Shaman King: Soul Fight (GameCube)
Shaman King supone otro ejemplo de lo bien que saben utilizar algunas compañías las facilidades que da GameCube para el Cell-Shading, creando juegos con un "look" similar al de series de animación, tal y como sucede con este título de Bandai, que además es interesante por sí mismo.
Shaman King supone otro ejemplo de lo bien que saben utilizar algunas compañías las facilidades que da GameCube para el Cell-Shading, creando juegos con un "look" similar al de series de animación, tal y como sucede con este título de Bandai, que además es interesante por sí mismo.
Shaman King es una de tantas series que salidas de la en apariencia inagotable factoría de anime que es Japón. Y es que parece mentira que puedan coger todo tipo de argumentos por extraños que parezcan y convertirlos en series que se alargan hasta el capítulo cincuenta y tantos sin problema.
En concreto, Shaman King propone un argumento curioso, en el que ciertas personas tienen la capacidad de poder mediar entre los espíritus de la tierra y el mundo real, incluso pudiendo utilizarlos para combatir. No todos los espíritus son iguales y hay algunos especiales llamados "compañeros" que tienen la capacidad de fusionarse con personas para convertirse en el guerrero definitivo. Un combate entre los más destacados de estos shamanes pueden optar al título de "Shaman King" que los coloca como los más destacados entre los suyos.
Como era de esperar con un juego con este argumento, la versión de GameCube trata precisamente de combatir, aunque de un modo bastante curioso y original. Este título ya apareció hace un tiempo en Japón, pero ahora Bandai ha decidido distribuirlo de nuevo bajo el sello "Bandai The Best" junto a otros títulos como Kinnikuman o Kero Kero King en GC, por lo que es tan buen momento como cualquiera para comentarlo ya que es muy poco probable que este título salga de Japón, pero sin embargo si puede ser una interesante opción para importar dado su precio y su simple mecánica que será accesible a todo el mundo sepa o no japonés.
La base de lo que es el juego en sí está en los combates con diferentes miembros de tu equipo. Cada equipo está compuesto por tres participantes, cada uno con sus habilidades, puntos fuertes, golpes especiales y demás. Los combates en sí son uno contra uno y se desarrollan por turnos, pero en vez del previsible sistema de "Ataque", "Magia" que tan acostumbrado se está a ver en juegos por turnos, Shaman King propone un sistema basado en el no menos conocido "Piedra", "Papel", "Tijera".
En efecto, cada turno se tendrá una de estas tres opciones como posibilidad, más una cuarta de movimiento especial. La primera impresión es bastante pobre a primera vista, ya que un juego basado en una mecánica tan arcaica a estas alturas no es lo que se espera de los tiempos que corren, pero la realidad es bien distinta, ya que se han introducido variantes a esa mecánica que hacen que el juego gane en interés.
Por un lado está lo que todo el mundo conoce: piedra gana a tijera, papel gana a piedra, tijera gana a piedra. Cada una de estas acciones restarán vida al contrincante. Luego están las variantes, por ejemplo en caso de empate, dependiendo de que tipo de empate sea se jugará una especie de minijuego para ver quién resulta vencedor, entre ellos un sencillo pero efectivo "Bemani" en el que habrá que pulsar las combinaciones correctas cada vez más rápido.
Otras variantes las introducen los movimientos especiales, que como su nombre indican se trata de movimientos ofensivos propios de cada personajes. Cada uno tiene varios y sirven tanto como para herir gravemente al contrario como para obtener beneficios extra en forma de curas o recargas de energía. Todo el sistema de ataques se basa en unos puntos que hay que acumular para poder seguir realizándolos, variando entre los normales y los especiales. por lo que este es un factor más a tener en cuenta.
Pero no todo se acaba en el combate, como sucede en muchos juegos japoneses siempre hay una búsqueda de algo más para enriquecerlo, y en este caso es el entrenamiento. Entre combate y combate se podrá planificar el entrenamiento de la semana, pudiendo entrenar aspectos específicos cada día de acuerdo con los planes que le marques. Las cuatro características por personaje son "Piedra", "Papel", "Tijera" y "Habilidades especiales", y cada tipo de ejercicio puede abrir nuevos movimientos nuevos.
Pero al contrario que otros juegos, en Shaman King no habrá que darle a "entrenar" y punto, sino que pide al jugador que participe activamente, teniendo que superar diversos minijuegos para que el entrenamiento se complete. Pero además de los entrenamientos hay otras opciones y algunas condiciones que se han de tener en cuenta. La principal es que los espíritus pueden sufrir de stress, por lo que no consigan aprender sin haber descansado antes. El stress depende del entrenamiento y del tipo de espíritu que sea, pero siempre hay que tenerlo controlado o bien perdiendo días de entrenamiento para que el espíritu descanse, o bien dedicando tu tiempo a construir algunos edificios que permiten reducir la cantidad de stress que genera.
Por si fuera poco, cabe la posibilidad de crear tus propios espíritus para usarlos en algunos modos de juego, un añadido siempre bienvenido. Hay varios modos de juego, incluyendo algunos ocultos que podrán ser desbloqueados cumpliendo algunas condiciones. No es que añadan una gran variedad al conjunto, pero no vienen nada mal para sacar más jugo a este título.
Toda esta suma de entrenamientos, combate, planificación y minijuegos al final resulta entretenida, conformando un juego que además es un excelente regalo para los fans de la saga, ya que además de algunas escenas sacadas de la serie, los gráficos están recreados en unos resultones Cell Shaded que brillan particularmente cuando se lanza algún ataque especial, lo que acerca más al juego al aspecto que tienen en la televisión.
En definitiva, un título interesante, sin nada espectacular que ofrecer pero que cumple su trabajo, es una pena que el equivalente occidental a este tipo de juegos sean como "Rugrats" y cosas así, cuya licencia se suele malgastar en ultra-genéricos juegos de aventuras sólo potables para los más pequeños y fanáticos de este tipo de series.
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