Rizando el rizo...

Tony Hawk supuso toda una revelación en su día y la llave que abrió la puerta a la oleada de juegos basados en deportes extremos que se puede encontrar hoy día. Ahora le corresponde al último de sus predecesores renovar y revitalizar el género.

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Decir que los juegos de Tony Hawk son al género de los deportes extremos lo que Super Mario a las plataformas puede chocar a más de uno. Principalmente a los que nunca le hayan echado un ojo a una serie que nación en PSX hace ya unos añitos y que , desde el primer título, consiguió enamorar a miles y miles de jugadores en todo el mundo.

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Las cualidades del iniciador de la saga, Tony Hawk's Pro Skater, eran innegables. Ya por aquel 1999 el apartado gráfico que presentaba era correctísimo, y la banda sonora, de auténtico lujo. Pero dónde realmente estaban los méritos de esa serie que acababa de nacer y que pocos pensaban que llegaría hasta dónde ha llegado, era en la jugabilidad. Un control 100% intuitivo, que permitía a los jugadores menos hábiles hacer sus pinitos en el skate y, a la vez, posibilitaba que los virtuosos del pad ejecutaran virguerías del más alto nivel.

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Ya han pasado 4 años desde el lanzamiento de ese primer título, y, hasta la fecha, la serie apadrinada por el gran Tony ha contado con 4 títulos, los cuales han sido conversionados a casi todos -por no decir todos- los sistemas de entretenimiento doméstico. Las novedades que se han ido introduciendo paulatinamente en la serie han sido más bien escasas, limitándose muchas de ellas a mejorar un apartado técnico que, entrega a entrega, se ha ido convirtiendo tácitamente en el estándar de calidad del género.

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Pero parece que algo está cambiando. Tony Hawk's Pro Skater 4 ya dejó claras las intenciones de Neversoft, como desarrolladores, y Activision, como productores, de que nadie se estaba durmiendo en los laureles. La cuarta entrega de la saga apadrinada por Mr. Águila encandiló a todos gracias al radical cambio del modo Jugador Individual, el cual se había convertido en una especie de Modo Historia.

Tony Hawk's Underground, como veremos a continuación, no hace sino continuar en esa línea y, a las premisas ineludibles de la serie, las cuales se han ido asentando a lo largo del tiempo, añade unos cuantos add-ons con la intención de seguir enamorando a las nuevas generaciones de consoleros. Como poco se merecen el beneficio de la duda.

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Así, por ejemplo, algo que pudiera parecer tan poco importante como la respuesta de la tabla de Skate ante la caída de su jinete, en Tony Hawk's Underground ha sido muy mejorado. Dependiendo del tipo de caída, del lugar en el que se produzca y de la velocidad a la que iba el patinador antes de acabar en el suelo, la tabla se irá para un lado, para otro o, símplemente, se quedará esperando en el suelo para que el skater pague su frustración con ella, partiéndola de una patada o arrojándola bien lejos.

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Otro detalle que tiene que ver con las caídas es la sangre que brotará del cuerpo del patinador cuando éste sufra un accidente, la cual, si salpica contra algún objeto gráfico como una pared o el mismo pavimento, permanecerá ahí como si de una muestra de arte urbano se tratara. Realmente, el chorro rojo - y algún que otro quejido de dolor- será la única muestra de que el skater ha tenido un imprevisto. Nada de aparatosas heridas ni cojeras innecesarias.

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Por los escenarios os encontraréis con referencias a la cultura estadounidense, así como diferentes menciones a compañías que, suponemos, habrán querido anunciarse en la producción de Activision de una u otra forma. Como muestra, algún que otro restaurante de McDonald's que habrá desperdigado por los 9 niveles de los que consta Tony Hawk's Underground.

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El nivel de detalle de las fases es muy alto. Pero no sólo los objetos constituirán el encanto de las pantallas, sino que diferentes elementos vivos poblarán los mundos de la creción de Neversoft, llenándolos de dinamismo. Y es que además de los coches - que han visto aumentado su calidad con respecto lo visto en  y transeúntes, os encontraréis cara a cara con decenas de patinadores que están haciendo lo mismo que vosotros: patinar para divertirse. También habrá algún que otro animal recorriendo los niveles; suerte que se ha implementado la cámara manual, así los más curiosos no se perderán detalle.

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En cuanto a efectos, Tony Hawk's Underground no se ha prodigado en exceso. Un par de fxs visuales especialmente interesantes, como el humo que sale de las alcantarillas, que no pueden esconder el hecho de que la mayoría sean bastante más discretos. Efectos como el que produce las sombras o, sobre todo, la textura que representa el agua, desmerecen totalmente encontrarse en un juego de este calibre. Tirón de orejas a Neversoft por no haberse esforzado más en este sentido.

