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Bloody Roar 4

  • PlataformaPS25
  • GéneroAcción
  • DesarrolladorHudson Soft
  • Lanzamiento28/11/2003
  • TextoInglés
  • VocesInglés

Qué bestia eres...

Hoy nos ponemos cara a cara con otra de las series de lucha más populares de los últimos tiempos. En su segunda entrega para PS2 (y sexta en total de la saga), ¿habrán conseguido dar el paso definitivo para convertir esta entrega de Bloody Roar en un superventas?

Actualizado a

Hoy nos ponemos cara a cara con otra de las sagas de lucha más populares de los últimos tiempos. En su segunda entrega para Ps2 (y sexta en total), los luchadores que se convierten en poderosos animales azotan de la forma más espectacular las pantallas de nuestros televisores. ¿Habrán conseguido dar el paso definitivo para convertir esta entrega en un superventas?

Bloody Roar 4 (Ps2)

Pues mi opinión, si os he de ser sinceros, es que la respuesta es absolutamente negativa. Pero antes de empezar a explicaros los razonamientos de mi argumentación, debo adelantaros que yo me consideraba un fan de la serie Bloody Roar sobretodo en las dos primeras entregas y que, tras cada nueva versión, me he ido decepcionando cada vez un poco más de forma inevitable.

Bloody Roar 4 (Ps2)

Y la razón principal, supongo, es la poca innovación que aporta la saga. Recordemos que a pesar del título, ésta no es la cuarta entrega; sí es la cuarta versión que aparece para las plataformas de Sony: las dos primeras sobre la PsOne y estas dos últimas sobre la consola que tenemos entre manos. Hay también un Bloody Roar Extreme para Xbox y el Primal Fury para Gamecube; así pues estamos ante una saga que cuenta ya con 6 versiones distintas en la calle en el espacio de 5 años y medio.

Bloody Roar 4 (Ps2)

Y eso significa que si no se aportan novedades fresquitas a cada entrega, el juego (salvo a los fans absolutamente incondicionales de la serie) puede llegar a cansar bastante rápidamente. Y como era de esperar, hay pocas cosas que supongan una diferencia importante que incline la balanza, bajo mi punto de vista, y nos lleve a optar por este juego como principal opción en los juegos de lucha, habiendo como hay más y mejores opciones en el panorama del mercado actual.

Bloody Roar 4 (Ps2)

Hablar también del argumento sería prácticamente absurdo. Ni la propia Hudson parece haber puesto demasiado esmero en el tema y la verdad es que hay muy pocos juegos que hayan hecho hincapié en este apartado; Soul Calibur se me ocurre como referente en este apartado (como en muchos otros también), de forma que consigue muy bien compatibilizar un modo historia con la forma de combatir de los luchadores.

g  r  á  f  i  c  o  s  /  s o  n  i  d  o
Por regla general, basta decir que estamos en la entrega de BR más oscura, con más efectos visuales, con más sangre… pero aún queda lejos de los grandes títulos del género. Es cierto que al margen de los más de 17 luchadores posibles en forma humana hay que añadir su mitad animal, con lo que tenemos un total de 34 variantes poligonales a encontrar en pantalla.

Bloody Roar 4 (Ps2)
Bloody Roar 4 (Ps2)

Y aún siendo la velocidad de juego frenética, muy alejada de algo más meditado y cauto como puede ser Virtua Fighter 4, la tasa de frames es alta y aguanta durante la práctica totalidad de los combates (a excepción de algunas pocas ocasiones), incluidos los devastadores ataques super-bestia, dotados con fugaces pero bien conseguidos efectos de luz y movimiento. Nada que le pueda hacer caer la baba a uno pero vamos, bastante decentes.

Bloody Roar 4 (Ps2)

Y esos efectos de luz contrastan con la oscuridad general que ronda al juego, que va desde el mismo diseño de los personajes en cualquiera de las dos formas a la propia concepción de los escenarios, menos brillantes y con menos contrastes. En algún caso puede que incluso lleguemos a confundir alguno de los luchadores con el propio fondo; lo cual, dicho sea de paso, no sucede por mucho tiempo ya que os garantizo que el éxito del juego no consiste en quedarse parado a verlas venir.

