En un agujero en el suelo, vivía un hobbit...

Sierra ha sido la encargada de transportar toda la magia que encierra El Hobbit a las pantallas de nuestro ordenador, a través del estudio Inevitable Entertainment. El sinfín de aventuras que Bilbo Bolsón vivió acompañado por trece enanos y un poderoso mago llamado Gandalf (¿os suena?) protagonizan un juego lleno de aventuras y acción, que, por encima de todo, pretende ser fiel al espíritu de Tolkien.

El Hobbit es una aventura de acción en tercera persona que nos recordará en múltiples ocasiones al mítico Ocarina of Time, protagonizado por Link, para Nintendo 64. El estilo de juego, los distintos objetivos del mismo e incluso el control de Bilbo son de corte muy similar a los últimos títulos de esta saga. Es inevitable pensar que los chicos que han desarrollado el juego han tomado como modelo tales juegos, puesto que las coincidencias no son casuales ni escasas. Aunque queda claro que la comparación directa está fuera de lugar, sí es conveniente señalar la inspiración del talante que muestra el juego.

Comenzamos nuestra aventura en Hobbiton, concretamente en Bolsón Cerrado, hogar de Bilbo. Allí asistiremos a una curiosa reunión de la que saldrá una compañía de enanos dispuestos a recuperar el tesoro del dragón Smaug, ayudados por el mago Gandalf y con un hobbit contratado como ladrón gracias a su pequeño tamaño y capacidad de sigilo. A partir de aquí se sucederán las fases de que consta el juego, siguiendo uno por uno los capítulos de que consta el libro que escribiera Tolkien allá por 1937.

Conscientes de la importancia que encierra la fidelidad a la obra tolkiniana, la mayoría de personajes y enemigos que veremos en el juego son reflejo de esta mítica cultura, aunque desde luego choca mucho que un hobbit dispute tantos combates, o que en alguna ocasión debamos salvar a un elfo envenenado, cuando los componentes de esta raza suelen ser inmunes a la enfermedad y al veneno.

Las fases de El Hobbit tienen un alto porcentaje de plataformas, siendo esencial la práctica de saltar y agarrarse a los salientes. Sin embargo, los saltos se alternarán con mucha acción y con fases de sigilo, aprovechando la ocultación, una de las habilidades más sobresalientes en un mediano. Y como no podía ser de otra forma, qué mejor manera de ocultarse ante los enemigos que usando cierto anillo, ¿verdad?

Gráficos y sonido

El modelado que presentan los parajes y entornos de la Tierra Media por los que debemos aventuraremos se puede considerar como correcto. Sin llegar a ser un aspecto que impresione, los colores vivos aplicados a bosques y cavernas proporcionan una sensación de iluminación y viveza muy característica; hay buenos detalles, como la iluminación dinámica que proporciona el brillo de la espada Aguijón ante la presencia de enemigos… bueno, en realidad brilla siempre, lo cual choca un poco con lo que Tolkien describió en su día. Respecto al uso de texturas, en general son bastante normalillas, aunque sobresale el efecto del agua por encima de los demás.

Por otro lado, el carácter de novela juvenil del que presume el libro original, influye en el diseño de los personajes. Un diseño que dista mucho del que hemos visto en otros juegos basados en las obras cinematográficas de Peter Jackson. En concreto, vemos como sus rasgos y facciones están poco definidas a propósito, aunque poseen una animación facial bastante conseguida en pos de proporcionar el efecto dibujo animado. Bilbo o los enanos ofrecen un convincente aspecto, pero decepcionan otros personajes como Gandalf, bastante desdibujado. Con el diseño de los enemigos ocurre de forma parecida, algunos están mejor representados que otros.

Es destacable la inclusión de vídeos que sirven de introducción a la aventura, así como la manera de ir contando la historia. Esto se lleva a cabo pasando las páginas del famoso libro, aderezadas con ilustraciones. Un buen regalo para los buenos seguidores de la obra, sin duda.

