Popeye el marino soy

Piratas del Caribe puede interesar a dos tipos de usuarios. Unos serían los que ya jugaron u oyeron hablar de Sea Dogs, el anterior juego de rol y simulación de Akella. Estos usuarios seguían con expectación el progreso de Sea Dogs 2, que así se llamaba este título hasta hace unos meses, y no les debió sentar demasiado bien la intrusión de Disney para retocar levemente el juego y aprovechar el tirón de la película que se acaba de estrenar.

El otro grupo de usuarios son los que pueden llegar a comprar el juego atraídos por la película protagonizada por Johnny Depp, Orlando Bloom y compañía. Tras jugar a Piratas del Caribe un rato, el primer grupo quedará gratamente sorprendido, mientras que el segundo probablemente aparcará el videojuego y maldecirá su compra impulsiva.

Los fans de la película quedarán decepcionados porque en el juego encontrarán muy poco de la película, el interfaz de manejo es poco intuitivo, el ritmo es lento y la amplitud del juego sobrepasará al jugón sin experiencia. En cambio, los jugadores que busquen un título con muchas posibilidades, a los que no les importe pelearse con el interfaz y con algunas decisiones de diseño controvertidas disfrutarán de los bellos paisajes de este título que combina rol, simulación y acción.

Piratas del Caribe es un juego de los que los anglosajones llaman 'open-ended', es decir, el jugador tiene una gran libertad de movimientos y controla el ritmo del juego. La saga 'open-ended' por excelencia es Grand Theft Auto, y Piratas del Caribe, a pesar de las numerosas diferencias, nos recuerda a la saga de Rockstar. En este caso el protagonista no es delincuente del tres al cuarto sino el capitán Nathaniel Hawk del Victory, que asiste a la invasión de la isla inglesa Oxbay por parte de los franceses. Sus primeros pasos consistirán en escapar de la isla e informar de los hechos al gobernador inglés de la cercana isla de Redmond. Por cierto, Piratas del Caribe es un juego para un solo jugador, como la saga GTA.

Nathaniel puede desplazarse a pie por las islas o embarcarse en su navío y navegar entre las siete islas del archipiélago que sirve de escenario del juego. En total tendremos tres vistas diferentes de la acción, y en dos de ellas podremos cambiar entre una perspectiva en tercera persona u otra en primera persona. La primera aparece cuando manejamos al capitán en tierra, al que podrán acompañar algunos oficiales de su barco. En este modo podremos desplazarnos desde la barca que nos ha permitido desembarcar hasta los establecimientos de la ciudad o explorar el interior de la isla, además de entablar conversaciones con diferentes personajes o luchar contra ellos con espadas y pistolas.

También se usa este modo en los abordajes, ya que tendremos que derrotar a la tripulación enemiga luchando en diferentes zonas del barco. La segunda vista nos muestra nuestra(s) nave(s) y bellísimas imágenes marítimas de postal. Este modo se activará durante los combates entre barcos, durante las tormentas y cuando queramos recrearnos en el paisaje. Finalmente el tercer modo sirve para navegar largas distancias, ya que en el modo anterior un viaje entre islas sería muy lento. En este modo los gráficos son más simbólicos y nos muestran únicamente los barcos más cercanos al nuestro, las islas y las tormentas.

Gráficos y sonido

Los gráficos de Piratas del Caribe son cortesía del engine Storm 2, desarrollado por Akella, y tenemos que rendirnos sin concesiones ante sus encantos. Desde los modelos de los personajes, realizados con muchos polígonos, texturas muy adecuadas y gran variedad para evitar la sensación de estar hablando todo el tiempo con el mismo personaje, hasta la decoración de los interiores, repleta de detalles, pasando por la arquitectura de cada ciudad, fácilmente distinguible del resto, y la vegetación de los exteriores. Pero si hay algo en lo que destaca especialmente Storm 2 es en la representación del mar, de sus movimientos y de sus cambios a medida que pasan las horas del día y de la noche. Este motor gráfico no se puede comparar al de Half-Life 2 en aspectos como la física de los objetos o las animaciones faciales de los personajes, pero el engine de Piratas del Caribe supera al del título de Valve en la representación del agua.

Los barcos se mecen de forma muy realista sobre las olas de una tormenta, se mueven según el estado de las velas y la dirección del viento y maniobran de acuerdo a sus dimensiones y peso. Detalles concretos como ver una puesta de sol, los reflejos de la luna sobre el agua o intentar dominar el barco en una violenta tormenta con insistente lluvia y espantosos truenos es toda una experiencia. Otros efectos también merecen un sitio en la galería de honor de este título, como el movimientos de los matorrales apartándose cuando nuestro personaje los atraviesa o los disparos de los cañones y sus efectos sobre los barcos enemigos.

El apartado sonoro es sorprendente. De un lado tenemos buenos efectos durante los combates, con los sonidos de los cañones, pistolas y espadas, pero por el otro los diálogos son mudos. La música usa diferentes temas orquestrales en función de si estamos luchando, navegando o en tierra. De todas formas no podemos valorarla justamente porque, no sabemos si a causa de alguna incompatibilidad con nuestra tarjeta de sonido o a causa de tratarse de una versión casi definitiva, se oía un molesto ruido de fondo que nos ha impedido oírla con claridad.

Guión

El capitán Nathaniel Hawk es el protagonista de esta historia. En la historia principal, que es el único lugar donde encontramos referencias a la película, sirve al gobernador inglés, pero en el archipiélago también operan piratas, holandeses, portugueses, franceses y españoles. Además de la historia principal, que mezcla una historia de amor con traiciones, investigación y combates, el jugador también podrá iniciar misiones secundarias hablando con ciertos personajes.