Bloody Roar 4 (Ps2)

La carga poligonal de los personajes tampoco es otra de sus mayores virtudes, en pro de que los movimientos puedan ser rápidos y fluidos, y respondan velozmente al manejo del control. Sin embargo, no están al máximo nivel de definición que a estas alturas cabe esperar, siendo muy similares a lo que ya eran en Bloody Roar 3. De nuevo Soul Calibur 2 o el propio DOA3 son los objetivos a batir en cuanto a representación visual de los personajes (y escenarios) se refiere, y BR4 no lo consigue en ninguno de los dos apartados.

Bloody Roar 4 (Ps2)

Dichos escenarios, además, no son interactivos. Es decir, no podremos acorralar al enemigo contra una columna, o hacer que sale varios pisos hacia abajo para conseguir daño adicional. Sí es cierto que hay objetos en movimiento, como vehículos que pasan por la parte del fondo, e incluso oiremos a la gente apostada en gradas vitoreándonos, pero lejos de lo que a estas alturas ya cabe esperar.

Bloody Roar 4 (Ps2)

Y es que el resto del diseño del juego tampoco consigue apartarnos de esta sensación de querer y no poder. Por ejemplo, por primera vez hay unos efectos de sangre que brotan de las heridas que sufren los luchadores, al estilo de Mortal Kombat (sin llegar a ese nivel, claro está), pero que se pierden en su mayor parte a menos que aumentemos el nivel de contraste de nuestro televisor.

Bloody Roar 4 (Ps2)

Lo mismo sucede con el diseño de los menús de inicio, minimalista en el mejor de los casos, o incluso el del modo carrera: simplicidad a la máxima potencia. Y lo mismo sucede con el apartado sonoro, con músicas recicladas que apenas escucharemos debido a la ferocidad de los combates. Nada excepcionalmente pobre, es cierto, pero mediocre en cualquier caso. Mediocre y en inglés, para más inri.

j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d
El punto fuerte de la serie, lo que lo diferencia de otros del mismo género, es que los luchadores (que son personas absolutamente normales a priori) pueden intercambiar sus formas en mitad del combate y mutar a extrañas combinaciones de animales para modificar tanto su agilidad como su potencia, y también el rango de movimientos que pueden llegar a utilizar.

Bloody Roar 4 (Ps2)
Bloody Roar 4 (Ps2)

Y no necesariamente estoy hablando de feroces bestias que causen miedo, no. Es decir, hay un personaje que se transforma en tigre o en zorro, pero otros lo hacen a insectos, vampiros, conejos o incluso cucarachas. Particularmente y no obstante, debo admitir que me daría más miedo tener delante una cucaracha de 2 metros y medio que no un león de ese mismo tamaño, pero eso ya son cosas particulares de cada uno.

Bloody Roar 4 (Ps2)

Como cambio en esta entrega, además, cada uno de los personajes poseerá dos barras de energía independientes, pudiéndose transformar en bestia desde el primer momento del juego. El indicador energético de la forma animal es el único que se regenera mientras estemos en forma humana y recibamos o conectemos golpes, con lo que la estrategia consiste en pasar el mayor tiempo posible como animal que además nos garantiza mayores ventajas.

Bloody Roar 4 (Ps2)

Si consumimos toda la energía de esa barra pasaremos a entrar en el estado contrario, sea cual sea, excepto si consumimos toda la energía 'humana', estado al que ya no podremos regresar. El asalto termina, obviamente, cuando ambas cantidades de energía se consumen por completo, lo cual suele suceder bastante antes de los 60 segundos de asalto que existen por defecto.

Bloody Roar 4 (Ps2)

Muchos de los personajes, que provienen de otras ediciones de Bloody Roar, se han visto beneficiados por esta característica, ya que pueden transformarse en bestia al inicio de cada asalto y empezar a repartir leña. Lo que sí el juego hace bien es lo de regenerar la línea humana en cada round pero mantener la de animal en la cantidad que terminó al finalizar el anterior asalto, como medida de contención para no abusar del enemigo.

Bloody Roar 4 (Ps2)

Pero abusar de él, en realidad es cosa bien sencilla. La mecánica de juego me recuerda, con todos los respetos. Es decir, hacía por lo menos muchos meses que no tocaba ningún Bloody Roar y a la primera partida, con Gado, conseguí terminar el modo arcade con una sencilla combinación de puños y patadas constantes. No necesité utilizar ningún ataque superbestia, de esos con los que puedes acabar con toda la energía del rival, ni nada por el estilo.

