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Metal Arms: Glitch in the System

Metal Arms: Glitch in the System

  • PlataformaGC8XBX8PS27
  • GéneroAcción
  • DesarrolladorSwingin' Ape Studios
  • Lanzamiento25/11/2003 (GC, XBX)01/12/2003 (PS2)
  • TextoEspañol
  • VocesInglés

Interfiere en el sistema? si puedes.

Metal Arms es un título que a priori se presenta como una interesante novedad en el cargado género de juegos de acción que padece PlayStation 2. A pesar de sus muchos puntos positivos, no alcanza el olimpo de los elegidos por algunas importantes carencias que le pasan factura.

Actualizado a

Metal Arms es un título que a priori se presenta como una interesante novedad en el cargado género de juegos de acción que padece PlayStation 2. A pesar de sus muchos puntos positivos, no alcanza el olimpo de los elegidos por algunas importantes carencias que le pasan factura.

Metal Arms: Glitch in the System (PlayStation 2)

A estas alturas todos sabrán ya que Metal Arms es un juego multiplataforma. Y a pesar de que las tres versiones del juego han salido casi a la vez, éste es el momento de ver la de PlayStation 2. Y a pesar de que no hay mucho nuevo que decir, sí hay bastante que comparar, a pesar de que en el fondo no haya grandes diferencias técnicas.

Pero primero será mejor ponerse en situación. Metal Arms es un juego de acción en tercera persona, de esos que hay a patadas en casi todos los sistemas, generalmente porque tienen muy buena aceptación. Pero combinado con la idea de apuntar manualmente, ya que en estos juegos la máquina suele hacer ese trabajo.

Metal Arms: Glitch in the System (PlayStation 2)

Con lo cual, también tiene rasgos de shooter. Pero además, se le añaden unas cuantas elevaciones y desniveles, y se obtiene un juego de plataformas. No es la base, desde luego, pero durante la partida habrá que usar continuamente el botón de salto.

Total, que al final en este juego se encuentran muchos elementos que le dan variedad, algo sin duda positivo; al menos si no fuera por que algunos apartados no están todo lo bien terminados que deberían. Aunque eso se verá más a fondo cuando se hable de la jugabilidad.

Aunque si por algo se caracteriza este juego de acción es por ser endiabladamente rápido. Es un estilo de juego que recuerda en cierto modo a las máquinas recreativas, como si intentara buscar en todo momento que el jugador no pare quieto, que no deje de disfrutar ni de tregua a la acción.

Metal Arms: Glitch in the System (PlayStation 2)

Eso desde luego no impide que haya elementos propios de una aventura, como puzzles, o un buen guión. Aunque desde luego lo primordial es no dejar de disparar continuamente, ya sea con un arma o con otra.

El argumento, a pesar de no ser nada nuevo, tiene algunos detalles originales que no deben ser desvelados, para no chafarlo a quien todavía esté por jugar. En principio, la acción se sitúa en un desolado planeta lleno de escombros, donde dos facciones de robots combaten entre sí. El protagonista, Glitch, es rescatado de entre la chatarra y devuelto a la vida por una de las dos facciones, aunque con la memoria en blanco. A medida que se vayan desarrollando los acontecimientos irá recordado quien es.

Metal Arms: Glitch in the System (PlayStation 2)

También hay que reconocer que Metal Arms es un juego que va ganando puntos a medida que se va desarrollando la partida. Ya no solo por el guión, que sin duda es un motor importante para la aventura, sino por la jugabilidad en sí. Glitch, al igual que pasa en otros muchos jugos, puede llevar varias armas a la vez, y desde luego hay un gran arsenal disponible.

Metal Arms: Glitch in the System (PlayStation 2)

Pero la novedad radica en poder equipar un arma diferente en cada brazo, y usar ambas a la vez. Por ello, al comenzar la partida, Glitch sólo dispone de un simple cañón para uno de sus brazos, por lo que al comenzar a jugar da la impresión de que el título es muy pobre. Cuando se van consiguiendo más armas y accesorios, la cosa gana bastante.


 g r á f i c o s

El apartado visual, aunque está muy bien, es el peor de las tres versiones aparecidas. No por mucho, desde luego, pero si que se notan esos pequeños detalles que aparecen en las versiones de las otras consolas, y no en la de Sony. Esas explosiones, esas texturas mejor acabadas, esos efectos de luces. Son parecidos, pero no iguales.

Metal Arms: Glitch in the System (PlayStation 2)

Es lógico, pues PlayStation 2 es la menos potente de las 3 consolas actuales. De todos modos, casi ninguna carencia afecta a la jugabilidad… excepto las cargas. La máquina de Sony tarda un poco más en completar las cargas de los niveles, y es algo que se nota a la hora de jugar.