En cuanto a los diálogos, los textos son muy inocentes, van directo al grano y el estilo es de lo más funcional, es decir, no se entretienen en florituras ni recurren a expresiones de la época para ambientarnos más en los hechos.

Jugabilidad

Piratas del Caribe nos permite realizar una gran variedad de acciones para divertirnos e ir ganando experiencia. Una de las más espectaculares y que más tendremos que dominar son los combates navales. En primer lugar entran en acción los cañones, que podremos cargar con cuatro tipos diferentes de munición, que se distinguen por provocar daños en diferente grado al casco, a la tripulación o al velamen. Además de elegir el tipo de munición, tendremos que maniobrar el barco con maestría para lograr el mejor ángulo de tiro, ya que los barcos tienen más potencia de fuego por babor y estribor que por la proa o la popa. Podremos hundir el barco a cañonazos o abordarlo.

En el abordaje controlamos al capitán y lucharemos con espada y pistola contra los enemigos, como si fuese un combate en tierra firme. Al tratarse pistolas de pólvora, el tiempo entre disparo y disparo es considerable, así que la pistola sólo podremos usarla al inicio del combate. Con la espada podemos protegernos o atacar, y cada golpe que demos nos indica el daño que hemos infringido y la salud restante del enemigo. Como veis, no es que tengamos mucha variedad de golpes y la defensa funciona con demasiada perfección, pero está bien que Akella nos permitan luchar de forma más directa contra los enemigos.

Otra forma de ganar experiencia es afrontando una tempestad, aunque nuestro barco puede salir muy dañado. A medida que consigamos puntos de experiencia, también iremos aumentando de nivel. El protagonista ganará puntos de vida y nuevas habilidades y estadísticas. Las estadísticas son del tipo liderazgo, combate, defensa, navegación, puntería, cañones o suerte, mientras que las habilidades aumentan la posibilidad de dar un golpe crítico con la espada, los daños de los cañones en las velas o en la tripulación, reducen los daños que recibe nuestro personaje y un largo etcétera. El inventario nos permite armar a nuestro personaje con una espada y una pistola, usar un catalejo y preparar brebajes para recuperar vida. Además del protagonista, también podremos consultar las estadísticas de los oficiales y capitanes de nuestros otros barcos.

Al igual que tenemos diferentes pantallas sobre los personajes, los barcos también tienen su lugar en varios menús. Así, una pantalla nos permitirá consultar el estado de nuestros barcos, su tripulación, pasajeros y oficiales, y la carga. Además de dedicarnos a atacar barcos enemigos, también podremos transportar mercancías entre las islas, comprándolas y vendiéndolas en el almacén de cada ciudad, o realizando transportes por encargo de mercancías o personas. Para ello podemos preguntar en la taberna o en el almacén. Cada ciudad tiene almacén, puerto, taberna, astillero y, a veces, prestamista. En el astillero podemos reparar los daños, comprar más o mejores barcos, e instalar más cañones o más potentes. El prestamista nos dejará dinero a cambio de un interés mensual y nos permitirá guardar dinero.

A pesar de la gran variedad de posibilidades que tenemos, la sencillez relativa de la mayoría de ellas acaban por resultar repetitivas, ya sean los combates con espada o los viajes entre isla e isla transportando mercancías. Quizás lo que más se resiste al aburrimiento son los combates navales, perfectamente recreados por Akella. Y la historia principal es corta si la comparamos con juegos de rol más tradicionales como Morrowind o Baldur's Gate. Todo esto hace que sea muy difícil que Piratas del Caribe pueda tener éxito entre el gran público, aunque seguro que encontrará un excelente lugar en la colección de un jugón experimentado.

El interfaz es uno de los aspectos más incómodos de este título. Para mover el personaje a pie necesitamos únicamente el ratón. Con los dos botones andamos hacia delante o hacia atrás. En cambio, para realizar otras acciones necesitamos el teclado. Una tecla nos permite desenvainar la espada, otra dispara la pistola, otra sirve para atacar y otra para defendernos. Cuando no estamos en el modo lucha, una tecla realiza la acción por defecto, que acostumbra a ser entrar, mientras que para acceder al resto de opciones tenemos que usar las flechas y otra tecla de selección. En los diálogos el ratón no funciona y tenemos que usar las flechas y la tecla de selección. Como veis, el manejo no es muy coherente, aunque tras algunas horas de juego nos habremos acostumbrado a sus incomodidades.

Estrategia y trucos

Si necesitas ganar dinero rápidamente, te recomiendo pedir trabajo en los almacenes de cada isla. Por transportar mercancías entre islas puedes ganar más de 10.000 monedas en unos pocos minutos. En los combates con espadas puedes aprovechar el movimiento defensivo para recuperar salud lentamente, mientras que en los combates navales es muy importante atacar desde una posición en la que nuestro barco ofrezca la mayor potencia de fuego y el enemigo sólo pueda usar la mínima.

Comparándolo con...

Me gustaría compararlo con Sea Dogs, la que sería su primera parte, pero no lo he jugado. Lo que sí está claro es que gráficamente Piratas del Caribe nos ofrece la mejor representación del mar que hayamos podido ver en un videojuego, con paisajes dignos de aparecer en una postal. Además, Akella ofrecen en esta secuela más opciones en tierra firme, más opciones de comercio y más opciones para mejor los barcos.

Lo que está bien

Lo que no está tan bien

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