Heaven & Hell
- PlataformaPC5.5
- GéneroEstrategia
- DesarrolladorEigelb
- Lanzamiento15/09/2003
- TextoEspañol
- VocesEspañol
Como Dios
El juego que nos ocupa es de este subgénero de la estrategia, nos permite encarnar a un Dios, bien sea benévolo o malvado y nos propone el mismo objetivo que el resto de simuladores de su clase, conseguir adeptos, hacernos fuertes y eliminar al contrario. Veamos cuál ha sido el resultado.
Año 1500 A.C, la lucha entre el bien y el mal se traslada a la vida terrenal para implicar a los tranquilos habitantes. Conseguir la victoria sobre el enemigo pasa por conseguir creyentes y aplastar al poder contrario...
El género de la estrategia está más que saturado, diferentes subgéneros ayudan a organizar la gran variedad de títulos de un modo más amigable. Tenemos batallas en tiempo real, manejo de compañías ferroviarias, complejos turísticos y para aquellos que no se conforman con ser generales, gerentes o directores, están los "God-simulators", para poder encarnar a un todopoderoso Dios.
El juego que nos ocupa es de este subgénero de la estrategia, nos permite encarnar a un Dios, bien sea benévolo o malvado y nos propone el mismo objetivo que el resto de simuladores de su clase, conseguir adeptos, hacernos fuertes y eliminar al contrario.
Para conseguir nuestra misión no podemos ordenar directamente a los creyentes lo que deben hacer, tenemos a nuestros intermediarios, los profetas, que sí nos obedecen. Debemos crearlos eligiendo primero a uno de nuestros incondicionales. Disponemos en total de 7 tipos de profetas diferentes, cada uno con su ocupación particular, encontramos así, entre otros tipos, el profeta clásico con sus predicaciones y sus milagros o el profeta guerrero encargado de reclutar a los más fervientes seguidores para proteger una ciudad o atacar otras.
Como no puede faltar en cualquier buen título de este tipo, disponemos de cierto elemento que se consume con cada acción que realizamos y cada milagro que pedimos, en el Populous era cierto poder debido al número de seguidores, en Black and White depende de lo que nos adoren los fieles. En Heaven and Hell es el maná lo que limita nuestras acciones y la forma de conseguirlo pasa por captar clientes y convertir sus casas en productoras de esta, nuestra fuente de energía.
En nuestro caminar por el mundo mortal vamos a encontrar cuatro tipos de colectivos, diferenciados por sus quehaceres y organizados en asentamientos acordes a su trabajo (ciudades nómadas, obreras,...) . La buena marcha de todos ellos depende en parte de las relaciones comerciales que creemos entre ellos. Podemos montar caravanas entre poblados y conseguir así beneficios para la población y, por supuesto, para nosotros.
Además de interactuar con los habitantes del escenario y pedirles que provoquen milagros, somos capaces de interactuar directamente con el mundo lanzando truenos, plantando flores o provocando terremotos.
Se echa en falta una evolución real de los escenarios, es decir, podemos mejorar las relaciones entre asentamientos o construir ciertos edificios para captar fieles, pero, por ejemplo, durante la partida no aumenta el número de seguidores, los poblados no crecen, todo permanece inmóvil. Simplemente todo está ahí dispuesto para ser conquistado.
Si nos decidimos por realizar las distintas campañas que el juego nos propone, notaremos aún más esa sensación de estancamiento, dado que son tan lineales que no se nos permite crear un nuevo tipo de profeta si la situación no lo requiere. Esto es una ventaja para aprender a jugar pero nos obliga a realizar las cosas de una determinada forma, puesto que cuando una cosa se desbloquea es para utilizarla, es el único camino a seguir. Los mapas sueltos o el modo multijugador nos dan más libertad de movimientos.
Gráficos y sonido
El apartado sonoro no es como para quitarse el sombrero. La música acompaña bien la acción de juego pero poco más, lo único destacable son las voces de los personajes que no dejan de ser los más que conocidos "sí, señor" que aparecen en cualquier juego de estrategia al dar las ordenes a los personajes, en nuestro caso los profetas son los que nos responden, muy sumisos siempre. Como curiosidad el profeta del diablo en vez de tratar de convencer a las personas con palabras toca con una guitarra eléctrica Rock 'n' Roll.
Lo que sí se merece un aprobado alto son algunos aspectos visuales. El juego se desarrolla sobre un terreno simplón y los personajes están diseñados de igual forma, sin hacer alarde de grandes pretensiones gráficas. Sin embargo, la forma de los personajes sí que está cuidada, con un toque humorístico presentes en muchos de ellos, podemos encontrarnos, por ejemplo, con un hippie con una gran mano de espuma paseándose por el poblado para transmitir el "buen rollo" de nuestra religión.
Los escenarios no tienen el detalle de otros competidores del género tampoco los personajes son equiparables, a pesar de moverse siguiendo animaciones muy fluidas. En cualquier caso el aspecto visual tan sencillo no desagradará a los que son capaces de ver en un juego más allá de su apartado gráfico.
Guión
Es cierto que no es necesario un buen guión para crear un buen juego, muchas veces éste pasa a segundo plano y no deja de ser una excusa barata para realizar muchos de los videojuegos actuales.
En un título de estrategia suele ser más importante concentrarse en la campaña que preocuparse por la historia. La gente de Madcat han llevado esto hasta el último extremo y directamente no se han preocupado de construir una pequeña historia. Una pena, eliminar un aliciente de este tipo de un plumazo es un grave error, máxime cuando el juego no está ideado para convertirse en uno de los grandes del género. Aunque quizás por eso mismo no les ha preocupado el tema...
Jugabilidad
Hacerse con el control es muy sencillo incluso sin haber realizado el tutorial. Aquí no hay criatura sobre la que interactuar ni ninguna forma rara de seleccionar milagros, tan sólo hay que elegirlos de la barra de milagros que aparece cuando pinchamos sobre cualquiera de nuestros profetas.
Estrategia y trucos
La mayoría de los juegos de estrategia al cabo de unas pocas misiones se vuelven repetitivos y rápidamente el jugador establece una forma de actuar que prácticamente garantiza la victoria. Esto se acentúa más si todas las misiones que se nos encargan son del tipo "conquistar y vencer". En este caso se aplica la rutina por omisión del jugador de estrategia y que se explica tomando como referencia al título del análisis: conseguir fieles, convertir sus casas en productoras de maná, formar ejército poderoso y atacar.
Quizás hagan falta pequeños cambios en algunas pantallas pero, en líneas generales, esta táctica resolverá la mayoría de nuestros problemas.
Comparándolo con...
Hablar de "god-games" es hablar necesariamente de Peter Molyneux y sus dos joyas: "Populous" y "Black and White". El presente título es, obviamente, muy superior al primero de los mencionados, sobre todo comparándolos técnicamente (aunque si tenemos presente la diferencia de "edad" igual hasta saldría perdiendo Heaven&Hell).
Lo que sí que no puede afrontar es una comparación con "Black and White", simplemente se queda a la suela de los zapatos, B&W es mucho más largo, mejor gráficamente, mucho más dinámico, más variado, en definitiva, increíblemente superior.
Lo que está bien
Lo que no está tan bien
Mejorable
Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejará huella. Sólo recomendable en caso de sequía de este género de juegos.