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Tortuga: Pirates of the New World

Tortuga: Pirates of the New World

  • PlataformaPC5
  • GéneroEstrategia
  • DesarrolladorAscaron
  • Lanzamiento30/10/2003
  • TextoEspañol
  • VocesEspañol

Un caribe en conflicto

Tortuga: Piratas del Nuevo Mundo no es sino uno más de los variados títulos sobre el tema de los piratas del caribe del siglo XVI. Ascaron visita el género que otras desarrolladoras han tocado con juegos como Port Royale o Patrician.

Tengo que reconocer, que antes de recibir el "Tortuga: Piratas del Nuevo Mundo", anduve echando un ojo a diferentes páginas de análisis de juegos, así como a la página principal de ASCARON para ver cómo se estaba cociendo el panorama para un juego, a medio camino entre Port Royale y sus infinitos bugs, y Port Royale 2, que a su vez, anuncian sospechosamente rápido, aunque no han salido más parches para el primer lanzamiento de la saga.

Parece que no les gustamos.

Asimismo, aprovechando el tirón comercial de la película Piratas del Caribe, han salido diversos juegos ambientados para vivir el romanticismo de esos cojos, tuertos y mancos personajes que, con loro en hombro, no viven sino para innumerables aventuras y peripecias en la gran pantalla y, por tanto, en nuestros monitores.

Tortuga: Piratas del Nuevo Mundo no es sino uno más de los variados títulos del tema que podremos encontrar en las estanterías de las tiendas. Viene en caja de DVD, como es habitual en la distribuidora FRIENDWARE, a un precio razonable para los tiempos que corren, pero excesivo en cuanto a la calidad del software que adquirimos, como iremos viendo a medida que vayamos leyendo las líneas de este humilde videoadicto.

Guión

¡Al abordaje, señor Smith!

Un capitán con la "L".

En Tortuga, somos los flamantes poseedores de un Bergantín en el caribe del siglo XVI, que podremos emplear para enriquecernos como prósperos comerciantes o enriquecernos más aún atacando, a sangre y fuego, tanto ricos barcos mercantes y ciudades de diferentes naciones. O bien, si lo deseamos, atacando piratas que rivalicen en nuestro territorio por hacerse con el oro que legalmente nos pertenece, y que ha costado tanto sudor a otros.

Además, podemos hacernos a la mar bajo las órdenes de un gobernador de Su Majestad para acosar a las naciones enemigas de la nuestra, tanto en alta mar como en tierra firme. A medida que avancen nuestras conquistas, podremos ampliar la flota con más y mayores barcos, aumentando proporcionalmente nuestras capacidades de carga de mercancías y/o de bravos marineros y cañones.

El análisis

¿Balas incendiarias?

Hasta aquí, lo bueno. En este punto yo reseñaría a dos tipos de posibles usuarios del juego: Por un lado, jóvenes de alrededor de 10 años que quieran pasar el rato conquistando, combatiendo y ganando doblones y reputación. Por otro lado, el resto de la gente que como yo, haya tenido oportunidad de jugar a un reciente, Port Royale y se entretuvo en cierto modo comerciando, construyendo fábricas y haciéndose un hueco en el mundo de los negocios caribeños, para pasar después a las conquistas anteriormente mencionadas, con una sólida y próspera base comercial. Para este segundo tipo de usuarios, les recomiendo volver a instalar el Port Royale si les aprieta el mono comercial o, simplemente, esperar Patrician III o Port Royale 2.

Juego a lo que quieras, pero no me mires mucho.

Comenzamos la partida que nos deja el juego. ¿Por qué digo esto? Porque no se nos da más opción que empezar el tutorial. Y no digo empezarlo para terminarlo en seguida, sino empezarlo para seguir todos sus designios, independientemente de que queramos empezar en tal o cual año, o que tengamos experiencia o no en el Port Royale, tendremos que seguir los sabios designios del destino o, en este caso, de los programadores, que nos llevan por el camino guiado no sea que nos perdamos.

Puede que me repita más que el ajo, pero al empezar a jugar, uno se piensa que esto es un chiste. El juego es, en un 90%, idéntico a Port Royale, hasta el punto en que mis averiguaciones iniciales me salvaron de llegar a la conclusión que se trataba del mismo juego. Actualizado en algún aspecto y gráficos, pero en definitiva del mismo juego.

