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Worms 3D

Worms 3D

  • PlataformaPS27GCXBX7
  • GéneroEstrategia
  • DesarrolladorTeam17
  • Lanzamiento30/10/2003 (GC, XBX)31/10/2003 (PS2)

Muere, gusano.

Los gusanos más agresivos de todo el mundo de los videojuegos han vuelto, y esta vez en 3 dimensiones y con la férrea promesa de no hacer prisioneros. ¿Te atreves a arrastrar a tu escuadrón a través de una batalla en 3D? Ahora más que nunca, el tamaño no importa...

Los gusanos más agresivos de todo el mundo de los videojuegos han vuelto, y esta vez en 3 dimensiones y con la férrea promesa de no hacer prisioneros. ¿Te atreves a arrastrar a tu escuadrón a través de una batalla en 3D? Ahora más que nunca, el tamaño no importa...

Worms 3D (Playstation 2)

Todo el mundo está de acuerdo en que programar un buen juego, sea del tipo que sea, es muy complicado. Y más tal y como se están poniendo las cosas en los últimos tiempos, en los que el nivel de exigencia de los usuarios aumenta de forma exponencial, la capacidad de la maquinaria de diversión también y los grupos desarrolladores necesitan cada vez más tiempo para crear un producto a la altura de las circunstancias. Pero de vez en cuando, nadie sabe bien el por qué, nacen juegos que sin suponer una evolución gráfica o sonora en ningún sentido, brillan por encima del resto debido a una aplastante jugabilidad a toda prueba. Tetris, Arkanoid, Space Invaders... y a otro nivel, por supuesto, está Worms.

Introducción
Hay pocas aplicaciones que sobreviven al paso del tiempo instaladas en mi ordenador de la oficina. Continuas actualizaciones del sistema operativo, de los paquetes de software, drivers… Pero hay algunas que aguantan; curiosamente, tres: el Unreal Tournament, el Starcraft y una versión de Worms.

Worms 3D (Playstation 2)

Recuerdo perfectamente la primera vez que se ejecutó la primera parte en mi ordenardor, un Pentium 100 de la época, si no me equivoco. Instantáneamente caló muy hondo en mi interior esa jugabilidad perfecta, los fenomenales efectos sonoros, el humor desternillante y la increíble adicción que me permitía, junto con 3 de mis mejores amigos, aguantar pegados a la pantalla de una sola computadora horas y horas, machacándonos entre nosotros, conspirando, riendo a carcajada limpia… haciendo el gusano, vaya. Después llegaron Worms 2, Worms Armaggedon y hace un par de años Worms World Party, la versión que actualmente adorna mi menú de inicio.

Pero puede haber alguno que 'pasara' de Worms en su momento, que llegue al mundo de los videojuegos ahora mismo y que no sepa de qué va el tema. Para todos aquellos 'pecadores' que quieran introducirse en este mundo, les haré una muy breve definición. Worms: juego de estrategia 2D basado en turnos donde dos o más equipos de entre 1 y 8 gusanos dispuestos aleatoriamente en un mapa también aleatorio y armados hasta los dientes con bazookas, minas, granadas, dinamita, vacas locas, ataques aéreos, uzis, miniguns, escopetas, pichones voladores, superovejas, misiles, bombas nucleares, etc. intentarán eliminarse mutuamente hasta que sólo quede uno. Y, qué queréis que os diga…nunca fue tan divertido!

g  r  á  f  i  c  o  s
Para todos aquellos que hayan seguido mínimamente la saga, recordarán la disposición absolutamente 2D del juego, del que también hubo una versión para la 'antigua' gris de SONY. Obviamente, al echar un vistazo a esta nueva entrega no podemos dejar de dar un salto de sorpresa. La revolución 3D ha llegado también al mundo de los gusanos, suponiendo ésta el cambio más significativo en relación a todas las versiones anteriores juntas. Y esa fue, precisamente, una de las razones que me hicieron coger este análisis con no poco escepticismo: soy un ferviente defensor de la argumentación que si una cosa funciona bien en 2D, es mejor no pasarla a 3D. No obstante, numerosos ejemplos muy recientes dejan en evidencia mi razonamiento, como el nuevo Castlevania, sin ir más lejos.

Worms 3D (Playstation 2)

Pero sí es cierto que, por norma general, los juegos que fueron pensados para ser jugados de determinada forma, al pegar el salto ganan en esplendor gráfico y pierden en jugabilidad. Y ese es exactamente el problema que adolece este Worms 3D, aunque la labor de Team17 para mitigar esos efectos secundarios es realmente digna de elogio.

