Musou a la enésima potencia

Parece que fue ayer y ya han pasado seis años desde que el primer Dynasty Warriors viera la luz. Una saga que en Japón resultó todo un hit y que en Estados Unidos y Europa poco a poco ha ido consiguiéndose un hueco entre las grandes apuestas de las más importantes compañías. El primer Dynasty Warriors fue muy diferente a esta cuarta entrega que hoy tenemos entre manos. Salió para PlayStation en el año 1997 y era un beat ‘em up uno contra uno con unos buenos gráficos similares a los del Tekken 2 y una jugabilidad bastante interesante. Por desgracia, aquel juego original tenía que enfrentarse con un peso grande, el todopoderoso torneo del puño de hierro (Tekken) de Namco, que en aquel momento cortaba el bacalao en la gris de Sony. Aun así, este Dynasty Warriors original encandiló a bastante gente que vio en él una alternativa a otras sagas ya asentadas en el mundo de los videojuegos.

Por aquel entonces, ya estaba empezando a hablarse de la sucesora de la PSX, y los chicos de Koei, conscientes de la potencia de la nueva máquina pensaron en dar un giro de tuerca a esta saga y sacar un juego novedoso que no tuviera que competir con el nuevo Tekken Tag Tournament ya anunciado para PS2, o al menos no directamente. Por ello tuvieron preparado el segundo Dynasty Warriors para la salida de PlayStation2, convirtiendo el juego en uno de los buques insignias de la máquina debido a tal vez a una competencia un tanto floja y unos gráficos excelentes que demostraban de qué era capaz la nueva hija de Ken Kutaragui.

Dynasty Warriors 2 deslumbró a propios y a extraños mostrando en pantalla unos gráficos bastante detallados que sorprendían precisamente por la cantidad de personajes diferentes que el motor gráfico ponía en pantalla. Nosotros tomábamos el control de un personaje y debíamos llevar a nuestras tropas a la victoria en la China Feudal, embarcándonos en espectaculares batallas en las que debíamos acabar con cien, doscientos o incluso quinientos enemigos en cada pantalla. Un beat ‘em up distinto que consiguió el favor del público.

Por supuesto aparecieron una tercera parte en PS2 y Xbox y una cuarta también en ambas consolas, la cual hoy analizamos en su versión para la consola verde de Seattle. Koei ha ido introduciendo nuevos elementos en cada una de sus nuevas entregas de esta franquicia con el fin de que la gente se lance a por cada una de las nuevas entregas de este juego. Cuatro millones de unidades vendidas en total avalan la fuerza de esta fructífera saga. Veamos todo lo bueno y lo malo de este Dynasty Warriors 4 para Xbox.

La historia como base
La saga Dynasty Warriors se ha caracterizado desde sus inicios por coger parte de la realidad y parte de ficción y unirlos para hacer un juego con cierta base histórica y mucho de fantasía. Basado en la novela 'Romance of Three Kingdoms' en esta ocasión conoceremos la historia de la dinastía imperial china Han, que reinó casi de continuo durante más de 400 años (desde el 206 a.C al 220 d.C).

En este contexto tendremos que hacer frente a sublevaciones populares y conspiraciones que ocurrieron durante el reinado de esta dinastía. El tema sobre el que gira el juego es el honor y la lealtad en la guerra. Para los amantes de los beat ‘em up, decirles que el juego mantiene todo lo bueno de los Dynasty Warriors anteriores potenciándolo un poco más si cabe. Nosotros tendremos que tomar el papel de uno de los generales disponibles, todos ellos con características diferenciadas para que cada cual elija aquel que esté más acorde a sus gustos, y espada, hacha u otro objeto afilado en mano, hacer frente a las sublevaciones de cientos de hombres que intentarán acabar con la paz en China.

