Mercenario interestelar

Conviértete en un auténtico cazarecompensas interestelar capaz de ponerle las cosas muy pero que muy feas hasta al pirata más duro de la galaxia. Ponte los guantes, sube a tu nave y ten tus armas preparadas, porque en Yager tan sólo el mejor piloto sobrevivirá...

Yager es uno de esos juegos que llegan casi sin hacer ruido, o por lo menos sin montar el escándalo al que nos tienen acostumbrados los últimos grandes lanzamientos de Xbox. Tao Feng, Return To Castle Wolfenstein, Enter The Matrix... hasta Project Zero era esperado por su propia legión de xboxers ansiosos por hincarle el diente a su juego más deseado.

Así pues, la producción de THQ ha llegado un poco tapada por unos cuantos títulos de mucho más nombre - que no calidad. Incluso en su misma casa hay un 'enemigo' que puede ponerle las cosas muy difíciles en las listas de ventas, no por compartir género sino fecha de lanzamiento: el esperadísimo Moto GP 2, compatible con Xbox Live, el que es sin duda uno de los juegos deportivos más deseados por los usuarios del servicio online de Microsoft.  En cualquier caso, mediante este análisis intentaremos que no dejéis pasar desapercibido a Yager, y que por lo menos le concedáis una oportunidad.

Curiosamente el contacto con la susodicha Corporación correrá a cargo de Susan, que según parece es una especie de examiguita de Magnus. Las relaciones entre ambos parece que no acabaron todo lo bien que se podría desear, y la turbulenta despedida de la pareja convierte cada conversa entre Susan y Magnus en un auténtico volcán en erupción a punto de estallar en cualquier momento. En cualquier caso, el tema está en que Proteus os irá asignando tareas y, a medida que las vayáis realizando, vuestra carrera como freelancer irá ganando puntos. Y en eso consiste el juego. Facil, ¿Verdad? Pues no tanto...

Los reflejos en el cristal protector de la cabina de la nave consiguen ofrecer una sensación de acogedora realidad muy de agradecer. Sin duda los reflejos, juntamente con el gran tamaño y detalle de todos los niveles, son el mayor acierto gráfico de Yager. Además, es especialmente reseñable que los tiempos de carga únicamente se producirán al principio de las fases, lo que llama la atención teniendo en cuenta la longitud y gran número de elementos interactivos que aparecen en algunas de ellas.

Los juegos de luces son muy buenos, incluyendo puestas de sol, llamas, etc. La implementación de otros efectos como la niebla, nubes o incluso el humo también destacan por su calidad. Acabar con una nave enemiga y admirar como cae pasto de las llamas mientras se va desmembrando en trozos de chatarra es todo un espectáculo que sirve de perfecto ejemplo del notabilísimo trabajo realizado por la gente de Yager Games.

Los niveles son muy grandes y repletos de elementos con los que podremos interactuar. Tanto es así que la presencia del radar que os indicará la localización de los objetivos con respecto a vuestra posición actual se torna casi indispensable. El mundo de Proteus está dividido en muchas islas, cada una de las cuales presenta un mapeado único. Conocerlas a todas ellas, centímetro a centímetro, no será necesario, pero no estará de más que antes de empezar a disparar  a diestro y siniestro invirtáis un poco de tiempo en recorrer el escenario en el que os encontréis. Dependiendo de los derroteros que tome luego la batalla lo agradeceréis.

En cuanto al popping, hay que decir que existe pero que es soportable, no siendo demasiado brusco ni desesperante. El campo de visión es más que suficiente para mantener con autoridad el control de la nave y no tener excesivos problemas a la hora de sortear los obstáculos, naturales o no, que vayan apareciendo a medida que vuestro vehículo va avanzando por los escenarios. Otro de los temidos defectos gráficos, las ralentizaciones o slowdowns, también brillan por su ausencia.

La sensación de velocidad, por desgracia, es el punto más flojo del apartado gráfico de Yager. A velocidad crucero es casi inexistente - rivaliza en lentitud con el coche de Steve Urkel -, pero es que cuando pongáis los motores a máxima potencia casi ni notaréis la diferencia, exceptuando cuando os encontréis inmersos en una Dog Fight - combate aéreo uno contra uno entre dos naves, normalmente se decide porque una se coloca detrás de la otra impidiendo que escape y acabando con ella con su poder de fuego. Tan sólo recogiendo un turbo y activándolo mejorará la cosa, aunque no sustancialmente. 