Worms 3D (Playstation 2)

En primer lugar nos encontramos el mismo tipo de mapeado aleatorio pero esta vez, lógicamente, podremos desplazarnos a través de él a lo largo, alto y profundo. Ello añade, virtualmente, un sinfín de nuevas posibilidades para aquellos jugadores-rata que juegan a esconderse de los jugadores rivales, aunque ya no cavando túneles y haciendo agujeros con la antorcha, que han sido quitados del juego, pero de todos modos potenciando una especie de factor 'camper' muy reconocido por toda la comunidad jugona gusanil. Además, se ha mantenido todo el colorido propio de la saga: tonos chillones, motivos escandalosos y, como novedad, vistosas texturas.

Worms 3D (Playstation 2)

Para mantener ese estilo de escenario destructible (ya que TODO el escenario es susceptible de ser destruido de una forma u otra), Team 17 se las ha ingeniado para unir una tecnología de voxels con polígonos, que, a efectos prácticos, favorece que tras un impacto de un arma y dependiendo de la potencia de ésta, el mapeado se pueda ir volatilizando. Si alguien recuerda el Geo-mod de Red Faction entenderá mejor de lo que estoy hablando.

El tamaño importa.
Y como todo el mundo conoce esta máxima, los programadores han decidido hacerlo todo mucho más grande. En especial los gusanos, claro está, donde por primera vez apreciaremos verdaderamente el efecto de dibujo animado que se le intentó dar al juego desde el primer día. Todos los gusanos, sin embargo, son iguales ante nuestros ojos, siendo lo único que les diferencia el nombre que llevan encima. Es cierto que cambian de aspecto al empuñar determinadas armas (como la bandana roja al hacer un 'Sho-ryu-ken' o la gorra de Béisbol al empuñar el bate) fomentando ese clásico humor que más de una y de dos carcajadas nos ha hecho soltar delante de la pantalla.

Cámara… oculta?
Pero el cambio más chocante para el jugador acostumbrado es el del uso de la cámara. Los mapeados son ahora mucho más grandes que nunca y, por la propia configuración de los gusanos, es imposible tanto echar una ojeada al mapa de una sola vez como, mucho más importante, apuntar con la misma facilidad con la que uno estaba acostumbrado. En realidad, nada que no pueda arreglarse aumentando el tiempo disponible por cada turno, lo que no deja de ser un engorro.

Worms 3D (Playstation 2)
Worms 3D (Playstation 2)

Además, aunque insisto que el trabajo del grupo programador ha sido bastante bueno, existen verdaderas dificultades en determinadas ocasiones para poder posicionarse correctamente a la hora de efectuar ese preciso salto que, por ser un escenario en tres dimensiones, pasa de ser sencillo a ser difícil. Y es que el movimiento de dicha cámara, que controla la seta izquierda, es muy brusco y se nota que debería haberse pulido un poco más. La calibración del control analógico está lejos de ser perfecta y aunque en ocasiones es buena para dar un rodeo completo alrededor de nuestro gusano seleccionado, en la mayoría de los casos es un tanto incómodo.

Worms 3D (Playstation 2)

Y lo mismo sucede con la cámara en primera persona que se ha dispuesto para facilitarnos las tareas de apuntado. Al pulsar R1 adoptamos la visión con un punto de mira que, sin embargo, resulta muy difícil ubicar sobre un gusano en demasiadas ocasiones. La razón es simple: el analógico izquierdo nos mueve en 8 direcciones posibles, lo que supone un abanico de un ángulo de 45 grados para cada dirección. Cuando pulsamos R1, irremediablemente estaremos apuntando en una de esas direcciones y puede ocurrir que sea complicado encontrar el gusano enemigo si está alejado de nuestra posición. Es difícil de explicar, pero muy sencillo de comprobar en cuanto se coge el mando. Y, por otro lado, también resulta difícil calcular la fuerza y dirección necesarias bajo este punto de vista, debido a la cada vez más importante incidencia del viento y gravedad sobre nuestros proyectiles. En definitiva, algo que tendrá que corregir Team 17 para futuras versiones.

s  o  n  i  d  o
En la línea de los juegos anteriores. Y eso, en este caso, es decir mucho y muy bueno. Doblado y traducido a un buen número de idiomas entre los que está (pero no se limita a), por supuesto, el castellano. Pero es que eso no es todo: decenas de posibilidades de personalización de las voces entre las que se encuentran algunas ya clásicas y otras más novedosas; el sistema Elvis se perdió en el juego original y no puedo personalizar éste con mis legendarios fx de Star Wars, pero nada que un buen set de sonido 'Capone' no pueda solucionar.