Pero al margen de las obligadas comparaciones, Metal Arms es un juego que se ve bastante bien, aunque sin llegar al sobresaliente. Los personajes, al ser robots, pues se mueven de forma robótica, por lo que en esta ocasión no es un punto negativo. Desde luego se mueven de forma fluida. Como máquinas, pero de forma fluida.

Su aspecto es bastante cómico, pues en el fondo tienen un aspecto humanoide ciertamente gracioso. Aquí es donde se nota sobre todo la caracterización de cada uno, pues los buenos tienen un aspecto campechano agraciado, mientras que los malos tienen formas más estiradas y puntiagudas. No todos, pero sí la mayoría.

Metal Arms: Glitch in the System (PlayStation 2)

Las armas, que en este juego son parte indispensable del mismo, están bien recreadas, pero acusan de cierta falta de originalidad, tanto en diseño como en su uso o consecuencias. También es cierto que en este sentido está casi todo inventado, y es complicado crear nuevas ideas sin que el resultado pierda jugabilidad.

La mayoría de las fases se desarrollan bajo tierra, con lo que la mayoría de las texturas empleadas son tonos ocres, y en general colores apagados. A veces da la impresión de que se repiten un poco, pero los escenarios no están mal construidos, por lo que el resultado final es aceptable. Quizás se echa un poco en falta escenarios más grandes, más abiertos… pero tampoco es algo imprescindible, y en ocasiones se encontrarán localizaciones bastante amplias.

Metal Arms: Glitch in the System (PlayStation 2)

Pero si por algo destaca Metal Arms, es por la capacidad que tienen los robots de romperse allá donde se les dispara. Es decir, los robots, tanto enemigos como aliados, están construidos por piezas, por lo que es posible destruir sólo una parte de ellos, y que el resto siga funcionando. Ver esto en acción es bastante espectacular.

Metal Arms: Glitch in the System (PlayStation 2)

Si se dispara al brazo de un enemigo, lo perderá y continuará sin él. Del mismo modo, si se le dispara al pecho, y se destruye la parte superior de su cuerpo, las piernas se irán paseando ellas solitas hasta que choquen con algo, o también las destruyamos (cosa inútil y poco práctica en el medio de una batalla).

Por último, las secuencias de introducción e intermedias durante la partida están generadas con el propio motor del juego, lo que queda bastante bien. Los menús son algo simples de más, aunque funcionales. Y todos los textos están en castellano. La nota negativa la pone de nuevo la ausencia de selector de 60 hz, algo que debería ser casi ilegal a estas alturas.


 s o n i d o

Metal Arms: Glitch in the System (PlayStation 2)

El apartado musical se limita a cumplir, de igual manera que cualquier otro juego de acción del montón. La intensidad o el tema varía según la fase y el momento, según si estamos en medio de una escabechina o simplemente paseando por el nivel. En cualquier caso cumple con su misión, aunque pasa un poco desapercibido.

En cuanto a los efectos de sonido, destacar el doblaje al castellano. Un trabajo excelente con unas entonaciones bien conseguidas que transmiten al jugador los sentimientos de los robots… en cierto modo es una paradoja, pero así es. En este juego los robots sí tienen sentimientos, o al menos eso parece por como hablan y gesticulan.

Metal Arms: Glitch in the System (PlayStation 2)

El resto de los efectos de sonido también gozan de un buen acabado. Así, los efectos más escuchados serán los disparos de las armas, y por supuesto, todos sus efectos como explosiones, roturas, impactos…  También hay otros efectos de sonido, pero no demasiados, y en general no destacan mucho.

Destacar la opción de sonido Dolby Surround para los afortunados poseedores de un equipo apropiado.


 j u g a b i l i d a d

El apartado jugable sale ganando en ciertos aspectos, y perdiendo en otros. Como se dijo antes, al comenzar la partida, el juego no parece demasiado divertido, sobre todo por la ausencia de armas. Pero la cosa va ganando a medida que se avanza por los 40 niveles que tiene el juego.

Metal Arms: Glitch in the System (PlayStation 2)

Evidentemente, las armas son uno de los elementos principales del juego. Y como tal, una de las fuentes de su diversión. Aplastar a los enemigos con cualquiera de las múltiples armas disponibles a lo largo de la aventura es una delicia… quizás con la excepción del cañón inicial, que es algo soso.

Metal Arms: Glitch in the System (PlayStation 2)

Usar dos armas diferentes a la vez, una en cada mano, para ver como los robots enemigos son destruidos pieza por pieza, es lo mejorcito del juego. Aunque claro, no todas las armas tienen el mismo uso. Algunas casi no tendrán munición a lo largo del juego, y otras resultarán casi inútiles por su poca potencia o por su complicado uso.

