Street Fighter + Magic the Gathering = ¿Pokemon?

Como reza el título del análisis nos encontramos ante una combinación extraña, surgida de la idea de trasladar Magic the Gathering al universo de la estrategia en tiempo real, siendo en su origen, un conocido juego de cartas, es decir, por turnos.  El resultado de semejante hazaña bien podría pasar a la historia de las ideas felices que pueblan el infierno o ser todo un acierto. Veamos..., bisturí en mano, analicemos este extraño espécimen y que tiemble la distribuidora.

Mi impresión inicial no podía ser peor. Los gráficos eran muy bonitos, vale. Pero este juego no era un Magic. Había dos luchadores tipo arcade en mi pantalla, dos barras de vida como las de toda la vida. ¡Y pulsando un botón mi personaje atacaba! Me temí lo peor: flecha abajo, flecha abajo-derecha, flecha derecha, ataque... e invocaré una kame-ame. ¡Herejía!.

Nunca me he comprado una carta de magic, pero jugaba con las de un amigo, a pesar de ser un pedante insoportable y de que me ganaba siempre, el juego me gustó, y años más tarde en su excelente versión de PC (Magic The Gathering de Microprose, podéis encontrarlo en la web de The Underdogs), llegué a descubrirlo a fondo y apasionarme por él, aunque seguí sin comprar una sola carta. Para los que hayáis jugado sabréis a que me refiero: preparar tu mazo, elaborar una estrategia previa y después confiar que la suerte disponga las cartas en el orden correcto, ataques y contraataques, detener a la dichosa criatura voladora o lograr destruir el artefacto ganador de vuestro oponente. Era un juego de calma y miradas continuas a tus cartas, era... un juego por turnos.

Bien, pues olvidad todo eso. Si el juego de Microprose era un reflejo perfecto del juego de mesa, Battlegrounds no lo es, y tampoco pretende serlo. Eso no significa que sea un mal juego. Simplemente es algo completamente distinto, y aquellos que busquen una versión de Magic en su ordenador comprobaran desilusionados que no es así. Esos primeros instantes pueden dar al traste con el juego, estrellando su cd contra alguna pared o rayando con un compás su indefensa superficie. Si los puristas resisten ese primer acto neurótico descubrirán un juego nuevo de nombre viejo, con ciertas reminiscencias al original de mesa, y que puede llegar a hacerse un hueco en su fanático corazón.

Tras darle tiempo y jugar las primeras partidas, la impresión mejora. Magic Battlegrounds no es un arcade como parece en un primer momento, no es un juego de lucha y si corréis como locos hacia vuestro oponente para hacerle una cara nueva, os matarán. Es más, como descubriréis más tarde, si no tenéis una estrategia preparada, seréis carne de cañón por muy duchos que seáis con vuestro joystick. Battlegrounds es un ETR en toda regla, una mezcla de estrategia y reflejos. Si no sois ágiles con el mando, también seréis carne de cañón. Sólo alguien de pensamiento rápido y dedos ágiles puede llegar a ser un maestro de padawans en este juego.

¿Pero de qué va? Ya llegamos. Seguro que habéis visto un capítulo de Pokemon en telecinco (no mintáis que no os oigo...). Muy bien, pues ya tenéis la dinámica principal, invocáis criaturas, hacéis que luchen y el que invoque las criaturas más poderosas y más acertadas para enfrentarse a las de su oponente, gana. Como handicap, ajeno al melodrama japonés de animalillos psicodélicos, tenéis encantamientos y conjuros que os permiten mejorar vuestras criaturas, dañar al enemigo, curar vuestra salud o invocar ventajas extra.

Cada hechizo, conjuro o invocación, consume maná (palabra que sirve para definir "esa barra azul"), pero no os preocupéis: el maná cae del cielo, literalmente. Cada tanto aparecerá una esfera que os dará un punto de maná, los enemigos al morir también dejaran caer la preciada energía, aunque en porciones de esfera. Recoged el maná, invocad criaturas, manejad oportunamente las ventajas que proporcionan los hechizos y conseguiréis que vuestras criaturas aniquilen a las del contrario para atacarle a él directamente. Cada jugador posee veinte puntos de vida, el primero en llegar a cero, pierde.

