Cambio de tercio

Cambio de registro en la prolífica franquicia Everquest, un juego de estrategia con los, últimamente comunes en el género, toques de rol. Si bien en este título nos vamos a encontrar con un poco más de sabor rolero, ¿merece la pena?, ¿más de lo mismo?. Vamos a echarle un vistazo a esta nueva visión del universo Everquest.

Después de una secuencia de introducción corta pero intensa, de muy buena realización técnica, nos encontramos ante el típico menú principal de un juegos de estrategia. Aunque seáis nuevos en esto el menú es sencillo y las opciones son muchas pero bien explicadas, basta con que dejemos encima el cursor para que nos aparezca una explicación más extensa en caso de duda, o consultar el manual, que para eso está.

Guión

La historia nos cuenta  que en el pasado de Norrath, el mundo en el que se desarrolla la historia de Everquest y de Lords of Everquest, los ogros, criaturas que actualmente no so conocidas precisamente por su inteligencia, llegaron a adquirir un gran poder, incluso para invadir los planos elementales, aunque no para terminar con el concilio de Rathe. Ante esto, el creador de los ogros, el dios de la guerra Rallos Zek, decidió liderar su propia invasión para terminar el trabajo que no pudieron hacer sus criaturas. Pero los dioses superiores lo vencieron y maldijeron a todos los ogros, gigantes y orcos, quitándoles sus dones.

Todo sería nada más que otra historia si los ogros no hubieran robado tesoros y objetos conteniendo terribles secretos de los planos elementales, aunque a lo largo de los años se haya intentado destruir y buscar esos objetos, la tarea no ha podido ser completada, y Rallos Zek espera el momento de liderar un ejército para vengarse. Bueno, nada que nos sorprenda especialmente, nos encontramos en un continente en pleno conflicto y con muchas tensiones entre las tres facciones disponibles.

Reino de las Sombras - Una alianza de las razas malignas de Norrath. Trolls, goblins, gnomos, ogros, etc. Predominan entre ellos los elfos oscuros. Son frecuentes las guerras internas y la traición entre los miembros de esta facción, una elección apropiada si lo tuyo son las tácticas y objetivos menos benévolos.

Alianza Elddar - Las criaturas más reservadas, los elfos, forman el grueso de esta facción. Tanto altos elfos como semielfos como elfos silvanos estarán a nuestras órdenes en esta facción. Ideal para los más legales.

Hermandad del Alba - Enanos, humanos y bárbaros serán nuestros instrumentos para conseguir la victoria en esta facción. Perfecta para aquellos que prefieran los personajes más cercanos a la realidad, dentro siempre de la fantasía, claro.

El desarrollo del argumento no es precisamente muy bueno, y es bastante previsible y típico. No es algo a destacar, pero debería de serlo puesto que es la columna vertebral del juego. A los fans de Everquest tal vez les resulte más interesante el desarrollo del juego, y a lo mejor se sienten más identificados con los héroes y con las facciones. Pero a los profanos en el mundo de Everquest no les resultará especialmente apasionante.

Gráficos y Sonido

La calidad gráfica es aceptable, 1600x1200 píxeles de definición máxima está bien. Pero es un juego con unos requisitos técnicos bastante elevados para lo que ofrece. Las animaciones de las unidades no son muy fluidas, en algunos casos resultan bastante ortopédicas y los modelos de las unidades no son precisamente de lo mejor que se ha visto. Si bien no dejan de ser buenos y representativos de sus respectivas razas, no llevan a confusión.

Los héroes tienen, como no, sus modelos personales y son bastante vistosos, pero no llegan a convencer del todo. Se podría haber puesto más énfasis en este aspecto, puesto que los modelos pecan de ser muy angulosos y eso le quita vistosidad al acabado general. La variedad de los escenarios es la típica: agua, tierra, montaña, etc. Pero los colores son en general muy apagados, al contrario de los escenarios coloristas de, por ejemplo, Warcraft III. Me gustaría pensar que se ha hecho de esa forma para representar un continente mancillado por la guerra, pero no las tengo todas conmigo, lo dejo al juicio personal de cada uno. Nótese que con esto no quiero decir que los escenarios sean malos, tienen todos los detalles que cabe esperar de ellos.

