La llama que se extingue.

Vivendi Universal ha decidido unir por fin la licencia de dos de las mascotas plataformeras más entrañables del mercado. Spyro Orange es uno de los dos títulos nacidos de esta unión. Cuidado, que quema.

Era de esperar. Vivendi Universal nunca se ha andado con demasiadas reservas a la hora de crear juegos, sea cual fuere su finalidad o calidad. El beneficio, que hasta ahora creíamos se medía por la calidad del juego, es lo que ha importando mayoritariamente. Al menos, en los juegos que tienen de GBA.

Pero en este caso hay una pequeña salvedad. Este juego viene avalado por Vicarious Vision, creadores de la más que notable saga de Tony Hawk. Hasta hace algunos meses esto daba algún tipo de esperanza a poder ver un juego interesante y divertido.

El resultado, como ya habréis podido comprobar por la nota, se ha quedado justo a las puertas de ser al menos aceptable. Aunque de esto ya os hablaremos más adelante, os queremos avisar de que si esperáis ver algo minimamente interesante, ya os podéis olvidar de este juego.

Una buena mezcla entre saltos, acción, humor y diversión que parecía orientado fundamentalmente a satisfacer a todo jugón interesado en las aventuras de saltos y un poco de aventura en 3D. Hace algunos meses llegó su adaptación en GBA, realmente pobre y que apenas consiguió mayor éxito.

Hay que tener en cuenta que hasta ahora, aunque haya sido de la mano de VU, la compañía creadora de la saga protagonizada por el pequeño dragón en portátil, había sido la compañía 'Digital Eclipse', de la cual ya os hablábamos en 'The Cat' o en el avance de 'Tron 2.0: Killer app' entre muchos otros.

Lo cierto es que el resultado fue paupérrimo, digno de llevarse las peores notas de casi todas las revistas especializadas en este sector. Claro que viniendo de DE no es de extrañar; ya deberían de estar acostumbrados a las críticas, la mayor parte de las veces negativas, de sus juegos.

Con la llegada de Spyro Fusion se esperaba más calidad y mejoras dignas de una saga que alcanzó tanta popularidad como esta. ¿Se habrá conseguido? Como ya os dijimos… la cosa está bastante complicada.

Durante la aventura podremos ver viejos amigos de Crash (porque de Spyro veremos más bien pocos). Algunos nos irán dando consejos y otros no nos servirán para nada más que para perder el tiempo.

La historia, por llamarla de alguna manera, nos lleva a cinco diferentes mundos a los que llegaremos a través de puertas dimensionales, y en este corto periodo de tiempo, digamos que a modo de pequeña fase entre escenario y escenario, podremos observar los cortos diálogos que mantendrán nuestros amigos con nosotros.

La novedad de este título es que podremos ver todo lo que sucede desde la otra aventura; la de Crash Bandicoot, en el juego de GBA que llega de sobre nombre 'purple'. Orange y Purple acaban siendo un mero referente al color de la piel del compañero contrario de cada uno de los dos protagonistas de la aventura.

La idea, al menos en cierto modo, es buena. Sin embargo no sale rentable, sobre todo teniendo en cuenta que la aventura del marsupial anaranjado es bastante superior a esta, además de ser mucho más divertida.

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 g r á f i c o s

Vicarious Visions ya nos ofreció una primera imagen de su estilo gráfico, bastante marcado en cada una de sus obras, y tanto en Spyro como en Crash Bandicoot este se nota.

Lo cierto es que no sabríamos decir si para bien o para mal, porque es más que nada cuestión de gustos. Pero desde luego se denotan algunas características. Empezamos por unos colores bien alegres, siempre presentes en los juegos de Spyro. Enemigos bien formados, de muchas formas, muy repetitivos y que veremos hasta en la sopa.

El modelado de nuestros personajes no está nada mal, son bastante similares a los que veíamos en los juegos de PsOne, siempre teniendo en cuenta que estamos ante un juego en scroll lateral y que el detalle no es muy amplio. Se ve superado claramente por Donkey Kong Country.

