Final Fantasy Crystal Chronicles, Impresiones (GameCube)

La vuelta del nombre Final Fantasy a una consola Nintendo viene de la mano de un título que basa su fuerza en el aspecto multijugador, acompañado de unos fantásticos gráficos y audio y con la intención de demostrar que la conexión GC-GBA tiene un gran potencial por descubrir.

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No es este el momento de explicar nuevamente la vieja historia de Square y Nintendo, que por otra parte ya ha sido relatada incontables veces. Dos compañías que fueron muy cercanas durante la época de los 8 y 16 bits dejaron de serlo durante la época de 32, en donde Square se embarcó en la conquista del mundo de la mano de Sony, iniciando una época dorada para la compañía (que por poco acaba en desastre después de que la ambición se les fuera de las manos con la película de Final Fantasy).

El caso es que después de muchos años, una consola Nintendo recibe nuevamente un Final Fantasy, lo que se podría definir como una vuelta a hogar (a fin de cuentas, el primer Final Fantasy así como los 5 siguientes fueron para consolas Nintendo). Puesto que Sony tiene las cosas bien atadas, este Final Fantasy no se corresponde a un numero, sino que ha sido bautizado con el sobrenombre de Crystal Chronicles y ha sido concebido de forma bastante distinta a una entrega propia de la saga, que siempre viene acompañada de un halo de superproducción y bastantes dosis de épica y dramatismo.

En Crystal Chonicles no se verá nada de eso, no hay fastuosas escenas prerenderizadas, ni una historia tremendamente épica, ni complejas relaciones entre los distintos miembros del grupo. Crystal Chronicles es más parecido a un cuento de hadas, además de que su mecánica está orientada a algo muy específico como es aprovechar la conectividad entre GC y GBA, por lo que no se puede esperar que el modo de juego sea parecido a lo que se espera normalmente de un FF.

Final Fantasy Crystal Chronicle nació de una iniciativa que Hiroshi Yamauchi, el histórico ex-presidente de Nintendo, puso en marcha. Se trataba de un fondo especial destinado a crear nuevos estudios, con la misión específica de desarrollar juegos que encontraran atractivas y originales ideas para explotar la conectividad entre GBA y GC. Yamauchi-san ya no era presidente de la compañía, pero realizó esta contribución de forma personal, lo que unido a las negociaciones entre Nintendo y Square dió lugar a la creación de "Game Designer Studios", el estudio asociado a Square (ahora Square Enix) creador de este título.

La historia del juego gira en torno a un mundo que ha sido invadido por un gran mal, rodeado de un extraño vapor que envenena a todo aquel que lo aspira. Afortunadamente, unos cristales mágicos tienen la capacidad de crear barreras protectoras contra estos vapores, con lo que se consigue construir poblados entorno a versiones enormes de los cristales, lo que hace la vida aceptablemente llevadera. Desgraciadamente, el poder de estos no es eterno, por lo que cada cierto tiempo hay que embarcarse en una larga peregrinación para encontrar la fuente de poder y recargarlos. Como se puede imaginar, tú eres un miembro de esa peregrinación.

La historia a partir de ahí es bastante pobre, no es un juego que se vaya a disfrutar por este apartado ya que es tremendamente simple, sin apenas diálogos de relevancia y que solo sirve para dar consistencia a lo que es el juego en si. El título se divide en los varios años que lleva la peregrinación, siendo cada año un capítulo distinto, en los que habrá que recorrer el extenso mapa hasta llegar al destino final.

Nada más comenzar uno se da cuenta de que no está ante un FF al uso, ya que lo primero que hay que hacer es seleccionar personaje, para lo que se dan varias opciones. Existen cuatro profesiones (caballero, guerrero, mago y monje), cada una de estas tiene 8 modelos (4 chicos y 4 Chicas), además de permitir cambiar una serie de cosas, algunas de las cuales tienen su importancia a lo largo de la aventura como es elegir la profesión de los padres, un apartado que ofrece bastantes posibilidades.