Las primeras misiones servirán de práctico tutorial con el que podréis conocer a fondo todas las posibilades de vuestra nave. Y tiene unas cuantas, sobre todo con respecto al movimiento y a las estrategias de ataque y defensa. No es que sea difícil el manejar el vehículo volador, pero sí que hay que invertir unas horas en descubrir todo lo que vuestro medio de transporte es capaz de realizar.

Cada vez que fracaséis en la misión podréis empezarla de nuevo, a no ser que os liquiden. En ese caso tendréis que recomenzar el nivel desde su principio. Así que tened cuidado y no permitáis que nadie se pegue a vuestra cola, pues de ser así estaréis en graves problemas. Ésto nos lleva a hablar de la Inteligencia Artificial, tanto la de los compañeros que se unirán a vosotros en determinadas batallas como la de los enemigos contra los que tendréis que combatir.

La primera de ellas, es decir, la de los aliados, es correcta por definición, pues el tener que luchar contra enemigos que también controla la CPU es una gran ayuda. Además, hay que tener en cuenta que no podemos utilizar la radio al estilo Steel Battalion para solicitar fuego de cobertura, refuerzos, etc. La realización de la IA de los adversarios, por el contrario, es bastante más meritoria, dado que no sólo tienen que lidiar con los aliados, sino también contra la nave que vosotros controléis. A este respecto decir que la gente de Yager se ha sustentado en la máxima de Sun Tzu "La mejor defensa es un buen ataque", habiendo creado patrones de comportamiento muy agresivos para las naves contrarias.

Las sensaciones que proporciona Yager durante los combates son muy parecidas a las provocadas por la serie de juegos de Star Wars Rogue Squadron, salvando, eso sí, las diferencias técnicas existentes entre la obra inspirada en la franquicia de George Lucas y la producción de THQ. En ambos juegos os encontraréis inmersos en futuristas combates en los que podréis emplear numerosas armas y vehículos, a cual más poderoso. La acción será una constante, aunque es cierto que en Yager hay un mayor énfasis en el argumento y en desarrollar la historia del protagonista.

Los diálogos entre las diferentes naves del grupo no serán fundamentales pero sí que aportarán un mayor dinamismo a la acción. Y es que éstos, además de serviros para enterarnos de qué está pasando en la aventura, no serán siempre iguales. Por ejemplo, en diversas misiones tendréis que atacar en grupo a un conjunto de posiciones enemigas, o repeler una incursión hostil.

Los movimientos que podréis realizar con vuestra nave serán  más de los que un jugador de consola está acostumbrado a poder ejecutar. A las ya clásicas maniobras de acelerar, frenar y girar, se añaden otras que son posibles gracias a la peculiar condición de estas aeronaves de alta tecnología. Sin bajaros de vuestro vehículo, y gracias a los milagros de la tecnología del siglo 21, podréis recoger potenciadores que aumentarán las prestaciones de la nave de marras.

Hay 20 niveles en Yager, lo que asegura como mínimo unas 10 horas de juego para el jugador intermedio. Además, hay que tener en cuenta que muchas de las fases esconden un gran número de secretos, así que el valor de rejugabilidad es ciertamente elevado. Eso sí, el que no se incluya ninguna modalidad multijugador - un cooperativo a dos bandas hubiera quedado de lujo - o compatibilidad con Xbox Live es el principal handicap que separa a este título de la excelencia.

El gran trabajo realizado a la hora de recrear las naves, tanto las aliadas como las enemigas, que aparecen en este juego ha provocado la aparición de una especie de mini enciclopedia con variada información sobre todos los vehículos que encontréis en cada una de las misiones en las que toméis parte. Un valor extra que, como tal, es siempre bienvenido.

Un juego de notable alto, cuya calidad supera con creces a la de muchos otros títulos mucho más esperados. Aunque a nivel técnico no destaca especialmente - tan sólo despunta a nivel visual -, que le impide codearse con los más grandes de Xbox, su jugabilidad, capaz de ofrecer un abanico de posibilidades mayor del que pudiera parecer en un primer momento, se encarga de cautivar a todo tipo de jugadores ofreciendo lo que cada uno busque en él: los xboxers casuales encontrarán combates dinámicos y los que gusten de exprimir sus juegos para amortizar hasta el último euro podrán sumergirse en la historia de Yager, una historia que podría servir de inspiración a una nueva serie de ciencia ficción.

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