Spider-Man 2 (GameCube)

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El asombroso hombre araña fue uno de los éxitos de la pasada temporada, habiendo arrasado en todos y cada uno de los sistemas por los que pasara, o sea, la práctica totalidad de las máquinas de entretenimiento vigentes. Pero Spidey no se duerme en los laureles, y está volviendo a tejer una telaraña aún si cabe más resistente y espectacular...

Peter Parker y yo

Como podréis intuir la observar el pseudónimo con el que escribo, el lazo que me une con Spider-man es algo más que simbólico. Desde muy pequeño, las aventuras del hombre araña han amenizado horas y horas de mi vida, compartiendo con el amigo Parker sus viviencias. He sentido cada uno de los golpes de Venom, me ha atormentado la locura del Duende Verde, he llorado la muerte de Gwen Stacy, he asistido a su boda con Mary Jane... En fin, que se puede decir que Spidey para mí ha sido como aquel amigo que me ha acompañado durante toda mi vida.

Incontables e impagables han sido los momentos que me han sabido transmitir autores de la talla de Stan Lee, Steve Ditko, John Romita (padre e hijo), Roger Stern o Gerry Conway, por sólo citar unos cuantos entre mis favoritos. Pero también muchísimas han sido las horas de diversión proporcionadas por las versiones del hombre araña dentro del maravilloso mundo de los videojuegos. Compañías como Capcom, Sega, Adventure Soft o Activision han sabido captar lo mejor del superhéroe para plasmarlo en un cúmulo de ceros y unos de indecible diversión.

Aventuras conversacionales con bastante mala uva, juegos de lucha audiovisualmente impactantes, video-aventuras a la antigua usanza, beat'em ups de los de toda la vida... Spider-man se las ha visto en casi todos los géneros habidos y por haber. Pero no fue hasta hace poco cuando un videojuego supo captar en su totalidad la esencia de este personaje de la Marvel. Y no lo digo porque el resto de títulos estuviesen exentos de calidad, todo lo contrario... sino porque por fin los jugones de todo el mundo pudieron sentir lo que es surcar los cielos de Manhattan en telaraña, escalar un edificio rozando el cielo o combatir a sus clásicos enemigos como sólo Peter Parker sabe hacer. Lo dicho... sensaciones que años antes hubiesen sido del todo imposibles disfrutar en un sistema doméstico de videojuegos.

128 bits de acción

A día de hoy, pocos son los lanzamientos basados en el mundo del cine capaces de distinguirse por su calidad. Claros son los ejemplos de juegos como los últimos lanzamientos sobre las películas de BATMAN, el correcto pero discreto X-MEN 2 o la obra de Shiny sobre ese bombazo mediático llamado MATRIX (el cual, miren ustedes por dónde, me gusta más de lo que da a entender la prensa en general). Pero el caso de la última aparición de Spider-man en el entretenimiento informático fue sustancialmente diferente.

Prácticamente toda la prensa especializada se puso de acuerdo en afirmar que el título basado en Spider-man de Sam Raimi (el film, por supuesto) era un juego excelente, alcanzando un nivel muy alto en todos y cada uno de sus apartados. Habiendo aparecido para Gamecube, XBOX; Playstation 2 y PC, SPIDER-MAN se aupó con suma facilidad a los primeros puestos en ventas, y no sólo por el reclamo que suponía el uso de una licencia tan jugosa como la del celuloide. Ya de por sí, las anteriores apariciones del superhéroe en Playstation, Dreamcast, Nintendo 64 y PC, de la mano de los mismos programadores, dieron como fruto un juego tan espectacular como divertido que se convirtió en otro hit, usando las mismas premisas que posteriormente ejecutase su "secuela fílmica".