De aquí en adelante no he conseguido más que sacarle defectos y problemas al juego en sí que repito, aunque puede llegar a entretener a un público muy, muy concreto, seguramente hará arrepentirse de su compra a todo aquel que haya disfrutado, aunque sea unas horas, de juegos como los Port Royale y Patrician II.

¿Balas incendiarias verdes??

Nada más empezar, desde la ciudad que nos ponen, con el barco que nos asignan y con la misión que nos ofrecen, viramos rumbo al norte, a la muy exquisita ciudad de La Habana. En tan largo trayecto, nuestro barco encalla en la arena de la playa. Y no precisamente para buscar tesoros, sino porque el astuto capitán de nuestra chalupa no encuentra la forma de bordear la isla, si no le vamos indicando, con media docena de clicks de ratón, el camino a seguir. Olvidaos de decirle a un barco que vaya desde Margarita hasta Veracruz pinchando en la ciudad destino.

Después de conseguir bordear semejante obstáculo y lograr llegar a la nueva ciudad en busca de mercaderías con las que llenarnos la muy maltrecha bolsa tras su venta en el lejano norte, descubrimos que no vamos a poder construir fábricas que ayuden a nuestros objetivos comerciales, ni campos de trigo, ni granjas, ni establecer rutas de convoyes, ni nada de nada. Lo que hay es lo que ves, ni más ni menos. Compra, vende, o lárgate a pelear.

Tras hablar con el gobernador de la ciudad, que debe ser hermano gemelo del de Puerto Príncipe, nos disponemos a cumplir una de sus misiones: Capturar al pirata que saquea los alrededores de la isla. Allá que nos vamos, sable en mano (la que nos queda, en la otra brilla el garfio) a combatir en alta mar con el pirata de la zona. Si no podemos comerciar, por lo menos podemos hundir enemigos y hacernos con sus tesoros. ¡Dios salve a Su Majestad!

Lo que se va a necesitar.

Después de tres segundos navegando, nos fuimos a topar de frente contra el barco pirata que, lo que son las cosas, nos esperaba vadeado en la bahía. Teóricamente, Tortuga: Piratas del Nuevo Mundo está pensado más en la acción que en el comercio, de ahí sus guiños en pro del combate naval y de la supresión de cualquier tipo de adicción económica y/o estratégica. Por lo tanto, he aquí el drama:

De frente al barco enemigo, y con el viento a favor, nos dispusimos para disparar unas andanadas de metralla contra la cubierta del barco enemigo a fin de causar el mayor número de bajas posibles. En esto que, mirando fijamente, observamos que las balas son… ¡verdes!! No podía ser lo que estaba viendo. No habría mayor problema si no fuese porque las balas modelo "trinchavelas" eran de color… ¡rojo! Respecto al resto de la batalla naval, exacta a la que se ofrece en el juego Port Royale. No se puede decir más. Una entretiene, dos, aburren.

Y éste...¿de dónde ha salido?

Aparte de los innumerables errores históricos que hay en el juego "per se", como banderas borbónicas que ondean en los puertos del siglo XVI (por poner un sólo ejemplo), existen otros de los que yo considero muy graves (¿más aún?). Como, por ejemplo sin ir mas lejos, que los gobernadores de los puertos que visité, eran todos iguales (debe ser cuestión de la ingeniería genética de la época), lo que demuestra una falta de interés (entre otras cosas) de los desarrolladores.

Como nota curiosa y a la vez alarmante, tuve ocasión de atracar en Nueva Orleáns para echar una partidita de dados y descubrir, no sin sonrojo, que el pirata que me echaba la partida tenía pendiente en la oreja (no es raro para la época), camiseta deportiva (esto sí es raro) y gorra de los NY Yankees (esto es más raro aún). Lamentable.

Gráficos y sonido

Pese a la instalación de las directx9 que requiere el juego, no se puede apreciar nada que lo destaque en el apartado gráfico. Por lo menos nada, que una aceleradora corriente no pueda sacar adelante al máximo de prestaciones. Puede que el agua durante los combates navales sí que haga sonrojar a alguna "antigualla" pero poco más. Por lo demás, simples pero cumplidores. Tampoco es imprescindible jugar al máximo de detalle para disfrutar lo poco que el juego ofrece.

El sonido es a los juegos de estrategia lo que el chimichurri a la carne. Si la carne es buena, del chimichurri ni nos acordamos. Si no está buena, nos quejamos, y eso es lo que hacemos en este análisis.