Bloody Roar 4 (Ps2)

Eso significa que aunque Hudson nos dice que el juego es sencillo de controlar pero difícil de dominar, BR4 queda lejos de la profundidad de un Virtua Fighter, un Soul Calibur 2 o incluso de la de un Dead or Alive, bajo mi opinión. Incluso después de haberme terminado el juego en varias ocasiones y haber progresado bastante en el modo carrera, mi propia esposa (que es rara, casi milagrosa, la ocasión en la que agarra un mando de la Ps2) consiguió vencerme en algunos asaltos… sin necesidad de demasiadas transformaciones.

Bloody Roar 4 (Ps2)

Puede parecer o bien que ella sea excepcional en este tipo de juegos (que no lo és), que yo sea un zopenco auténtico de máximo nivel (que creo tampoco ser) o bien que el juego beneficie aquel jugador apreta-botones que basa sus victorias en la rapidez que es capaz de pulsar el cuadrado y el triángulo. Es cierto que existen posibilidades bastante dañinas de contraataque pero vamos, la relación coste-beneficio no compensa al binomio puño-patada que es el que hace ganar a la larga los combates.

Bloody Roar 4 (Ps2)

De todos modos, el juego presenta los modos de juego habituales en un título de lucha: arcade, survival, training, time attack, un modo versus, otro de sparring y el 'novedoso' Career mode, aparte de una opción para ver como dos luchadores controlados por la CPU se atizan en un combate aleatorio. La mayoría son autoexplicativos (notable la ausencia de un modo Tag *decente*), excepto tal vez el modo carrera.

Bloody Roar 4 (Ps2)

En el modo Carrera los personajes se enfrentan a un gigantesco mapa similar al tablero de esferas de Final Fantasy X, donde la diferencia es que todas las esferas son iguales y todas nos llevan a lo mismo: un combate contra un luchador enemigo el cual tras vencerle nos otorgará puntos ADN, con los que podremos adquirir nuevas habilidades para nuestro luchador.

Bloody Roar 4 (Ps2)

A priori puede parecer bastante interesante en cuanto a concepto, pero es que un solo vistazo al tamaño del mapa y a lo cansino que se vuelve, una y otra vez, repetir los mismos combates hasta la saciedad para ganar habilidades que, os lo prometo, rara vez serán necesarias, agota hasta al más paciente. Otra vez más, a Hudson le queda mucho camino hasta llegar donde Soul Calibur 2 ha llegado en ese aspecto.

Bloody Roar 4 (Ps2)

El único modo que salva los platos es el versus, donde podremos medirnos contra un amigo y el fuerte de la mayoría de los juegos de lucha. Sí, está bien, uno se transforma en conejo y el otro en cuervo, o en zorro y lobo, o en vampiro y… bueno, a veces cuesta bastante distinguir los animales, sobretodo tras este cambio más oscuro de la saga, pero vamos, si uno ha jugado a los anteriores títulos de la saga, a buen seguro los reconocerá enseguida.

c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n
Estoy seguro de que Bloody Roar 4 tendrá sus fans incondicionales, como muchos incondicionales también de todos los juegos de lucha. Y a ellos va dirigido precisamente esta sexta entrega de la saga. No nos engañemos: los gráficos están bastante bien, el sonido cumple y los controles son precisos. Pero jugablemente el título dista de estar entre la élite, el tema es excesivamente recurrente dentro de la propia recurrencia de los juegos de lucha y bajo mi opinión, excepto el realizar el análisis del juego, poco me ha motivado el lanzarme a jugarlo más allá de unas pocas partidas. Por lo tanto, altamente recomendable a todo seguidor de la serie pero, por lo demás y en lo que a mi respecta, es carne de videoclub.

l  o    m  e  j  o  r

  • 18 luchadores disponibles
  • Más oscuro, más sangre…
  • Un modo versus entretenido

l  o    p  e  o  r

  • Hay mejores opciones en el género
  • Tema recurrente y falto de chispa
  • Machaca botones y vencerás
5

Mejorable

Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejará huella. Sólo recomendable en caso de sequía de este género de juegos.