¿Magic Battlegrounds es ante todo, un juego original. No es Magic, no es Pokemon, no es Street Fighter, es Magic Battlegrounds y ese es su mayor acierto. ¿De cuantos juegos no existen mil versiones diferentes? Si queréis jugar a un FPS de la Segunda Guerra Mundial, tenéis opciones hasta aburriros, no hablemos de ETR's en épocas históricas. Pero el juego que nos ocupa es único, y su mecánica de juego lo alejan de cualquier otro conocido, al menos para los cánones actuales de "arriesgarse es la muerte, hagamos lo de siempre, si puede ser con alguna licencia cinematográfica". El ajetreado viaje de un juego de cartas a un ETR ha sido bien llevado, y esa era la parte más delicada, es entretenido, es diferente, tiene un apartado gráfico excelente, en definitiva, si queréis probar algo nuevo, ésta es una buena opción.

Primero las buena noticias, ahora las malas nuevas. No hay historia. Habría sido un acierto hacer un juego de rol, tipo Baldur's Gate, con el sistema de combate desarrollado por el juego, pero en lugar de eso tenemos una simple sucesión de combates con nulo argumento. Cuando os canséis de luchar, no habrá alicientes para continuar (y si no os gusta el sistema de lucha, ya tenéis un frisbee plateado).

Otro punto negativo, es un juego Xbox'ed. Lo explicaré en más detalle en la sección de jugabilidad pero se han limitado los botones a los del pad de la Xbox y la configuración gráfica a cambiar la resolución. TENGO UN PC, con un hermoso teclado y decenas de tarjetas gráficas posibles con centenares de errores gráficos posibles, así que por favor, dejenme configurar más de ocho botones y quitar algunos efectos si así lo prefiero. NO TENGO UNA XBOX, y estoy comenzando a hartarme de que me simplifiquen interfaces y me resten botones para hacer el máximo común divisor con la negra y verde de Microsoft.

Me gustaba más el juego de cartas pero Battlegrounds es un buen juego, original, entretenido... Xbox'ed, una apuesta original dentro de un mercado cada día más anquilosado.

Gráficos y sonido

Los gráficos son espléndidos. Las invocaciones y nuestros personajes están perfectamente representados por criaturas de gran tamaño que llegarán a llenar la pantalla en sus combates. El nivel gráfico tiene su contrapartida y exige una máquina potente o una resolución baja, recordad que no se pueden quitar efectos gráficos. Su brillantez gráfica y el despliegue de efectos en pantalla es lo mínimo que se le podía pedir a un juego estático como este.

Los paisajes os sorprenderán por su belleza y su acabado y algunas criaturas son realmente espectaculares y de tamaño considerable. Al ser un juego de consolas se ha buscado un gran despliegue visual en pantalla y han conseguido un resultado excelente, un número considerable de polígonos y buenas texturas para dejaros con la boca abierta. En este apartado no se le puede poner un sólo pero al juego.

En el aspecto sonoro, no es tan brillante, su música apenas pervivirá en vuestra memoria y los efectos de sonido, cumplen su cometido sin estridencias, excepto el canto en la invocación de determinado pájaro del color blanco, pero se soluciona descartando su carta cuanto antes.

Guión

El guión no existe. O sí hay un video de introducción, sale una piedra a la que le faltan  cinco gemas que corresponden a las cinco familias de hechizos. ¿Y a que no adivináis qué? Pues tenéis que derrotar a cinco magos, y cada uno os da una gema pero nadie os explica ni qué, ni por qué, ni para qué. Y si a los propios diseñadores les importa un bledo el argumento, pues a mi también me importa un bledo.

Jugabilidad

La jugabilidad sigue el esquema mil veces repetido en la naturaleza de la campana de Gaus, comienza flojo, se hace muy adictivo y acaba flojo otra vez. Sufriréis un cierto desconcierto en los inicios, pero cuando dominéis la mecánica jugaréis como locos hasta que se haga cansino, tiempo que puede variar según la persona, pero yo no pronostico semanas de diversión con este juego.

En el modo historia se siguen un combate tras otro enseñándonos a manejar una nueva carta cada vez, es una especie de tutorial interminable. Disponéis también de un modo arcade en el que lucharéis con diferentes oponentes cuya dificultad se irá incrementando, y de un modo de combate a dos jugadores. El problema surgirá cuando dominéis las cinco familias de hechizos y os hayáis acabado el modo arcade. Sólo os quedará el juego online pero... Battlegrounds tiene una serie de desventajas sobre el juego de cartas.

