Vuelven las fuerzas especiales más simpáticas y más peleonas.

El mundo está en peligro… lo cual ya no es una novedad. Y las fuerzas especiales, compuestas por una fuerza especial que eres tu, tendrán que salvarlo… otra vez. Porque ésta es la tercera entrega en GBA de un juego simpático y divertido, pero con poca innovación.

Es curioso ver como el título del juego, hace referencia a las fuerzas especiales que deben proteger a la humanidad. Es curioso, básicamente, porque a la hora de jugar todo el trabajo recae sobre el mismo personaje. Es que es tan especial que vale por varios.

En esta tercera entrega, se ha escogido una amenaza biológica para justificar un nuevo producto, que de nuevo tiene más bien poco. Quien haya visto cualquiera de las 2 entregas anteriores ya ha visto ésta. Lo cual se puede convertir en un punto negativo… o no.

Al igual que Metal Slug, este juego combina plataformas, acción y humor, aunque a partes desiguales. Si bien el título de SNK resulta genial porque sí logra esa perfecta combinación, aquí el humor es más bien escaso, al igual que las plataformas, quedando la acción como elemento principal.

El objetivo de cada fase es simplemente llagar de un punto a otro, acabando con todo terrorista malo malísimo que se ponga por delante, hasta llegar al jefe final de fase y poder pasar así a la siguiente. Como se puede deducir, la variedad no es el punto fuerte del juego, y la jugabilidad no es lo suficientemente adictiva como para que la variedad nos de igual.

Esta tercera entrega de Special Forces intenta enganchar al jugador no por su apartado técnico, o por su argumento, sino por su jugabilidad. De manera que el jugador se divierta simplemente avanzando por las fases. Y en cierto modo lo consigue, pero no tanto como debería.

Por un lado, le falta de originalidad, o elementos innovadores respecto a entregas anteriores. Por otro, está la continua repetición de los escenarios por los que vamos avanzando. Sin ir más lejos, la primera fase consiste en avanzar por un tren hasta llegar a la parte principal del mismo. Pero es que el tren es más largo que un día sin pan… ¡no se acaba nunca! A poco más, cuando la locomotora llegue al destino, el último vagón todavía estará saliendo.

Esto se traduce en pocos niveles muy largos, lo que lleva a cansar al jugador por estar viendo siempre lo mismo una y otra vez. Con siempre los mismos enemigos, cuya única variedad reside en el número en el que aparecen.

 g r á f i c o s

El apartado visual, sin ser condenadamente bueno cumple bien para la máquina en la que corre el juego. En contra tiene la nula diferencia respecto a entregas anteriores. Los fondos son diferentes, pero todo lo demás se mantiene intacto.

El personaje, a pesar de ser una especie de Rambo a lo bestia, capaz de cepillarse un ejército completo sin siquiera despeinarse, tiene un aspecto de lo más gracioso. Algo bajito y ligeramente cabezón, contrasta con su eficacia en combate… eficacia debida sobre todo a la inutilidad de los terroristas

Su animación está cuidada, aunque es totalmente similar a la de anteriores Special Forces. Las armas que manejará también serán las mismas ya vistas. La pistola para empezar, con munición infinita, pero algo lenta a la hora de disparar. La ametralladora de munición limitada pero mucho más rápida. Y por supuesto las indispensables grandas.

Los enemigos, para encajar en el papel de inútiles que tienen ante nosotros, también se les ha dotado de un aire cómico, con una presencia similar a la del héroe protagonista. Su animación está igualmente cuidada, pero sus acciones son bastante más limitadas que las nuestras.

En cuanto a los escenarios, son bonitos, pero poco más. Mucho colorido, sí, pero se repiten más que la fabada. Nada más empezar nos dará la impresión de estar una y otra vez pasando por el mismo sitio, como si fuera un bucle en el juego. Lo que demuestrá que sus creadores no querían tirar la casa por la ventana a lo hora de invertir tiempo en el desarrollo de los mismos.

Por último los textos están en castellano, y aunque siempre es de agradecer, la historia es totalmente superficial.

Las melodías que acompañan, a pesar de ser tan repetitivas como los gráficos, se aguantan bastante mejor gracias sobre todo a los ritmos cañeros que tienen. Acompañan bastante bien para un juego de acción como este, y animan para repartir leña entre los malos.

Los efectos de sonido no son nada nuevo, ni tampoco son nada excepcional. Disparos y explosiones todo el rato, aunque con una calidad un tanto limitada. También destacan los gritos de los malos al morir y poca cosa más.

 j u g a b i l i d a d

Pues hablar de un plataformas de acción no es nada nuevo, y desde luego no es nada original. Pero siempre es divertido echar unas partidas. Claro que teniendo alguna de las versiones anteriores, puede ser un poco ridículo volver a invertir en el mismo tipo de diversión.

Por un lado, hay que reconocer que ir avanzando, agachándose tras las cajas, lanzando grandas, esquivando disparos, saltando, soltando ráfagas, cambiando de arma para ahorrar munición, avanzar más… se hace divertido, es inevitable.

Es una temática muy usada, pero que por muchos años que le pasen por encima, siempre tendrá ese punto que la hace irresistible por mucho que los programadores se empeñen en machacarla. Aquí no es que se empeñen mucho, pero la continua repetición de los escenarios es algo que termina por cansar.

Además, los saltos entre plataformas están en un segundo plano. En cierto modo, las escasas plataformas que hay, están puestas principalmente para poder esquivar los ataques enemigos, escondiéndonos tras ellas, o elevándonos de los susodichos disparos.

En el juego hay principalmente 3 clases de armas: la pistola, la ametralladora y las granadas. Las dos primeras son idénticas salvo por la munición, infinita en la pistola, y por la cadencia de tiro, más rápida en la ametralladora. Ambas sirven para freír terroristas, la salsa del juego.

Las grandas, aunque escasas, tienen la ventaja de ahorrarnos la tediosa tarea de apuntar, ya que con lanzarlas hacia delante casi barren todo lo que haya. Son totalmente imprescindibles para avanzar sin morir cada dos por tres, ya que una estrategia muy útil es agacharse tras alguna caja y soltarla discretamente a los pies de los enemigos que hay al otro lado.

Y poco más se puede decir. El juego se resume en un mata-avanza-mata-avanza-acaba con el jefe de fase-pasa de fase. Algún minijuego como lanzarse en paracaídas alegra un poco la misma rutina, pero tampoco son gran cosa.

 c o n c l u s i ó n

Si quieres diversión instantanea para llevar, éste es tu juego. Si quieres dar mucha caña a gente muy mala, ni lo dudes, a por el. El juego, a pesar de sus contras, tiene algo a favor muy importante, que en el fondo es divertido.

Pero claro, si ya tienes alguno de los anteriores, o los planteamientos arcade excesivamente simples no son lo tuyo, pues mejor escoger otra cosa. Y es que eso es lo más grande de la variedad, el poder escoger lo que le guste a cada uno.

En conclusión, un buen juego para cierto público, pero no para todos. Cada uno que aplique su propia medida en función de lo leído.