Algunas tienen munición infinita, pero si se disparan continuamente se calientan, por lo que habrá que dejarlas reposar de vez en cuando o se sobrecalentarán y se quedarán inservibles unos segundos.

Pero si las armas parecían poca cosa, en el juego hay varios vehículos disponibles que aumentarán todavía más la jugabilidad de Metal Arms. Como por ejemplo una especie de tanque, o algún que otro robot (en cuyo caso tenemos a un robot pilotando otro robot más grande).

Metal Arms: Glitch in the System (PlayStation 2)

En el terreno de las cosas que están bien, pero deberían estar mejor, encontramos el sistema de puntería. Puede que el mejor sistema para disfrutar de un juego de disparos sea el uso de teclado y ratón, como tienen los usuarios de PC, pero en consolas ya se han podido ver casos de juegos de disparos que se controlan perfectamente con un pad.

Sin embargo, Metal Arms no es uno de ellos. El movimiento de Glitch, que se efectúa con la palanca analógica izquierda es bastante intuitivo y cómodo; pero el control del punto de mira, que se realiza con la palanca derecha, es bastante impreciso. Es muy fácil pasarse o quedarse corto a la hora de apuntar a un enemigo, y ellos no sufren este problema.

Para solucionarlo, al menos en parte, se ha incluido un sistema de apuntado automático que facilita las cosas. Si un enemigo está cerca del punto de mira, Glitch le acertará aunque no estemos apuntando directamente hacia él. Y a pesar de que así es más cómodo jugar, sería mucho más deseado tener un buen control sobre el punto de mira, especialmente para realizar disparos certeros.

Metal Arms: Glitch in the System (PlayStation 2)

En el campo de las cosas que están mal acabadas, y que sería obligatorio que hubieran mejorado, están los saltos. Glitch salta poco, pero puede hacer un doble salto para llegar más alto y más lejos. Lo primero que llama la atención es la pésima animación que tiene Glitch cuando realiza uno de esos saltos.

Lo segundo que llama la atención es el escaso control que se tiene sobre los mismos. Glitch, en el momento que salta lo hará en la dirección que lleve mientras corre hasta el momento en que aterrice. Del mismo modo, saltará con la velocidad que lleve hasta el momento en el que toque el suelo de nuevo, por lo que mientras que está en el aire, no se dispone de ningún control sobre él.

Metal Arms: Glitch in the System (PlayStation 2)

Sirva de pobre excusa que se intente dotar de realismo los saltos; pero entonces a que viene hacer un doble salto, si Glitch no se apoya en nada cuando lo realiza. En la mayoría de las ocasiones es muy difícil calcular la dirección y sobre todo la velocidad necesarias para aterrizar justo donde queremos, lo que complica bastante las partes de plataformas. Menos mal que no son muchas.

Metal Arms: Glitch in the System (PlayStation 2)

Básicamente, Metal Arms es un juego de ensayo y error. En muchas ocasiones, saltos incluidos, habrá que probar una y otra y otra vez hasta conseguir que salga aquello que necesitamos hacer (muriendo en cada intento, por supuesto), ya sea un salto, pasar una zona infestada de enemigos, o lo que sea; potenciando así su factor 'acción', y ese aspecto que lo acerca a las máquinas recreativas.

Destacar positivamente que a parte del modo de juego principal hay un modo de juego secundario para que varios jugadores se destruyan mutuamente. Bastante divertido, aunque se echa en falta un modo multijugador cooperativo para el modo aventura, lo que hubiera sido totalmente viable en vista de que Glitch casi siempre va acompañado de otros soldados de la misma facción que él.

 c o n c l u s i ó n

Metal Arms: Glitch in the System (PlayStation 2)

Metal Arms es un juego que llega con ganas de innovar, mezclando géneros, y llevándolos al jugador en un solo título de acción. Por desgracia se queda en el intento como tantos otros juegos que también soñaron con llegar a lo más alto, y pagaron caros sus errores.

La aventura de Glitch es bastante interesante, y entretiene sin compromiso; pero deja una sensación agridulce de que podría haber ofrecido más. Y en PlayStation 2 eso es algo que pasa factura, sobre todo con el gigantesco catálogo de opciones disponibles. Desde luego es mejor probarlo primero, y si gusta, garantizado que no es una mala opción.


 l o   m e j o r

  • El arsenal disponible
  • Llevar un arma en cada mano
  • Que los robots se rompan por partes
  • El doblaje al castellano
  • Los vehículos que se pueden pilotar


 l o  p e o r

  • El control de Glitch en los saltos
  • Apuntar a los enemigos no es tan sencillo como debería
  • Algunas armas casi no se usan
  • El sistema 'muere-intenta-muere-intenta-pasa de zona' que hay que usar a veces
  • Por favor: selector de 60 hz ya para todos los juegos
7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.