La primera es la prisa, desconocida en el juego de mesa, un error al invocar un hechizo y estaréis muertos, así de simple, invocar una tortuga cuando os acribillan desde el aire deja un gusto amargo en el paladar que te lleva a dejar de jugar inmediatamente. El segundo es caer en estrategias repetitivas. Al editar vuestro libro de magia podéis elegir diez hechizos entre catorce.

Me da que casi todos eliminamos los mismos cuatro inútiles por cada familia, lo que da barajas iguales para todos a efectos prácticos. No existe el factor suerte en la distribución de las cartas, ya que disponemos de todas desde un principio, sólo limita nuestras invocaciones el escaso maná que posees al iniciar la partida. Resultado: las partidas se parecen mucho entre sí. Una vez hallas una estrategia ganadora con un color, te limitas a repetirla una y otra vez obligándote a preguntarte si esa partida no la habías jugado ya antes. El juego de cartas disponía de más variedad en los hechizos y de más variables en la partida. Con él siempre tenía la sensación de que cada partida era nueva, con Battlegrounds, no. 

Mis queridos botones.

Imaginaos dos mundos paralelos. En uno tengo un juego Xbox'ed, en el otro no. En el universo Xbox'ed la interfaz ha sido pensada para una consola. Sólo hay ocho botones configurables. Para realizar todas las acciones disponibles se ha tenido que crear un menú artificioso con scroll y botón de retroceder para elegir mi hechizo. Restando otras acciones, sólo quedan seis botones disponibles para manipular ese menú (izquierda, derecha, aceptar1, aceptar2, aceptar3, cancelar). Resultado: quiero invocar un pájaro asesino (sexta invocación) pero estoy en la sección de conjuros.

Ahora viajemos al maravilloso mundo de los juegos no Xbox'ed. Tengo un bonito teclado y el manejo de mi hechicero delegado en el ratón, con un cosa llamada, "puntero de ratón", que sirve para señalar un punto de la pantalla y que mi mago vaya hacia allí. La fila qwert selecciona los conjuros, la fila asdf las invocaciones, la fila zxcv los encantamientos. Quiero invocar al pájaro asesino, que es la sexta invocación, tras invocar un conjuro.

Creo que no necesito decir nada más... esta es la diferencia entre poder elegir un hechizo entre diez usando un teclado al completo, o con sólo cuatro botones, que son los únicos que te deja configurar el juego.

Estrategias y trucos

Cada color tiene su propia estrategia. Con el color verde puedes adoptar una postura defensiva, utilizar las criaturas que te dan maná para acumular una mayor reserva de energía que el contrario y en un momento clave gastarla en una horda de criaturas imparable. Con el blanco debemos hacer uso de sus poderosas criaturas aladas y la habilidad de darnos vida. Con el rojo fulminar a nuestro enemigo en los primeros instantes con nuestro poder destructivo, o como mínimo, atacar sin cesar para no darle tiempo a preparar una estrategia defensiva. Con el azul disponemos de los mejores contrahechizos, capaces de anular invocaciones o conjuros.

Como estrategia general pensad en el piedra-papel-tijera. Cada criatura tiene un enemigo natural capaz de bloquearla, y cada hechizo o encantamiento su contrapartida dentro de vuestro propio color. El problema es que cuando sepáis como reaccionar a cada situación, el juego se vuelve mecánico y vence sólo aquel capaz de navegar a toda prisa por el engorroso menú y ejecutar de forma más eficiente las órdenes.

A parte de la vertiente estratégica, Battlegrounds también tiene cierto tono arcade. Podéis defenderos con vuestro hechicero creando un escudo mágico a vuestro alrededor, lamentablemente consume maná, y también podéis atacar a las criaturas que os envíe vuestro contrario. Así que si vuestras invocaciones os fallan, recordad que no estáis mancos y con un poco de suerte podréis arrebatar dos puntos de vida a la criatura que os ataque.

Comparándolo con…

La única comparación posible y la evidente es con el juego de mesa y su fiel reflejo en ordenador creado por Microprose, en mi opinión, sale perdiendo, pero todo es cuestión de gustos. ¿Age of Wonders o Warcraft? ¿La estrategia calmada o el frenesí picateclas?

Lo que está bien

Lo que no está bien

Ampliar