Card Captor Sakura: Sakura Card Han (GameBoy)

Magia, mucha magia. El mundo más complicado, visto desde los ojos de una niña adolescente, que gracias a la ayuda de sus amigos, es capaz de seguir adelante. ¡Sakura regresa a GBA!

Actualizado a 6 de diciembre de 2011 18:11 CET

Magia, mucha magia. El mundo más complicado, visto desde los ojos de una niña adolescente, que gracias a la ayuda de sus amigos, es capaz de seguir adelante. ¡Sakura regresa a GBA!

Hablar de una serie tan emblemática como es Sakura Card Captor no serviría de mucho a estas alturas. Y es que el mundo del anime, no tanto del manga, porque no ha tenido la misma repercusión, se ha visto fortalecido gracias a muchas series de gran auge e impacto en todos los países en los que se han emitido. Sakura, simplificando, es una de esas series.

Preguntadle a un simple fan de anime y sabrá cual es. Similar de éxito a Dragon Ball, aunque más orientada a los jóvenes, quizás menos apta para la sociedad más culta pues poco nos da además de diversión desenfrenada. Y es que Sakura y sus amigos han llegado a mucho dentro del panorama del anime.

Clamp, el 'estudio' que ha desarrollado series tan populares como esta que hoy nos ocupa, o la mismísima X, o X-TV entre otras, es uno de los principales culpables de que la serie sea tan conocida. Quizás no por su historia, sino por su el diseño y la magia, nunca mejor dicho, con la que están creadas los personajes. Y es que las tres damiselas de Clamp, señoras que apenas se dejan ver, muy recelosas de su trabajo y que además guardan con completo recelo sus obras por miedo a ser plagiadas son, a día de hoy, aún más famosas que otra de las grandes de este mundo, Gainax, los culpables en parte del éxito de Evangelion, otra de serie que de seguro os suena y mucho.

Y es precisamente eso lo que triunfa en este nuevo título que ha licenciado Clamp (algo que ya de por sí supone un auténtico mérito). Por el diseño de los personajes y por la calidad de los gráficos que nos ofrece el juego

La magia llevada a GBA

Para resumir en pocas palabras este nuevo Sakura, podríamos decir que estamos ante una aventura convencional japonesa, en la que tendremos que ir alternando entre juegos de carta prácticamente automáticos conjunto a una serie de mini juegos bastante divertidos, escasos, cortos, pero divertidos.

Pero antes de explicar nada de la jugabilidad conviene acercaros hacia el apartado gráfico del juego. Simplemente, porque es el mayor atractivo del juego. Todo aquel que haya visto la serie no dudará dos segundos en señalar quién es quién dentro del título. Desde la propia protagonista a cualquiera de sus amigos. Porque, a fin de cuentas, el juego está recreado con total similitud al propio anime, algo que refleja claramente la introducción de la aventura, que nos lleva hasta una mezcla de gráficos poligonales a videos importados de diversos capítulos.

Y después de quedarnos con la boca abierta mirando las primeras escenas, llegaremos al menú, otro tanto de lo mismo dentro del juego. Gráficos coloristas, detalles curiosos, y todo llevado hasta el extremo más simplista que nos podamos imaginar. A fin de cuentas, el juego está pensado para los más jóvenes de la casa.

Por fin, después de tanta introducción empezaremos a ver los gráficos reales del juego que son ni más ni menos los que ya estamos acostumbrados a ver de los cientos de juegos importados que hay en GBA de Japón. Vamos, que veremos a dos, tres, o ciento personajes hablando sin parar dentro de nuestra pantalla. Con una calidad impresionante, eso sí, variedad de gestos bastante amplia y unos efectos que son lo más amenos si jugamos unos minutos cada día. Pero centrándonos en el tema que nos ocupa, no conviene adelantar comentarios.

Los efectos gráficos normales se combinan con algunos videos sacados del anime original. Otra punta más de calidad dentro del apartado, y es que en algunas ocasiones parece que han querido probar que la GBA tiene capacidad para la nueva función de reproducir videos que de crear un apartado gráfico. Aún así, el resultado final es espectacular.

La complicada vida de una estudiante

La protagonista de la historia, mil veces nombrada y que si no sabéis cual es no estáis prestando demasiada atención al reportaje, tiene una vida de la más ajetreada. Es más, los programadores del juego han querido que hasta la cambiemos de ropa, la acompañemos de viaje con sus amigas, y lo más curioso de todo, que combatamos de noche contra bicicletas malignas.

Cuando empecemos a jugar tendremos que armarnos de paciencia para poder encontrarle algún sentido el juego. Porque a decir verdad, no es nada fácil entender que finalidad tienen esas barreras que salen esporádicamente en nuestra pantalla y que nos van sumandos puntos (¿?) de magia que luego nos servirán para subir niveles a final de cada fase. Y atención a esto último, porque quizás cueste algo más de comprender.