En cuanto al concepto en sí, imaginaos un perfectamente recreado Spidey en tercera persona que puede hacer todo lo que siempre soñaron los fans del personaje. Saltar acrobáticamente, pegarse a las paredes, lanzar telarañas de múltiples maneras, usar el sentido arácnido... y sobre todo, la posibilidad de movernos libremente por un alucinante entorno que recrea a la perfección las alturas de la gran manzana, pudiendo movernos con pasmosa libertad entre los rascacielos y demás edificios. Sin duda alguna, una de las experiencias más alucinantes que podemos vivir en videojuego alguno en pos de la lucha contra el mal.

Asombroso Spider-man

Pues todo esto y más será lo que tendremos en la segunda parte de Spider-man, cuyo lanzamiento más que probablemente aproveche el advenimiento de la nueva película, de la cual aún se desconocen muchos detalles (se sabe que el enemigo será el Doctor Octopus y poco más). En cambio, Activision sí puso a disposición de la prensa en el pasado E3 una demostración en la que se puede ver con toda claridad la evolución del motor gráfico del anterior título. Y reconozcámoslo... lo que nos espera en la 128 bits de Nintendo, es francamente a todas luces espectacular.

Recordando que su predecesor era todo un festín para los ojos, esta segunda parte no hará más que potenciar todo lo bueno de la primera entrega. Se mantendrán los aspectos más característicos que dieron fama a la anterior obra, por lo que evidentemente no podrían faltar los sensacionales balanceos de nuestro hombre por los rascacielos de la gran manzana. Antes este movimiento era bastante automático, pero ahora las telarañas deberán ir dirigidas a puntos concretos, teniendo por fin un objetivo real a la hora de lanzarlo que modifica nuestra trayectoria de balanceo, aparte de poder lanzar dos redes simultáneamente que añaden gran variedad a la ya de por sí numerosa cantidad de acrobacias aéreos.

Si bien desde un principio impacta la fiel reproducción de la ciudad de Manhattan, más sorprendente aún es el nuevo aliciente que representa el poder tomar contacto con el suelo. Es decir, si en anteriores versiones el trepamuros perdía la vida por bajar más de la cuenta, en ésta Parker será capaz de andar entre los transeúntes, pasearse peligrosamente en medio de las movidas carreteras americanas o combatir directamente al enemigo en tierra firme, detalle este que viene a medida en lo que respecta a que ya no nos encontraremos ante un juego de lineal desarrollo, sino que tendremos una jugabilidad muy abierta, con mucha libertad, tomando como referencia más cercana lo que sería una versión superheróica del prestigioso Grand Theft Auto 3 (y secuelas).

Así pues, se nos presentarán situaciones que van desde detener a una banda de ladrones que intenta asaltar un furgón blindado, atrapar a un vulgar tironero o simplemente darle una pelota a su pequeño dueño. Estas tareas no son de obligada factura para el jugador, pero sí nos garantizarán, diversión aparte, unos puntos que posteriormente nos servirán para comprar nuevas habilidades, abrir apartados del juego como vídeos o imágenes o adquirir nuevos trajes. Nunca está de más combatir a gente como Octopus, Electro o el Buitre con nuevos ropajes, ¿verdad?

Ocho patas y un pad

Otros detalles como la increíblemente aumentada capacidad de lucha de la araña humana, los movimientos slow-motion a lo Matriz o la impresionante nueva capacidad de salto del lanzarredes impondrán en una ya de por sí clásica metodología de juego lo que podríamos definir como una de las experiencias monojugador más alentadoras del panorama actual del videojuego. Si a todo esto le unimos el hecho de que la atormentadora cámara de la primera entrega se ha moderado sobremanera... ¡nos encontramos ante una auténtica bomba lúdica!

Sin lugar a dudas, estas son las novedades más llamativas del nuevo proyecto del hombre araña, dentro de los pocos detalles que aún están por saberse. El resto de la jugabilidad se mantendrá bastante cercana a lo que ya pudimos disfrutar en su día, pero todo ello se verá multiplicado por mil gracias a los detalles anteriormente citados, y a la lógica evolución audiovisual, que harán de este lanzamiento uno de los más esperados de la temporada para nuestra querida Gamecube. Esperemos que nuestro sentido arácnido nos avise cuando salga a la venta...