Escondido y peligroso...

De la mano de Illusion Softworks, llega a nuestros ordenadores una nueva entrega de aventuras ambientadas en la segunda guerra mundial. Aunque es un tema largamente socorrido por numerosos títulos, Hidden & Dangerous 2 nos propone una mezcla de géneros que puede sorprender positivamente a más de uno… y negativamente a otros tantos. Soldados, rifle al hombro y marchando a paso ligero. La batalla empieza.

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Mi relación con Hidden & Dangerous 2 sólo puede definirse como una de amor-odio. Amor, sí, porque hay un gran juego metido dentro de H&D, os lo juro; y odio porque ese gran juego que está ahí metido cuesta mucho de encontrar en demasiadas ocasiones. Y esa es la dualidad que define la tónica general de sensaciones que puede producir a un jugador enfrentarse al desarrollo de este título. Intentaré explicarlo con mayor detalle más adelante.

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Además, puede decirse que el lanzamiento del juego ha sufrido de los mismos problemas que tuvo su primera parte, sólo reconocida por la comunidad de jugadores tiempo después de su salida al mercado; y eso mismo presumo que va a suceder con esta nueva entrega, aunque sinceramente espero que se produzca en plazos considerablemente más cortos. Y, curiosamente, parece que va por buen camino.

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Dejadme que os lo explique, que la anécdota es curiosa. Cuando Virgin envió la copia para review del juego a MeriStation, llegó en 5 cds. Por diversos problemas que tuvimos, no lo conseguimos hacer funcionar y Virgin se apresuró a mandarnos la versión final en su presentación completa: caja e instrucciones. El hecho de que no lo analizáramos en su momento fue muy propicio para el juego, porque durante ese período de tiempo salio un parche (23,4 mb) que solucionaba buena parte de los errores que presentaba el juego en su salida y que nosotros tuvimos en cuenta.

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Y sí, lo adivinaron, nosotros somos el líder de uno de esos escuadrones formados por un máximo de cuatro hombres que tendremos que dirigir a lo largo de una sólida campaña monojugador para cumplir un determinado número de objetivos en distintas misiones, con localizaciones bien diferentes aunque, eso sí, siempre ambientadas en territorio ocupado.

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El juego se presenta como una mezcla de géneros distintos, pero predomina por encima de todo la aventura en primera persona, como en cualquier FPS al uso, la aventura en tercera persona, incorpora el ya conocido modo táctico y tiene ligeros toques de RPG. Cual es el problema? Que no es extraordinario en ninguna de las facetas. Veamos el por qué.

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Las texturas son tal vez lo más logrado de H&D; desde la barba de tres días que posee más de un oficial de bajo rango hasta los modelados de los vehículos. Echadle un vistazo a la lona de un camión de suministros, por ejemplo. O tal vez la superficie del tanque, incluso cuando nos acercamos demasiado (que ojo, nunca deberíamos) podemos ver lo bien que se ha tratado este aspecto.

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Si examinamos el entorno con detenimiento incluso podremos ver como hay colillas de cigarrillo tiradas en el suelo, marcas de neumático en el pavimento, hierbajos arrancados al pasar con un vehículo por encima… Y todo ello contrasta con el hecho de que al poner una bomba en el suelo en zonas destinadas para ello, no se cree boquete ninguno. Texturas bonitas, si, pero indestructibles.

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La ambientación recuerda a otros juegos como Return to Castle Wolfenstein, en cuanto al nivel de atrezzo incluido en los escenarios. Banderas y posters, esvásticas, mobiliario… incluso algunas determinadas expresiones del diálogo en alemán (que hoy en día ya no se usan) ayudan a introducir al jugador en la coyuntura de la época aunque eso, como os explicaré más tarde, no siempre baste.

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Mención aparte deben recibir, eso sí, los modelados de las armas. Es muy difícil ver otro título donde se hayan guardado tan fielmente los detalles exactos de las herramientas de destrucción; y no hablo solamente de las más comunes americanas o las alemanas que, al fin y al cabo, están dibujadas y redibujadas. Hablo de los rifles japoneses o de pistolas muy poco conocidas que, si bien no estarán disponibles al iniciar una misión, sí lo estarán en mitad del campo de batalla.

