Camino a la perdición...

Con sus propias reglas, jerarquías y valores, la organización controlada por los gangsters tildados como Capos, o jefes del movimiento delictivo, la Mafia tuvo en su poder una influencia que en muchos casos sobrepasaba el del gobierno del país en el que actuaban. Y en determinados casos, hasta los propios gobernantes eran simples títeres de los manejos de las Familias... Las redes de la Mafia italiana llegaban a todos y a todo.

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Illusion Softworks ha sido la encargada de llevar a cabo la conversión de "Mafia" para PC, que tanto éxito obtuvo en su momento. Playstation 2 ahora, y en unos días, según apuntan los rumores, Xbox, son las siguientes máquinas en la lista en recibir a un título que se ha comparado con algunos de los más populares juegos de acción de los últimos tiempo. Grand Theft Auto, Getaway o el más reciente True Crime: Streets of L.A. son algunas de las referencias que seguro que os pasarán por la cabeza cuando le echéis el guante a la última creación de Gathering e Illusion Softworks.

Todo ésto viene a que el motor del juego, bautizado con el nombre de LS3D, no hace justicia a los espectaculares visuales de su homónimo de PC, siempre que éste corriera en una máquina más o menos decente. Playstation 2 hace lo que puede para intentar mover las cantidades ingentes de polígonos que la gente de Gathering e Illusion Softworks ha intentado plasmar en pantalla de la mejor forma posible, pero el resultado final no es en absoluto para tirar cohetes. Pero vayamos por partes.

Mafia presenta Lost Heaven, una ciudad de 20 km cuadrados reales, inspirados en localizaciones reales de los años 30. El equipo encargado de representarlas se ha preocupado de que en las por otra parte pobres texturas que representan los edificios y demás construcciones encontremos encerrada la atmósfera de los años en los que los famosos Elliot Ness o Bonnie and Clyde están localizados.

El gran tamaño de la ciudad no se ha visto acompañado, por desgracia, por una cantidad pareja de detalles. Las diferentes ubicaciones que podrán visitarse están limitadas a las que tienen que ver directamente con el hilo argumental, lo que puede llegar a provocar una sensación de vacío a aquellos jugadores que busquen algo más que una experiencia de "ve de este punto A a este punto B y liquida a C".

Las texturas, empezando por las utilizadas en los personajes y pasando por las que representan a los gigantescos edificios, intentan dar la sensación de un fotorrealismo que, por desgracia, únicamente resulta atrayente en el caso de los individuos modelados. La representación de Lost Heavenes, sin duda, uno de los puntos flacos del juego, no por la ambición con la que ha sido diseñada, francamente loable, sino porque se ha dado de bruces con unas limitaciones que, suponemos, han ido más allá de las inherentes del hardware de la 128 bits de Sony. Las prisas nunca son buenas consejeras...

Un popping mal camuflado por un difuso efecto niebla ha sido la solución adoptada por los programadores gráficos para disimular las limitaciones del hardware de PS2. Y es que el anteriormente citado tamaño gigantino de los edificios ha supuesto un duro lastre para la potencia de una máquina que cada día que pasa le cuesta más mantenerse en una línea ascendente de calidad. Además, da la sensación que la gente de Illusion Softworks no se ha molestado demasiado en disimular ésto con unas cargas en background más o menos disimuladas, o con la inserción de imágenes estáticas de una forma suave. Por el contrario, se ha optado por la decisión salomónica de 'interrumpir' - literalmente - la acción con un fundido a negro que dará paso a una sosa imagen que ocupará toda la pantalla durante los segundos en los que la 128 bits de Sony se dedicará por completo a tareas de recopilar los datos necesarios del lector.

El control de colisiones provoca que los vehículos se vayan desmontando, poco a poco, a medida que éstos van sufriendo daños. Primero se verán salpicados por distintas texturas en plan 'parche' con las que se ha intentado representar las abolladuras varias que sufrirán los coches y demás motores andantes, pero no pasará mucho hasta que las puertas y demás 'complementos' de los que dispondrán los medios de transporte pasen a convertirse en elementos decorativos de las calles de Lost Heaven.

A pesar de todo, hay detalles que hay que destacar, como por ejemplo, en el modo de carreras, el impagable detalle de las caras tiznadas por el humo y el carbón en la cara de los pilotos cuando éstos se coloquen en el podium. Y ya se sabe que el diablo está en los detalles...

Este juego, que ha sido lanzado en nuestro país por Virgin Interactive, presenta una historia que podría ser perfectamente utilizada por una producción cinematográfica. El jugador encarnará a Tommy, un taxista que, en contra de su voluntad, debe conseguir que unos mafiosos escapen de sus perseguidores. Así es como entra en contacto con la familia de Don Salieri, uno de los capos mafiosos más respetados de la ciudad.

Los cruces estarán controlados por semáforos que habrá que respetar si no queréis que las fuerzas del órden os pongan una multa que repercutirá en vuestros ingresos. Y es que, al igual que en la galardonada saga de Rockstar, la policía patrullará por las calles de la Lost Heaven, vigilando que todo el mundo cumpla las normas de tráfico. A diferencia de GTA, si os pillan in fraganti perpretando algún delito de circulación, no os llevarán a comisaría, sino que os harán pagar una pequeña cantidad. Para poder satisfacerla deberéis descender del vehículo y soportar el sermón que tenga a bien daros el agente de la Ley; aunque siempre os quedará la posibilidad de emprender la huída para ahorraros unos pavos. A fin de cuentas seréis un mafioso...

Otro de los deberes del buen conductor en Mafia será el no superar las 60 millas por hora. Aunque parezca mentira, los arcaicos vehículos del juego son capaces de desarrollar velocidades muy superiores sin que casi nos demos cuenta, por lo que es de agradecer que los programadores hayan incluido la posibilidad de limitar el desarrollo de los motores teniendo en cuenta la velocidad máxima de cada momento.

Por supuesto, no sólo tendréis que preocuparos de los inconvenientes y problemas que la conducción en una gran ciudad acarrea, sino que faena tendréis en cumplir todas las misiones que se os vayan encomendando. Como nuevo miembro de La Familia, ganarse el respeto del resto de 'familiares' no será sencillo, pero valdrá la pena. Liquidar a unos cuantos, extorsionar a otros y tener el respeto de todos serán algunas de vuestras asignaciones. Si no queréis sentir la furia del Capo, ya podéis esmeraros...

En este modo de carreras se podrá hasta desbloquear coches y circuitos, por lo podría llegar a considerarse casi como un juego dentro de otro juego si no fuera por sus evidentes limitaciones. Y es que la limitada calidad de los acabados de este modo no es en absoluto para tirar cohetes, además del hecho que los vehículos seleccionables, que no pueden ser modificados de ninguna de las formas imaginables, tienen un valor que no excede en ningún momento del sentimental. Son casi latas de sardinas andantes que estarían mucho mejor en

El repertorio de objetos y parafernalia varia a la que podréis hincarle el diente se compone nada más y nada menos que de 60 vehículos clásicos y 12 armas. Entre el arsenal encontraréis bates de béisbol, escopetas, pistolas o incluso ametralladoras Thompson al más puro estilo Return to Castle Wolfenstein. De los vehículos, qué decir, que son fieles representaciones de los cach... digo coches que recorren las calles en películas

l  o    m  e  j  o  r

l  o    p  e  o  r

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