El juego sigue una línea estándar. En primer lugar tendremos que soportar los saludos de todos nuestro amigos, aproximadamente siete, que nos irán contando sus líos amorosos, problemas de la noche anterior, y todo tipo de situaciones que les suceden a las niñas de 11 años. Después de esto, en una determinada situación, tendremos que ir eligiendo opciones, por lo general al azar, pues aún traducidas dejan bastante que desear, hasta conseguir llegar al final de la noche y combatir contra algún maléfico enemigo, siempre controlado por la maléfica maga enemigo de Sakura tanto en el anime como en el juego.

Para vencer a los susodichos tendremos varias posibilidades. Bien podremos herirles con nuestra magia, o esquivarles para que se den solos. Siempre lo veremos desde la primera persona, desde nuestros ojos o de los de cualquier amigo. Pero no siempre tendremos que combatir contra temerosos ositos de peluche o bicicletas mortíferas, tampoco contra remolinos de agua que desean nuestra defunción. Controlad el esfínter por el miedo, que el juego no solo es esto. También tendremos que salvar a nuestro amigos, evitándoles caídas dolorosas, despertándoles para llegar a clase y que no se duerman (¡!) y un sinfín de situaciones, habitualmente absurdas, pero divertidas.

Las barritas mágicas

Tras mucho pensar sobre ello, nos daremos cuenta que esas 'barritas' de las que antes os hablábamos significan las opciones que tendremos a lo largo del juego. Porque sí, no solo se trata de pasar texto y combatir, para colmo tenemos la posibilidad de hacer Game Over si no conseguimos elegir las opciones correctas.

Aunque no siempre dependerán de la historia. En algunas ocasiones dichas opciones estarán relacionadas con la amistad que consigamos entablar con nuestros amigos. Y es que cuando lleguemos al colegio, y en la hora de salida o de recreo, podremos elegir con quién conversar.

Sakura, además de ser más maga que el mismísimo Harry o que Edward, el alquimista FullMetal, tiene amigos. Vamos, que también sale de su casa. Por lo que además de tener que salvar el mundo y evitar hacer Game Over con absurdas situaciones tendremos que controlar cómo tratamos a nuestros amigos si no queremos volver al menú del principio. Lo cierto es que visto así, parece muy fácil llegar al menú del juego.

Además de 'jugar' (es decir, de darle al botón A incansablemente), tendremos varios extras que iremos obteniendo si conseguimos llenar la barra de magia al máxima al acabar las fases. Trajes nuevos para la muñeca, nuevos gorritos, y más cartas. La envidia de cualquier Barby.

Y para finalizar el punto clave del juego. Al acabar cada capítulo, y dependiendo de si hemos llenado la barra al máximo o no, nos darán puntos de experiencia. Sí, puntos de experiencia para ¿conseguir nuevos extras? Pero fuera de cualquier gracia, es uno de los puntos incomprensibles del juego. ¿Para que subir de nivel si nunca tendremos que usar nuestra fuerza? En fin

La música, compañera de viaje

Como diversión mientras pasan los interminables diálogos podremos escuchar una interesante música que goza de una calidad suprema dentro del la portátil de Nintendo. Curiosamente hay algunas melodías importadas de la serie original. Son pocas, como la de introducción, que a decir verdad es algo floja en comparación de las demás que oiremos a lo largo del juego, pero suficientes para no tener que bajar el volumen de la consola.

Afortunadamente varían muy a menudo según las situaciones que nos encontremos en los diálogos. En los momentos cumbres escucharemos música más tensa, como en los de risa más informas y así sucesivamente. Muy bien ajustada, aunque quizás notándose demasiado el cambie entre canción y canción.

El punto más fino de este apartado es la voz ORIGINAL de Sakura. Original en japones, lógicamente. Que sale muy poco a menudo, pero que sin duda alguna le pone una punta de calidad a la aventura, y que de paso nos pondrá más aún en la situación. No es superior a la de Max Payne, pero da la talla.

Lo Sentimos, el juego que usted está intentado comprar no se encuentra

SCC ha salido en Japón y allí se quedará. Si existía algún tipo de dudas con respecto a otros grandes como Ashita No Joe, referente allá donde se hable de un juego basado en un anime, o el recién comentado FullMetal Alchemist, dos claros ejemplos de qué hacer con una licencia, con Sakura ya os podéis ir preparando para sacar la cartera si queréis de verdad el juego.

Porque después de todo, es un juego típico designado para todo buen nipones que se precie. Toneladas de horas de textos, charlas inagotables y muchas situaciones humorísticas que acaban siendo algo pesadas porque se repiten hasta la saciedad. Pero ahí es fundamentalmente donde le ven el atractivo nuestros amigos japoneses a este tipo de juegos.

Es cierto, podría ser divertido si la velocidad del juego fuese triplicada, porque la verdad es que es hasta cansino tener que soportar los diálogos que ya os hemos comentado con anterioridad y ponernos a oír la música, que es muy buena, pero que no es suficiente como para tener que esperar cerca de diez minutos pasando texto para pulsar tres opciones, luchar dos veces, y volver a repetir la historia.

Además, para el comprador occidental que no conozca el japonés es cuanto menos ridículo comprar el juego para nada. Porque tiene algún sentido pararnos a contemplar bonitas escenas y a chicas guapas, niñas fundamentalmente, pero no para gastar el dinero que supondría comprarlo de importación.