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Otro cantar es la visión 'táctica', accesible mediante la pulsación de la barra espaciadora. No se puede decir que el juego escoja una cámara fija y, por encima de todo, adecuada a la ideal que nosotros escogeríamos. Por un lado es muy confusa a la hora de mostrar las irregularidades del terreno y por otro es liosa en cuanto a la administración de comandos.

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Es decir, los soldados alemanes hablan alemán y los aliados… hablan en perfecto castellano, que a eso iba. La localización del juego al español va más allá de la corrección; hay pequeñas imprecisiones en determinadas líneas de diálogo, como pausas donde no debería haberlas, pero por lo general incluso el argot está doblado de forma simplemente perfecta.

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De forma igualmente buena está confeccionado el sonido que sale de las armas, que además cambia dependiendo de dónde se dispare. Es decir, no suena igual en el bosque de la segunda fase que en el submarino de más adelante. Angustioso del mismo modo cuando estamos escondidos y escuchamos el sonido de las orugas del tanque pasar de altavoz a altavoz mientras permanecemos ocultos tras unas rocas… (no lo olvidéis, las rocas!!).

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Y así podría seguir hasta el infinito. Buena orquestación de la música, grandísimo efecto de reverberación en determinadas circunstancias, buena selección de samples para los efectos meteorológicos (el viento en dos ocasiones, el crujir de los árboles bajo la nieve, el ruido de un bombardero al sobrevolar nuestras cabezas… Y un sinfín más de detalles que puede que sólo vosotros mismos podréis apreciar.

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En relación a la acción táctica en tercera persona, el juego de Illusion Softworks se inspira en juegazos como SWAT o Rainbow Six, proporcionando éstos mejores experiencias (y más sencillas) en cuanto a lo que el manejo de grupos se refiere. Y con ello no digo que no sea bueno en ese campo, repito, pero hay ejemplos mejores actualmente en el mercado por doquier.

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Dualidad

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Y aquí es donde empieza aquella dualidad de la que os hablé al principio de mi texto; aquí es donde seréis capaces de amar al juego con absoluta pasión y odiarlo de la misma forma. Y conste que la cosa ha cambiado bastante a partir del no pequeño parche que poco después del lanzamiento del juego se puso a disposición del público. Porque no nos engañemos: no es normal que a la semana de salir al mercado haya archivo de 23.4 mb (¡!) para solucionar los *posibles* errores que *algunos* usuarios pudieran sufrir en sus partidas.

Y podría empezar por muchas partes, pero lo haré por el sistema de control del personaje activo. Illusion Softworks huye del concepto 'intuitivo' para ahondar en el término 'complejidad' a la hora de ponerse a manejar nuestro héroe. Para empezar, hay prácticamente un botón para todo: agacharse, cuerpo a tierra, un arma, la otra, saltar, trepar (¿?), disparar, granada, explosivos, todos y cada uno de los comandos a nuestros aliados…

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TODO puede realizarse mediante el teclado mediante accesos directos reprogramables, combinaciones de SHIFT o ALT o bien mediante un sistema de navegación por menús con el mouse que, siendo un poco más sencillo, es desde luego bastante más lento. Para que os hagáis una idea: hay bastantes simuladores de vuelo con menos teclas usadas que Hidden & Dangerous 2.

Como detalle mencionaré que, por defecto, la velocidad de movimiento (hasta 4 posiciones) se realiza mediante la rueda de scroll vertical del mouse, dejando las teclas de 'Inicio' y 'Fin' para el disparo secundario y la tecla '+' para la rotación entre el arma principal y la secundaria. El botón derecho del ratón queda como botón de acción.

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Tanta cantidad de controles nos dan la posibilidad de asegurar de forma muy precisa todo lo que debería suceder en pantalla, sobretodo con nuestro grupo de asalto. Podremos adjudicar varios tipos de órdenes al escuadrón, tanto de ataque como de defensa; administrar los recursos de los que disponemos puede suponer el éxito o el fracaso en la misión.

