Champions of Norrath: Impresiones (PlayStation 2)

Una vez más, Snowblind Studios vuelve a dar una nueva vuelta de tuerca al género del action RPG que, sin ser extraordinariamente original, sí mejora producto a producto su anterior entrega. Ahora, por primera vez llega algo que mucha gente llevaba esperando durante demasiado tiempo: un juego estilo Diablo para consolas y online. ¿Estamos ante la experiencia mata-mata definitiva?

No es secreto que se me considera un auténtico fan de los juegos de acción y rol, rol y acción, action-RPG o como quiera llamárseles. Nunca he dedicado más horas a un videojuego que a Diablo II, ni tan siquiera al Starcraft, que ya es decir. Formo parte de esa comunidad de jugadores que les gusta destruir orcos, espectros, goblins, trolls… con espadas, hachas, mazas y grandes arcos de madera de cedro del asesinato de la codicia +2.

Probablemente llevo tantas horas en Champions of Norrath que os podría hacer el análisis, pero en MeriStation hemos decidido esperar un poco a tener la versión final en la redacción antes de mostraros el texto completo. Sin embargo, nos consta que mucha gente espera con ansia esta última entrega de Snowblind y casi os puedo asegurar que no va a defraudar a nadie.

Es cierto que, como dijimos tanto yo mismo como mi colega Álvaro Yánez en los anteriores análisis del Baldur's Gate Dark Alliance II y Fallout: Brotherhood of Steel, el género está de enhorabuena. Y lo está porque parece que, finalmente, alguien se está tomando en serio este tipo de juegos, los hack-and-slash, y ha decidido dar el siguiente paso lógico que de un tiempo a esta parte los usuarios de PC venían disfrutando; me refiero obviamente a llevar este estilo de juego online.

Así pues, Champions of Norrath no es solamente un buen juego tipo Diablo (aunque sería más correcto decir tipo Gauntlet), también es lo que yo creo como el principio de una serie, el precedente de lo que futuros juegos de este estilo deberían ser y, bajo mi humilde punto de vista, el referente en cuanto a buen hacer para un mata-mata de espadas y orcos. No es perfecto, está claro, pero aporta cotas de diversión y jugabilidad hasta el día de hoy impensables para este tipo de juegos y plataforma.

Hasta un máximo de 5 tipos de personaje (bárbaro, clérigo, caballero de las sombras, arquero y mago) en sus variantes masculina y femenina pueden escogerse para participar en el festival de matanzas de enemigos, que deberemos eliminar a través del medio centenar de niveles que contiene el juego. Durante el desarrollo de nuestras aventuras, iremos adquiriendo más y mejores ítems, lanzados aleatoriamente por los enemigos entre los más de los 10000 que contiene el juego.

Además, existen portales de la ciudad para poder escapar rápidamente al pueblo más cercano, aparte de los puntos de guardado habituales. Hay vendedores con los que comerciar, se pueden engarzar joyas en el equipo, árboles de habilidades, quests propios de cada personaje… En definitiva, Snowblind ha aprovechado bien el DVD 9 que contiene el juego (aunque a nosotros la versión final aún no localizada al castellano nos haya llegado en 2 DVD 5).

Y no solo en ese sentido el juego se parece a la genial creación de Blizzard. Existen determinados objetos únicos que todo el mundo tratará de conseguir, algunos hechizos especiales que conllevan un área de efecto (así como otros muy parecidos a las auras) acumulables entre varios jugadores y que potencian sus habilidades, añadiendo así un componente estratégico importante y, sobretodo, aquella determinación de algunos jugadores de poder estar jugando horas y horas solamente para obtener aquella pieza de armadura que llevan buscando una semana.

Los gráficos son dignos de mención a todos los niveles, desde el efecto acuático ya conocido hasta los nuevos detalles de partículas; es cierto que hay ralentizaciones y el motor se colapsa en algunas ocasiones (cosa que algún purista del framerate encontrará muy muy importante) pero son las menos, y en general el juego luce muy bien incluso activando el zoom con el stick derecho analógico.

Eso sí, evidentemente para ello necesitaremos realizar el gasto original de la compra del adaptador de banda ancha (y nos consta que no existe ningún pack que incluya ambas cosas, CoN + adaptador), un espacio extra en nuestra ya de por sí abarrotada tarjeta de memoria y algo de paciencia para configurarlo todo. Además, hemos podido comprobar que, por el momento, la funcionalidad online del juego en Europa está aún lejos del 100%.

También es cierto que, aunque sin duda alguna es un gran adelanto el añadido online a nuestra PS2, Champions of Norrath dista también todavía de la profundidad que, por poner un mal ejemplo, sí poseen los juegos del mismo tipo en el PC. Eso si, es posible comunicarnos con la gente del grupo si disponemos del auricular y micro que iban incluidos en el pack original del SOCOM, por ejemplo, sin necesidad de parar la acción para dar instrucciones a nuestros compañeros.

Hasta 4 jugadores pueden encontrarse simultáneamente participando en campaña; sin embargo, el punto de inicio de la aventura lo marca el jugador que hace de servidor de la partida, esté más adelantado o más retrasado que nosotros en nuestra propia campaña, ya que existe la posibilidad de exportar el personaje desde offline a online; es decir, no hay necesidad de crear un luchador distinto para jugar solo o con amigos.

Eso obviamente puede crear algunos problemas a la hora de progresar por la aventura si no solemos jugar siempre con los mismos amigos, ya que nos podemos encontrar en un nivel cuyos enemigos tengan un nivel mucho mayor al nuestro o bien demasiado inferior. Además, dado que no existe información previa de la partida a la que nos unimos, cada vez que entramos en un juego nuevo es una incógnita saber dónde vamos a aparecer.

Pero a pesar de ello la experiencia es altamente gratificante, si conseguimos crear una partida y que algunos amigos se unan a ella. La experiencia, como viene siendo habitual en estos juegos, se reparte entre los jugadores de forma que todos progresen de forma ecuánime. Evidentemente, y ya a estas alturas, encontramos algún 'looter', que solo se une a las partidas en busca de botín, pero de momento sucede en contadas ocasiones.

En definitiva, a la espera de la versión española para someterla de nuevo a revisión, podemos afirmar sin miedo que Champions of Norrath no tiene rival en los juegos de este estilo y de esta generación. Como puntualicé al empezar estas impresiones, incorpora todo lo bueno de Dark Alliance II y le añade la funcionalidad online. En cuanto hayamos destripado una versión más actualizada os mantendremos informados.