Los mundos que veremos son también aceptables. Desde junglas hasta parajes helados, todos muy pequeños, y en los que tendremos que hacer frente a minijuegos que se ambientan en el mismo escenario, aunque de forma mucho menos atractiva.

 s o n i d o 

Viendo como se presenta el percal con los demás apartados, hay poco que comentar acerca de este que no se esperase ya de antemano. Y es que si con algún apartado está peleada la GBA, es con este.

Spyro Fusion nos ofrece lo de siempre; melodías resultonas, harto repetitivas, y que para más inri no se nos ofrece ni la posibilidad de quitarlas para poder apreciar sólo los efectos sonoros. Al menos son alegres, aunque acabaremos bajando el volumen de nuestra consola, como casi siempre, por la pésima calidad que estas albergan.

 j u g a b i l i d a d

Spyro Fusion es un juego en el que no tendremos problemas para adaptarnos a jugar. Apenas tendremos que afrontar una curva de aprendizaje de algunos minutos, tanto como los que tardemos en ir viendo todos los minijuegos que tendremos que pasar para conseguir acceder a nuevos mundos.

El control de nuestro pequeño dragón es muy simple. Podremos correr, o saltar con él, implementando sus habilidades con minucias a medida que vamos avanzando en la aventura. Ninguna de ellas se puede calificar de compleja para dominar, por lo que no se presenta ningún inconveniente para poder jugar bien.

El sistema de juego es muy simple. Tendremos que ir avanzando por cada mundo, que en total suman cinco, e ir buscando otros cinco portales en cada uno de ellos para poder acceder a un nuevo lugar del mundo hasta encontrar a Ritpo. Para conseguir abrir cada pequeño portal hemos de encontrar su determinada puerta y completar un minijuego dentro de ella, por regla general bastante simple.

Los minijuegos que ya citamos también son fáciles de comprender. Su sistema tampoco es demasiado complejo, aunque existe alguno que otro bastante divertido, todos se acaban convirtiendo en rutinas, es decir, hacer lo mismo una y otra vez, casi de memoria, sorteando los muros para no chocarnos.

Encontraremos de todo tipo, desde tener una máquina con imanes en los pies para ir saltando hacia el techo o al suelo según aparezcan los enemigos, al estilo Pop'n Twin Bee, disparando enemigos desde el aire, o uno más común de ir disparando a todo lo que se mueva. La mayoría de las veces tendremos munición ilimitada y es sólo cuestión de paciencia, o de aguantar lo que duran cada fase, el completar cada portal.

Duración y Dificultad

Como ya dijimos son cinco mundos más todos los minijuegos, inclusive una especie de colección de cartas, muy fáciles de conseguir y nada atractivas a la vista, además de intentar obtener todos los pequeños juegos para jugar con un amigo vía cable link.

Todo depende de nuestra pericia y, sobre todo, de la prisa que tengamos en acabar el juego. No mucho más de cuatro horas, tirando sobre un número ya de por sí bastante elevado, es lo que nos ofrece el juego. Eso, siempre y cuando aguantemos el tirón de jugar.

La dificultad es otra de las culpables de que sea tan corto. Nos podremos matar las veces que queramos; no tenemos vidas. Además, las gemas, necesarias para entrar en los portales, se van reponiendo cada vez que nos morimos. Pan comido, y como ya dijimos, cuestión de tener paciencia para acabarlo.

Sea como fuere, y si os divierte el juego, no os durará mucho tiempo. Otra de las lacras de este título, que parece maldito en cada apartado.

Poco se puede decir. Los gráficos son lo único pasable de este juego, en el que tanto la música, como la jugabilidad o el sistema de juego son muy, muy flojos. Hay otras muchas alternativas dentro del mercado que os recomendaríamos con los ojos cerrados antes de encomendaros a comprar este.

Si es gusta mucho el estilo de juego, o ya lo habéis probado y os divirtió, no lo dudéis; echad el guante sobre Crash Bandicoot Purple que, al menos, es capaz de ofrecernos algo más de diversión y buenas maneras que este pobrísimo Spyro. Otra vez será.

- Está traducido al castellano

 l o  P e o r