Lo más significativo que se puede decir de FF:CC es que es un título destinado casi en exclusiva al aspecto multijugador. Se puede jugar una sola persona, pero lo cierto es que no resulta muy divertido hacerlo por una serie de causas. El combate es en tiempo real y resulta extremadamente simple ya que solo requiere de un botón para atacar, otro para coger objetos, L y R para seleccionar la acción que se quiere ejecutar y el menú, en el que se pueden seleccionar desde diferentes ataques hasta pociones de curación y otro tipo de objetos más complejos. En monojugador, esto se traduce en un machaca botones al más puro estilo "Gauntlet", apenas con opciones estratégicas y sin tener un árbol de desarrollo excesivamente amplio (hubiese sido interesante meter un sistema de trabajos para ir pudiendo cambiar a lo largo del juego, le hubiera dado algo de variedad).

Realmente donde está todo el potencial del juego es en el aspecto multiplayer, en donde el título atesora una enorme jugabilidad. Aquí es donde cobra sentido la simpleza del combate, ya que para el multiplayer se exige que cada jugador tenga su GBA a mano y un cable de conexión (uno viene incluido en cada copia). Una vez conectados, la pequeña pantalla de la portátil permitirá a cada uno crear su propio personaje y lanzarse al juego, controlando a cada personaje con la propia GBA (de ahí que use tan pocos botones y sea tan simple).

En la pantalla de la consola se puede ver información extra, como un mapa, o todo el sistema de menú. Puesto que el combate es a tiempo real, cuando se está en multiplayer y se quiere cambiar de arma o cualquier cosa que implique acceder al menú, en vez de detener el juego (lo que sería pesado en el caso de que fueran 4 los jugadores), se accede directamente desde la propia GBA, mientras que los demás siguen luchando tranquilamente. Es un sistema muy bien pensado y que funciona, haciendo el juego más dinámico e infinitamente más divertido (especialmente dado que al tener varios personajes en pantalla se tienen habilidades complementarias, llegando incluso a poder combinar hechizos o ataques, curar al compañero, o dejarle algún ítem que le pueda resultar útil, aumentando así el grado de compenetración).

Otra característica muy divertida en multijugador es que puesto que el mundo está rodeado por ese extraño vapor, hay que llevar consigo una mini-versión del cristal mágico para establecer una pequeña barrera entorno a tus compañeros. Esto resulta muy divertido ya que el encargado de llevarla debe estar atento a que esté bien colocada, puesto que los jugadores que se salgan empezarán a perder vida de forma masiva. Por supuesto, no es necesario que uno esté constantemente llevando el cristal, ya que puede soltarlo y ponerse a combatir cuando se desee, aunque con cuidado de no salirse.

Por lo demás, aunque ya habrá tiempo de hablar en profundidad de otros aspectos cuando el título llegue a España, se puede decir que el nivel gráfico es muy alto (destacando el uso del agua y algunos efectos especiales que quedan realmente bien). El mundo está dotado de una gran belleza y sentido estético, el diseño de los personajes es un poco extraño pero realmente agradable. El audio también brilla con luz propia (que nadie se pierda la canción de la intro, una auténtica preciosidad que, en opinión personal, deja en mantillas los temas principales de los últimos FF).

Final Fantasy: Crystal Chronicle (GameCube)

Ahora solo queda esperar a que este título salga finalmente en Occidente, lo que tardará un tiempo (entre primer o segundo trimestre del 2004) y ver como se encaran los aspectos de traducción (que no debería ser muy complicado ya que los textos son simples y no hay demasiados), pero especialmente el aspecto multijugador, que podría ser un tema muy espinoso si se mantiene tal cual en su salida en España (encontrar 4 amigos, cada uno con su GBA y su cable link no es precisamente algo a lo que todo el mundo pueda aspirar). Se espera que Nintendo ponga solución a este tema, quizás añadiendo un menú flotante que no detenga el juego y se pueda controlar tranquilamente mediante el pad, sería una buena opción.

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