The Guild: Europa 1400
- PlataformaPC8
- GéneroRPG
- Desarrollador4Head Studios
- Lanzamiento21/10/2003
- TextoInglés
- VocesInglés
Magnates de la Edad Media
En este juego de 4Head Studios consiste en interpretar un burgués del siglo XV, ejerciendo una profesión para properar e ir ocupando los distintos estados de poder.
Explicar en qué consiste Europa 1400 es bastante complicado. Mezcla un poco de simulador social, tipo Sims, con estrategia financiera y ciertos toques de rol. Básicamente, se trata de interpretar a un burgués del siglo XV: debemos ejercer una profesión, prosperar e, incluso, ir ocupando los distintos escalones de poder a lo largo de los años.
The Guild: Europa 1400 (PC) |
Las profesiones son una docena, como herrero, carpintero, alquimista o, incluso, sacerdote o ladrón. Casi todas ellas implican comprar los recursos necesarios en el mercado, y producir con ellos bienes que podamos vender. Por ejemplo, el herrero se abastece de hierro, plata y oro para fabricar armas y joyería. Los sacerdotes consiguen dinero sirviendo como amanuense, y de las donaciones que obtienen del público después de un sermón. Los ladrones, caso aparte, se dedican a limpiar bolsillos y casas. Ninguna profesión es igual a otra, y la experiencia de juego varía sensiblemente dependiendo de cuál elijamos.
Nuestra pericia profesional viene determinada por una serie de características: negociación (útil para la compraventa), retórica (para persuadir o lanzar sermones), combate, etc... No hay creación de personajes, no al menos como suele haberla en los juegos de rol, sino que se emplea un sistema más original: aquí elegimos a nuestros padres, de acuerdo a su profesión. Por ejemplo, escogemos a un padre soldado y a una madre poetisa, nosotros estaremos bien dotados para la lucha y la labia.
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A medida que prosperemos, podemos ampliar nuestro negocio o incluso adquirir otros. Se pueden asignar aprendices manejados por el ordenador a las tareas de producción, y su eficacia mejorará con el tiempo y la práctica. Podemos también intervenir de manera activa en la política, e incluso recurrir a trucos sucios, como sabotear a nuestros rivales.
Un turno de juego, unos diez minutos de tiempo real, equivale a un año, y la esperanza de vida de cada uno de nuestros personajes es de 45 años. Sin embargo, no hay problema: podemos casarnos y educar a un hijo para que nos suceda y se encargue de seguir adelante con nuestros negocios. Virtualmente, podemos jugar a Europa 1400 de manera indefinida. Al menos, en modo libre. El modo misión implica conseguir unos determinados objetivos: llegar a Alcalde, obtener el monopolio sobre un determinado producto, conseguir una cantidad de dinero establecida, etcétera.
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Lo podemos hacer en un determinado turno viene marcado por nuestro Puntos de Acción (AP). Por ejemplo, si somos sacerdotes, necesitaremos gastar 1 punto de AP para realizar un sermón. Secuestrar a alguien con el fin de pedir un rescate, si somos ladrones, nos costará 3 puntos de AP. Así mismo, se emplean para aumentar las habilidades del personaje. Los puntos de AP son acumulables de un turno a otro, y pueden aumentarse si compramos determinadas mejoras para nuestra casa o adquirimos ciertos objetos.
Este último aspecto, el de los objetos mágicos, es el único detalle de fantasía que encontramos en todo el juego. Hay algunos que aumentan nuestra reputación o un determinado campo de habilidad o, incluso, que penalizan a nuestros competidores o hace que se enfrenten entre sí.
El juego emplea un efectivo motor 3D, que nos permite tener una perspectiva isométrica de la ciudad. Podemos rotar y alejar la cámara, y también acceder a los distintos edificios, para gestionarlos desde dentro.
Gráficos y sonido
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Estamos en la Europa de principios del siglo XV. El esquema social que ha imperado a lo largo de los siglos, el de una mayoría campesina sometida a un poder feudal, empieza a decaer. Los núcleos urbanos se popularizan, y en ellos surge una nueva clase social, la burguesía, que acabaría por derribar a la aristocracia y el clero. Los burgueses son emprendedores, que a falta de título nobiliario, han de conseguir el poder mediante la astucia, el dinero o la fuerza. Artesanos, banqueros, artistas o ladrones, compiten por sobrevivir y prosperar.
Todo eso se simula en Europa 1400. Tendremos que elegir una profesión y mantenernos a flote, conquistando parcelas cada vez más amplias de poder.
Jugabilidad
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Empezar a jugar es relativamente sencillo. Cada ciudad difiere de las otras en el nivel de dificultad. Algunas tienen leyes más restrictivas que otras, lo que facilita o dificulta nuestros intentos de prosperar. Por ejemplo, en algunas ciudades se toleran los duelos, lo que nos permite librarnos de un enemigo fácilmente si somos diestros con las armas. En otras, en cambio, esa opción está prohibida por las leyes, y nos veremos obligados a pensar otros métodos más sutiles.