Las voces de las unidades y de los héroes son buenas, representan muy bien lo que se esperaría de la raza en cuestión, o de la voz más profunda de personajes más importantes y héroes. Muy bien este aspecto. La música, si bien cumple su objetivo, no es un aspecto a destacar. Cada facción cuenta con su propio repertorio de piezas musicales pero en ocasiones resultan repetitivas y poco imaginativas, no son algo que te vaya a llamar especialmente la atención.

Jugabilidad

El manejo del juego es el típico introducido por Warcraft II, utilizaremos las flechas de control para mover el mapa ( o el minimapa y el ratón), con el botón izquierdo seleccionamos menús y unidades, y con el botón derecho ejecutamos las acciones predeterminadas. Si eres nuevo no te preocupes, es un control muy intuitivo y el juego cuenta con un tutorial para introducirte a la estrategia en tiempo real en el que te harás enseguida con el control.

La interfaz tampoco tiene ningún misterio y tiene la ventaja de que podemos poner las ventanas de la misma donde más nos guste, o quitarlas, dado que ocupan bastante espacio. Un punto a favor y que debería ser considerado por los desarrolladores que en general nos proponen interfaces más rígidas. Si bien es verdad que los personajes y unidades del título que nos ocupa tienen muchas características individuales y por lo tanto necesitan más espacio.

La adición de estas características individuales a todas la unidades, que pueden subir de nivel igual que nuestros héroes, mejorando sus capacidades, incluso llevando objetos también, son los elementos roleros añadidos al juego. Tendremos cinco héroes a elegir por cada facción, cada uno sus características y con un nivel de dificultad. La elección de uno u otro héroe no alterará especialmente el desarrollo del juego, si bien se pueden pasar los personajes de una misión a otra.

La variedad de unidades a elegir, unas quince por facción, es elevada si, pero no está bien estructurada. Las unidades aéreas resultan muy vistosas por ejemplo, pero en cada facción vienen a estar representadas las mismas unidades y no hay realmente una variedad. Esto unido a que las misiones casi siempre nos impondrán los mismos objetivos, reduce considerablemente la jugabilidad del título, haciéndolo menos adictivo.

En la mayoría de ocasiones basta con reunir un gran ejército y lanzarlo contra el enemigo, sin primar especialmente la estrategia. Otro aspecto bastante decepcionante es la IA de las unidades, esperemos que se mejore en parches, porque es muy frustrante asistir a matanzas sin poder hacer nada para evitarlo, aparte de maravillarte ante la impresionante torpeza de tus tropas.

Estrategia y trucos

Tanto si ya sabes de lo que va el género como si no juega el tutorial que, aparte de lo básico del género, te introducirá a los aspectos únicos de Lords of Everquest. Para los más expertos las misiones no supondrán mucha complicación, para el nuevo algunas pueden ser un desafío, pero nada que te obligue a cursar estudios universitarios.

Ten claros los objetivos, defiende enseguida tu base, conoce a tus unidades y sus puntos débiles, así como los del enemigo. Explora siempre rápidamente tu perímetro y los alrededores en busca de expansiones para que no te falte el platino y reza porque a tus tropas no les entren ataques de estupidez.

Comparándolo con...

Con Warcraft III, gráficos más coloristas, mejores animaciones, mejor argumento. Más variedad en el árbol tecnológico, localización total del producto, IA muy buena, y un largo etcétera que hace que unos juegos sean obras maestras y otros, si bien no son nada despreciables, se queden en el camino. Eso sí, si lo que te gusta es manejar un número grande de tropas simultáneamente, quédate con Lords of Everquest antes que con Warcraft III, que se centra en grupos más pequeños.

Lo que está bien

Lo que no está tan bien

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