Worms 3D (Playstation 2)
Worms 3D (Playstation 2)

El resto de efectos son asimismo muy buenos: los disparos del bazooka, el rebotar de las 'bombas-piña' (extraña traducción de las legendarias cluster bombs), los disparos de la escopeta, el agua… todo perfectamente acorde, aunque nada espectacular, con la filosofía del juego. Buen detalle también el de determinados ruidos específicos que encontraremos en determinadas y particulares fases del juego, como sonidos macabros en las tumbas o monos en la playa.

Respecto a la música, poco que decir. Pocas melodías a lo largo del juego, excepto la de Shake Your Coconuts del menú de inicio que llega a cansar bastante, la verdad. De todos modos, el juego vive de sus efectos sonoros más que de su música, evidentemente, y su ausencia no importa lo más mínimo.

j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d
La piedra angular del triunfo de Worms en el mundo, con varios millones de copias vendidas, radica en su singular adicción y endiablada jugabilidad. No hay nada mejor que repartir bazokazos a diestro y siniestro, máxime cuando los gusanos rivales tienen nombre propio que muy bien pueden ser amigos nuestros, vecinos, profesores de la facultad, aquella chica o chico que no nos hace caso, familiares… Enviarle una bomba banana a aquel profesor que te ha puesto un 1 en derecho mercantil… no tiene precio.

Worms 3D (Playstation 2)
Worms 3D (Playstation 2)

Pero por otro lado, el paso a las 3D de este Worms ha afectado a la facilidad y simpleza que antes gozaban sus predecesores. Y es lógico, por otra parte. El juego es más denso, más complicado, tiene más posibilidades, mayor esplendor gráfico… y a su vez es más lento, menos intuitivo, más difícil de cogerle el ritmo… menos divertido. No es sencillo acostumbrarse a caer en el agua por las imprecisiones del control, no saber determinar con exactitud la precisión del viento… y por supuesto, aquellos excavadores que hacían de su existencia una persecución (en ocasiones muy divertida) cavando túneles con la antorcha y el taladro han pasado a la historia.

Worms 3D (Playstation 2)

También se han eliminado algunas armas incluidas en anteriores versiones, pero el arsenal sigue siendo tan impresionante que es difícil de enumerar aquí. El disparo de dichas armas puede hacerse mediante la vista en tercera persona con cámara móvil alrededor del personaje, manteniendo el sistema clásico de pulsar el botón hasta llegar a la potencia deseada y después soltar, o bien utilizarse la cámara en primera persona, que sitúa un punto de mira en pantalla y hace más sencillo usar determinadas herramientas de destrucción. Buen detalle el del movimiento aleatorio de ese punto de mira en cuanto empuñamos armas como la UZI o la escopeta, otorgando esa posibilidad de error que por otro lado no se daría con el nuevo sistema.

Mismas armas, menos destrucción
Pero aunque se hayan mantenido la mayoría de los gadgets habituales, no ha sucedido así con sus efectos 'colaterales'. Es decir, el impacto directo del bazooka en la cara sigue haciendo pupita de la buena y modificando el entorno consecuentemente, pero todos sabemos que a menudo no se utilizaba una granada para conseguir un impacto directo, sino para provocar que ese gusano se deslizase al agua, impactase con una mina, con un barril de petróleo o simplemente arrastrase a otros gusanos. El caso es que esa onda expansiva parece mucho más limitada y ahora el hecho de que explote una bomba cluster a un palmo de tus narices, apenas te moverá del terreno.

Worms 3D (Playstation 2)

Si, OK, si utilizamos el bate de béisbol o una 'granada divina' (xD), el gusano volará por los aires como de costumbre, pero ya no existe ese efecto de reacción en cadena tan agradable visualmente, con el que simplemente con un 'ha-do-ken' y minas dispuestas en la pantalla podías exterminar casi por completo un ejército enemigo. Con ello no quiero decir que las armas sean mediocres, pero al ser los escenarios más profundos, en esta cuestión el juego es menos divertido, simple y llanamente.

