A golpe limpio

Saltos, golpes, combos, mas combos, mas saltos y mas golpes. Dual Blades es uno de esos pocos juegos de lucha que tenemos en GBA, así como uno de los pocos que, al menos, divierten.

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Es complicado empezar una introducción para un juego del que apenas ya se habla y que en general ha tenido poca repercusión tanto en el mercado como en el mundo de los aficionados a la portátil, o simplemente a los juegos de lucha.

Pero, al menos desde el punto de vista de un servidor, se antoja muy complicado últimamente encontrar buenos juegos de lucha. En mi memoria solo quedan algunos de GBC que pasaban con una buena calidad gráfica y jugable, y otros pocos en GBA, como el Tekken Advance que sin llegara ser un gran juego cumplía las expectativas.

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Todo esto, a ojos de muchos jugones es incompresible. Es decir, que en SNES, una consola que puede estar orgullosa de que ahora la mayoría de sus grandes juegos estén en una portátil, hubiesen existido tal cantidad de juegos de lucha, y que ahora en GBA a penas podamos echar una partida a gusto. Es extraño e incomprensible.

Dual Blades nos acerca quizás un poco más al mundo de la lucha más similar a SNES pero sin llegar ni muchísimo menos a la calidad de los juegos de la bestia de Nintendo. Juzgar el juego desde tan pronto puede dar lugar a equivocaciones y demás, pero considero que es algo necesario antes de empezar a comentar el juego.

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Hemos intentado analizar el juego pensando en muchas cosas, como viene siendo habitual, pero con el aliciente de una más, el mencionado escaso género al que estamos sometidos. Y es que DB no puede presumir de ser un gran juego en ninguno de sus apartados, pero sin embargo el usuario que vaya a comprar el juego tampoco debería de sentirse defraudado puesto que en rasgos general nos encontramos ante un juego que da bien el pego y que, como dijimos anteriormente, divierte.

  g  r  á  f  i  c  o  s

Sin llegar al nivel de SNES nos encontramos con un juego de una calidad media / baja (tirando a media, eso sí), en el que lucharemos con unos personajes bien detallados pero sin llegar a sorprender. Los paisajes y los fondos nos presentan un aspecto muy lúgubre y triste debido a lo poco colorista de estos, aunque no es precisamente porque el juego tienda a un aspecto mas "gore" como algunos Vampire de las recreativas y demás.

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No, el problema es la paleta de colores que se ha utilizado. Para que me entendáis mejor, sería similar a la diferencia que existe a pintar con lápices de colores a pintar con cera. Si damos flojo a los lápices, el color queda muy suave y casi inapreciable para nuestra retina, y aunque apretemos el utensilio, seguiremos teniendo menos colorido que si damos con ceras, o para llegar más allá, rotuladores. El ejemplo es curioso, lo admito, pero también es un buen ejemplo para describir mejor de lo que estoy hablando. En definitiva, que los fondos presentan unos colores muy flojos pero que, por mas que pensemos en que fue la idea principal de los diseñadores no queda muy bien a la hora de luchar.

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Los  personajes gozan de un tamaño bastante grande pero que no causa ralentización en la pantalla. Gozaremos también de varios tipos de combos, algunos bastante simples pero vistosos, junto a un nivel de sangre disimulado para tratarse de un juego de lucha en el que manejaremos armas, cuchillos y hasta garras. El diseño de los personajes como citamos antes no es para nada malo, aunque la pega vuelve a estar en la puesta en escena de estos, algo extraña, pero a la que nos acostumbraremos.

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El diseño de los menús y demás minucias en el apartado no es muy destacable pero pasan por ser agradables y fáciles de manejar, aunque como veréis más adelante tampoco vamos a tener que hacer gran uso de ellos debido a las escasas opciones de juego a las que disponemos. Así que en general el apartado se queda en un regular alto, por algunos pequeños fallos y los pocos combos de los que disponemos. Al menos hay que premiar la cantidad de lugares en los que pelearemos.

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  a  u  d  i  o

Como viene siendo costumbre, Dual Blades no nos ofrece nada nuevo en este apartado musicalmente hablando. Tonos pegadizos, harto repetitivos y por lo general definidos para un tipo de escenario en concreto. Aunque este apartado tampoco se puede castigar porque los juegos de lucha siempre han sido así, si que debemos decir que se podría haber incluido una mayor variedad de melodías, o al menos, mas distinguidas entre sí.