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Debido a esos dos factores, tenemos que tener en cuenta que a menudo no volveremos a la base después de una misión y no podremos reaprovisionarnos, con lo que deberemos escoger prudentemente tanto el arsenal como a los aliados que querremos llevarnos con nosotros. No tiene sentido para una misión de infiltración y sigilo juntar un grupo de boinas verdes con alta capacidad de carga y disparo pero más torpes y ruidosos que una excavadora.

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No obstante, el comportamiento del escuadrón, sobretodo después del parche, es bastante bueno. En primer lugar, ejecutan las órdenes tal y como se lo mandamos. Hacen fuego de cobertura de un modo eficiente, ocupan posiciones con sigilo, rodean al enemigo, se cubren… Además informan de cada nuevo avistamiento que se produce en el mapa y actúan de la forma que tengan predefinida.

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Puedo aseguraros que cuando las cosas salen como uno las planea es altamente gratificante. Desde la pantalla táctica podemos decidir el camino que cada hombre debe seguir y su actitud en caso de encontrarse con el enemigo, aunque en muchos casos será más una situación de ensayo-error que de estrategia puramente dicha. Y no es que los chicos sean malos disparando, ni mucho menos, en realidad son bastante mejores que nosotros.

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Además, cuando están en grupo no disparan si están unos delante de los otros; aparece un mensaje en pantalla advirtiéndolo y, de nuevo tras el parche, ahora ya buscan una nueva posición para abatir al enemigo, cosa que antes no hacían demasiado bien. En realidad, hay una gran diferencia entre la Inteligencia Artificial de nuestro grupo en comparación de la de los enemigos.

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Porque es frustrante (os acordáis de la dualidad?) ver como determinadas tropas enemigas son incapaces de superar un muro derribado de medio metro de altura o de subir unas escaleras y, en cambio, se comportan de un modo bastante realista en el interior de los edificios. Atacan, defienden, despejan una zona, ejecutan distintos tipos de tácticas… Es decir, no avanzan indiscriminadamente para que los ejecutemos sin más…

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También existe el modo 'carnicería', que consiste en eliminar todos y cada uno de los enemigos que haya en el mapa, aunque hay algunas misiones en las que para progresar exijan precisamente el cumplimiento de este requisito. Pero por norma general, los objetivos serán de toque más auténtico: es decir, robar documentos, hacer fotografías, encuentro con determinadas personas...

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El modo multiplayer tampoco es nada del otro mundo. Además se juega a través de GameSpy, que no tengo ni idea del por qué pero todo lo que se juega a través de GameSpy tiene un lag terrible. Apenas los modos clásicos de Deathmatch y Capture de Flag son los disponibles en el juego, sin que como dije antes exista un modo cooperativo que le daría mucho mayor aliciente al juego.

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Estrategia y  trucos

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Antes de salir a una misión, es IMPRESCINDIBLE coger la brújula. No sólo te sirve para orientarte en el mapa, sino que además te indica con un punto rojo la posición de los enemigos en cuanto cualquier miembro del equipo los detecte. No olvidéis que el juego lo considera un accesorio 'opcional', así que lo tendréis que seleccionar manualmente.

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Más cosas: la habilidad de abrir cerraduras, que está dentro de los stats de cada soldado, es prácticamente absurda. La he utilizado 3 veces a lo largo del juego y una de ellas fue en el entrenamiento. Preferible mejor coger a soldados que destaquen en otras habilidades. Recordad también que cualquier hombre con más de 50% en habilidad médica se puede curar a sí mismo.

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Otra cosa: el juego no distingue entre puntería con pistola o con fusil. Coged la pistola de cada hombre y, si su peso lo permite, le ponéis un rifle aparte del que lleve como arma principal. Si vais en modo sniper-camper, recordad de abatir primero a los francotiradores enemigos, luego los nidos de ametralladoras y después los soldados de a pié.

Por último, y ya sé que es un tópico, salvad muy a menudo. No hay nada más frustrante que caminar hacia un punto durante media hora y que te mate el francotirador de turno. Abusad también de la pantalla táctica y enviad a hombres a explorar y recorrer el flanco.

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