Entrando en materia...
El juego la verdad no ha cambiado mucho respecto a entregas anteriores, un beat ‘em up masivo con ciertos toques de estrategia y algunas pequeñas pinceladas de rol para que no todo sea atacar sin más a nuestros enemigos. Sus creadores a este cóctel lo denominan acción táctica. Lo que hace especial a este Dynasty Warriors son sus detalles, es un juego mimado por sus creadores y eso se nota. Empezando por unas secuencias generadas por ordenador especialmente bellas y continuando por unos cuidados menús que nos mostrarán las múltiples opciones de juego en bandeja.

Y profundizando sobre estas, podemos decir que opciones tendremos para aburrir, y es que este nuevo título es el más largo de la saga en cuanto a duración y rejugabilidadTras la cuidada intro podremos elegir entre varias alternativas. El modo Musou es el modo principal de juego, el modo historia, en el que nuestro objetivo será restablecer la paz en China. Este modo estará dividido en actos, y dentro de cada acto encontraremos entre dos y tres misiones diferentes. Entre cada acto podremos disfrutar de distintas secuencias de bastante calidad generadas por ordenador que irán desvelando la cuidada historia. Este será el modo que más tiempo nos mantendrá ocupados y la base del juego. Dentro de este modo de juego tendremos la posibilidad de enfrentarnos con un amigo a estas batallas multitudinarias a pantalla partida.



El modo libre nos permitirá jugar aquellas misiones que ya hayamos finalizado en el modo musou de forma individual. Interesante pero no aporta mucho a la duración final del juego. El modo combate como su nombre indica nos dará la posibilidad de enfrentarnos a un oponente humano en combates uno contra uno a pantalla partida. Más atrayente es el modo desafío que nos permitirá enfrentarnos a rivales controlados por la máquina en diferentes situaciones.

Los más divertidos serán los combates sobre el puente, en el que tendremos que intentar batir el mayor número de enemigos cuidando de no caernos del puente en el que se desarrollarán las batallas. Pero dentro de este modo también tendremos un time attack en el que tendremos que acabar con cien enemigos lo más rápido que podamos, un modo de resistencia, en el que tendremos que vencer a todos los enemigos que podamos y un modo demolición en el que tendremos que destrozar el mayor número de elementos del escenario que podamos, ideal para desestresarnos.

Finalmente nos encontramos con una de las novedades de este Dynasty Warriors 4, el modo edición en el que podremos editar a nuestros oficiales eligiendo su tipo de armadura, su arma,… Es una opción atrayente, pero no ha sido desarrollada todo lo que nos hubiese gustado.

g  r  á  f  i  c  o  s
Los chicos de Koei se han centrado en representar las grandes batallas feudales, estandarte y bastión del juego, lo cual ha repercutido también en los gráficos del mismo. Por un lado tenemos que el motor gráfico muestra en ocasiones más de treinta personajes en pantalla todos ellos compuestos por un gran número de polígonos y moviéndose simultáneamente, todo ello sin despeinarse. Capitanes, infantería, arqueros, caballos, elefantes, arietes,… todos ellos bien modelados y animados dispuestos a morir en la batalla.

Es una pena que los chicos de Koei no hayan introducido diferentes tipos de arqueros, soldados,… Todos los que son soldados, por poner un ejemplo, a parte de ir vestidos del mismo modo (cosa por otro lado normal en un ejército) tienen el mismo rostro y la misma apariencia, una pena ya que podría haber sido un acabado redondo. En la parte negativa nos encontramos con unos escenarios gráficamente sosos, que si bien no son malos, si resultan un tanto desangelados en comparación con los personajes, algo normal por otra parte si tenemos en cuenta que la mayor parte del peso gráfico se lo lleva la representación de las batallas y por ende de los personajes.

Además de la excesiva niebla que puebla los vastos territorios que exploraremos, la cual en ocasiones será hasta molesta para encontrar a nuestros enemigos, los espacios donde se desarrolla la acción son simples terrenos en su mayoría en los que de vez en cuando encontraremos alguna puerta, muralla o tiendas militares de campaña. Los árboles o arbustos por poner un ejemplo son casi inexistentes. Además, las texturas utilizadas son bastante simples y poco vistosas, una pena. Otro pequeño defecto es que los efectos climatológicos tales como lluvia, nieve o viento no están representados todo lo bien que nos hubiese gustado, son correctos, pero no están a la altura de otros apartados del juego ni de otros juegos.

