Una saga vampírica

Cinco son las entregas que lleva la serie Legacy of Kain en el mundo del videojuego. Repartiendo el protagonismo entre los vampiros Kain y Raziel, con "Blood Omen" y "Soul Reaver" respectivamente, la saga de Crystal Dynamics ha probado tener el suficiente carisma como para lograr arrastrar toda una legión de fans apasionados por las vicisitudes acaecidas por Nosgoth.

Tras una primera entrega que, como si de un "Zelda" occidental se tratase,  narraba los primeros compases vampíricos de Kain (con "LOK: Blood Omen"),  Legacy of Kain se tornó tridimensional en su segundo capítulo, "LOK: Soul Reaver", siendo en esta ocasión el personaje principal el mártir Raziel, un vampiro al cual Kain y su séquito repudiaron y dieron por muerto. La mecánica cambió sobremanera para marcar ese estilo propio que ha terminado siendo tan característico de la saga.

Su continuación, "Soul Reaver  2", si bien logró un nivel tecnológico altísimo y un apartado jugable igualmente notable, como juego no llegó a la maestría del planteamiento lúdico de su inmediato antecesor, sobre todo en cuestiones de puzzles y desarrollo argumental. Hecho el cual tampoco supo solventar la siguiente aparición de Kain como protagonista, "Blood Omen 2". O sea, se trataba de un producto correctísimo en todos los sentidos, pero carente de cualquier atisbo de genialidad.

Por contra, la situación parece que está por cambiar. Sin llegar en ningún momento a niveles de mediocridad, "Legacy of Kain" se había estancado de mala manera, dando incluso la impresión de que se iban dando progresivos pasos hacia atrás en sus maneras lúdicas. El caso es que había que terminar de algún modo la curva argumental de la saga, porque o era eso, o era finiquitar la franquicia a mitad de camino.

Y qué mejor que unir a los dos antihéroes del juego, que completar el círculo que Kain y Raziel comenzasen en el primer "Soul Reaver". Para ello, había que hacer algo grande, revisar de arriba abajo los defectos y virtudes de todos los capítulos para hacer de "DEFIANCE" un auténtico diamante en bruto.

Así pues, no sólo nuestros amigos de Crystal Dynamics han recopilado lo mejor de ambas sub-series, sino que se han fijado sobremanera en alguna que otra obra maestra del mundo del videojuego, más concretamente del panorama más consolero. Como ya hiciesen sus predecesores, se deja ver su metodología de juego y en los enigmas cierto toque a lo "Castlevania", pero se hace mucho más patente la huella que el popular "Devil May Cry" ha dejado en los combates.

De hecho, ver una secuencia de combate del anteriormente citado juego de Capcom y en el que ahora nos ocupa resulta bastante curioso por el parecido. Pero más curioso es ver lo bien que funciona este sistema en un software para PC y compatibles, porque pocas veces veremos furiosas batallas tan bien plasmadas y, sobre todo, tan dinámicas y explosivas. De lo mejor de "Defiance", que no quepa duda… ¿estará el resto del conjunto a la misma altura?

Gráficos y sonido

La verdad sea dicha, entre tanta basurilla visual que sale hoy en día al mercado de los juegos de PC, da gusto encontrarse con un programa tan bien tratado artísticamente hablando. Y es que da risa compararlo con una gran mayoría de los lanzamientos actuales, porque "Defiance" sale ganando por varias cabezas, no sólo en lo que a la calidad en sí corresponde, sino en que tiene optimización que agradecerán los usuarios con equipos más modestos. Algo comparable a grandes títulos como "Max Payne 2" o "Call of Duty", dicho sea de paso.