La parte del audio quizá sea de lo más destacable del juego. Comenzando por un excelente trabajo de doblaje al español para todos los diálogos, proporcionando énfasis y acento cuando la situación se requiere -algo muy destacable, ya que últimamente los doblajes dejan mucho que desear-, y terminando por una banda sonora que se amolda como un guante a cada fase. Melodías con aires celtas para ambientar el mundo de los hobbits y cortes misteriosos en los momentos de mayor peligro para Bilbo; salvando siempre las distancias, ofrecen un estilo parecido a la banda sonora que Howard Shore compuso para las películas de El Señor de los Anillos.

Guión

En un agujero en el suelo, vivía un hobbit. Así comienza la gran aventura de Bilbo Bolsón, un tranquilo habitante de La Comarca al que, como a toda su raza, le gusta la vida sencilla y la buena comida. Hasta que un mago se presenta un día en su casa acompañado por trece enanos y le propone formar parte de dicha compañía como salteador de tesoros.

Para el pequeño hobbit es algo sorprendente, puesto que a lo que él estaba acostumbrado era a disfrutar sus dos desayunos, el almuerzo o el té de la tarde. Pero… ¿cómo podría afrontar Bilbo un viaje lleno de peligros y parajes desconocidos para él? Poco a poco, Bilbo se dará cuenta de que su corazón es más aventurero de lo que en un principio se podía prever. Uno tras otro, irá participando en sucesos que años más tarde reflejaría en un libro. Un viaje de ida y vuelta. Ahora tú eres el protagonista.

Jugabilidad

La interfaz de juego que presenta El Hobbit es bastante sencilla e intuitiva en líneas generales. Nos haremos con el control de Bilbo en pocos minutos, minutos que se convertirán en segundos si hemos jugado a Ocarina of Time; como ya os dije antes, el control es calcado al de Link. Algo que no me ha gustado del control implementado es la selección del arma para el hobbit, puesto que usa una tecla/botón diferente para cada una, cuando hubiera sido más accesible habilitar un solo botón para ir alternando entre el bastón, las piedras o la espada.

El control y manejo de la cámara, esencial en estos casos, está bien resuelto en un principio, ya que se basa en un botón que centrará la vista por detrás de Bilbo -reminiscencia de Zelda, de nuevo- apoyado en el uso de transparencias para los objetos demasiado cercanos que puedan tapar la visión de nuestro personaje. Para el combate se usa el auto-encaramiento mediante pulsación de un botón, para no perder la referencia del enemigo. Podremos defendernos y atacar de forma diáfana, aunque quizá se le da demasiada cuerda a la acción, teniendo en cuenta que el protagonista siempre es Bilbo. Para colmo, los ataques disponibles son muy básicos y repetitivos.

Hay que señalar que a lo largo del juego se encuentran deficiencias que nos impedirán tener una vista diáfana de nuestra posición en pantalla. Puntos muertos de la cámara o sitios donde no se activa la corrección de la misma. De todas formas, son contadas las ocasiones en que esto ocurre.

El desarrollo de las fases cae lentamente en la monotonía con el transcurso de las mismas, pero es de agradecer que existan partes como la fase de los trolls en el claro del bosque, donde los saltos y la lucha dejarán paso al sigilo y al evitar ser vistos por estos hambrientos seres. La baja dificultad que entrañan los retos que Sierra nos ha propuesto a lo largo del juego convierten a El Hobbit en un entretenimiento demasiado corto, aunque ideal para el público más joven.

Estrategia y trucos

Cuando recorramos la Tierra Media, será conveniente tomarnos nuestro tiempo para escudriñar en cada rincón y en cada arbusto para recoger las gemas -¿gemas o rupias?- que se hayan escondidas, las cuales nos proporcionarán puntos de valor, a la postre, mayor energía para Bilbo.

Otra forma de conseguir estos puntos será completando las 'quests' que nos vayan proponiendo. Aunque hay muchas aventuras que serán de carácter secundario, es recomendable intentar completarlas todas. Ya que su dificultad es escasa, al menos alarga la duración del juego.

Comparándolo con…

Por proximidad se puede citar La Comunidad del Anillo, un juego más oscuro que tampoco llegó a cuajar entre los jugadores en su día, pero similar por su temática y desarrollo. Sin embargo, El Hobbit me parece un producto más redondo y mejor acabado que la referencia mencionada, sabiendo al público al que va dirigido principalmente.

Lo que está bien

Lo que no está tan bien

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