Una vez elegida la ciudad, nos corresponde escoger el tipo de juego. El más simple es el modo libre, que nos permite disfrutar del juego sin cortapisas. Pero existe también un modo de juego por asignaciones, que consiste en lograr determinados objetivos: convertirse en un magnate, hacer carrera política en los círculos de la burguesía, ascender por los escalones de la nobleza o, simplemente, perfeccionar nuestras habilidades para ser los mejores dentro de nuestro campo profesional. Aquí también podemos determinar el nivel de dificultad, haciendo más o menos exigentes el tipo de misiones que se nos encargue.
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El siguiente paso es crear nuestro personaje. Además del nombre, podemos elegir religión (cristiano o cátaro), lo que condicionará nuestras relaciones con otros personajes, y determinar quienes fueron nuestros padres. Dependiendo de cual sea la profesión de nuestros respectivos padres, obtendremos una determinada bonificación en nuestras características. Por ejemplo, de un padre mercenario y una madre ladrona, se obtiene un personaje con aptitudes para el combate y el robo.
Esas características son cuatro: habilidad manual, robo, combate y retórica. Se nos conceden algunos puntos para personalizar el nivel de estas características a nuestro gusto y, a partir de ahí, se nos pide que escojamos una profesión. A medida que juguemos se ofrecen otras, pero al principio del juego los oficios disponibles son herrero, leñador, perfumista, tabernero, alquimista, sacerdote y ladrón.
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A partir de ahí, empieza el juego. Casi todas las acciones se realizan a través de los edificios de la ciudad. Por ejemplo, si somos herreros, necesitaremos acudir a la mina para comprar materias primas, ir luego a nuestra herrería para fabricar bienes, y por último transportar esos objetos al mercado de la ciudad, para venderlos. Un detalle curioso es que las distintas acciones que se pueden realizar en un edificio, se realizan a través de la propia decoración. Por ejemplo, para fabricar algo, debemos pinchar sobre el yunque. Este es, probablemente, el aspecto más negativo del juego. Debido a la enorme cantidad de opciones disponibles, resulta muy difícil acordarse en qué edificio, y en qué parte del mismo, debemos pinchar para emprender una acción determinada.
Existe un modo tutorial, divido en varios capítulos. Sin embargo, está muy lejos de cubrir todas las posibilidades del juego. Sólo enseña los rudimentos de una sola profesión, la de herrero, y otras opciones, como la de sacerdote o ladrón, ni se mencionan. Además, no está bien planificada. Te exige hacer determinadas cosas, sin explicarte claramente su utilidad, lo que no hace más que sumir al jugador en el más absoluto desconcierto. Una lectura concienzuda del manual se hace obligatoria para entender los más elementales principios del juego.
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De hecho, si Europa 1400 tiene un defecto, es el de su complejidad. Si uno no se deja vencer por la confusión de las primeras partidas, se agradecen todas las opciones disponibles, ya que pocos juegos pueden presumir de tener tanta variedad. Pero los jugadores ocasionales, aquellos que no estén habituados a este tipo de juegos, probablemente lo encontrarán innecesariamente difícil y confuso.
A esto último contribuye el interfaz, como comentábamos mas arriba. Muchas acciones se realizan a través de los edificios, pero otras se resuelven usando el menú superior, y otras tantas, utilizando el que existe a mano derecha. Es muy fácil hacerse un lío.
Las posibilidades multijugador son bastante interesantes, pero se limitan a red local. Hasta ocho jugadores pueden jugar en la misma partida vía LAN.
Estrategia y trucos
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Lo más difícil es hacerse con el control del juego, y entender sus opciones. Por ello, es recomendable jugar con el manual a mano, tener paciencia, y tomarse las primeras con calma, con el único objetivo de aprender.
Algunas profesiones son más complejas que otras. Las más sencilla es la artesano, en cualquier de variantes (herrero, alquimista...). Por lo tanto, es recomendable empezar por ahí, y jugar por libre o proponiéndose objetivos muy modestos. Eso nos dará práctica para ejercer oficios más complicados y emprender acciones más ambiciosas.
Otro consejo, aunque sea de perogrullo, es no perder el tiempo desarrollando habilidades que no tengan que ver con nuestra profesión. Es mejor prosperar primero en nuestra oficio y asegurarnos una buena base económica, que lanzarnos a la aventura del poder sin garantías de éxito.
Comparándolo con...
Sinceramente, no se me ocurren parecidos razonables. A ratos parece un Sim City, donde uno gestiona recursos y mejora edificios desde las alturas, pero indudablemente, Europa 1400 tiene poco que ver con los juegos de Sid Meyer.
Lo que está bien
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Lo que no está tan bien
Enlaces
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Requisitos del sistema
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.