De primeras, "Legacy of Kain: Defiance" es, a nivel gráfico, tan fácil como sencillo de configurar. Podemos dirigir desde un clarísimo menú de opciones el colocar filtros anisotrópicos, bilineales, trilineales o un bonito y efectivo anti-aliasing… Y lo más curioso es, que en términos totalmente retro o para aquellos que dispongan de un PC más pobre, podemos ver el juego sin suavizado de textura alguno, al más puro estilo de los viejos tiempos, con esos pixelotes gordos de toda la vida ;-P

Sea cual sea la configuración gráfica elegida, "Defiance" se perfila a todas luces espectacular. Tras deleitarnos con una genial introducción realizada con retazos de los anteriores capítulos (con la impresionante banda sonora que abanderaba "Soul Reaver"), podemos observar que Kain y su entorno tridimensional se mueve a las mil maravillas. Fruto de la anteriormente citada optimización, el framerate se mantiene casi todo el tiempo a unos 50 fps en un Pentium 4 2 Ghz con una humilde GeForce MX.

Y no es precisamente porque se hayan ahorrado carga poligonal ni nada por el estilo, ya que los personajes y los escenarios han sido trabajados con un sumo detalle por el gusto. Kain puede presumir de tener un diseño excelente, al igual que Raziel, que tal vez sea el personaje que menos ha evolucionado con respecto a anteriores entregas. Eso sí, se nota el aumento de polígonos y, sobre todo, de llamativos efectos de brillo en tiempo real, que podemos vislumbrar en lugares como las botas o la espada de Kain, o las armaduras de los soldados enemigos.

Aparte, los protagonistas son expresivos a tope. Se nota sobremanera en el personaje de Kain, que cambia la expresión de su rostro con cada movimiento que hagamos. Y vaya movimientos… todos ellos rápidos, ágiles y tremendamente fluidos. Con ello, todas y cada unas de las acciones disponibles con nuestros engendros resultan muy, pero que muy visuales. Desde trepar un simple muro hasta pelear con multitud de enemigos a la vez, todo resulta bastante espectacular.

Lo mejor de todo es que, a pesar de que el producto es occidental, no tiene esa marca característica de la que adolecen muchos de los juegos de acción no-nipones. Es decir, que los personajes terminan adoptando poses tan ortopédicas como ridículas, nada dinámicas… Pues en "Defiance", nuestros héroes son un cúmulo de posturitas, con movimientos dignos de momentos kodak. Pero para momentos de foto, los que nos ofrecen los asombrosos escenarios.

Construcciones en ruinas, templos abandonados, bosques marchitos… Los decorados de la obra de Crystal Dynamics son capaces de dejar con la boca abierta a propios y extraños. No sólo están realizados con toda la potencia que un buen engine gráfico puede otorgar, sino que tanto estéticamente como artísticamente, están tocados por una mano que les ha transferido belleza a raudales, espectacularidad sin par y, por encima de todo, de un concepto de majestuosidad digno de los genios arquitectos de siglos pasados.

También dan la nota en lo positivo otros puntazos visuales, como el más que convincente efecto de agua, los rastros de sangre de los enemigos, nuestra transformación en niebla y el más que impresionante efecto que muestra el entorno en el mundo espectral, con una distorsiones gráficas que ni la cara de Michael Jackson, con el blur por bandera. Impactante como pocos, así son las maneras en las que se muestra constantemente "Legacy of Kain: Defiance"…

Por fortuna, el tema sonoro se encuentra bastante a la par. De primeras, hacer notar que el doblaje al castellano se ha llevado más que dignamente. Las interpretaciones superan la media de calidad de las que podemos oír en el mundo del videojuego, a pesar de que alguna que otra voz (la de Kain, desgraciadamente es una de ellas) no es nada apropiada. Pero como no se puede pedir todo (o tal vez sí), nos acostumbramos rápidamente a unas voces correctas, aunque lejos de llegar a nivel de las originales en el idioma de Shakespeare.

De sobresaliente se puede tachar la banda sonora, que si bien le pesa el calificativo de poco original al repescar alguna que otra melodía de la saga. "Defiance" es absolutamente contundente en sus composiciones, que ambientan a la perfección los entornos en los que nos moveremos, a la par que cambiará adaptándose a la situación en la que nos encontremos, al más puro estilo ¡MUSE. Hay que agradecer el hecho de que en la intro se haya metido la genial sintonía que daba pie al primer "Soul Reaver", una música del todo espectacular.

