historia es el diseño estético/musical con el que han conseguido dotar al juego. Sin recurrir a unos gráficos punteros, aunque técnicamente remarcables, han conseguido dotar a Nocturne de un ambiente único, especial. Basta con salir a las calles de Tokyo después de la destrucción del mundo y notar ese aire de soledad y desolación que envuelve el juego. Mirando hacía el cielo podrás ver efectivamente como la capital nipona se ha plegado sobre sí misma, pudiendo ver edificios al revés por encima de tu cabeza.

La música consigue reforzar esos momentos de enorme misterio que encierra el juego, que hace uso de un inteligente juego de luces y sombras para dotar las escenas de verdadera expresividad en los momentos clave. Cosas tan simples como hablar con alguien consiguen transmitirte emotividad gracias a efectos simplistas pero genialmente utilizados como luces mortecinas que atraviesan la escena o una música melancólica con piano de base que en sus diferentes ritmos, consigue ponerte los pelos de punta..

La apuesta de Atlus salió muy bien con Nocturne, apostando por echar el resto con unos valores de producción muy altos, trasladándose en una historia épica por su complejidad y su fantástica trama. Gracias a la buena acogida en su mercado natal, se lanzó una versión expandida en la que se incluían nuevos espíritus y la presencia estelar de Dante, el protagonista de Devil May Cry. Precisamente esta versión en la que, contra todo pronóstico, ha sido lazada en Estados Unidos, mercado en el que Atlus se ha propuesto triunfar, arriesgándose a lanzar juegos que hace unos parecía impensable que atravesarán las fronteras niponas. Salvadas las notables complejidades de localizar un juego con un texto tan complejo y abundante, Nocturne ha cosechado un gran éxito de crítica al otro lado del Atlántico.

La asignatura pendiente sigue siendo Europa, donde ni siquiera ha aparecido 'Persona', una saga relacionada con Shin Megami, pero en otro contexto y con un planteamiento distinto. Con la llegada a Europa de Disgaea, se abre la esperanza de que se decidan también a lanzar este título y hacer felices a los muchos jugadores de RPGs para consola europeos que no tienen la suerte de contar con la variedad de géneros que se está disfrutando en Japón y casi en la misma medida ya en Estados Unidos. Juegos como Suikoden III o Xenosaga siguen siendo desconocidos para el viejo continente y sería casi una tragedia quedarse sin este excepcional título.