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Rock

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Punk

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Con un listado tan enorme de canciones, incluso nos extraña que se haya posibilitado el uso de las canciones grabadas en el disco duro. Pero así ha sido, y los que prefieran jugar escuchando a Vivaldi que a Bad Religio, pues podrán hacerlo. En la variedad está el gusto, ¿no?

Por ejemplo, antes, para subir al tejado de una casa o alcanzar un punto especialmente elevado, la única posibilidad era la de utilizar una rampa o grindar un cable telefónico o similar que condujera al destino pretendido. En cambio ahora vuestro skater podrá encaramarse a paredes y superar obstáculos gracias a la libertad que supone el no ir con la tabla pegada a los pies todo el tiempo.

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Así, al más puro estilo Tomb Raider, los deportistas exhibirán en este juego todas sus facultades físicas, superando obstáculos que, hasta este Underground, permanecían como totalmente infranqueables para el plantel de patinadores de la serie patrocinada por Tony Hawk. Aunque pensándolo bien, no nos bajaremos demasiado de la tabla. Con lo que nos gusta a nosotros el patinar...

La interacción con la tabla ha aumentado mucho. Ya no sólo será una excusa para justificar que el patinador sea capaz de trasladarse a altísimas velocidades. Ahora podréis deteneros, continuar, bajaros de la tabla, rectificar -atención, una mala salida de Half - Pipe en la que no vais a conseguir enganchar en la caída la rampa y necesitáis disminuir la inclinación de la tabla, etc. Vamos, un montón de detalles, muchos de ellos nuevos, que seguro que harán las delicias de los que llevan jugando a esta serie casi desde sus inicios.

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Eso es precisamente lo que nos propone el que algunos consideran como mayor cambio respecto al anterior juego de la serie. El modo Historia consiste en una sucesión de desafíos que tienen por protagonista al patinador que hayáis creado mediante el editor del juego, el cuál protagonizará un argumento que parece sacado de cualquier película de deportes en la que un perfecto desconocido acaba convirtiéndose en la mayor estrella mundial.

¿Suena bien, verdad? Pues nada, a ponerse las pilas. A lo largo de los capítulos en los que se divide el argumento, tendréis que ir ganandos el respeto de los skaters, los locales primero y luego las principales figuras del mundo. El objetivo último, como ya os podéis imaginar, es convertiros en uan figura mundial que no tenga nada que envidiar a los Chad Muska y compañía.

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Además del modo Historia, encontramos otro interesante, cuanto menos, modalidad de juego que seguro que calará hondo entre los amantes del freestyle. Consiste en ir seleccionando diferentes modificadores como tipo de giro, tipo de agarre, tiempo de agarre, etc. y combinarlos en una línea temporal. Y... !Ya está! ¿A qué es sencillo? Los trucos que creéis se asignarán a vuestro patinador, por lo que podréis ejecutarlos en cualquiera de los niveles de Tony Hawk's Underground.

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Dependiendo del nivel de dificultad que escojáis - otra de las novedades de esta entrega - no habrá límite de tiempo en los niveles. Eso posibilita que os podáis quedar patinando todo el rato que os apetezca, dando tumbos o haciendo el cabra, mientras escucháis la fantástica banda sonora del juego. La verdad es que el no tener que estar todo el rato pendientes del reloj es una liberación, sobre todo teniendo en cuenta lo desperdigados que están los puntos en los que hay misiones disponibles.

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Cuando superéis un número determinado de retos de una pantalla en concreto saltaréis al siguiente nivel. Ésto no significa que vayáis a cambiar de pantalla, sino que los objetivos principales variarán. Así, en una fase en concreto, por ejemplo, vuestro skater llegará a una gran ciudad, pero antes de darse a conocer a las bandas de patinadores locales, tendrá que darse a conocer en el mundillo.

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Así pues, los poseedores de Xbox y GameCube se perderán, entre otras cosas, el disfrutar de serie con otra de las novedades del juego: el modo Fireball. En él hasta 8 jugadores podrán enfrentarse, armados hasta los dientes, en una lucha estilo caótico-Battle Royalesco en la que tan sólo sobrevivirán los más fuertes. Las tres versiones, eso sí, incluyen modo multijugador offline, y la versión para la máquina de Microsoft es compatible con la interconexión por System Link.

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Un grandísimo juego que no defraudará a los que lo estaban esperando como agua de Mayo. A los que les haya caído un poco por sorpresa y estén perdidos entre tantas novedades, les aconsejamos que, por lo menos, le echen un vistazo. Seguro que no les defraudará.

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