Y ahí, en el fondo, quedan los sonidos, unos fx que arrancan desde la corrección más tímida hasta llegar a protagonizar los mejores momentos del programa. En especial, las situaciones en las que el sistema EAX hace acto de presencia, donde los ya de por sí apabullantes decorados tomarán forma con sólo cerrar los ojos y dejar que las ondas sonoras recorran nuestros pabellones auditivos. Real y espectacular… dos veces real.

Guión

La historia del conflicto entre Raziel y Kain continúa. La búsqueda de venganza del primero le llevó a caer en la esclavitud como segador de almas, habiéndose dado cuenta tras escapar que ha perdido siglos. Por su parte, en otra corriente temporal, Kain sigue empecinado en cumplir la profecía vampírica y ser el Mesías de su raza. ¿Tendrá Moebius la solución?

Jugabilidad

Los que hayan seguido a pies juntillas todos los capítulos de esta serie sabrán de buena tinta que, en términos de jugabilidad, los juegos de Crystal Dynamics han gozado de unos altibajos bastantes incómodos. En el recuerdo está la última entrega de la saga, que sin ser un lanzamiento mediocre, se puede decir que a duras penas sobresalía del raspado aprobadillo. Es por ello que las expectativas que hay sobre este "Defiance" están repletas de incertidumbres.

Trataré de abriros los ojos en ese sentido. Con ojos quisquillosos, a "Defiance" se le pueden encontrar ciertas lagunas jugables… que si la cámara no siempre es la adecuada, que si los saltos son terriblemente fastidiosos, que si los combates son un paseo… en fin, ojos quisquillosos que a veces vislumbran más bien medias verdades. Y lo digo porque, si bien "Defiance" no es ni mucho menos un juego perfecto, a un servidor le ha tenido encandilado y pegado al monitor durante horas y horas, y no precisamente por el hecho de la obligación de jugarlo para poder redactar el presente análisis.

"Legacy of Kain: Defiance" lanza un sutil manto con sus buenas maneras para atraparte irreversiblemente. Con un estilo de juego más cercano en sus propuestas al medio de las videoconsolas, el último capítulo de las aventuras de Kain se desmarcan de toda una troupé de títulos peceros que se empeñan en complicar la jugabilidad hasta límites en los que un tutorial que hace insoportablemente tedioso. Desde el primer momento, Kain es a los mandos una absoluta una delicia pese a su abrupto careto.

En cierto modo, el control está rescatado de los juegos de la serie "Soul Reaver", sólo que potenciando hasta límites insospechados la capacidad de lucha de los personajes protagonistas, enfocando claramente el ritmo de la acción a un tempo bastante similar al del megahit consolero "Devil May Cry" o el más reciente "Castlevania" de Playstation 2. Esto significa que cada enfrentamiento será todo un placer, por su agilidad, agresividad y, por qué no decirlo, su espectacularidad de cara a los sentidos.

En cierto modo, los combates ocupan un 50 por ciento del desarrollo de este título, repartiéndose en un buen cóctel con las bien dosificadas partes de aventuras el juego. Enigmas sencillotes del estilo de coger tal objeto para abrir tal puerta son los que moverán el hilo de la historia, añadiéndose como novedad la posibilidad de usar el poder de la telekinesia par amover objetos, destruir partes del escenario (habilitadas para ello, que esto no es "Red Faction") o mover a los enemigos a nuestro antojo (algo muy, pero que muy divertido).

Otro nuevo detalle novedoso en la saga es la posibilidad de movernos con sigilo, al más puro estilo "Splinter Cell". Lo malo es que esta acción está muy bien para andar despacito y no corretear como locos por los escenarios, porque en lo que respecta a pasar desapercibido, tiene escasa utilidad. Tan sólo en momentos puntuales nos servirá para poder hincar el diente por la espalda al despistado individuo de turno.

