Malice ha sido uno de esos juegos que comienzan con buen pie pero que por culpa de los retrasos, llegan a caer en el olvido. Concebido como buque insignia de Xbox y finalmente llevado a PS2, el plataformas de la niña del mazo es un claro ejemplo de cómo pueden torcerse las cosas...
Malice ha sido uno de esos juegos que comienzan con buen pie pero que por culpa de los retrasos, llegan a caer en el olvido. Concebido como buque insignia de Xbox y finalmente llevado a PS2, el plataformas de la niña del mazo es un claro ejemplo de cómo pueden torcerse las cosas...
Todos sabemos que el género pionero de los videojuegos, el de plataformas, es uno de los que más seguidores tiene. Desde la mítica Atari 2600 hasta las consolas de nueva generación, todas han contado con grandes juegos de éste tipo, algunos mejores, otros peores, pero todos con un factor común: los saltos. Centrándome en la PS2, hay que reconocer que los juegos de plataformas han tenido una extensión considerable. Si bien es cierto que el género por sí solo, casi se ha perdido, casi todos los títulos con factor salto tienen gran parte de aventura, de acción, e incluso de sigilo (influencia de otro de los grandes, Metal Gear Solid).
Pues bien, después de la salida de la consola de Microsoft, el juego fue, lamentablemente para la gente que lo esperaba, retrasado. No sólo una vez, sino varias. De hecho, el juego 'exclusivo' de Xbox, pasó a ser también propiedad de la negra de Sony, para alegría de un servidor. Las imágenes seguían siendo prometedoras. Después de éste anuncio, no se supo más de título en dos años (creo recordar), por lo que, inevitablemente, Malice cayó en un inevitable olvido.
Con la ayuda del sabio Vortex (una maquina anciana que hace las veces de tutorial y consejero durante todo el juego), deberemos explorar todos los mundos en busca de objetos que nos permitan el acceso a otros tantos. Como podéis comprobar, no es un argumento muy elaborado, pero sin duda es suficiente. Es cierto que la profundidad de juego muy, muy escasa, y que la originalidad es nula. Esto no importaría demasiado si todo estuviera más o menos bien llevado, pero es que Malice no logra sorprender en ningún momento.
Eso sí, como ya he dicho antes, tienen 0% de originalidad, y todos los entornos, los hemos visto ya en otros muchos juegos (el típico bosque, el escenario de la fábrica, el interior de un árbol enorme, y así un largo etcétera). No están mal, pero son muy mejorables. Los personajes son uno de los puntos negros de 'Malice', ya que están elaborados con muy pocos polígonos, son demasiado simples, sin personalidad alguna, y con una flexibilidad digna de un armario empotrado.
Es un apartado que se supone que debe ser acompasado con el ritmo de juego, y del que un jugador no se tiene porque dar cuenta de su calidad. Pues bien, nos vamos a dar cuenta de que son bastante sosos y, como he dicho antes, muy cutres. Sin duda no se han tomado el tiempo suficiente para realizarlos de manera correcta (parece que 3 años de retraso no son suficientes). En fin, de nuevo, muy mejorable.
Me parece increíble que en un juego orientado principalmente a los saltos, sea un verdadero suplicio intentar llegar a un saliente cercano (¡es más difícil acceder a un sitio que esté cerca que a uno lejano!, sin duda, inaudito). Esto se explica porque cuando Malice no está en contacto con el suelo, cuando salta, da la sensación de estar en un nivel bajo el agua, es decir, 'flota' demasiado y sin duda hace que sea desagradable y nada adictivo pasar el rato con el juego.
¡Simplemente con haber permitido que usáramos la porra en movimiento la cosa mejoraría mucho! En fin, un verdadero desastre. Malice cuenta con varias transformaciones, como por ejemplo en una 'baby Malice', en una sombra etérea, que no afectan en NADA ni a los movimientos, ni a nuevos poderes. En fin, algo absurdo sin duda. También podremos hacer uso de la magia, en forma de cuatro conjuros, fuerza, velocidad, planear, etc, que en realidad están para 'hacer bulto'; puesto que no los vamos a usar prácticamente nunca.
l o m e j o r
l o p e o r
3.5
Malo
La idea era buena pero se ha llevado a cabo de forma desastrosa. No te lo compres, está mal terminado.