Sin embargo, como ya hemos dicho, estos defectos gráficos que en otro juego sería imperdonable pasan desapercibidos ya que la mayor parte del tiempo estaremos agobiados luchando contra hordas de enemigos y lo que menos nos importará será la 'belleza' del paisaje, de la cual sólo nos percataremos cuando vayamos andando de una parte a otra del terreno buscando nuevas víctimas para nuestra espada. Seguro que esta saga luce mucho más en las próximas consolas de nueva generación, de eso no nos cabe duda, ya que en las actuales posiblemente se haya tocado techo (o casi) gráficamente hablando.

j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d
Respecto a la jugabilidad poco tenemos que objetar, y los pequeños defectos que encontramos son también propios de la escasa (entre comillas) potencia de las actuales máquinas. El juego es tremendamente adictivo y nos picaremos una y otra vez con el objetivo de acabar con el acto que en ese momento tengamos entre manos. Sólo la excesiva dificultad podrá acabar con nuestras ansias de finalizar el juego.

Con tan sólo tres botones realizaremos todas las acciones habidas y por haber, con uno realizaremos un ataque normal, con otro daremos un golpe más fuerte, que también nos dejará al descubierto durante más tiempo y con el tercero realizaremos unas magias especiales que sólo podremos realizar cuando tengamos una segunda barra de energía al completo, la cual irá subiendo según golpeemos a nuestros enemigos, por lo que tendremos que usarla con maestría y en aquellos momentos en los que nos veamos completamente rodeados y sin escapatoria, demasiados momentos por otro lado.

También podremos saltar y montar en caballos o incluso elefantes, aunque su control será un poco más complicado e incluso tendremos ciertos problemas para manejarnos en ellos, sobre todo al intentar girar rápidamente ya que como en la realidad, un caballo necesita de cierta maniobrabilidad y no puede girar rápidamente sobre sí mismo. Por otra parte la sensación de estar montando un caballo tampoco será todo lo placentera y real que debiera, por lo que acabaremos prefiriendo atacar a pie y dejar el caballo para aquellos momentos en los que tengamos que recorrer largas distancias en el mapeado en busca de nuevos enemigos.

La dificultad del juego es bastante elevada, pese a que en los dos primeros actos pueda parecer lo contrario, ya que serán auténticos paseos. Será en nuestro enfrentamiento con Lu Bu cuando las cosas comiencen a ponerse más feas de lo que desearíamos. Tendremos que repetir algunas escenas más de una y más de dos veces para conseguir finalizarlas.Tan importante como pelear bien será tener una buena estrategia de lucha, por algo sus creadores definieron el concepto de Dynasty Warriors como acción táctica. Antes de comenzar a atacar será importante que veamos dónde se encuentran situadas las tropas enemigas, representadas en el mapa con una cruz roja y donde se encuentran nuestras tropas, representadas con una cruz azul y a partir de ahí elegir el itinerario que queramos seguir.

Si matamos a algún general o bloqueamos alguna puerta de entrada la moral de las tropas enemigas disminuirá y por tanto nuestras posibilidades de victoria aumentarán. En ocasiones no tendremos que acabar con todos los soldados enemigos para vencer, si cumplimos ciertos objetivos dentro de la escena las tropas enemigas se rendirán y nosotros ganaremos la partida. En el lado opuesto se encuentra cuando perdamos la partida sin habernos quedado sin energía, debido a ciertas decisiones tomadas de forma errónea, lo cual nos provocará cierta impotencia y rabia. Tendremos la frustrante sensación de que podríamos haber levantado esa batalla, pero no nos será posible continuarla.