Aunque el juego no deja de ser un beat'em up con algunos puzzles bastante asequibles (diciendo esto con vena crítica, claro está), la ambientación y la trama argumental consiguen engancharnos del todo. Pero por encima de todo, "Defiance" consigue hacer una mezcolanza fantástica, muy inspirada, capaz del elevarnos a momentos frenéticos y de ritmos vertiginosos en los que nos medimos con los más diabólicos monstruos o pasar por un trayecto cien por cien plataformero, a meternos casi sin que nos enteremos en situaciones que obligarán al cerebro a funcionar para poder seguir avanzando.

Lo que sí hay que hacer notar es que el parecido entre los dos protagonistas del juego no se oculta demasiado. Es decir, si bien a niveles de estética son tan parecidos como Brad Pitt y Tony Genil, en términos de jugabilidad se quedan muy cerca. Eso sí, en sus respectivas fases se ha hecho mucho más hincapié por la acción con Kain al mando, mientras que Raziel tendrá que enfrentarse en mayor medida a la plataformas y a los puzzles. De todos modos que quede clara una cosa, ambos individuos tendrán que afrontar de todo.

Ahora que he mencionado las plataformas, este punto puede ser detonante de que "Defiance" sea repudiado un poquito. La causa está en las peregrinas cámaras, que a pesar de que suelen ofrecer casi siempre un buen ángulo, a veces se tornan incómodas y pueden provocar más de un disgusto. Claro está que se solventa en gran medida con un buen salto de fe… o calculando bien, que tampoco es tan difícil.

Por lo demás, las premisas que definieron a la serie más famosa de Crystal Dynamics siguen presente. Acción, aventura y la necesidad de alimentarnos de los enemigos, ya sea chupando la sangre en el caso de Kain o absorbiendo las almas con Raziel. Gran aliciente es cumplir con tan vil tarea, os lo puedo asegurar… Y es que, incluso sin la necesidad, es un gustazo ver cómo Kain chupa desde lejos la sangre de sus inocentes víctimas. Más, por favor…

En definitiva, en términos lúdicos, "Legacy of Kain: Defiance" es magnífico, se nota tras catarlo brevemente que ha sido mimado en su jugabilidad hasta límites insospechados. Y que tras su código se esconde un equipo de desarrollo del más alto nivel.

Comparándolo con…

Pues la comparación no tendría cabida con juegazos de la talla de "Juez Dredd vs Death" o "Terminator 3". No, ahora en serio… hay que decir que es de vergüenza que, tras comprobar la tremebunda calidad que atesora el juego protagonista de este análisis, sigan saliendo al mercado a día de hoy bazofias como los dos juegos anteriormente citados.

"Defiance" sí se podría comparar perfectamente con "Soul Reaver 2" o "Legacy of Kain 2", siendo un título que coge lo mejor de ambos programas, pero por buscar un referente más cercano, podría coger el estupendo "Enclave". Aunque la verdad, a pesar de que se trata de dos aventuras de acción en las que los espadazos y los pequeños enigmas están presentes, se distancian sobremanera en la forma en la que se han plasmado los conceptos. Ambos son juegos sobresalientes a mi forma de ver, y compatibles en su metodología.

En todo caso, se podría comparar por su parecido con "Devil May Cry", "Rygar" o el último "Castlevania", pero como todos ellos son juegos de Playstation 2 y no han visto la luz en PC pues… en otra ocasión, amigos. Puede que en consola "Defiance" sea uno más, pero en su versión para ordenador es todo un bombazo, que no os quepa la duda.

Lo que está bien

Lo no está tan bien

Enlaces

Requisitos del sistema

Mínimos: Pentium III 700 o Athlon equivalente, Windows 98 SE/2000/XP, 128MB de memoria de sistema, tarjeta de sonido 100% compatible con DirectX 9.0, CD-ROM de cuádruple velocidad y tarjeta gráfica de 32MB, compatible con Direct 3D y TnL, 100% compatible con DirectX 9.

Equipo de pruebas: Pentium 4 2GHz, 512MB de Ram, GeForce 4 MX 440 64MB. El resultado en lo que a rendimiento se refiere es absolutamente fluido, dando a entender la soberana optimización de "Defiance" en todos los sentidos. En las más altas resoluciones y con los filtros más potentes activados, el juego corre como la seda.

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