Jugabilidad

Esta cara me suena...

El manejo de la nave es más que intuitivo, la vista es aérea en el mapa del caribe, hay pocas opciones y rápidamente veremos, sin ayuda del manual, para qué sirve cada una. El comercio, la parte que probablemente más inversión de tiempo requiere para que el usuario acabe dominándola, en este caso es extremadamente sencilla.

Dispondremos de tablas de oferta y demanda de artículos, así como de la información de la producción y de los consumos de dichos artículos en los distintos puertos que, eso sí, tendremos que visitar. Únicamente el icono de un artículo en concreto suele aparecer debajo del nombre de la ciudad en el mapa, para indicarnos la demanda más urgente del mismo, de forma temporal.

La ciudad de los comienzos.

Las vistas van variar de acuerdo a la fase del juego en que nos encontremos, es decir, cenital, para ver a nuestro barco surcando los mares, así como lo que nos rodea, pero luego pasará a vista de batalla donde sólo veremos nuestro/s barco/s y los enemigos en una porción de mar, donde empezarán a repartir plomo entre ellos. La última vista es la de ciudad, donde pinchando en los distintos edificios se nos abrirán los diferentes menús para llevar acciones en ella, como comerciar, reparar el barco, jugar a los dados.

Estrategia y trucos

Una buena estrategia, siempre que optemos por el aspecto bélico, es el capturar siempre todos los barcos, ya que un barco hundido no vale para nada, por mucha recompensa que tengamos por hundirlo, pudiendo aspirar tanto a la recompensa como al botín, además de un barco nuevo para nuestra flotilla.

Lo que se paga y lo que hay.

Hay que evitar, en la medida de lo posible y hasta que nos hagamos con los controles del barco durante las batallas, los enfrentamientos teniendo nosotros varios barcos. Es difícil manejar más de un barco durante una batalla naval, ya que perderemos muchas "pasadas" junto a otro barco simplemente porque es imposible en ocasiones hacerlo a la vez con dos. Mi opinión es que es mejor un barco grande y fuertemente armado que no varios pequeños (aunque los ingleses en el canal demostraran a la Armada Invencible que no).

En cuanto al aspecto comercial, pues como en otros juegos del género en sus aspectos básicos: gastar una hora en visitar todas las ciudades, comprobar precios, ofertas, demandas, producciones, población, consumo, etc. Para conseguir vender lo más caro posible en el lugar que haga falta, esos productos que hemos conseguido lo más baratos posible.

Comparándolo con…

Este será nuestro mundo.

No es posible compararlo con Port Royale, porque es una réplica de éste. Han limitado los aspectos comerciales y agrandado (teóricamente) los militares. En cualquier caso, el que tenga el PR que no se compre este y, el que no lo tenga, tampoco. Estoy pensando en reinstalar el 1869 para un comercio más entretenido y el Centurio para batallas navales más emocionantes.

Lo que está bien

Entretendrá a mi sobrinito de 9 años dentro de unos cuantos parches.

Lo que no está tan bien

Que le intenten tomar el pelo al usuario aprovechando un tirón de marketing.

Instalación

La instalación es sencilla, requiere de Directx9 para funcionar, aunque no creo que haya mayores problemas para los usuarios de hardware más "antiguo" que no lo soporte específicamente.

Manual

Prácticamente iguales.

Su manual, en blanco y negro, no hace más que indicarnos los primeros pasos que vamos a dar en el caribe del siglo XVI, sin entrar en mayor detalle que lo principal que nos vamos a encontrar, interfaz, opciones de juego, posibilidades del mismo en cuanto a caminos a seguir, etc. Es decir, plenamente funcional.

Enlaces

Ascaron Desde aquí están disponibles los últimos parches para juego de la compañía.
No he encontrado la demo en español, pero está en inglés en diferentes páginas de videojuegos, como: Fragland ¡Ojo! Son 160 MB de nada.

Requisitos del sistema

Equipo de pruebas

Athlon XP 1800+, 768 MB DDR266, Radeon 9600 Pro, 40 GB Seagate 7200 Samsung 17" 760DFX, LG 42x, Soundblaster 128PCI, Windows XP Pro SP1.

5

Mejorable

Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejará huella. Sólo recomendable en caso de sequía de este género de juegos.