Una vuelta de tuerca

Haegemonía es un juego perfecto para impresionar a las visitas. Mano de santo para descolgar mandíbulas, lo digo yo, con esos gráficos que se acercan mucho al fotorrealismo. Y es que los muchachos de Digital Reality hicieron bien sus deberes con este título, y así lo ha confirmado la crítica.

Lógico era que nos cayera una expansión tarde o temprano. Con lo de siempre, ya saben: más de esto, más de aquello, lijamos un poco aquí y abrillantamos por allí, y con eso tenemos un compacto que podemos endilgarle a los fans.

En concreto, se nos presenta una colección de 15 nuevos mapas para el modo multijugador -que, a unas malas, se pueden jugar también en solitario contra la máquina -. Se añaden nuevos tipos de unidades, medio centenar de inventos y algunas mejoras en el sistema de juego. Además, se ha prometido un editor de mapas, que se podrá descargar desde Internet.

Yendo al grano, la pregunta clave es: ¿esta expansión es una compra recomendada? Y yo contestaría que depende. Que exista un editor anticipa una razonable cantidad de mapas gratuitamente disponibles a través de Internet. Sin embargo, está por ver si aquellos podrán funcionar con el Haegemonía, a palo seco, o exigirán  tener instalada la expansión. Y depende también del precio. Si éste entra en la franja de los 12 a los 18 euros, es sin duda una buena inversión. Más allá de ese límite, como veremos en este análisis, habría que pensárselo un poco.

Gráficos y sonido

El motor sigue el siendo el mismo, por  lo que me remito a lo  comentado en el análisis de Haegemonia: Legions of Iron. Las nuevas unidades, y ahí están las capturas para demostrarlo, lucen tan bien como las antiguas.

Siendo una expansión, era de esperar nuevos temas que enriquecieran la banda sonora. Sin embargo, las novedades se limitan a un par de cortes. Punto negativo para Solon Heritage.

Guión

Al tratarse de mapas multijugadores, no hay guión. Y es una lástima, porque las nuevas unidades daban juego para parir una campaña decente. Que se haya prescindido de incluir esta campaña para el single player es otro punto negativo.

Novedades y jugabilidad

Solon Heritage pretende resolver un problema que afectaba al original, a saber: todas las batallas se resolvían mediante la fuerza bruta de los cruceros, despreciando otras opciones como la diplomacia o el espionaje. Las nuevas unidades, inventos y cambios introducidos en la IA y en la jugabilidad, pretenden dar mayor calado a la estrategia.

Las nuevas unidades son una decena. Tenemos, por ejemplo, a las naves diplomáticas, que permiten transferir dinero, puntos de desarrollo o investigaciones a los aliados, a cambio de una cantidad más o menos sustancial de dinero. Cada raza cuenta con una serie de unidades específicas. Los Kariaks tienen el infectador, una nave que puede convertir unidades enemigas en propias, o la sonda solar, que puede escanear la totalidad de un sistema, revelando todas las posiciones del adversario. Los humanos disponen de un transportador de marines espaciales, diseñado para posarse en planetas hostiles y destruir sus estructuras. Pueden construir, también, una sonda explosiva, que se puede dirigir hasta el enemigo.

Además de naves, las novedades incluyen nuevos héroes. Todos ellos pueden ser asignados a un tipo de unidad, para aumentar su rendimiento. Por ejemplo, los Martires pueden ser situados en naves de tipo kamikaze, diseñadas para impactar contra unidades enemigas. La incorporación de un Martir asegura la destrucción total del objetivo, si bien el héroe morirá en el proceso. Otro ejemplo: los Comandantes Marines aumentan la eficacia y la velocidad de los transportadores.

Dentro de los cambios introducidos en el sistema de juego, destaca el encarecimiento de las naves capitales, y la mejora del rendimiento de los cazas, lo que equilibra el  combate, evitando que se base exclusivamente en la potencia de las grandes naves. También es reseñable la posibilidad de mover y atacar con las bases militares, como si se tratase de una nave convencional, y el poder cambiar de ubicación a nuestras bases mineras.

A la lista de inventos disponibles, se añaden las tecnologías de clase Solon. Muchas de ellas se enfocan al combate, pero otras muchas a las habilidades de espionaje. Por ejemplo, se pueden anular los radares del enemigo o sabotear sus bases militares. En Haegemonia los inventos se construían de uno en uno, pero en Solon Heritage se ha incluido la posibilidad de crear un lista de hasta 9 inventos.

Estrategia y trucos

Es muy importante no concentrar fuerzas en un solo punto, porque al enemigo le sería muy sencillo aislarnos, impidiéndonos acceder a nuevos recursos o planetas. La mejor táctica pasa por expandirnos: incluso si el enemigo aísla o destruye una base, contaremos con las demás para seguir acumulando unidades o recursos.

Hay inventos más útiles que otros, y tienes que aprender a distinguirlos (por ejemplo, practicando contra la máquina). Gastar recursos en inventos secundarios o de escasa utilidad supone jugar a favor del adversario.

Lo que está bien

Lo que no está tan bien

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