Vueltas y más vueltas...

¿Qué qué gracia tiene eso? Pues la verdad es que esa pregunta la tendrían que responder los miles de fans de esta especialidad del mundo de la velocidad, pero suponemos que tendrán que ver con las altas velocidades alcanzadas - más de 300 kilómetros por hora - y los habituales accidentes que, a pesar de su espectacularidad, muy a menudo finalizan felizmente para el piloto que interviene en ellos. Por fortuna, la seguridad en los monoplaza es una prioridad para los equipos...

Codemasters, una de las compañías que más grande se ha hecho con los juegos de velocidad - los millones de juegos de Rallyes inspirados en la figura del señor Colin MCRae así lo atestiguan - ha probado suerte con esta modalidad cuyos seguidores no son demasiado numerosos (siendo generosos) en nuestro país. Con la referencia de tener un padrino de ese nivel, es difícil no concederle aunque sea una oportunidad a este juego...

Para empezar, el modelado de los coches. Éste seria pasable sin más si no fuera por el hecho de que muchas de las partes en las que se compone no pararán de parpadear durante toda la partidida. En cuanto al control de colisiones tampoco hay nada que llame la atención, por lo menos si nos referimos a cosas especialmente reseñables. A pesar de que cuando los vehículos se impacten el aire se llenará de restos de alerones y carrocería, el modelo de los coches permanecerá intacto. La única muestra de que ha habido un accidente será el desgaste de las ruedas afectadas, el cuál habrá aumentado considerablemente.

Los escenarios están casi vacíos. El público, como en casi todos los juegos deportivos, es de pega, pero es que además no encontramos ningún alarde visual que aproveche el gran potencial de Xbox. Se nota que es un juego multiplataforma y que no ha sido depurado al máximo para explotar las prestaciones de la máquina en la que corre, pues desmerece totalmente de los espectáculos visuales que han orquestado títulos como Burnout 2 o incluso Wreckless, uno de los primeros juegos de Xbox. Como detalle negativo, el escaso realismo con el que se han creado los mecánicos de los boxes.

La sensación de velocidad está muy conseguida, aunque la enorme capacidad de giro de los coches casi elimina por completo el descontrol que supone circular a velocidades superiores a 300 kilómetros por hora. En cualquier caso eso no le resta méritos al gran trabajo realizado a la hora de trasladar el frenetismo inherente a las carreras que transcurren a tan altas velocidades.

Se han implementado tres vistas: una en tercera persona y dos interiores. Hay que señalar que la que os situa en el hipotético punto de vista del piloto está mediocremente diseñada, destacando negativamente el pésimo trabajo realizado a la hora de implementar las manos del conductor. El volante, a su vez, parece un árbol de Navidad, y el coche, o por lo menos la parte que se ve, aparece mucho más simple de lo que ya es, que ya es decir.

En cuanto a indicadores visuales, hay que decir que éstos irán cambiando, ofreciéndonos en todo momento el estado pormenorizado de la carrera, así como del tiempo que sacáis a vuestro más inmediato perseguidor como del coche que se encuentra por delante del vuestro. También podréis consultar en todo momento el número de vueltas que os quedan para finalizar y, quizá el dato más importante de todos, el estado de vuestros neumáticos. Cuando éstos estén totalmente rojos, ya podéis encomendaros a San Senna, porque en la próxima curva perderéis el control de vuestro monoplaza. Mäs os valdrá hacer una paradita en boxes para evitar males mayores...

Como punto positivo, hay que destacar que está totalmente doblado al castellano. El nivel tampoco es que sea para tirar cohetes, pero la verdad es que es de agradecer que las compañías se empiecen a concienciar de lo importante que es localizar sus títulos en cada uno de los mercados en los que éstos son lanzados. Por desgracia, a causa de la estridencia del motor de los vehículos, y en menor medida de la música, las voces casi serán ininteligibles y os costará trabajo el averiguar qué es lo que os están comunicando desde boxes. Algunos de estos apuntes serán vuestra posición, el tiempo que os saca el primer clasificado

A pesar de que en la obra de Codemasters no encontramos algún minijuego del estilo de los que sí que aparecen en otros muchos títulos del género, Indycar Series ofrece todo - y algo más - lo que un fan de la Fórmula Indy puede esperar encontrar en un videojuego inspirado en su disciplina deportiva favorita. Los modos de juego son los siguientes:

Una de las características principales de las carreras Indy es la duración. La competición de 500 millas de Indianápolis es un claro ejemplo de ésto. Y es que muchas de las carreras 'reales' en las que se inspira este Indycar Series constan de más de 200 vueltas, lo que es un auténtico engorro teniendo en cuenta el escaso interés arquitectónico - por decirlo de alguna forma - de los trazados. Por fortuna, podremos reducir ostensiblemente el número de vueltas hasta reducirlas a un mínimo de 10, un número significativamente más llevadero que las doscientas señaladas anteriormente. Eso no quita que mientras vamos dando vueltas al circuito nos preguntemos una y otra vez: ¿ésto es divertido?

Como ya hemos comentado, todos los circuitos tienen una forma oval, por lo que aquí los amantes de los contravolantes y demás frivolidades aplicables a los Project Gotham, Gran Turismo y compañía ya se pueden ir despidiendo. Como única frivolidad permitida estará el cerrar a los monoplazas que os intenten superar, pero si estáis acostumbrados a cruzar los coches en cada curva y salir quemando rueda, aquí os sentiréis como atados de pies y manos.

Los pilotos que se pueden seleccionar son reales, y en el juego se incluyen sus fichas con los datos personales, así como los principales logros obtenidos a lo largo de sus carreras. A la hora de jugar realmente no se llegan a apreciar diferencias de prestaciones entre los diferentes coches, por lo que suponemos que la inclusión de los susodichos deportistas es más un detalle destinado a los fans que otra cosa. Hay que recordar que el juego cuenta con la licencia de la IndyCar Series, así que en el plantel de pilotos también se tenía que notar.

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