Llega el golf más completo, llega uno de los juegos deportivos del año. Cargado de opciones, un aspecto técnico impecable, modos de juego para aburrir, jugabilidad a prueba de bombas y con mucha diversión, incluso para quienes no les guste el Golf.
Llega el golf más completo, llega uno de los juegos deportivos del año. Cargado de opciones, un aspecto técnico impecable, modos de juego para aburrir, jugabilidad a prueba de bombas y con mucha diversión, incluso para quienes no les guste el Golf.
Electronic Arts es la compañía que más fuerte apuesta por los videojuegos deportivos. Cada año lanza nuevas entregas de todas sus sagas, y los aficionados al género las esperan expectantes. El fútbol, el baloncesto, el fútbol americano, el hockey sobre hielo, o, como es el caso que nos ocupa, el golf tienen cada doce meses o menos su correspondiente dosis anual de juegos diseñados por EA Sports.
Pero los personajes no serán en absoluto lo único que os llamará la atención de los visuales de Tiger Woods 2004. La compañía canadiense parece haber invertido muchos recursos en crear un producto 100% impactante a nivel gráfico.
El control de partículas también es digno de mención. Los trozos de hierba cortados a causa de vuestros golpes con los palos o la polvareda que se levantará cuando la bola caiga en un búnker son dos detalles , las gotas al caer en una fosa de agua, incluso el agua expulsada por las rocas que se encuentran en los alcantilados situados al lado de algunos de los greens.
Los campos no tan sólo estarán habitados por los jugadores ni los esporádicos espectadores. En ellos, además, encontraremos un completo ecosistema compuesto por pájaros, ciervos, ardillas, ranas, etc. Incluso algún que otro paracaidista recortará con su figura el cielo. Cielo que, por cierto, estará perfectamente representado, variando de tonalidad dependiendo de la hora del día y situación geográfica en la que se realice el evento.
Como extra se incluye un recorrido que, según los creadores de este juego, ha estado realizado siguiendo las indicaciones de Mr. Woods. Un lujazo. Además, con el editor de niveles podréis crear las pistas a vuestro entero gusto. Y es que no tan sólo Tiger Woods tiene derecho a soñar...
Hay que añadir que los efectos de luz están muy logrados, destacando la gran implementación del sol y de los diferentes momentos del día y la forma en la que la luz incidirá sobre la superfície de las texturas. Por desgracia, las sombras no están al mismo nivel, pero aún así su implementación dista mucho de ser mediocre. Los reflejos ya son otro cantar: ver los árboles reflejados en los lagos o en los ríos es todo un espectáculo.
Los temas sonarán de forma aleatoria. A lo mejor estáis durante 3 ó 4 hoyos sin escuchar ni una sola canción y en otras ocasiones no tendréis ni un momento de silencio. Por último señal volumen de la música es tan alto que cuando ésta suene se superpondrá a los comentarios. Pulsando pausa y rebajando el nivel de las melodías solucionaréis fácilmente el problema.
Un detalle que no nos ha gustado es que los comentaristas realizan la evaluación de los tiros mientras la bola está en movimiento. Ésto puede hacer perder los estribos al más pintado, aguruando en un 100% de probabilidad el lugar dónde va a aterrizar vuestra bola, eliminando así el componente de suerte que se le supone a los tiros de golf.
En cuanto al público, decir que ésteaplaudirá, os acompañará en vuestras lamentaciones e incluso abucheará vuestra actuación dependiendo del acierto con el que ejecutéis los golpes. Un Eagle o un Birdie lejano se ganará la ovación del respetable; un bogie -o algo peor- conseguirá arrancar más de un 'ohhh'. También se dejarán oir los diferentes animales que, como ya hemos dicho, poblarán los escenarios, por lo que escuchar el piar de los pájaros o hasta el barrito de de los elefantes no será una alucinación sonora.
El control es el más intuitivo que hemos tenido la suerte de probar en un juego de golf. Con un suave - y controlado - balanceo de la palanca izquierda determinaréis el swing de vuestro jugador. Haciendo uso del botón transparente del mando de vuestra Xbox podréis dotar a los tiros de una potencia extra, así como aumentar su altura si pulsáis el botón negro.
Pero si los modos de juego son uno de los principales reclamos de este título -sino el principal-, la tienda de accesorios no se queda atrás. Desde este comercio podréis equipar a vuestro jugador con un rango de objetos de tanta variedad y cantidad como no recordamos haber visto anteriormente en ningún otro videojuego.
Desde gorros a drivers, pasando por gafas, turbantes, muñequeras, relojes, pulseras, pelotas de golf, tintes de pelo, camisetas, pantalones, bambas, etc. Ni que decir tiene que el conseguir los mejores objetos constituirá ya de por si un juego dentro de otro juego. Los piques entre colegas para ver quién coloca a su deportista el mayor número de 'periféricos de golfista' pueden llegar a ser antológicos. Os lo decimos por propia experiencia.
No sólo a nivel gráfico se ha realizado la representación de los deportistas; la IA de los jugadores controlados por la CPU está determinada por la habilidad que las estadísticas que cada deportista exhibe. Así pues, un consumado especialista del circuito en realizar un determinado movimiento, por ejemplo el put, en Tiger Woods 2004 conservará esa habilidad y la pondrá en práctica para imponerse en los enfrentamientos. Ésto sí es Inteligencia Artificial.
De marcas hay unas cuantas, las más conocidas Nike y Adidas, pero aunque esté bien que se haya incluído la principal rival del sponsor del jugador que da nombre a este título. Electronic Arts seguro que ha tenido que mover varios hilos para que Nike aceptara que en un juego patrocinado por su estrella apareciera su gran marca rival. Lo que no se ha implementado es la posibilidad de rechazar las ofertas de las diferentes empresas, pero como no creemos que le vayáis a hacer ascos a la pasta...
l o p e o r
9.3
Excelente
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.