Algunos de los momentos más intensos del juego se vivirán en las peleas cara a cara con ciertos generales. En momentos puntuales, el juego se pausará y un general de renombre del ejército enemigo nos retará a un combate uno contra uno con límite de tiempo en el que para ganar tendremos que acabar con toda su barra de energía. Estos combates heredados del primer Dynasty Warriors original de PSX nos servirán, si vencemos, para menguar la moral de las tropas enemigas. Son combates cortos, de 60 segundos en espacios cerrados que pocas ocasiones evitaremos, bien sea por curiosidad, bien por estrategia.

Una vez finalizada una campaña aparecerán en pantalla las estadísticas del tiempo empleado, los enemigos abatidos e incluso el recorrido que hemos realizado por el mapa. También aparecerá si hemos encontrado algún objeto especial, generalmente amuletos, con los que podremos equiparnos para siguientes batallas. Estos amuletos darán una ligera pincelada de rol al juego ya que aumentarán nuestra rapidez o nuestros puntos de defensa o de ataque a la hora de combatir, añadiendo profundidad al juego. Será bastante sencillo movernos por los menús del juego ya que todo está completamente traducido (que no doblado) al castellano, por lo tanto, el idioma no será un escollo en la jugabilidad ni tampoco una disculpa para aquellos que todavía no se han acercado a esta gran saga.

En el lado negativo encontramos la escasa inteligencia artificial de la que están dotados nuestros enemigos, algo por otra parte normal si tenemos en cuenta que la pantalla estará plagada de ellos. Muchas veces nos encontraremos entre más de diez enemigos que están esperando a que les ataquemos sin oponer resistencia, aunque de vez en cuando algunos de ellos vendrán hacia nosotros intentando agredirnos y más aún según vaya avanzando el juego y el nivel de dificultad vaya creciendo. Es gracioso ver como en ocasiones un mero soldado muestra más coraje (por no llamarlo inteligencia artificial) que un general y ataca de forma más directa que estos últimos. Como ya hemos dicho, este pequeño error es comprensible ya que para la máquina es harto complicado dotar de una inteligencia media a todos los elementos que aparecen en pantalla, por lo que debe decidir mover unas piezas sobre otras.

m  ú  s  i  c  a
La música no ha sido uno de los aspectos más cuidados del juego, sonidos rock con ciertos toques orientales para una banda sonora que no destaca precisamente por su calidad. Las piezas musicales son bastante cortas y al poco se tornarán repetitivas. Acompañan sin más, sin resultar molestas. Suficiente para un juego de estas características aunque se podrían haber esmerado un poco más en este aspecto.

s  o  n  i  d  o    f  x
Los efectos especiales tampoco han sido especialmente mimados dentro del conjunto. Gritos y sonidos de espadas en su mayoría bastante similares entre ellos que no nos dejarán con la boca abierta. No son malos, simplemente no son suficientes ni espectaculares. Al contrario que la música, el sonido FX sí debería de haber sido más cuidado ya que la ambientación en un juego de estas características es especialmente importante, un pequeño tirón de orejas para los chicos de Koei. Es una pena también que pese a haberse hecho un esfuerzo al traducir el juego, las voces vengan en inglés.

c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n
Dynasty Warriors 4 es un juego muy recomendable para todos aquellos que disfrutan de los juegos de lucha y quieren probar algo diferente. Con unos toques de estrategia y unas pinceladas de rol, el juego se convierte en una experiencia muy completa que encandilará a la mayoría de la gente que se acerque a esta ya veterana saga. Para aquellos que disfrutaron de Dinasty Warriors 3 es una compra ineludible, esta cuarta entrega tiene unos gráficos más pulidos, los diálogos en castellano y sobre todo más niveles y nuevas historias con las que disfrutar.

Si quieres un juego de lucha largo, completo y con buenos gráficos, aquí está lo que buscabas. Si no estás seguro de que el concepto te vaya a gustar, alquílalo antes, posiblemente no te defraudará. Seguro que la novela 'Romance of Three Kingdoms' y Koei nos traerán con el tiempo más secuelas de este genial título.