Atrapa la sneatch

Hasta ahora, la única manera de jugar al Quidditch era dejar volar tu imaginación, pues ya se había podido jugar con Harry varias veces a través de los juegos ambientados en sus aventuras, pero la recreación de este deporte mágico no era nada fiel al libro (y lo de intentarlo en la vida real estaba un tanto complicado, las escobas voladoras no son sencillas de encontrar), más que nada porque los desarrolladores argumentaban que era demasiado complicado como para ser un mero extra.

Pero si hay una compañía que sabe bien como usar sus licencias es EA, y esta no se iba a quedar sin reproducir fielmente este aspecto de la obra de Ms Rowlin en las consolas de hoy día, para disfrute de niños y amantes entusiastas de las aventuras del joven mago. Para ello nace Quidditch Copa del Mundo, un juego entero dedicado al deporte favorito de los magos de este planeta.

Puede que algunos de los que estén leyendo hayan ignorado los libros (mal hecho, son bastante buenos tengas la edad que tengas), o no hayan visto las películas, por lo que se pueden encontrar bastante perdidos ante la palabra Quidditch, así que para desesperación de los que sí están familiarizados con esto, hay que explicar un poco cómo funciona.

El Quidditch es el deporte de los magos, una disciplina que explota al máximo la habilidad de los participantes a bordo de sus escobas mágicas voladoras. Discurren en grandes plazas con formas ovaladas y cada equipo está formado por 7 jugadores que tienen libertad para moverse en cualquier dirección cardinal.

Su planteamiento es realmente imaginativo, un gran logro de la imaginación de Rowlin. Seguramente el deporte que más se podría asemejar es el fútbol, aunque también se puede encontrar semejanzas con el Hockey o el Rugby. Pero la verdad es que no es una mezcla de cosas con escobas voladoras sino un juego con su propia mecánica y con interesantes cosas que aprender de él.

Dentro de los 7 participantes hay diferentes puestos. Tres de ellos deben de intentar pasar una bola llamada quaffle a través de alguno de los tres aros que se encuentran en el campo contrario, para lo que deberán esquivar, pasar y realizar lo que se necesite para conseguirlo. Cada anotación cuenta 10 puntos.

Otro debe intentar proteger los aros, un portero y están también los golpeadores que ejercen una función de lo más particular. Resulta que hay unas bolas llamadas bludgers que son especialmente duras y rápidas, que además se mueven por inercia propia. Los golpeadores tienen unos bates que les sirven para proteger a los miembros de su equipo de estas bolas a la vez que para dirigirlas a los contrarios.

Por último están los buscadores, seguramente uno de los puestos más crítico del equipo. Hay una tercera bola llamada la sneatch dorada, que es una pequeña bola con alas que se mueve rapidisimo, apenas perceptible a la vista. Los buscadores deben encontrar dicha bola y capturarla, lo que finaliza el partido y da a su equipo 250 puntos de golpe.

No es que este título brille en este aspecto, pero tampoco es que desentone, pudiendo hablar perfectamente de un buen trabajo en general. Los personajes conocidos como Harry Potter están perfectamente recreados y son reconocible, tal y cómo se espera de un juego basado en una licencia. A lo largo del juego se podrán ver a otros personajes, incluyendo a la super-estrella del Quidditch: Victor Klum.

Los participantes se mueven bastante bien en sus escobas y tienen variedad de movimientos, desde los más simples, cómo pases, hasta los más espectaculares, cómo algunas recepciones (en los que saltarán literalmente de sus escobas), o los movimientos especiales que los hay y son variados.

Hay una buena variedad de campos y de equipos. Todas las casas de Hogwarts están representadas así como diferentes países que participan en el mundial. En esos equipos se ha incluido Francia, Inglaterra, Países Nórdicos... y España, que en un arranque de originalidad han puesto en escena con trajes de torero y con un aspecto de haber salido directamente del barrio de Triana en Sevilla (quien sabe, a lo mejor la escuela mágica en España está por esos lares). Un detalle gracioso, aunque puede repatear bastante a quienes aborrezcan el toreo y les fastidie verse representados cómo tales.

También hay cierta variedad en los terrenos de juego, con cada país teniendo el suyo. Son escenarios bastante agradables de ver, algunos más bonitos que otros (cómo el japonés) pero nada que pueda impresionar a nadie que vaya a dejar impresionado. Resulta más impresionante ver como se recrea el Santiago Bernabeu o el Camp Nou en cualquier FIFA.

  a  u  d  i  o

Cómo siempre, EA ha puesto cuidado en la presentación de sus productos y todos los comentarios de los personajes y comentaristas están en perfecto castellano, aunque no es que las voces desprendan personalidad precisamente.

