Finding Nemo (GameBoy)
Como sucede en todas las películas Disney, toda una avalancha de productos relacionados son lanzados para acompañar a la cinta, esta a vez a cargo de los impecables Pixar. Los videojues son las estrellas de esos productos relacionados y vienen dispuestos a hacer las delicias a los más pequeños.
Como sucede en todas las películas Disney, toda una avalancha de productos relacionados son lanzados para acompañar a la cinta, esta a vez a cargo de los impecables Pixar. Los videojues son las estrellas de esos productos relacionados y vienen dispuestos a hacer las delicias a los más pequeños.
¿Qué no podría hacer un padre para rescatar a su hijo? ¿no encontraría el modo de navegar por el universo profundo si fuera necesario?. Pues para un pez debe ser un reto similar dejar su reino acuático con la finalidad de encontrar a su hijo, atarpado en una pecera dentro de un bloque de edificios ¿misión imposible? no si cuenta con tu ayuda.
La nueva película de Disney/Pixar viene acompañado con el lógico transbase de títulos multiplataforma, que intentarán alegrar la vida a los más pequeños de la casa en todos los sistemas habidos y por haber, incluyendo la portátil de Nintendo, en la que se podrá vivir las aventuras de Nemo y Merlius.
Para este título, se ha trabajado en un desarrollo muy simple, dotado de mucho color y con cierta variedad para mantener la atención en el juego. Si hay algo de lo que pecan los juegos infántiles es ser demasiado repetitivos, lo que acompañado de su habitual simpleza en los controles y en la mecánica del juego, provoca el aburrimiento más absoluto a cualquiera.
Hay dos tipos de fases diferenciadas en Finding Nemo. Una apuesta por una vista lateral 2D, en donde el simpático pez deberá avanzar (pulsando solo dos botones), intentando pasar por entre los aros y recuperando perlas, así como recolectar otros objetos. El personaje puede moverse en cualquier dirección rotando sobre si mismo, lo que le permite acceder a cualquiera de los rincones de las fases.
La otra perpesctiva es frontal, en los que Merlius debe avanzar fugazmente, ya sea saltando encima de medusas, tortugas, o escapando de un tiburón. Para coger velocidad se deben atravesar el máximo posible de aros, por lo que esta parte del juego cambia la exploración por la velocidad y los reflejos.
Estas dos mecánicas distintas se complementan con diferentes minijuegos, algunos de pensar y otros de habilidad, que intentarán ofrecer un producto completo, asequible, ideal para los más pequeños de la casa y dotados de unos gráficos lo suficientemente coloridos como para despertar la curiosidad de quien esté jugando. En Septiembre se verá que es lo que finalmente el juego puede ofrecer.
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