Dame cuerda (ninja), gusano.
Hay una creencia popular inherente al juego que versa sobre la cuerda ninja. Cualquier jugador experto puede confirmar que una cuerda ninja y un bazooka (o unas granadas) son suficientes para acabar con cualquier enemigo sea cual sea su posición en el mapa. La importancia de esta información se me reveló cuando participé (y gané!) uno de los campeonatos de Europa de Worms 2. Recuerdo que las partidas se jugaban sin armas especiales: solo un gusano con 400 puntos de vida y el bazooka o las granadas ilimitadas. Y a espabilarse. De todas las armas posibles que se podían adjudicar, todos querían la misma: la cuerda ninja.

Worms 3D (Playstation 2)

Gracias a este gadget era virtualmente posible desplazarse por todo el mapa, fuese cual fuese su geografía (que además varía de partida a partida). El poder de la cuerda ninja era ilimitado y ahora… pues ahora…ya no lo es. Os encontraréis abusando del Jet pack y del teleport como nunca, cuando en condiciones normales se podía llegar con cuerda, soltar dinamita de la buena, causar un desastre de tres pares de narices, e irse como si nada.

Worms 3D (Playstation 2)

Es cierto, no obstante que el juego goza de misiones específicamente diseñadas para el uso de la cuerda ninja, misiones en las que incluso no será necesario el uso de ninguna arma de fuego. De algún modo, los programadores intentan usar esas determinadas fases a modo de tutorial, para que así nos vayamos acostumbrando a las nuevas vicisitudes tanto del control como del juego en sí.

Multijugador
Pero a pesar que desde Team 17 se intente cada vez más hacer una campaña monojugador cada vez más entretenida, con numerosas misiones premiadas además con retos desbloqueables, la esencia del juego es la experiencia multijugador. Y aquí de nuevo el juego vuelve a fallar… en parte.

Worms 3D (Playstation 2)

En primer lugar, cuando acabo de terminar una partida con un amigo mío, el comentario que más se oye durante un turno es 'Dónde diablos estás??', y no es nada bonito ver como se consume el tiempo sin que hayamos sido capaces de localizar al gusano enemigo. La cámara de vista aérea, por poner un ejemplo, es demasiado imprecisa, pues propone un plano 2D en el que es verdaderamente complicado ubicar al gusano en cuanto a su altura. Y como al pasar a la vista en primera persona (para apuntar) hemos perdido la referencia de la vista de águila, es posible que demos vueltas y más vueltas de forma infructuosa. De nuevo, insisto, nada que no pueda arreglarse con un ligero aumento en el tiempo disponible para cada turno, pero bajo mi punto de vista es desvirtuar el concepto original del juego.

Worms 3D (Playstation 2)

Pero bueno, en líneas generales la diversión se mantiene. De 1 a 6 gusanos en esta entrega por equipo pueden llegar a hacer todo tipo de triquiñuelas al enemigo para quemarlo, hundirlo, ametrallarlo, destruirlo, golpearle con un bate de béisbol, enviarle una bomba-plátano… Si, no deja de tener ese espíritu 'Worms', sólo que ha sufrido un lavado de cara que lo deja muy distinto y no gustará a todo el mundo.

Además, la ausencia del modo online en la versión Ps2 (así como en cualquier otra versión para consola) acorta mucho las posibilidades del juego. Es verdad que 4 equipos pueden competir simultáneamente en una misma consola y con un mismo mando, pero entendemos que a día de hoy, y teniendo los medios como se tienen, un juego de este tipo debería llevar el juego en red por defecto.

c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n
He salido ligeramente decepcionado de este Worms 3D por varias razones. El cambio gráfico es mucho más que decente, pero lejos de perfecto. No hay onda expansiva real, muy útil en anteriores versiones, no hay juego online… pero hay que darle al juego la oportunidad que merece, y hay que puntuarlo por lo que tiene y no por lo que no tiene. Estoy convencido que la versión PC será mucho mejor que cualquiera de las versiones de consola, pero eso no significa que Worms 3D para Ps2 sea un mal juego; todo lo contrario, un juego genial para descargar adrenalina de una forma sencilla, eficaz y sobre todo muy divertida. Nos vemos en la batalla, gusanos.

Worms 3D (Playstation 2)

l  o    m  e  j  o  r

  • Cambio gráfico impresionante
  • Sonido hilarante
  • Sólida campaña monojugador y buen multijugador
  • Es todo un Worms.

l  o    p  e  o  r

  • Motor gráfico lejos de la perfección
  • Imposibilidad de juego online
  • La vieja jugabilidad 2D se resiente
  • Ya no hay masacres totales…
7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.