En cuanto a la música, muy bien, ya que son composiciones orquestales que pegan perfectamente con la ambientación del título y que agradarán a cualquiera que tenga un mínimo de sensibilidad musical.

Parece que la premisa en torno a este juego es la del accesibilidad, incluso por encima de hacer algo lo más exacto posible a lo que se narra en los libros y se puede ver en las películas. No se puede culpar a EA de pretender que todo el mundo pueda jugar (especialmente en una licencia como esta, que tienen a los más pequeños como uno de sus principales objetivos), pero si se echa en falta lo que podía haber sido y se ha quedado a medias.

Lo más destacable es que es que el jugador no puede controlar el eje vertical de los miembros de su equipo, o lo que es lo mismo, solo puede controlarlo en las direcciones norte-sur-este-oeste, sin poder ir arriba o abajo. Los jugadores sí se mueven en estas direcciones, pero lo hacen por si solos, lo que le quita toda una dimensión de estrategia y profundidad al juego.

Hubiera estado muy bien trasladar lo que se ha visto en los diversos juegos de Harry Potter (en donde se controlaba totalmente la escoba y su vuelo por medio de los dos sticks) a un verdadero juego de Quidditch, pero los desarrolladores se excusan en que eso hubiera complicado en exceso los controles para los más pequeños. Una excusa razonable dado el juego del que se está hablando, pero aún así sigue siendo una pena.

Otro de los aspectos que se echa de menos es que el juego nunca llega a alcanzar la velocidad y el frenetismo que se puede uno imaginar de este deporte. Ya el hecho del control y la cámara semi-cenital que se ha usado resta bastante a la posibilidad de introducir un poco de vértigo en la ecuación, pero es que además el juego es un poco lento, quizás también para no hacerlo más inaccesible de la cuenta, pero es otro punto que juega en su contra.

Ahora bien "accesible" es una cosa, pero "difícil" es otra. Quienes esperen ver un juego facilón sin profundidad alguna se puede llevar una sorpresa una vez que pase de la introducción y se pase a nuevos niveles de dificultad.

Lo que sí se ha hecho de forma magnífica es la curva de dificultad y la manera de introducir al jugador en las mecánicas del Quidditch, de forma que en poco menos de media hora ya estará familiarizado con todas las técnicas y habrá probado cómo funcionan estas en el propio campo.

Eligiendo "Hogwarts" se podrá seleccionar a una de las casas del colegio y empezar un tutorial muy bien hecho, que explica lo justo como para no cansarse de explicaciones y dejando practicar al jugador todo lo que necesite. A medida que se superan pruebas se van jugando con otros equipos, aprovechando cada partido para ir introduciendo lo aprendido en los tutoriales.

Ya en el campo de juego, a pesar de que pueda parecer complicado manejar diferentes tipos de jugadores , entra de nuevo la accesibilidad, de modo que se ha simplificado en cierta medida todo el sistema de juego. El jugador solo controla a los tres jugadores que se encargan de llevar la quaffle a portería contraria y evitar que los contrarios hagan lo propio. No se tiene control del portero, ni tampoco de los golpeadores, que sólo de vez en cuando se pueden controlar únicamente para lanzar un bludger contra el contrario, pero nada más.

Con todo, se han introducido técnicas que dan riqueza al juego en general, haciéndolo algo más que pasar, esquivar y lanzar. Hay técnicas especiales que de vez en cuando se pueden utilizar al más puro estilo Oliver y Benji, de modo que el jugador pegue un salto desde su escoba y pueda empalmar chilenas impresionante, o realizar entradas espectaculares. Incluso hay técnicas especiales de equipo que resultan de lo más curiosas.

También se han introducido combos, que consisten en empalmar sucesiones de pases y marcar golees. Esto tiene una importancia capital a la hora de pasar a la captura de la sneatch, en lo que ha sido un movimiento inteligente por parte de los desarrolladores.

Técnicamente, los buscadores están en todo momento ajenos al partido. Su misión es la de intentar avistar a la sneatch dorada e ir en su búsqueda. Para implementar esta mecánica, lo que se ha hecho es que al final del partido siempre haya una competición entre los buscadores para ver quien llega antes.

Puesto que ganar en el partido de más de 250 puntos es un tanto complicado, para no hacer este completamente irrelevante se premia a cada equipo dependiendo de los puntos y acciones especiales que haya conseguido. De este modo, quien haya conseguido mayor valoración tiene una barra de turbo más alta, lo que puede facilitar su labor de atrapar la esfera alada. En cuanto al manejo de esta situación, se limita a equilibrar la escoba derecha e izquierda, intentando mantenerse siempre en la estela de la sneatch para que el turbo se cargue, pulsar la aceleración y atrapar la bola cuando se esté lo suficientemente cerca.