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El resto de los efectos pasan también desapercibidos, con los sonidos típicos de golpes y saltos, prácticamente ningún grito durante las peleas y para ser sinceros, sin nada más que comentar. Pero como ya dije, es un juego de lucha y tampoco nos hace falta ver, o más bien, oír mucho mas de lo que ya tenemos. Por el contrario, el no incluir casi gritos y demás se nos hace extraño, creemos que tampoco era tan complicado añadir algo de realismo a unas batallas que carecen de él, para bien o para mal.

  j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d

Como en todo juego que se precie de lucha, lo primero que nos encontramos al empezar a jugar es el modo arcade, el modo principal del juego y al que, casi por lógica, empezaremos a jugar. No tenemos ante nosotros una gran cantidad de personajes a elegir, tan solo 8. Podremos lógicamente a empezar con el personaje que queramos, aunque antes de luchar quizás lo mejor sería pasarnos por el modo de opciones a ajustar los tipos de dificultades. Cuatro en concreto, fácil, normal, difícil y otro modo que vendría siendo el súper difícil. Pero aunque las apariencias engañen, en este juego se podría decir que nos existe el modo fácil.

Nada más empezar a jugar en este modo tendremos que manejarnos bien por los escenarios. Estos son A y B, junto con L y R para dar golpes y la cruceta para movernos por el escenario. El control está bastante bien ajustado aunque tendremos que acostumbrarnos bien a como se mueve cada personaje. Además, si nos aburren las peleas lentas, tendremos otra opción con la que podremos modificar el ritmo de la pelea, desde muy lento hasta muy rápido, así que si creemos que nuestros personajes van demasiado lentos por la pantalla tan solo tendremos que cambiar esta opción y problema resuelto.

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Dentro de los combates no podremos disponer de demasiados combos, por no decir golpes normales. Tan solo alguno que otro da la pega, con una posibilidad de recuperar en la batalla que en los modos más complicados se antoja prácticamente obligada, aunque también tenemos la opción de quitar este modo de recuperación. Quizás esta sea la pega del juego, no es nada divertido entrar a pelear y pasarnos el combate dándole a la B una y otra vez para que nos personaje haga siempre el mismo ataque combinado saltos y demás. Además, como tenemos pocos botones acabaremos pulsando uno tras otro sin ton ni son para ver que hace nuestro personaje.

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El modo multijugador es el que quizás salve la nota del juego y la aumente. Es muy divertido jugar con un amigo y ponerte a vencerle otra y vez (o ser derrotado, aunque esto ya no es tan divertido). Eso sí, tampoco esperéis encontrar mucho más en este apartado del que vemos en el modo arcade. Quiero decir que, en practica la única diferencia es que tendremos que competir contra otro rival o amigo y no contra la maquina. Un modo de entrenamiento junto con un survival y un modo en el que tendremos que vencer a nuestros enemigos lo antes posible complementan las otras opciones que tiene el juego.

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Aunque son muy pocas y no ofrecen larga duración al menos divierten. En este apartado es más similar a los juegos de lucha más primitivos que veíamos en las consolas de 16bits sin todas esas nuevas opciones que traen los juegos nuevos como un modo historia y demás. Divierte, sí, pero creemos que podrían haberse esforzado mucho más

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  c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n

Dual Blades es un juego de lucha y punto. No ofrece nada más que luchas y luchas, peleas desenfrenadas de las que si no somos unos forofos de este género nos acabaremos cansado. Además incorpora algo más típico de los primeros juegos de lucha que veíamos aparecer hace años, algo que también veíamos hace poco el las tortugas ninfa, que si no acabamos el juego en difícil no podremos ver el final de cada personaje, porque sí, cada uno incorpora una historia que no justifica liarse a piñas con todos los enemigos, pero que al menos da un aliciente más para jugar.

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Buscarle las cinco patas al gato tampoco es positivo aquí, como ya dije es un juego más bien orientado hacia un publico menos exigente y mas fijado en las peleas que en cualquier otra cosa. Al menos ofrece diversión mientras dura para los que echen de menos este tipo de juegos. A los que les guste más jugar y pelear en una "nueva generación", aviso, permaneced alejados de este juego porque no os va a gustar en absoluto. Y un último aviso a los que no estén muy familiarizados con este tipo de juegos, olvidaros de él también, puesto que su dificultad no es precisamente de risa.

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