Espíritu animal

Poco a poco, Bloody Roar se ha ido haciendo un nombre en el consolidado genero de los one vs one. Tras irrumpir en el mercado de las 32 bits, entre Tekkens y demás joyas, Bloody Roar ha sabido mantenerse en la zaga aportando con cada uno de sus títulos mejoras y un estilo de juego propio. Veamos sus atributos en su primera incursión sobre los 128 bits de Microsoft.

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Son varias ya las entregas que hemos podido disfrutar de Bloody Roar, un título que hizo sus primeros pinitos durante la fructífera época Playstation. Como un juego más de lucha, y tras varios batacazos por parte de Hudson en este terreno, Bloody Roar se convirtió en uno de los segundones más afamados con la terrible presencia en el mercado de Virtua Fighter, Dead or Alive y otras tantas obras maestras del genero. La versión que nos ocupa, una actualización a caballo entre la tercera y la cuarta entrega de la saga que ya han visto la luz en Playstation 2, supone un paso respecto a las anteriores versiones y encamina a Bloody Roar cada vez más cerca de los grandes.

Tras una esmerada intro CG se atisba el universo sobre el cual gira la historia del juego. Bloody Roar narra la convivencia en el planeta Tierra de los humanos y los Zoanthropes, que no son ni mas ni menos que seres aparentemente humanos que tienen la posibilidad de mutar en un alter-ego animal, los cuales pasan desde un 'inofensivo' conejito hasta un temible lobo. Es a raiz de esta particularidad cuando se empiezan a experimentar con los Zoanthropes con el fin de descubrir la procedencia de tales poderes, y se organiza el torneo para encontrar al responsable de las pruebas.

Los combates se desarrollan a una velocidad endiablada, parando únicamente la acción la posibilidad de desplazarnos por el ring, donde la cámara responde con un plano lejano. Ante tal rapidez, tanto fluidez como calidad de animaciones están a la altura, sin perder ni un ápice de celeridad en los momentos más sangrientos de la batalla y respondiendo la cámara con el juego adecuado de planos, resaltando así la espectacularidad de algunos movimientos. Como punto negativo a resaltar queda la presencia de jaggies y la antes comentada sensación 'light' de los escenarios. En general, un apartado gráfico a la altura pero muy mejorable en algunos aspectos.

Lógicamente no podemos pasar de una forma a otra a nuestro antojo, si no que deberemos vigilar una pequeña barra de energía ubicada en el margen inferior. Solo una vez haya alcanzado el nivel podremos ejecutar la transformación, de este modo deberemos dosificar nuestra capacidad a lo largo de los combates, ya que una mala estrategia por nuestra parte puede acabar con nuestro guerrero por los suelos. Es ahí donde reside la particularidad de éste título.

Otro detalle que no debemos pasar por alto es la modalidad 'hyper', que viene a ser como una segunda transformación (muy al estilo Bola de Dragón) que hará aparecer alrededor de nuestros personajes un aura y elevará nuestra fuerza severamente. Mientras nos encontremos en este estado, podremos realizar el combo más mortifero, por así llamarlo, existente en nuestro repertorio. Inexplicablemente no deberemos cumplir ningún requisito tal como una segunda barra de energía para pasar al modo hyper, simple y llanamente hay que pulsar el botón negro de nuestro control pad. Evidentemente, el uso abusivo de esta función resta muchos enteros ya que con un poco de pericia podremos vapulear a nuestros enemigos en un periquete.

Salvando estos inconvenientes, decir que los combates se disputan a una velocidad de vértigo mientras reina el sistema de combos. Tan solo dos botones son necesarios para que nuestro guerrero baile al son que más nos guste, sin recaer en interminables -y difíciles de memorizar- combinaciones de botones. El sencillo control permite tanto a los novatos (mediante la técnica aporrea-botones) como a los mas expertos hacer combates equilibrados, sin recibir apoteósicas 'manos' en las primeras partidas. Conforme vayamos perdiendo la condición newbie y vayamos subiendo el nivel de dificultad, los duelos se convertirán en autenticas carnicerías, donde solo el más hábil saldrá victorioso.

Desde luego, para los usuarios de Xbox aficionados a los juegos de lucha es una muy valorable opción de compra, que tras dominar su particular sistema de combate nos proporcionará divertidísimos ratos. Para los no tan aficionados, sencillamente un título más que de seguir este camino pronto se codeará con los grandes.

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